“Hasta los confines con el Evangelio con el Señor hasta el día final”
Septiembre 2015 / N° 004
Aguas, sobre y debajo de la expansión Génesis 1:3
Pastor Ock Soo Park www.ocksoopark.net
Un cordial saludo, queridos hermanos. Nosotros en una oportunidad atrás, hemos aprendido que cuando Dios creo el mundo utilizó “la palabra” y no una herramienta, con el principal objetivo de que desaparezca la oscuridad en la tierra y que haya orden, quitando toda el agua de la tierra, para que habiten las plantas, las flores y los animales. En el segundo día de la creación, Dios mandó su palabra y dijo: “Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.” Entonces de repente sucedió algo muy extraño en las aguas de la tierra, ocurrió que una parte del agua se expandió hacia arriba. DESCUBRIENDO LOS SECRETOS Dios escondió grandes secretos para nuestra vida, en muchos rincones de la Biblia. Podemos ver lo que había sucedido en el principio de la creación, aquel extraño fenómeno de la separación de las aguas, “pronto sucederá otra vez cuando termine este mundo”. Al igual que algunas aguas se expandieron hacia arriba y otras permanecieron debajo; muchas personas que están viviendo aquí en la tierra, “¡también experimentarán este tipo de división!”. El último día en este mundo, el Señor Jesucristo aparecerá entre las nubes, y de esta manera sucederá el arrebatamiento, donde algunas personas serán elevadas por el Señor Jesucristo y algunos permanecerán aquí en la tierra. ¡Ustedes saben!, ¿Quiénes serán arrebatados por el Señor Jesucristo y quiénes no? Será que, ¿Van a ser arrebatados los que son buenos, los que viven cumpliendo los mandamiento de Dios y o los que ayudan a los pobres? o en otro caso ¿Los que hayan pecado mucho, los ladrones y los adúlteros, serán quienes se queden aquí en la tierra? ¡No… no es cierto! Jesucristo habló así: “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.” Cuando suceda esto, será, el día de la venida del Señor Jesucristo. Por ejemplo: si dos mujeres están afanadas en un molino, esto significa que, las dos estarán muy ocupadas, trabajando para producir y ganar un poco de dinero para subsistir. Quiere decir que la gente, en este tiempo está tan ocupada en su propia vida y tan solo piensa en trabajar para poder comer y vestir, y no tienen ni siquiera tiempo para mirar un
momento a su alrededor. ¡Pero, saben! Que entre todos los que están viviendo muy ocupados en sus propias vidas; sucederá que en el tiempo del arrebatamiento algunos serán tomados y otros serán abandonados. SEMEJANZAS DE LA BIBLIA Y NUESTRAS VIDAS En la Biblia también aparece una historia el cual nos dice que, dos personas estarán durmiendo, y uno de ellos será tomado y el otro será dejado. En esta historia podemos rescatar la palabra “dormir”, dormir significa que nos encontramos en un estado inconsciente espiritualmente hablando. Esto quiere decir que después de empezar una vida espiritual, algunos se quedan estancados y no continúan esta vida, sin embargo, cuando acontezca la venida de Nuestro Señor Jesucristo, algunos de los que estarán dormidos espiritualmente, serán tomados y algunos serán dejados. Hermanos, vamos a distinguir: ¿Qué tipo de personas son los que están en el campo y quienes son ellos?. La Escritura nos muestra dos grupos de personas que se encuentran en el campo, el primer grupo son los que aran y siembran, el otro grupo son los que pastorean las ovejas. Los que aran y siembran, personifican a los evangelistas, quienes son los que predican la palabra de Dios y el que pastorea a las ovejas es simbolizado por los pastores. La Biblia nos quiere enseñar que, entre los que están dormidos espiritualmente, algunos de ellos serán tomados por el Señor, y entre los grupos de personas que evangelizan y pastorean, también algunos de ellos serán tomados y otros dejados aquí en la tierra. LA VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO En el día de la venida del Señor, muchas personas serán tomadas por el Señor, sin embargo, habrá muchísima gente que será abandonado aquí en la tierra, aunque ellos hayan orado mucho y hayan practicado los cultos al Señor. Aquí, nosotros podemos descubrir quiénes serán las personas que serán tomadas por el Señor, obviamente no serán los que tratan de vivir una vida buena o los que son buenos trabajadores para el Señor, ni los que intentan seguir al Señor. ¿Por qué, el que estaba en el campo no fue tomado por el Señor? Él podría ser algún pastor de una iglesia, que en su momento predicaba la palabra de Dios a los demás, y que habría sembrado la semilla de Dios. ¡Pero! ¿Por qué entonces, aquel evangelista o el pastor, fue abandonado aquí, en la tierra?
¿Por qué fue tomado uno que estaba durmiendo espiritualmente?, ¿Qué, acaso este no había podido practicar bien la vida espiritual?. Estas preguntas son un laberinto, que nosotros debemos solucionar. Jesucristo nos habla en San Mateo: “Muchos me dirán en aquel día, Señor, Señor, no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mi hacedores de mal.” ¿Qué significa esto? Hoy en día muchas personas piensan que si se arrepienten de sus pecados y ofrendan al Señor con alegría, entonces van a poder recibir el perdón de los pecados o en otro caso piensan que si hacen buenas obras para el Señor, serán aceptados por el Señor en su día. Déjenme decirles que estoy seguro que, las personas que van a ser tomadas por el Señor en el día de su llegada, serán aquellas personas elegidas no por sus buenas obras. Cuando yo era pequeño, jugaba formando una especie de pez con la corteza del tronco del pino incrustando en un extremo del pez un clavo, después de armarlo, lo tiraba al agua del lago, seguidamente tiraba al lago un imán atado por un hilo e intentaba pescar aquel pez, que yo había arrojado antes. De esa manera solía jugar porque no tenía otros juguetes. Los niños de mi época se divertían jugando de esa forma, cuando el imán caía al agua, solamente atraía los metales y no otras cosas. Por eso hermanos, no olviden que ,cuando el Señor regrese aquí, a la tierra, no va atraer hacia él a los buenos, ni a los que hacen buenas obras, tampoco a los que evangelizan bien, ni a los pastores. ¿QUIENES IRAN CON EL SEÑOR? ¡Entonces! nos preguntamos nuevamente, ¿quiénes van a ser atraídos por el Señor? Serán aquellos que tienen el mismo corazón que Él, esto quiere decir, “¡los que tienen el mismo Espíritu Santo de Dios!”. Entonces, ¿qué tenemos que hacer nosotros? Ya que el Espíritu Santo es un Espíritu limpio, no va a entrar en los corazones de los pecadores. Entendamos que, mientras tengamos los pecados en nuestro corazón, el Espíritu de Cristo no podrá entrar a nuestro corazón, aunque esa persona le suplicará durante toda la noche, ayunará y clamará al Señor con todo su corazón, el espíritu de Dios no podrá entrar en ese tipo de corazón. Jesucristo nos dice en Apocalipsis 3:20
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Todos nuestros corazones están cerrados por los pecados, pero el Señor dice que cualquier persona que escuchare su voz y le abriere la puerta de su corazón, él entrará. ¿DEBEMOS HACER ALGO O NO? ¿Qué tenemos que hacer para abrir la puerta de nuestro corazón a Dios? En realidad los corazones de Adán y Eva estaban abiertos hacia Dios antes de cometer el pecado, pero desde el momento que ellos pecaron, sus corazones se cerraron hacia Dios, de esta manera esto siguió así hasta el día de hoy, por lo tanto para abrir nuestros corazones tenemos que recibir el perdón de nuestros pecados. ¡Queridos hermanos!, lo que ustedes deben saber exactamente es que no serán tomados por el Señor, en aquel día, si es que no reciben el perdón de los pecados. Su corazón sucio del pecado tiene que convertirse más blanco que la nieve, si los pecados de ustedes se vuelven blancos como la nieve, por la sangre del Señor Jesucristo, entonces sus corazones se abrirán naturalmente, sin que ustedes se den cuenta. Por eso, aunque en una primera instancia su corazón está cerrado por los pecados, con el solo hecho de recibir el perdón de los pecados, entonces sus corazones se abrirán automáticamente hacia Dios. Si desaparecen los pecados de ustedes, y se abre la puerta del corazón, pues en ustedes entrará el Espíritu Santo sin que se dieran cuenta, desde entonces, ustedes vivirán practicando la vida espiritual, guiados por el Espíritu Santo del Señor Jesucristo, y no por sus propios esfuerzos, ¡entonces..! “¡Sus corazones cambiarán completamente!”. Una persona que tiene el corazón preparado para el Señor Jesucristo es semejante a las cinco vírgenes que habían preparado el aceite. Pero si una persona no ha recibido el perdón de los pecados, significa que en su corazón no se encuentra el Señor y aunque se esfuerce, su situación estará igual que las cinco vírgenes que tenían las lámparas, pero, no el aceite. Hermanos, yo quiero que todos ustedes reciban el perdón de los pecados por la sangre de Cristo, y que el Señor entre a su corazón. Y cuando sea la venida del Señor, ustedes también podrán ser tomados por el Señor.