La turismofobia es un tema de debate actual , es tratada como una estupenda herramienta de marketing político , todo vale con tal de generar una relación negativa entre el turista y el residente. No se ha desarrollado bien la capacidad de crear equipos de trabajo multidisciplinares , que se dediquen a la investigación , a la difusión y a la elaboración y propuesta de soluciones a la tan temida masificación turística. Con el auge del número de personas que dedican su tiempo libre a viajar no existe destino turístico que no tenga una relación conflictiva con una buena gestión del flujo turístico recibido. Se fomenta el turismo de masas como la mejor salida a la pobreza de países en riesgo de exclusión social , hecho que deriva en la explotación de entornos naturales, de animales o incluso de personas. Granada ha peleado mucho a lo largo de los años por posicionarse como una ciudad referente mundial del turismo . Sus malas comunicaciones , falta de alojamientos y recursos turísticos no hacían presagiar que acabaría descubriendo la gallina de los huevos de oro , su Alhambra , uno de los monumentos más visitados de España y especial reclamo turístico de la ciudad. Cuando se buscó potenciar la Alhambra como ese gran reclamo de visita de un día a la ciudad lejos quedaba pensar que actualmente en la ciudad se desarrollarían los típicos problemas que una descontrolada gestión turística suele causar como por ejemplo el auge de alojamientos turísticos ilegales , el control de licencias otorgadas a los bares para el uso de terrazas , guías locales que se quejan de la falta de regulación del oficio o zonas explotadas en detrimento de otras que están sufriendo la pérdida de residentes , de negocios y que sienten como son excluidas de la actividad social y comercial. Cuando en “ Ajuntamientos Granada “ se habla de las “ huellas del turismo en la ciudad “ no se busca generar un ambiente de turismofobia , se busca la investigación de las malas prácticas , darlas a conocer y proponer soluciones . Hay un concepto muy relacionado con este auge de periodismo o activismo ciudadano y es el de que el periodismo y el activismo buscan cambiar lo que está mal . En sus comienzos viajar era todo menos un sinónimo de placer. Hoy en día vemos como el sector turístico se ha convertido en el motor que sigue funcionando a pesar de una crisis económica global , la actividad de ocio que cada vez más gente práctica . El concepto de turismo se ha prostituido , es meramente considerado como una actividad económica cuando en realidad es la mejor herramienta de empoderamiento social , de promoción cultural , de inclusión y no de exclusión , de desarrollo en lugar de explotación. Todo turista busca conocer los principales recursos turísticos de una ciudad, pero es que dentro de ese conjunto de gastronomía , cultura y ocio mal explotado se deja de lado lo más auténtico , más humano , quedando el bienestar social a merced de la eterna estrategia turística que mantenga llena de turistas a la ciudad. Las “ huellas del turismo en Granada “ han salido esta mañana de la mano de esos residentes que aún saben que el turismo es un fenómeno social , no de masas, bien gestionado es un motor de desarrollo que incluye recursos , tradiciones y sobretodo emociones. Turismo es también la historia de la dependienta de la pequeña tienda de la esquina , del camarero que trabaja de sol a sol y casi no disfruta de tiempo libre con su familia , la lucha del recepcionista que tiene un lleno total y a última hora tiene que buscar al cliente un alojamiento similar o superior ,
el agente de viajes que disfruta con la elaboración de ese viaje combinado con el famoso todo incluido o la camarera de pisos , cuya velocidad y profesionalidad para que todo este a tiempo y a la perfección dista mucho de el reconocimiento económico a su labor. Hoy en Granada se ha salido a recorrer la ciudad para comprobar como su vida social y económica gira en torno al turista de ocasión dejando de lado factores tan importantes el comercio tradicional, la accesibilidad universal o las tradiciones más arraigadas de la población. Encontramos calles masificadas, que antes eran disfrutadas con tranquilidad , un descenso notable en el número de residentes aumentando el de viviendas turísticas , bajando así el porcentaje de viviendas de alquiler anual son datos que la ciudad salva gracias a su gran reputación universitaria, conservando Granada su gran ambiente universitario . Una situación demográfica que queda resumida a un descenso de población juvenil en detrimento de ese ansiado aumento de pernoctaciones turísticas , sin olvidar también incluir el descenso de natalidad , pues el turismo , no solamente ha cambiado el estilo de vida de la ciudad , la inestabilidad laboral de un sector tan potente contradice que su buen funcionamiento esté aportando mejores condiciones laborales a sus profesionales , por lo que cada vez son más las personas que no tienen una vivienda en propiedad o no logran aún formar una familia. Granada necesita al turista, es una ciudad que tiene mucho que ofrecerle , pero no a costa de un turismo mal gestionado que está cambiado los hábitos de su población , girando estos en torno a lo que el turista quiere , el ciudadano granadino reclama un enfoque de la actividad turística más inclusivo y sostenible , donde las buenas prácticas se agrupen y todos los barrios , comercios , profesionales, representantes políticos y ciudadanos colaboren en la actividad y bienestar diario de la ciudad.