¿ Qué hace una chica como yo en un campus tecnológico ? ¿ Qué clase de aventuras ha venido a buscar ? en este post vuelvo a utilizar estas dos preguntas de rigor cada vez que decido acudir a acciones formativas que sin duda van a enriquecerme profesional y personalmente.
Las uso esta vez ya que una mente humanista que siempre ha huido de las tecnologías y las ingenierías no pasará por este campus tecnologíco sin haber experimentado una gran y feliz aventura , la aventura de descubrir que las mujeres también quieren ser ingenieras, que ya vamos a empezar a romper esa estadísitica que dice que o bien no nos animamos a estudiar ninguna ingenieria o peor aún, que hay un alto porcentaje de fracaso que acaba en el abandono de la etapa formativa. Después de unos días intensos en el campus tecnológico organizado solamente para chicas por la universidad de Granada en colaboración con la oficina de software libre puedo decir que lo más importante de cara a eliminar esos miedos y evitar el fracaso es tener a docentes como hemos tenido la suerte de encontrar en este campus en Granada , cuatro grandes ejemplos de mujeres ingenieras que nos transmiten sus experiencias reales , que luchan diariamente por su vocación , por ejercerla y por transmitirla a las demás , con sus cosas positivas , con sus momentos de dificultad y con el bonito y forme objetivo de que las mujeres que de verdad quieran y sientan que valen para ser ingenieras informáticas no se queden en casa o se decidan a apotar por otra opción , supuestamente más fácil, pues no hay ningún camino sencillo , ni con atajos , lo que si ha sufrido constantemente la mujer es el estigma de la etiqueta , que siempre nos ha llevado a ese magisterio , educación social, filología o el ciclo de educación infantil , dejando de lados el mundo de las tecnologías, el marketing , la publicidad y la apasionante robótica con la revolución profesional y personal que supondrá no en un futuro tan lejano. Dos semanas muy intensas llenas de nuevos conceptos, emociones, de compañeras nuevas, de descubrir , y creo que esto es fundamental , a nuevos ejemplos a seguir como yo he desccubierto , esas profesoras que tienen una misión bonita y complicada al mismo tiempo y que se han acabado conviertiendo en musas, y sin duda también mis compañeras, esas enormes que no superan los 18 años y no se esconden , no tienen
miedo a experimentar , a descubrir sus habilidades mediante el ensayo y error que a los ya adultos tanto nos cuesta por el miedo al fracaso. No es que haga falta organizar un campus tecnológico solamente para chicas con el mero ánimo de polemizar por considerarlo excluyente , la mujer viene siendo excluida de muchos escenarios durante muchos años , sigue siendo esa Hipatía a la que mataron por que sus pensamientos, investiaciones e inquietudes expresadas en voz alta resultaban incómodas, hacen falta muchos más campus como este , acciones que fomentan y convierten el empoderamiento femenino en una realidad práctica, pues ya todas sabemos , que las palabras , si nos llevadas a la acción se quedan en meras buenas intenciones. Para romper con esos clichés que tanto daño han hecho profesional y personalmente a la mujer hacen falta acciones como estas , en las que felizmente también hay hombres trabajando , apostando por esa mujer ingeniera , comunicadora, que sabe utilizar la robótica y la inteliencia artifical al mismo tiempo , que se integra perfectamente en equipos de trabajo , en resumen , que quiere un mundo sin los controvertidos “ ismos “ que llevado a su exponente máximo nos han metido en una guerra de sexos sin fin ni sentido , ya que juntos podemos trabajar por un mundo mejor comunicado , más dinámico, más efectivo , donde los avances tecnológicos vengan no para destruir puestos de trabajo ni habilidades sociales , si no todo lo contrario . Después de estas semanas de campus , de compartir estas horas con grandes profesionales , alumnas y personas , puedo decir que no todo está perdido, que ya no caminamos ni solas, ni desorientadas, simplemente nos toca dejar volar la imaginación , rodearnos de un entorno positivo como el que hemos creado estos días y a trabajar no por un puesto de trabajo , por ser utiles a esta sociedad , una sociedad donde el humanismo y ciencia son perfectamente compatibles, donde hombres y mujeres son capaces de colaborar en proyectos que cambien esta eterna y agotadora guerra de sexos profesional y personal.