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El mito de la falta de regulación de la Laguna de Bacalar y su cuenca

El mito de la falta de regulación de la Laguna de Bacalar y su cuenca

Los argumentos manejados para proponer la urgencia de crear un instrumento regulador como un área protegida en la Laguna de Bacalar incluyeron: La carencia supuesta de instrumentos de regulación para poder frenar “el grave deterioro ambiental de la laguna” que los científicos del Instituto de Ecología de la UNAM y de ECOSUR (promotores de la propuesta fallida de Ramsar, del ANP e indirectamente del PROTUR) estaban denunciando y que las organizaciones no gubernamentales ambientalistas locales e institucionales repetían y dispersaban en medios de comunicación, creando todo un mito en torno a la fragilidad del ecosistema y el peligro inminente, y la actitud criminal de los pobladores locales y los prestadores de servicios cuyas actividades económicas estaban “matando la laguna a los estromatolitos y las chivitas”, por el crecimiento desmedido el turismo y la contaminación por agroquímicos así como por un sistema deficiente tratamiento de residuales para la población de Bacalar. Su solución era la creación de un Área Natural Protegida urgente. Lo extraordinario de esta situación es que las problemáticas mostradas por todos estos actores promoventes del área protegida o de Ramsar o de los siguientes instrumentos que se propusieron en el transcurso de los años no se articulaban con sus “soluciones” para realmente combatir la fuente de las problemas que estaban siendo denunciados; es decir, el colocar una área natural protegida restringiendo los usos dentro de la laguna no contribuía realmente a solucionar el problema del sistema de tratamiento aguas residuales deficiente en la población, o el uso de agroquímicos cuenca arriba. ¿Entonces para qué iba a servir un ANP? Crear un área protegida como ya vimos sólo le había servido a las instituciones gubernamentales, a las ONGA y a los científicos en el pasado para pedir más fondos, como ya lo vimos que sucedió con el Fondo De Áreas Naturales Protegidas que maneja la CONANP y otros fondos de Banco Mundial. La propuesta de ANP tenía el mismo corte que la mayor parte de las declaratorias, un sentido de urgencia de crearla, la criminalización de ciertos grupos, la actitud cuasi heroica de los promotores y una actitud condescendiente y colonialista de los actores gubernamentales. “Es urgente “ – repetían los ambientalistas neoliberales defensores del sitio Ramsar, del ANP y del infame PROTUR para la Laguna de Bacalar – “que se cree un instrumento de regulación que garantice la belleza paisajística y la naturaleza de la Laguna de Bacalar, porque no existe regulación en la Laguna” (y ellos iban a salvar la Laguna de la depredación de los locales). Han repetido esta perorata en cuanta oportunidad y medio de comunicación han tenido a mano, incluso medios de comunicación reconocidos que se prestaron a su manipulación sin verificar fuentes, en busca de una noticia lo suficientemente impactante como para vender, que publican y republican en complicidad intencional o no, notas que son verdades a medias para convencer a la opinión pública de un escenario fatídico en el que la Laguna de Bacalar pareciera ser un cuerpo de agua sin ley, y toda la cuenca una “Tierra de nadie”. Les urge poder controlar el cuerpo de agua inventando cifras de las que rara vez o nunca se citan fuentes, usando una y otra vez argumentos de verdades a medias y mentiras descaradas.

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Es preocupante la falta de pensamiento crítico de los que publican y de los que siguen creyendo en los argumentos del ambientalismo neoliberal voraz que estos grupos representan, pero aún más preocupante el exceso de descaro con el que supuestos investigadores, ambientalistas neoliberales y autoridades están actuando en complicidad para imponer una sobrerregulación para Bacalar.

¿Bacalar, el cuerpo de agua, necesita un instrumento de regulación? NO, no necesita uno nuevo, menos el PROTUR, un ANP o una declaratoria de Ramsar, como ya vimos ninguna funciona. Crear un instrumento al vapor, como el PROTUR, con muchísimas deficiencias, cuando ya existe una enorme cantidad de regulaciones que se ciernen en este cuerpo de agua. Repasemos algunas. NO hay que perder de vista el argumento de los promotores del ANP y del PROTUR: No existe un instrumento que regule el cuerpo de agua de la laguna de Bacalar.

Es muy cuestionable su aseveración y la manera en la que manipulan a la opinión pública, si hay algo en la Laguna de Bacalar es sobrerregulación. Había que cuestionar la declaración de sus “expertos (y habría que 173

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