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La comarca que quiere florecer. El traje Jareño

JE JAREÑO LA COMARCA QUE QUIERE FLORECER Jesús Morán Muñoz EL TRA

Joaquín Sorolla Indumentaria lagarterana (1912). Trajes tradicionales de Lagartera.

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INTRODUCCIÓN

Decía el poeta belga Henri Michaux que el traje de un pueblo es más revelador que su poesía, que puede venir de otro lado y engañar a todos, como la del Japón. El traje es una concepción de sí que se lleva en sí 1. Puede que esta frase no se entienda en un mundo tan globalizado donde las identidades cada vez son más difusas y donde ser uno mismo es cada vez más complicado, pero en pleno siglo XXI son muchos territorios los que aspiran a despertar su identidad, dormida durante décadas en el siglo XX debido a factores como la despoblación, el envejecimiento de la población o por erróneos pensamientos de superioridad de lo urbanita sobre lo rural2 . Uno de estos lugares es la comarca de La Jara, comarca situada en su gran parte en la provincia de Toledo y también en pequeñas franjas de las provincias de Ciudad Real, Cáceres y Badajoz. Este territorio encarna perfectamente lo descrito anteriormente e incluso algunos medios de comunicación lo han puesto como ejemplo de lo que algunos han denominado recientemente como España vaciada 3 .

1 A. Sánchez Robayna, “Henri Michaux <<oriental>>: de <<Un bárbaro en Asia>> a <<Ideogramas en China>>” en Henri Michaux. Icebergs, Madrid, Círculo de Bellas Artes, 2006, p. 228. 2L. M. de Dios, “El mundo vacío. La imagen social del mundo rural”, Documentación Social. Revista de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada, 185 (2017), p. 140. 3“La Jara: un ejemplo de la España vaciada”, https://www.latribunadetoledo.es/noticia/ZB7D1506D-EC49-B196-EADDEDBAB1FF0754/201904/La-Jara-un-ejemplo-de-laEspana-vaciada. (Consulta: 30-12-2020).

CULTURAL INMATERIAL Y MARCADOR DE PERTENENCIA.

Cabe preguntarse sobre cómo se puede definir el PCI y cuáles son los ámbitos que recoge dentro de él. Para realizar esta tarea, se puede recurrir a la definición que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) realizó en el año 2003 cuando creó la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

En su artículo 2.1, dicha Convención define al PCI como: Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural 4 .

Por otra parte, los ámbitos que incluye esta Convención como PCI aparecen en el punto 2 del ya citado artículo 2 y son los siguientes:

• Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del PCI.

• Artes del espectáculo. • Usos sociales, rituales y actos festivos. • Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo. • Técnicas artesanales tradicionales5 .

¿Puede un traje regional ser el símbolo perfecto para la creación de una identidad? El antropólogo Edmund Leach podría responder fácilmente a esta cuestión. Para él, podría ser un símbolo identitario si esa comunidad lo aceptara puesto que para Leach un símbolo lo es por la relación que de él hagan los miembros de un grupo. Como ejemplo, tendríamos a la serpiente como símbolo del mal para la comunidad cristiana6 . Por lo tanto, no depende del traje en sí ser el símbolo, sino que es la comunidad quién escoge que ese traje sea el símbolo identitario, aunque realmente los elementos textiles son unos perfectos candidatos a ser símbolos identitarios y PCI puesto que, en los bordados de un traje, en sus adornos y colores se pueden introducir múltiples símbolos identitarios de una comunidad, al igual que en la forma de coserlo, de elaborarlo, de transmitir a las futuras generaciones el porqué de usar tal y cual diseño o tal y cual tela se va asegurando la pervivencia de la identidad de una comunidad.

Y esto justo es lo que pretende ser el traje Jareño y por eso entra perfectamente en la categoría de PCI de la comarca de La Jara puesto que a través de su diseño basado en la icónica flor de la jara se pretende crear un símbolo de este lugar que traspase fronteras y generaciones y que deje bien claro el orgullo que sienten los pertenecientes a esta comarca por tener un fuerte vínculo con esta tierra.

EL TRAJE JAREÑO

Breve historia de la Comarca de La Jara

Extraído de F. Paredes García, Diccionario de La Jara, Toledo, Excma. Diputación Provincial de Toledo, 277 pp.

4UNESCO, Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, París, UNESCO, 2003, p. 2. 5Ibidem. 6E. Leach, Cultura y comunicación. La lógica de la conexión de los símbolos, Madrid, Siglo XXI de España de Editores, 1989, pp. 15 – 22.

Al principio de este trabajo se ha hecho una pequeña pincelada de lo que es actualmente la comarca de la Jara, de cómo en un territorio tan extenso apenas hay población. Observando su historia también se podrá observar cómo esta situación siempre ha sido la misma.

Porque, aunque ya hubo población en la Prehistoria y en la Edad Antigua no será hasta la Edad Media y más en concreto durante el reinado de Alfonso VI (1072 1109) cuando se puede empezar a ver un interesante ejercicio de convivencia entre personas que, si bien tenían la característica común de ser cristianas, culturalmente tendrían sus propios rasgos al proceder de lugares muy diversos.

Así, en la zona coexistieron grupos repobladores de mozárabes, sevillanos, cordobeses, gallegos, leoneses y zamoranos7 lo que supuso que en la zona se creara un mestizaje difícil de ver en otras regiones españolas. Aun con este ambicioso proyecto en marcha, la topografía del lugar, que las fuentes económicas principales fueran la ganadería y la apicultura, sumado también al gran número de bandidaje en la zona debido a ser zona de paso de cañadas ganaderas, motivó que el número de habitantes de la comarca no fuera muy elevado.

Pasaron los años y los siglos y se observa que en pleno siglo XX la tendencia continúa. Como muchas zonas agrarias, la comarca de La Jara sufre el éxodo rural que tanto se dio en este periodo histórico. La comarca veía impotente como más del 50% de su población llegó a abandonar esta tierra en busca de un progreso que la agricultura y la ganadería no podían dar. Muchos pusieron rumbo a destinos extranjeros como Francia, Alemania o Suiza o nacionales como Madrid, Cataluña o la cercana y próspera ciudad de Talavera de la Reina8 . A través de este rápido recorrido histórico se ha podido comprobar la existencia de varios factores comunes a todos los tiempos históricos en La Jara: una economía precaria, poco apoyo por parte de las autoridades de las que dependía la comarca en cada momento histórico y un mestizaje entre poblaciones muy diferentes.

Breve historia del traje regional en España y en la comarca de La Jara.

Llega el momento ahora de hacer un pequeño y necesario repaso histórico por la historia del traje regional en España y como esta historia influyó en la comarca de La Jara.

Los electores del Palatinado bailando en traje español, por Jan Frans van Douven, 1695.

7F. Jiménez de Gregorio, “Comarca de la Jara Toledana”, Toledo, Excma. Diputación Provincial de Toledo, 1982, pp. 20 – 23. 8Á. Monterrubio Pérez, “Arquitectura popular de la Jara”, Toledo, Editorial Cuarto Centenario, 2008, p.33.

9Según la décima acepción recogida en el Diccionario de la lengua española de la RAE “Cada una de las estampas que, formando serie, contiene un pliego de papel, con la explicación del asunto, generalmente en versos pareados”, https://dle.rae.es/aleluya (Consulta: 05 – 01 – 2021).

Para empezar, hay que advertir que cualquier traje regional siempre tenderá a ser una idealización de las prendas que se utilicen en una región y a veces no siempre suelen ser ropas utilizadas a diario, sino que se ha tomado como traje regional vestimentas utilizadas en actos solemnes como, por ejemplo, bodas.

Es por ello por lo que probablemente un traje regional no nos pueda servir del todo como un documento histórico para poder comprobar con completa exactitud cómo se vestían los habitantes de aquellos lugares hace cientos de años. Más bien el valor del traje regional en realidad es sentimental y de cohesión entre unos individuos que lo ven como suyo. Los inicios de los trajes regionales en España se pueden establecer entre mediados del siglo XVIII y finales del siglo XIX. Este periodo no ha sido escogido al azar puesto que en la historia de España supone el comienzo y asentamiento de la idea de lo que hoy conocemos como Estado español. Para ir creando un imaginario colectivo de la nación y sus diferentes grupos integrados en provincias fue muy importante la difusión de colecciones de grabados de artistas como las de Cano y Olmedilla (1777 1788), Antonio Rodríguez (1801) o Gamborino (1817), además de un gran número de copias que se hacían de estas obras en forma de aleluyas9 y que permitían que estos grabados sobre los trajes de otras regiones llegaran de forma más sencilla a las clases sociales más humildes.

La fase de asentamiento de estos modelos de trajes regionales se potencia con la llegada de la fotografía, como por ejemplo ocurrió con las realizadas por Jean Laurent en 1878 con motivo del regalo de bodas que algunas Diputaciones Provinciales realizaron a los reyes Alfonso XII y María de las Mercedes. Esta base fue fundamental para que en el siglo XX los trajes regionales fueran utilizados por diversos motivos.

El primero de ellos fue artístico y tiene como protagonista a uno de los pintores más universales del arte español, Joaquín Sorolla. A principios del siglo XX, tal y como ya había pasado en el siglo XIX, España se llenó de viajeros extranjeros que quedaban fascinados de nuestro país y su diversidad, diversidad muchas veces apreciada en sus trajes regionales o en las colecciones pictóricas y fotográficas anteriormente mencionadas.

Uno de estos viajeros fue el millonario estadounidense Archer Milton Huntington, quien encargó en 1911 a Sorolla una colección de 14 cuadros sobre algunos trajes típicos españoles para que decoraran una galería de la asociación que había creado recientemente, la Hispanic Society de Nueva York, lugar donde todavía siguen conservadas estas obras de arte10 .

Extraído de M. Méndez – Cabeza y V. García, Trajes regionales de la Tierra de Talavera, Sierra de San Vicente, La Jara y El Horcajo, Talavera de la Reina, Canseco Editores, 155 pp.

9Según la décima acepción recogida en el Diccionario de la lengua española de la RAE “Cada una de las estampas que, formando serie, contiene un pliego de papel, con la explicación del asunto, generalmente en versos pareados”, https://dle.rae.es/aleluya (Consulta: 05 – 01 – 2021).

Castilla. La fiesta del pan. Joaquín Sorolla (1913)

De toda la colección podemos destacar el cuadro Castilla. La fiesta del pan, obra terminada en 1913. En este cuadro se representan, además de otros símbolos castellanos, los diferentes trajes regionales de toda la región castellana, olvidando el artista las separaciones administrativas de aquel momento, es decir, Castilla la Vieja y Castilla la Nueva. Esta visión de Castilla nos permite ver en una misma obra trajes maragatos, charros, lagarteras, manchegos, abulenses y segovianos. A nivel antropológico y para este trabajo es una obra adecuada puesto que muestra esa idea de diferenciación y comparación ya expresada anteriormente y también sostenida como único método de crear una identidad por parte de prestigiosos investigadores como, por ejemplo, hace el antropólogo Joan Josep Pujadas en su libro Etnicidad. Identidad cultural de los pueblos11 . A pesar de que estas personas viven en regiones cercanas todas ellas tienen claro que su traje regional es muy diferente al de su vecino y eso es lo que los hace únicos. Avanzando en el siglo XX aparece otro de los motivos de esplendor de los trajes regionales en España: el antropológico e investigador. Este motivo no se podría entender sin uno de los nombres más importantes de la Antropología contemporánea: Luis de Hoyos12 . Este antropólogo junto con sus alumnas del Seminario de Etnografía, Folklore y Artes Populares organizó la Exposición del Traje Regional en 1925 donde se expusieron algunos trajes regionales.

Esta muestra fue todo un éxito y fue el embrión del desventurado proyecto del Museo del Pueblo Español en 1934.

Primera Exposición de Trajes Regionales en Madrid en 1925

11 J. J. Pujadas Muñoz, “Etnicidad. Identidad cultural de los pueblos”, Madrid, EUDEMA Universidad, 1993, p. 12.

12Antropólogo y geógrafo español (1868 – 1951). Entre sus muchas actividades fue director del Museo del Pueblo Español en 1934 y presidente de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria.

Tras la Guerra Civil, aparece el tercer y último motivo de esplendor de los trajes regionales: el propagandístico. El franquismo deseaba establecer una imagen idealizada de España y para ello recurrió a los trajes y al folklore. Se encomendó esta misión a la Sección Femenina de FET y de las JONS13 y en este grupo se llevó a cabo mediante charlas, talleres y festivales folclóricos por todas las regiones españolas. En 1975 llegó la democracia y con ella nuevos pensamientos sobre la forma de hacer identidad y Estado. Tal y como ya se ha mencionado, se crearon cientos de asociaciones culturales y regionales que, sin embargo, marginaron durante unos años a los trajes regionales debido a que en esos momentos muchos de los modelos creados bajo el amparo de la Sección Femenina no eran muy queridos por parte de la sociedad que veía a estos trajes como prendas creadas por el Estado y no por ellos ni por sus antepasados. Veían a estos trajes como trajes sin alma, sin elementos que recuerden la esencia de una comarca o un lugar. Pasaron los años y muchas mujeres de asociaciones de toda España, sobre todo de lo que ahora se denominada España vaciada , decidieron dar de nuevo una oportunidad a la idea del traje regional como método para crear esa nueva identidad que los nuevos tiempos requieren. Con respecto a la historia del traje regional en la comarca de La Jara, se puede decir que vivió a su manera cada una de las fases ya descritas en la historia de los trajes regionales a nivel nacional. El primer ejemplo de muestra de traje regional de esta comarca lo encontramos la revista decimonónica Semanario Pintoresco Español14 . Esta publicación creó una serie de láminas para que sus lectores contemplaran algunos trajes típicos de algunas regiones españolas y una de ellas fue el traje de boda de Carrascalejo, pueblo que, aunque actualmente pertenece a la provincia de Cáceres tiene una fuerte conexión jareña y toledana dado que se encuentra a unos escasos 16 kilómetros de la frontera de las provincias de Cáceres y Toledo y hasta 1834 perteneció a Talavera de la Reina y por tanto a la provincia de Toledo. En este grabado observamos algunos de los detalles que predominaban en los trajes Jareños primitivos. El primer detalle es su sencillez. Apenas contaba con adornos, como mucho algún mandil o jubón, o con peinados recargados puesto que nunca se ha de olvidar que en esta comarca los recursos económicos eran limitados por lo que las prendas de vestir, incluso las más lujosas debían de ser humildes. Otro detalle que se puede apreciar es que las prendas estaban relacionadas con el mundo agropecuario, principal fuente económica de la comarca. En el novio se puede apreciar en prendas como el blusón, el sombrero o las botas mientras que en la novia se puede percibir en su falda, de colores oscuros por diversas razones.

Lámina sobre una boda jareña que apareció en la revista Semanario Pintoresco Español. Extraído de “Fundación Joaquín Díaz. Colección de grabados”. https://funjdiaz.net/grab1.php?pag=48 (Consulta: 05 – 01 – 2021)

13 Rama femenina del partido Falange Española creada en 1934 y disuelta en 1977.

La primera de ellas es que tal y como se ha dicho, aunque fuera para ceremonias solemnes como una boda, las prendas querían recordar siempre que el campo era lo que daba de comer a aquellas gentes y las mujeres que recolectaban los campos solían llevar ropas de colores oscuros puesto que estos colores son más sufridos contra la suciedad propia de estas tareas.

Otra de las razones era que el negro era considerado un color elegante y sobrio en la zona de Castilla puesto que este fue predominante en la Corte castellana desde el siglo XIII hasta el siglo XV15 . También en la falda podemos apreciar algo que distingue principalmente al traje de Jareña de otros de la provincia o de la región y es el uso de motivos naturalistas, sobre todo florales. Estos motivos se realizaban por varias razones. La primera de ellas es que se utilizaba como método de adorno ante la ausencia de pedrerías y otros adornos en el traje. La segunda razón es para nunca olvidar que esa Naturaleza, esas flores formaban parte del paisaje del que ellos y sus antepasados formaban parte. Y, por último, para conocer la tercera razón hay que recurrir a la obra de Luis de Hoyos. Él dividió al país en zonas según los motivos ornamentales de sus trajes regionales. La comarca de La Jara quedó encuadrada en la zona III o Central y a su vez en la subdivisión serrana de esta zona16 . Del territorio de lo que actualmente se constituye como Castilla La Mancha es la única comarca dentro de esta demarcación y es debido al hecho de que tal y como se ha visto en sus orígenes históricos, las influencias y los pobladores poco a nada tienen que ver con los pobladores de otras zonas de la región. Durante la etapa franquista, la Sección Femenina también llevó a cabo su plan de propiciar la creación en algunas localidades de grupos folclóricos que, a su vez, crearon nuevos trajes típicos de cada localidad, como por ejemplo ocurrió en la localidad de Alcaudete de la Jara durante los años 40 y 50. En esta localidad, grupos de la Sección Femenina animaron a crear un traje de Jareña más inspirado en modelos aragoneses y castellanos más que en motivos jareños propiamente dichos y, además, compusieron danzas inspiradas en las jotas aragonesas. También en este caso decidieron que solo las mujeres del pueblo formaran parte del proyecto, excluyendo a los hombres, motivo por el cual actualmente muchas mujeres todavía toman el rol masculino al ponerse el traje de hombre.

Tal y como me explicó una vecina de este pueblo, Lucía Mencía Fernández, estos trajes no tenían que seguir los criterios estéticos presentes en los primitivos trajes de la zona ya que estas asociaciones seguían las instrucciones de informes sobre la historia textil de la zona facilitados por la Sección Femenina que en muchas ocasiones introducían datos que poco o nada tenían que ver con la realidad histórica del lugar.

Traje típico de Alcaudete de la Jara. Fotografía cedida por Lucía Mencía Fernández

15D. Nogales Rincón, “El color negro: luto y magnificencia en la Corona de Castilla (siglos XIII – XV)”, Medievalismo, (26) 2016, p. 221.

16M. Méndez – Cabeza y V. García, Trajes Tradicionales de la Tierra de Talavera, Sierra de San Vicente, La Jara y El Horcajo, Talavera de la Reina, Canseco Editores, 2008, pp. 16 – 17.

A pesar de ello, en la actualidad todo el pueblo lo ve como suyo y los orígenes de este traje inventado por personas ajenas al pueblo y que nunca volvieron al lugar solo son recordadas por aquellas personas que fueron coetáneas a estos hechos y recogidas únicamente por investigadores locales. Tras la llegada de la democracia, los trajes regionales sufrieron una etapa de marginación en la comarca. Además de por motivos ideológicos, muchas personas veían poco atractivo el llevar unos trajes con unos colores tan serios y tan poco coloridos y es por ello por lo que, en muchos lugares, como en la cercana Talavera de la Reina muchas mujeres optaron y siguen optando por llevar trajes flamencos cuando se celebran las ferias de la ciudad, hecho que incluso es apoyado por la prensa local, tal y como se puede observar en la fotografía que ilustra esta noticia del año 201417 . Sin embargo, este olvido y desprecio por los trajes regionales llegó a su fin en la década de los años 90. Las mujeres de muchas asociaciones culturales decidieron que era el momento de sacar del baúl de los recuerdos los antiguos trajes locales, darlos una nueva vida, aunque ello supusiera reinventarlos e incluir elementos diferentes.

Gracias a este ejercicio se experimentó una auténtica explosión de trajes típicos por todos los pueblos de la comarca de La Jara y aledañas. Un ejemplo de estos trajes se puede ver en la localidad de Belvís de la Jara, el cual pude conocer gracias a Juani Moreno Valera. Destaco este caso debido a que, aunque en la bibliografía he podido descubrir que existió un traje típico en esta localidad a principios del siglo XX y que la Sección Femenina también elaboró algunos informes al respecto, según la informante en el pueblo aunque había anteriormente trajes típicos, estos no consiguieron arraigar en las siguientes generaciones y no fue hasta mediados los años 90 del siglo XX cuando se decidió remodelar el traje típico tomando como modelo para algunos elementos al que se utiliza la cercana localidad de Alía (Cáceres) Actualmente, este traje se sigue utilizando en Belvís de la Jara y cuenta con gran aceptación popular.

Traje de Belvís de la Jara. Fotografía cedida por Juani Moreno

El proyecto del traje Jareño

Y en este clima de creación de identidades locales a través de trajes típicos surge el ambicioso proyecto de crear un traje que represente a toda la comarca de La Jara. La creadora de esta idea fue Purificación Madroñal López, vecina de la localidad toledana de Aldeanueva de San Bartolomé. En el año 2003 empezó a tener la idea de incorporar el diseño de la flor de la jara en algunas de las estancias de su casa, como por ejemplo en las cenefas que decoran su cocina.

Continuando con esta labor de ir recobrando el orgullo jareño perdido en su zona, creó junto con unas amigas una asociación folclórica en su localidad y a la que llamaron Flor de la Jara. Ya constituida, Purificación propuso la idea de crear un traje Jareño. El motivo e inspiración de Purificación de este proyecto lo encontró en el hospital de Talavera de la Reina. En él, ella veía con asiduidad a un matrimonio de ancianos que venían desde la cercana localidad de Lagartera, famosa por su traje típico. Estas personas iban allí siempre ataviadas con sus trajes tradicionales, levantando el asombro y la admiración de todos aquellos que los veían.

17 BUSTOS, Elisabeth, “San Isidro llena Talavera de color”, https://www.abc.es/toledo/20140516/abcp-isidro-llena-talavera-color20140516.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F (Consulta: 05 – 01 – 2021).

Al contemplarlos, Purificación tuvo la ambición de crear algo para su comarca, un traje identificativo que siempre que se llevara lejos de la comarca fuera un indicativo de que esa persona tenía vinculación con la comarca de La Jara. Y para ello se le ocurrió la idea de bordar de crear un traje donde el color no fuera la seña de identidad, sino que lo fuera el bordado que sería representado por la flor de la jara, tan importante y presente en la comarca. Además de suponer un homenaje a un símbolo que aúna a la comunidad, este diseño floral continúa y da la mano a la tradición floral que históricamente se desarrolló en otros trajes típicos de localidades jareñas, tal y como se ha mencionado ya anteriormente.

En 2009 se empezaron los diseños y creaciones de un traje que puede ser llevado por cualquier persona puesto que se han diseñado modelos para niños y para adultos. Aunque como se ha dicho en el traje lo que más se quiere destacar es el bordado también el color se toma en cuenta. Es por ello por lo que, tras un periodo de documentación y estudio de los trajes típicos de la zona, Purificación tomó la decisión de utilizar colores distintos a los tradicionales debido a que por una parte no buscaba ser un traje típico que se pudiera considerar una copia de alguno ya realizado y por otra buscaba aunar a toda la comarca.

Apostaron por usar colores más vivos, inspirados en los trajes típicos extremeños mucho más coloridos que los castellanos debido a que fueron influenciados por zonas cercanas como Salamanca y sus trajes charros que a su vez fueron influenciados por el traje típico del norte de Portugal (llamado también de Viana do Castelo debido a que esta localidad portuguesa es famosa por sus excelentes bordados) en lugar de por el castellano18 . Inspirándose en esa tónica de aportar más color al traje se creó el actual diseño para mujeres y niñas el cual es de color gris (color que simboliza la elegancia) pero que puede ser combinado o no con el color rojo (que simboliza fuerza). Todas las partes visibles del traje como pueden ser el mandil, la faltriquera, el chaleco (única prenda que puede ser también de color negro) o la pañoleta llevan bordadas la flor de la jara tal y como ocurre también en el diseño para hombres y niños, el cual es más sencillo ya que únicamente consta de una camisola, un sombrero negro y una pañoleta de cuadros azules sobre fondo blanco.

Gracias a su buen hacer en las labores de difusión, la asociación consiguió participar en 2012 en un acto organizado por un centro comercial de Talavera de la Reina y que pretendía promocionar a la comarca de La Jara. Como no, el traje Jareño también estuvo presente en este evento e incluso pudo ser admirado por todos debido a que las actuaciones donde se representaban jotas y otras danzas típicas fueron bailadas por personas que portaban este traje19 . El conjunto de las actividades de este día fue todo un éxito e incluso apareció en prensa20 .

Bordado de la flor Jara

El traje jareño puesto en hombre, mujer y niño. Fotografía cedida por Purificación Madroñal

18 J. M. Valadés Sierra, “La indumentaria tradicional en la construcción de la identidad extremeña”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 2 (julio – diciembre 2013), pp. 331 – 358. 19“Día de Aldeanovita en El Corte Inglés” (6 – 10 – 2012) _baile”, https://www.youtube.com/watch?v=HgP1rkRFiU0 (Consulta: 05 – 01 – 2021). 20 FERRI, https://www.latribunb85d27bb764b01b3/20121007/productos/comarca/jara/llegan/corte/ingles (Consulta 05 - 01 – 2021).

No quedó en esto la cosa e incluso participaron en el desfile de la fiesta de las Mondas21 de Talavera de la Reina durante algunos años como por ejemplo en el año 201422 . Esto para una asociación cultural de fuera de la ciudad no es algo muy sencillo de conseguir puesto que este desfile está reservado solamente para trajes de las localidades invitadas y para asociaciones de la Ciudad de la Cerámica. La popularidad que estaba adquiriendo el proyecto necesitaba de una cobertura que fuera más allá de una asociación local y encontró pronto alianza en la anteriormente mencionada asociación comarcal de Impulso a La Jara. Por último, de momento en esta breve pero exitosa cronología, el proyecto también recibió un importante apoyo de una de las señas de identidad de Castilla La Mancha, su televisión, ya que apareció en el programa de CMM Media Ancha es Castilla La Mancha en el año 201923 .

Esta tierra y su historia han enseñado a estas personas que, al ser un lugar humilde que siempre ha sufrido un gran olvido administrativo, nadie vendrá a ayudarlos a no ser que ellos se hagan notar, se promocionen y se hagan conocer a través de la puesta en valor de su PCI, representado en el traje Jareño.

Solo así podrán obtener focos y una repercusión que refleje la terrible situación sociodemográfica por la que está pasando la comarca. Bordar en un traje 144 flores de la jara, aunque se tarde un mes como se tarda en preparar cada traje, es una de las soluciones y es una gran oportunidad de conseguir enormes cosas para La Jara. Y es por eso por lo que son ambiciosos y buscan seguir promocionando la idea a través de actos como el Primer Encuentro Comarca de La Jara celebrado en la localidad toledana de Sevilleja de la Jara el 14 de septiembre de 2019 y en donde muchos de los participantes en este evento iban vestidos con el traje Jareño y con otros trajes típicos de otras localidades de la comarca, como por ejemplo el de la propia localidad de Sevilleja24 . Esta convivencia de trajes es un homenaje también a todas aquellas mujeres que en los años 90 hicieron una auténtica labor antropológica y documentalista para rescatar del olvido aquellos trajes típicos que sus familiares habían portado.

BIBLIOGRAFÍA

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LEACH, Edmund, Cultura y comunicación. La lógica de la conexión de los símbolos, Madrid, Siglo XXI de España de Editores, 1989, 142 pp.

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VALADÉS SIERRA, Juan, La indumentaria tradicional en la construcción de la identidad extremeña , Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 2 (julio diciembre 2013), pp. 331 358.

DE DIOS, Luis Miguel, El mundo vacío. La imagen social del medio rural , Documentación Social. Revista de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada, 185 (2017), pp. 137 147.

LUCAS PICAZO, Miguel, Procesos de identidad en Castilla La Mancha , en García Bresó, Javier (coord.): Cultura y pertenencia en Castilla – La Mancha: notas antropológicas, Madrid, Celeste, 2000, pp. 13 66.

21 Fiesta que se celebra el sábado posterior a la Semana Santa y que actualmente está declarada de Interés Turístico Nacional. De origen romano, actualmente se ha convertido en una oportunidad perfecta para disfrutar de los trajes típicos de las localidades de la comarca de Talavera y sus vecinas como, por ejemplo, La Jara

22 “Mondas 2014 Aldeanovita Asoc La Flor de la Jara - Talavera de la Reina”, https://www.youtube.com/watch?v=cgNtQ2L6UH0 (Consulta: 05 – 01 – 2021).

23 “Trajes de Jareña - Ancha es CLM – CMM”, https://www.youtube.com/watch?v=Q1evvWelHSA (Consulta: 05 – 01 – 2021).

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