PRÉDICA DOMINICAL DEL PASTOR OCK SOO PARK
12 de Febrero de 2023
PRÉDICA DOMINICAL DEL PASTOR OCK SOO PARK
12 de Febrero de 2023
"La vida de Sa
Prédica dominical del pastor Ock Soo Park
Buenas noches. Es una noche muy hermosa. Yo pienso que Jesús tampoco pudo estar en un lugar tan lindo como este. La música fue excelente y estoy agradecido porque los jóvenes se están gozando. Vamos a tener entonces estudio bíblico. Vamos a ver la palabra de 1 Samuel, capítulo 15. Desde el versículo 10 voy a leer.
10 Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo:
11 Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche.
Hasta ahí vamos a leer, bien corto. Como ustedes ya lo saben, Saúl era un hombre alto. Era una persona de buena estatura, buen parecer pero en la Biblia dice: “Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: “Me pesa haber puesto por rey a Saúl”. ¿Acaso Saúl robó o cometió algún pecado? No fue así. Un día, Dios le dijo a Saúl que destruya a Amalec, dijo que destruya a “hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos”; dijo que hiera y destruya “todo lo que tiene y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos”. Dios podía haber dicho “mata a todos los animales” pero no lo dijo así. ¿Qué ha dicho? “Mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos” [1 S. 15:3]. Podemos ver que está dividido en seis categorías. En vez de decir que destruya todo y ya, dividió hombres, mujeres y niños. Tenía que haber dicho “mata también a todos los animales” pero Dios dijo: mata “vacas, ovejas, camellos y asnos”. La causa por la cual Dios dijo así “hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos” (podemos ver que está dividido en seis) [es porque] todos los números de la Biblia tienen un significado. El número seis simboliza al hombre (“vacas, ovejas, camellos y asnos); el número seis ¿qué significa? Que elimine todo lo humano. Saúl, según como dijo la palabra de Dios, fue a destruir a Amalec. Tenía que matar a Agag pero no lo mató. Entre los
animales sólo mató a los viles y menospreciados y no mató a los animales engordados. ¿Cómo se expresó Dios? Dijo: “Me pesa haber puesto por rey a Saúl”.
Satanás hizo que Adán y Eva comiesen del fruto de la ciencia del bien y del mal en el huerto de Edén; hizo que utilizaran no la sabiduría de Dios sino la sabiduría de la ciencia del bien y del mal. Nosotros servimos al Señor fielmente pero la Biblia nos está mostrando que hay partes que no concuerdan con Dios. Dios dijo: “destruye todo, hombres, mujeres, niños” y que mate “vacas, ovejas, camellos y asnos”. Quiere decir que elimine a todo hombre y a todos los animales; quiere decir que elimine todo lo humano. Saúl agarró la espada y fue para destruir a Amalec. Mató a los hombres pero no mató a Agag. Entre las vacas y ovejas, las que eran pequeñas y flacas las mató pero las que eran engordadas no. “Wow, esta vaca es bien gordita. ¡Ah, qué pena matarla! Ah, qué bueno sería si sacrificamos esta ofrenda a Dios”; ahí se agregó el pensamiento de Saúl.
Yo estuve en medio del pecado. Cuando yo era pequeño estuve en medio de la guerra. Mi madre falleció y mi padre fue para apoyar la guerra; ayudó para que puedan transportar las armas. Mi hermano mayor fue al servicio militar. En un tiempo muy corto no estaba mi madre, no estaba mi padre, no estaba mi hermano mayor. En ese entonces mi hermana mayor tenía quince años, mi hermana menor tenía trece años, yo tenía ocho y mi hermanito tenía cuatro. Nosotros de verdad pasamos mucha hambre. Un día nosotros no habíamos podido comer el almuerzo y tampoco la cena. Por la noche empecé a escuchar algo raro; ya que no había alimento para el desayuno del día siguiente, mi hermana mayor nos hizo dormir y empezó a llorar. En ese momento nos despertamos todos, nos abrazamos y empezamos a llorar. Yo, lo que veía, agarraba y lo comía. En ese entonces mis brazos y piernas eran flacos. Solamente tenía la panza grande; parecía un monstruo porque la vida que llevábamos era muy difícil. Teniendo ocho, nueve, diez, en ese entonces en el invierno de Corea hacía mucho frío. Cada vez que salíamos, a veces veíamos en la calle personas que murieron congeladas; había personas que morían de hambre también. Teniendo quince años, veía en el campo muchas cosechas. Cuando el trigo está por madurar, nos agachábamos y entrábamos a escondidas con mis amigos, arrancábamos, lo escondíamos, entrábamos en medio de la montaña, hacíamos fuego y tostábamos; después de frotar, soplaba y entonces volaba la cáscara. No se imaginan lo delicioso que fue. También robé manzanas y caqui. Mayormente en la huerta donde hay manzanas hay espinas. Con un cuchillo [con] que uno hace puntas para lápices, cortaba y una vez que arranca una rama
de esas espinas, entonces nos permite el agujero para poder entrar; así robábamos manzana para comer. Aunque congregaba a la iglesia pero todo lo que hacía era pecar. Yo pensaba: “ah, si me muero, voy al infierno”; de verdad no quería ir al infierno. Aunque intenté y procuré pero no podía dejar de mentir y de robar. “Creo que yo no voy a poder”. Así pasé mi infancia. En ese entonces, el hecho por el cual congregaba a la iglesia es porque quería limpiar mis pecados pero no sabía cómo podía limpiar mis pecados. El pastor de la iglesia me decía: “si uno se arrepiente, puede recibir el perdón”. Me arrepentí muchísimo pero volvía a robar pero volvía a mentir; así fue.
Comencé a leer la Biblia. La Biblia coreana tiene 1 800 páginas. Para poder leer completamente la Biblia, uno necesita 60 horas. Durante una semana, si uno no hace nada y solamente lee la Biblia, puede leer una vez la Biblia. Leyendo la Biblia una vez, dos veces, diez veces, veinte veces, vino un cambio en la vida. Al principio no sabía cómo podía limpiar el pecado, solamente me arrepentía, pero leyendo desde Génesis, continuamente la Biblia, un día me asombré. En Levítico, capítulo 4, aparecía cómo uno podía recibir la expiación por el pecado. “Ah, se puede recibir el perdón de esta manera”. Leyendo Levítico, capítulo 4, aparece cómo [si] un sacerdote peca puede limpiar su pecado, cómo uno puede limpiar su pecado; aparece ahí. Luego aparece cuando toda la congregación de Israel peca, cómo puede limpiar su pecado. Tercero, cuando un jefe peca, cómo tiene que limpiar el pecado. Cuarto, cuando una persona del pueblo peca, cómo tiene que limpiar su pecado. Ah, yo estaba muy contento. “Ah, de esta manera uno puede limpiar el pecado. Yo no soy sacerdote, no soy jefe y como soy una persona del pueblo, en Levítico, capítulo 4, aparece acerca de la ofrenda de expiación por el pecado. “Wow, aquí está el camino: cómo recibir el perdón del pecado. Ay, nosotros no sabíamos eso, lo único que hacíamos era arrepentirnos y pedir el perdón”. Comencé a leer con todo mi corazón Levítico, capítulo 4, desde el versículo 27: “Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de Jehová…” Una vez que llega a conocer el pecado que cometió, “luego que conociere su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una cabra, una cabra sin defecto” porque la paga del pecado es muerte; entonces por la paga del pecado tenía que morir. ¿Y qué trajo? Trajeron una cabra. Viendo que aquí estaba la manera de cómo limpiar el pecado, estaba muy contento: “ah, de esta manera, yo también podré recibir el perdón de mis pecados”. Después de conocer el pecado que cometió, trajo una ofrenda, una cabra. En el versículo 29 ¿qué dice? La ofrenda de expiación ¿cuál es la ofrenda? Se refiere a la cabra. Decía: “Y pondrá su mano sobre la cabeza” de la cabra. “Esto, ay, esto ¿qué es? ¿Por qué hay que poner la mano sobre la cabeza de la cabra?
Cuando uno va a ser impuesto como pastor, recibe la imposición de mano; cuando uno va a ser anciano, también. ¿Acaso la cabra va a ser pastor o anciano? ¿Por qué hay que hacer la imposición de mano?” Tenía esa curiosidad pero no sabía cómo entender. ¿Saben? Después yo leí en la Biblia: Dios, cuando creó a los hombres, también hizo con su compañera. Dios formó para que hombre y mujer puedan formar una pareja. En la Biblia ¿qué dice? “Inquirid en el libro de Jehová y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu”. Mi curiosidad fue “¿por qué había que hacer la imposición de manos sobre la cabra?” No podía entender. “¿Acaso la cabra va a ser pastor o anciano?” Dios no creó solamente al hombre sino Dios creó al hombre y la mujer para que se uniesen y puedan dar vida. Dios hizo todas las cosas con su compañera; cuando escribió la Biblia, también. Nosotros no nos damos cuenta pero todo tiene su compañera. En Levítico, capítulo 4, versículo 29, ahí aparece que solamente pondrá la mano sobre la cabeza de la cabra. No dice el porqué hay que hacer la imposición de mano. Entonces, si yo encuentro a su compañera, yo voy a saber el por qué hay que hacer la imposición de mano. Hoy en día uno coloca unos vocabularios y en el computador salen totalmente varios versículos; si yo no sé algunos versículos, coloco algunos vocabularios y ahí aparecen. Yo tenía que buscar a su compañera, donde la cabra, donde la ofrenda de expiación es impuesta de manos. De esa manera yo iba a poder saber el por qué hay que hacer la imposición de mano. Leyendo detenidamente la Biblia, muchas veces pasaba de largo pero un día encontré a la compañera; estaba muy contento. En Levítico, capítulo 4, versículo 29, solamente dice que hay que poner la mano sobre la cabeza, no dice el por qué pero en Levítico, capítulo 16, versículo 21 explica exactamente el porqué: “y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío…” Cuando yo cometo algún pecado, yo tengo que morir. En el Antiguo Testamento, para la expiación por el pecado, traía un cordero, una cabra. En Levítico, capítulo 4, versículo 29 solamente dice que hay que poner la mano sobre la ofrenda de expiación, no explica el por qué pero en Levítico, capítulo 16, versículo 21 explica con exactitud por qué hay que poner la mano sobre la cabeza de la ofrenda de expiación: “y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío…” Cuando Aarón ponía la mano sobre la ofrenda de expiación, pasaba el pecado de todo el pueblo de Israel sobre el animal. Buscando cómo uno puede ser expiado de pecado, encontré por qué hay que hacer la imposición de manos. Leyendo continuamente la Biblia, esa ofrenda que se toma, el becerro o la cabra, pude conocer que es la sombra de Jesucristo, quien es el
Cordero de Dios. Cuando se le ofrece la imposición de mano, se pasa el pecado; cuando el cordero muere derramando su sangre, es perdonado el pecado. “Ah, de esta manera nuestros pecados son perdonados”. Cuando yo podía leer y encontrar a su compañera, podía entender completamente. Esta historia [en la] que en el Antiguo Testamento muere la ofrenda de expiación, becerros o corderos, nos está mostrando como la sombra que Jesucristo muere en la cruz por nuestros pecados. En Levítico, capítulo 16, versículo 21: “y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío…” Entonces a través de la imposición de mano, a la ofrenda de expiación pasaba el pecado, al animal. Entonces cuando moría el cordero o la cabra, de esa manera nuestros pecados eran perdonados. Así podía desatar los nudos que tenía en mi mente.
En la palabra de Dios está la palabra y la voluntad de Dios y está el pensamiento que se levanta en nuestro mundo. Cuando nosotros nos enfrentamos con problemas, nosotros ¿cómo resolvemos? A nuestra manera, a nuestro pensamiento. De nuestro pensamiento depende la vida que llevamos pero si nosotros vemos en 1 Samuel podemos ver que Dios llamó a Saúl. Era alto, bueno y lo levantó como el rey de Israel pero un día Dios le dijo al rey de Israel, a Saúl: “ve y destruye a todo Amalec, mata a hombres, mujeres y niños. ¿Qué quiere decir? Que mate, no importa si es hombre, mujer o niño, aun los de pecho, luego vacas, ovejas, camellos y asnos; quiere decir que mate a todos los animales. Ciertamente Dios le dice a Saúl que mate a vacas, ovejas, camellos y asnos pero Saúl no los mató. En 1 Samuel, capítulo 15, versículo 2: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. 3 Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos”. Dios ¿qué quiere decir? Le dijo a Saúl que mate a todos los hombres, mujeres y también animales. Como Saúl era fiel, Dios lo levantó como rey y quería trabajar en Saúl por eso lo levantó como rey. Ya que Saúl escuchó las palabras de Dios y cuando destruyó a Amalec, nada más, simplemente tenía que matar a todos los hombres y a los animales pero aquí hay un punto importante. Aquella persona que tiene la creencia de fe en Dios: “como yo soy persona, entonces tengo pensamientos y mi juicio”. Para creer en Dios, si nosotros agregamos nuestros pensamientos o nuestra capacidad de juzgar, entonces aunque nosotros obedecemos a Dios, no va a ser una obediencia pura porque Dios ha dicho que “mis pensamientos son diferentes a vuestros pensamientos. Como mi pensamiento no son vuestros pensamientos”.
Por eso no hay que agregar el pensamiento de uno. Uno debe aceptar la palabra en sí. Saúl, cuando fue a destruir a Amalec, mató a todas las personas; hizo como dijo Dios pero al rey de Amalec, a Agag, no lo mató sino lo dejó atado. ¿Por qué lo dejó vivo siendo que Dios le dijo que matara a todos? Según Saúl, tenía su pensamiento propio. Dijo que destruya a toda vaca, oveja, camello y asno, le dijo que matara a todos. “Ay, pero esa oveja está engordada. Ah, ese animal sería bueno ofrecer al Señor. Ay, este becerro es bien gordo. Ah, vamos a apartar y vamos a ofrendar a Dios”. Eso fue diferente a la palabra de Dios: fue agregado su pensamiento. Leyendo la Biblia y viviendo la vida de fe, muchas veces si a uno le parece que es bueno, quiere seguir ese camino; eso es el pensamiento humano.
Un día yo vi a David: llegó a ser rey. Cada vez que tenía tiempo, él subía al techo y caminaba por el palacio. Había una mujer que vivía hacia abajo del palacio. Su marido había ido a la guerra y pensó en los hombres. Ella se dio cuenta de que a la noche, todos los días, David sale del palacio a caminar. Abajo, como hay muro, otros no la ven pero desde arriba podían verle muy bien. Entonces esta mujer quiso tentar a David. Un día, cuando se acercó la hora que David iba a salir del palacio desde arriba, ella se sacó la ropa y empezó a bañarse. Por supuesto, los que están abajo no la ven, por el muro que hay pero en el lugar que está alto del palacio, David podía verla claramente. Entonces esta mujer tentó a David. David, viendo a la mujer que estaba bañándose tuvo un corazón perverso pero no es que no tenga esposa pero se veía tan bella por eso dijo a su sirviente que la traiga. La trajo y durmió con ella pero después de unos días ella dio un aviso: le dijo que estaba encinta. Desde ese momento, David empezó a ponerse serio. “Nada más dormí un día con ella. Ay, ahora ¿qué hago? Se embarazó”. David pensó, pensó y pensó. “Ah, tengo una buena idea. Le diré al general que envíe a su esposo a la casa”. David lo hizo llamar y su marido vino. Le dice: “¿cómo va la guerra?” Después de escuchar todo cómo va, le dijo:
—Ya que viniste, entonces ve a tu casa y descansa.
—Ay, rey, muchas gracias. Entonces me quedaré unos tres días.
De verdad, David quería que él haga eso. “Después, aunque tenga al bebé, que le parezca que es de él”. Su marido, este hombre, era muy fiel y le dice: “todos mis compañeros están en medio de la guerra. ¿Cómo yo voy a ir a mi casa a descansar?”
Entonces David se afligió. “Ay, qué bueno sería que se vaya a acostar con su esposa para decirle que el bebé que va a nacer es de él”. Entonces él ¿qué hace? Manda una carta para que le pongan enfrente de la guerra donde hay mucho complot, para que se muera. Este hombre, David, sirvió bien a Dios pero una vez que cayó en medio del pecado, aún cayó más profundamente en el pecado.
Así, su marido murió. David, aunque tenía muchas esposas, tuvo que traerla a ella como esposa; de esta manera David cometió este gran pecado. ¿Cuál es la diferencia entre David y Saúl? Saúl, como era fiel y hacía cosas buenas, como era tan fiel él tenía confianza de sí mismo; sin embargo, David había tomado a la mujer de Urías y había cometido gran pecado. Toda su vida, eso fue un sufrimiento muy grande para su corazón. Aquí están Saúl y David. David en todas las cosas era diligente, era alto, entonces él tenía confianza de sí mismo; sin embargo, David tomó a la mujer de Urías, mató a Urías, después trajo como esposa a la esposa de Urías y cometió gran maldad y recibió exhortación del Señor. De verdad él no había planeado tomar a la mujer de Urías pero fue tentado por ella y sin pensar profundamente pensó que en una noche no iba a pasar nada pero ya que ella quedó embarazada se dio cuenta de que eso iba a causar un problema. Quería llamar a su esposo y cubrir el pecado que él cometió pero su marido no se fue a acostarse con su mujer y tuvo que entonces matarlo en medio de la guerra y luego tomó a ella como su esposa. Para toda su vida entera, ese caso hizo que le duela terriblemente, profundamente, su corazón. Cada vez que había momentos y cabidas para que entre el pensamiento humano en él: “ah, esa vez yo no pensé profundamente y solamente quise acostarme con una mujer. Yo, siendo rey, ¿será que eso puede llegar a causar problema?” Pero ella quedó embarazada entonces le llamó a su esposo pero su esposo no se acostó con ella entonces hizo que su marido muera en medio de la guerra. ¿Cuál era la causa por la cual David podía tener un corazón fiel delante de Dios? Muchas veces las personas cometen errores y equivocaciones en la vida. Aunque en David se hubiese levantado la perversidad pero al pensar que él cometió gran maldad tomando a la mujer de Urías, su corazón empezó a crecer y aunque quería comportarse soberbiamente pero al pensar en la esposa de Urías empezaba a pensar más profundamente pero en el caso de Saúl no fue así. Si nosotros hablamos con exactitud, hoy en día muchas personas dicen creer en Dios y en Jesús pero muchas veces uno vive según el pensamiento que uno tiene. David tomó a la mujer de Urías y cometió pecado. No pudo menos que pecar y aborrecía de sí mismo por haber sido arrastrado por el pecado, por eso él pudo seguir continuamente y con diligencia la palabra de Dios pero Saúl fue diferente. Él se fue en busca del asno que perdió pero se encontró con el profeta Samuel y fue impuesto
de mano y como rey. Él era mucho más alto comparado con otras personas; de verdad era un hombre muy fiel. Ya que Saúl era bueno, no tenía la oportunidad de descubrir la maldad que había en él. David tomó a la mujer de Urías e hizo matar a Urías: recibió reprensión de Dios. “Ah, cuando yo seguí mi pensamiento humano… Ah, yo tengo que sufrir tanto hasta que sienta el dolor en mis huesos”. Después de aquel día, David ni una sola vez aceptó las palabras o los pensamientos humanos o desobedeció a Dios pero si no le hubiese pasado algo así a David, cuando iba a ser arrastrado por el pecado a lo mejor él podía haber ido por ese camino, por eso Dios le dejó cuando vio que David iba a tomar a la mujer de Urías; dejó que ella se embarazara. David, ya que Urías no se fue a dormir con su esposa, le hizo matar en medio de la guerra a Urías. Entonces no fue una noche con una mujer: llegó a ser un gran problema donde le hizo sufrir toda su vida entera. David, desde ese momento, en toda su vida no desobedeció la palabra de Dios sino que siguió a Dios; eso es lo asombroso. Dios le dijo a Saúl:
—Saúl.
—Sí, Dios.
—Yo recuerdo que Amalec se opuso a Israel. Ahora yo quiero que vayas y destruyas, que mates a “hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos”.
Saúl estaba contento, se fue a Amalec y destruyó pero al rey Agag, al rey de Amalec, no lo mató. ¿Por qué? Él pensó: “a lo mejor en algo me va a servir Agag”; tampoco mató a las vacas, a las ovejas engordadas: “ah, esto sería bueno ofrecer como sacrificio a Dios”. Dentro del pensamiento de Saúl, él había destruído según la palabra de Dios pero no obedeció solamente la palabra de Dios sino que agregó su pensamiento. Saúl pensó: “ah, esto es poca cosa, va a estar bien” pero de parte de Dios no fue así: “me pesa haber puesto por rey a Saúl”. Él, pensando que estaba haciendo lo correcto, pensaba que él era bueno, aunque fue levantado como rey nosotros podemos ver que él fue desechado por Dios y vivió una vida miserable. Si nosotros leemos la Biblia podemos ver con exactitud cuál es el corazón de Dios. Nosotros pensamos: “si agregamos un poquito de nuestros pensamientos a la palabra de Dios, va a estar bien”. Nosotros podemos ver que luego Saúl muere en manos de los filisteos, miserablemente. Satanás permitió que nosotros comamos el fruto de la ciencia del bien y del mal. Uno, si tiene el conocimiento del bien y del mal y si es guiado por ese pensamiento, entonces no puede menos que ser fracasado como Saúl. Si Saúl se
hubiese detenido a pensar un poco más, no hubiese ocurrido eso pero él tenía confianza de sí mismo.
Nació José; el padre de José era Jacob. En realidad Jacob amó a Raquel y quería casarse con ella pero llegó a casarse con su hermana, con Lea. Él tenía dos esposas que son Lea y Raquel y tenía dos esclavas. Lea era fea y Raquel era muy bonita. Jacob amó a Raquel y quiso casarse con ella. En el día de la boda, después de pasar la noche se levantó y se dio cuenta de que no era Raquel sino era Lea. Entonces ¿qué hizo Jacob? Fue a reclamar a su tío. Entonces ¿qué le dijo su tío? “Nosotros no podemos darte primero a Raquel siendo que su hermana mayor no se casó. Espera unos días, yo te daré también a Raquel”. Así Jacob vivió con Lea y Raquel pero Jacob no amó a Lea sino que amó a Raquel. Lea seguía teniendo hijos pero Raquel no podía dar hijos. Lea estaba contenta; le llamó Rubén, significa ‘¡miren, es hijo!’ Entonces le está haciendo enojar a Raquel. “¡Miren aquí, es varón!” Cada vez que escuchaba el nombre, Raquel quería enloquecer, entonces le dio a su sierva para que se acueste con ella. Así, Jacob tuvo a varios hijos pero después de muchos años, Raquel llegó a dar a luz, tuvo un hijo y su nombre lo llamó José, esperando a tener otro hijo más. Después de que tuvo a José, después de un tiempo, volvió a embarazarse Raquel. Era en el momento, en el camino, donde ellos estaban por entrar a la tierra de Canaán. Ya tuvo a José, luego se embarazó otra vez y estaba a punto de dar a luz pero ya que el camino era lejos llegó a dar a luz. Entonces la que le ayudó para que nazca el hijo, le dijo: “¡mira, es varón!” pero Raquel había perdido mucha sangre. Antes de morir, le llamó a su hijo Benoni, luego su padre cambió su nombre a Benjamín. Jacob tuvo 12 hijos. Después de que nació José, habrán sido como tres, cuatro años, nació su hermano pero los demás hijos, todos tenían madre. Cuando iba a algún lugar y volvía, su madre le bañaba, le ponía ropa, le daba buena comida; tenían una madre que los consentía pero José no tenía madre; entonces, ya que no tenía madre, en vez de buscar a la madre ¿qué hizo? Ya que extrañaba a su madre también quería comer comida de su madre pero no podía. Otros hermanos suyos tenían madre, entonces conversaban con su madre y compartían con su madre pero él no tenía madre.
Mi madre, cuando yo tenía ocho años, partió de este mundo. Me dijo una mañana en la escuela el profesor: “¿por qué no te cortas tus uñas?” En ese entonces no había cortauñas; teníamos que cortar nuestras uñas con tijera. Ya que uno se tenía que cortar la uña con la tijera (la tijera está hecha para que uno pueda utilizarla con la mano derecha),
entonces la uña de la mano izquierda podía cortar pero con esa tijera no podía cortar las uñas de la mano derecha; no me pude cortar. El profesor de la escuela dijo: “pongan sus manos adelante”. El profesor me dijo:
—¿Por qué tú te cortaste solamente las uñas de la mano derecha?
—Yo podía agarrar la tijera para cortar la mano izquierda pero la derecha no pude. — Entonces:
—Para eso está la madre. Tú tienes que pedir a tu madre para que te corte. Pide a tu madre para que te corte —me dijo.
Yo no podía decirle al maestro “no tengo madre”. Ese día tanto extrañé a mi madre. Los otros hermanos de José tenían madre que los bañaba, les daba comida y compartía el tiempo con ellos pero José aunque salía y volvía a la casa no tenía quien le sirva. Otros hermanos compartían con su madre, su madre los bañaba y les daba cosas ricas. Entonces, en ese momento ¿qué hizo José? Compartió el tiempo con Dios. Después de que la madre se murió, ni siquiera pudo recibir amor de su madre; pasó tiempos difíciles con su hermanito. Humanamente parece infelicidad pero José llegó a acercarse a Dios. Él había sido vendido por sus hermanos y fue a Egipto; por la esposa de Potifar fue a la cárcel, [donde] llegó a interpretar los sueños de los jefes, del copero y el panadero; llegó a ser gobernador de Egipto.
Viviendo la vida, me di cuenta de que las debilidades, los problemas, las incidencias y las adversidades que pasé no sólo fueron malos. David, por haber tomado a la mujer de Urías pasó muchas tribulaciones y gran sufrimiento en su vida. “¡Ah, desde hoy en más, no agregaré más mis pensamientos. Yo voy a vivir según la palabra de Dios solamente!” Así, hasta que él envejeció y murió solamente podía sujetarse de la palabra en sí de Dios. Muchas veces nosotros tenemos dificultades, tenemos hambre y hay problemas que se presentan en nuestra vida cotidiana pero nada es en vano. De verdad David, después de que durmió con la mujer de Urías, mató a su marido y tuvo que pasar por muchas dificultades y superar[las]. Él se dio cuenta de lo temeroso que es desobedecer la palabra de Dios. Ciertamente él cometió gran pecado con la mujer de Urías; a través del pecado que cometió, él se dio cuenta de que si él vive agregando su pensamiento, ¡la destrucción que se
lleva en la vida! Su madre murió en el camino, cuando iba a dar a luz a su hermanito y él sufrió pero eso no fue solamente sufrimiento para José. A través de ello, José pudo salvar a todo el pueblo de Israel y salvar la vida de ellos. Muchas veces nosotros pasamos dificultades y problemas en nuestras vidas pero a través de ello ¿qué es lo que Dios hace? Elimina todo lo humano. Hay muchas personas que creen ser inteligentes y sabias pero un día podemos ver que son desechadas como el rey Saúl. David pasó por muchos problemas y tribulación; muchas veces pudo perder la vida. Cuando David pensó: “ay, otras personas no pasan tanta dificultad. ¿Por qué a mí me surgen tantos problemas?” A lo mejor él pudo haber pensado de esa manera pero David como un siervo precioso de Dios, hasta que envejeció él pudo ser diligente y fiel a Dios. Pero aquí hay una cosa importante. Para aquellas personas que no han podido experimentar esta gracia de Dios: como aquel Saúl, como él no había tenido esa experiencia, él vivía con su pensamiento solamente. Dios quedó muy resentido: “yo desecho a Saúl”. Viviendo la vida de fe, Dios los está formando para que sean siervos preciosos pero muchas veces ustedes se dan cuenta de que no todo es tranquilo sino que hay mucha adversidad, muchos problemas. Eso significa que cada momento desechemos nuestro pensamiento: “ah, yo tengo que seguir la palabra de Dios solamente”. Viviendo la vida, habrá muchas adversidades y también habrá momentos felices. Dios constantemente los está formando para que sean siervos preciosos. David, después de haber cometido gran maldad, después de lo que pasó ni una sola vez desobedeció a Dios pero Saúl no fue así, desobedeció la palabra de Dios y él dejó lo que a él le parecía que era bueno. Si ustedes, leyendo la Biblia, si ustedes vacían sus corazones y aceptan solamente la palabra de Dios, entonces Dios los convertirá en siervos maravillosos. Por supuesto que van a venir adversidades, sufrimientos, tribulación. Aunque David pasó por momentos muy difíciles, que no podía menos que perder la vida, pero Dios lo salvó. ¿No le parece maravilloso?
Nosotros también, leyendo la palabra de la Biblia, muchas veces tenemos tribulación, tenemos problemas: “ah, ¿por qué Dios me hace pasar por tanta dificultad? ¿Por qué tengo esta enfermedad que no me sana?” Hay momentos así, entonces piensen así: “ah, Dios me está formando como David. Ah, en estos momentos yo tengo que seguir solamente la palabra de Dios”. Este mundo necesita de siervos preciosos. Para formar a los trabajadores preciosos, no solamente van a tener momentos felices sino que van a tener problemas y dificultades pero pensando en Dios vamos a superarlos. Digan lo que digan, solamente hagamos caso a la palabra de Dios y sigamos adelante, entonces Dios podrá trabajar libremente en ustedes. No quiero que ninguno de ustedes sea como Saúl; como David,
aunque pasen dificultad, esperemos que sigan la palabra de Dios, de esa manera el poder de Dios se manifestará en ustedes. Dios, no porque nos aborrezca nos manda problemas; a través de ese problema nos está formando.
Yo, siguiendo a Dios también, ahora ya tengo bastante edad. Ya estoy por cumplir 80 años; yo no lo puedo creer: me siento como que “creo que tengo 32 años” pero ahora ya se nota que tengo más edad pero tengo salud por eso puedo hacer deporte, puedo nadar también. Sin cometer gran error como David, si nosotros podemos complacer a Dios, entonces serán muy benditos. Todos los problemas al final son para bendición y gozo para el Señor. Estoy muy contento y agradecido al Señor porque están creciendo siervos preciosos del Señor aquí y aunque vienen adversidades y problemas no tengan miedo. Si ustedes sirven a Dios, Dios a través de ustedes trabajará y podrán vivir una vida bendita.
Vamos a orar: Dios Padre, usted a través de los problemas nos enseña que los problemas no terminan como problemas sino en bendición. Aunque haya dificultad, permita que podamos vencer como la venció David. Señor, que no caigamos en el pecado; que vivamos una vida sana. Te lo pedimos, Señor: que se levanten siervos preciosos, Señor, muchos siervos. Que sean trabajadores, líderes, que lleven adelante a este mundo. Señor, te damos gracias por este tiempo tan precioso que usted nos permite. Oramos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén. Muchísimas gracias.