David y Saúl | 1 Samuel 27:1-7

Page 1

PRÉDICA DOMINICAL DEL PASTOR OCK SOO PARK

23 de Abril de 2023

“David y Saúl "

Prédica dominical del pastor Ock Soo Park

"David y Saúl ”

¿Cómo están, señores? Tanto tiempo, ¿verdad? Muchas gracias. Hoy el embajador de Botswana se ha acercado. Nos encontramos en Japón, tuvimos comunión. ¿Podría levantarse un momento para saludar? Muchas gracias. Él es embajador en Japón pero vino hasta Corea para saludarnos. Vamos a leer la palabra de la Biblia. Primera de Samuel, capítulo 27; desde el 1 voy a leer. Si lo han encontrado, yo voy a leer.

1 Dijo luego David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano.

2 Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat.

3 Y moró David con Aquis en Gat, él y sus hombres, cada uno con su familia; David con sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel.

4 Y vino a Saúl la nueva de que David había huido a Gat, y no lo buscó más.

5 Y David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, séame dado lugar en alguna de las aldeas para que habite allí; pues ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real?

6 Y Aquis le dio aquel día a Siclag, por lo cual Siclag vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy.

Vamos a leer hasta ahí. Llevando la vida de fe, pensamiento del hombre y palabra de Dios tienen diferencia: el pensamiento del hombre está en nosotros. La mayoría de la gente que no conoce la Biblia, sea lo que fuera con lo que se encuentra, con el pensamiento del hombre y con su sabiduría trata de resolver todo pero a pesar de que conozcan la Biblia, los que no son espirituales resuelven un asunto de manera humana pero, cuando llevando la vida de fe conocemos la voluntad de Dios, con un mismo corazón de Dios resolvemos algo y eso es lo más bendito y lo más bello.

Hoy el personaje de la Biblia uno es Saúl, otro es David. Saúl, hallando la gracia de Dios fue rey de Israel pero no tenía una vida de fe profunda hacia Dios y cuando seguía la palabra de Dios él incluía mucho el pensamiento del hombre. Un día Dios llamó a Saúl y dijo: “extermina a Amalec”. Hombre, mujer, niños, animales, dijo que elimine a todos. Saúl, oyendo la palabra de Dios, fue para exterminar a los amalecitas. Buey, camello; bueno, los que eran flacos, débiles, él mató a espada pero lo que era gordo, las ovejas realmente con grosura, él dejó con vida. En ese momento Dios ¿qué le dice? “Yo me arrepiento de que haya erigido a Saúl como rey”. Esto no es algo realmente pequeño. Entre ustedes es cierto que obedecen, creen en Dios, pero delante de un cierto problema, como Saúl, aunque realizan la obra de Dios incluyen su corazón. Hay veces que ustedes hacen algo que a Dios no le da gozo.

Yo siempre he vivido en medio del pecado, en medio del conflicto. En el año 1962 empecé a leer la Biblia, habiendo nacido, por primera vez en la vida. Cuando leí Levítico 4, anteriormente tampoco conocía. Aunque leía pero en ese momento: “ah, aquí está la manera de cómo se lava mi pecado”, dije. Levítico 4 continuamente leí, leí y volví a leer. Yo solía leer mucho la novela anteriormente. Yo, recibiendo el perdón del pecado, empecé a leer la Biblia. Leyendo la Biblia realmente muchas cosas me iba enseñando en mi corazón. En Levítico 4 dice cuando el sacerdote comete pecado, cuando el jefe de la tribu comete pecado, cuando toda la congregación comete pecado, cuando un hombre común comete pecado; aparece acerca de todo ello, dividiéndose. Yo me asusté en gran manera. Aquí aparece la manera de cómo obtener el perdón del pecado. ¿Por qué muchos pastores no nos dicen cómo nuestro pecado fue lavado? ¿Por qué solamente nos dicen que somos pecadores? Yo iba leyendo pero la duda más grande ¿cuál era? 27 “Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de Jehová en cosas que no se han de hacer, y delinquiere; 28 luego que conociere su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una cabra, una cabra sin defecto, por su pecado que cometió”. En el 29 dice: “y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda de la expiación, y la degollará en el lugar del holocausto”.

Esta palabra realmente yo no la podía llegar a entender en mi corazón. ¿Por qué? Porque mientras vivimos la vida nosotros a veces cometemos errores. ¿Por qué le ponen la mano cuando se convierte en pastor o anciano? Pero ¿por qué le tienen que poner la mano a la oveja? ¿Por qué? Cuando al comienzo leía la Biblia no me daba cuenta pero leía en

general una vez, dos veces, tres veces y cuando yo lo leía claramente esto llegó a mi corazón. “Pero allí, el que pongan la mano a la oveja o a la cabra… En ese momento, realmente le ponen la mano cuando uno se convierte en anciano o en pastor, eso bien entiendo pero ¿por qué tiene que poner la mano sobre la oveja? No logro entender eso. La oveja no se convierte en pastor o anciano. ¿Por qué le deben poner la mano?”

Yo leía, leía, leía, leía la Biblia y mientras que iba leyendo ¿qué es lo que yo aprendía? A escudriñar la palabra de Dios: nada deja de tener su compañera. Dios cuando hizo al hombre hizo hombre y mujer; había hecho una pareja. Hacen la familia, tienen hijos; así lo ha hecho. Dios nos ha hecho para que todo tenga su pareja. Dios hizo la Biblia para que todo tenga su compañera. Si no conocemos el par dentro de la Biblia, no podemos entender fácilmente, sea oveja, cabra. Ese punto no se resolvía y me costaba bastante. No sabiendo, largo tiempo yo estaba divagando y llegué a conocer Levítico 16:21. En Levítico 16:21 dice: “y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío” vivo. Ahora Dios por nuestro pecado, antes de matar a la cabra él traslada el pecado en la cabeza de la cabra. Al comienzo cuando uno lee, no lee simplemente pero después mientras que va leyendo ahora encuentra el par y de manera maravillosa estando viva trabaja la Biblia.

Luego hemos leído San Mateo capítulo 3. El Señor Jesucristo cuando de Galilea vino al Jordán, Juan estaba bautizando en Jordán y Jesús ahora le pone la cabeza a Juan para ser bautizado. Juan el Bautista dice: “él es Hijo de Dios: es absurdo que yo le bautice. ‘Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?’” Jesús ¿qué le dice? “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia”. El Señor Jesús dice: “porque así conviene que cumplamos toda justicia”. Aquí, el que diga “cumplir justicia” ¿qué quiere decir? Todavía no hay justicia pero dice: “cumplir toda justicia”.

Entonces cuando damos la ofrenda por el pecado en el Antiguo Testamento, sin lugar a dudas se tiene que poner la mano sobre la cabeza de la cabra u oveja. El poner la mano, en Levítico 16:21, cuando vemos, dice: Y pondrá sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío. Esto, todos los pastores del mundo entero, ya que

no conocen esta realidad cuando van predicando, solamente dicen que uno debe arrepentirse para obtener el perdón del pecado. Cuando uno comete pecado debe arrepentirse, debe confesar; sea sobre la cabra o la oveja, debe poner la mano en la cabra y ahora poner la sangre en el altar del holocausto. Oveja o cabra, cuando le ponen la mano, el pecado pasa a la cabra u oveja, a eso se refiere.

Por lo cual, luego cuando vemos la Biblia, hay un altar del holocausto. Cuando está el altar del holocausto es rectangular y en cada punta tiene un cuerno. ¿Qué dice la Biblia? El pecado de Judá está escrito con punta de diamante en el corazón y en los cuernos del altar. Nosotros cuando cometemos pecado decimos: “yo cometí pecado: yo he robado”; nuestro pecado, el hombre lo pone en la tabla de su corazón pero Dios ha puesto el pecado del hombre en los cuernos del altar. Cuando viene para dar la ofrenda, en los cuernos del altar ahora Dios ve y dice: “tú has robado”. Entonces cuando el cordero muere, esa sangre la ponen en los cuernos del altar; todo pecado escrito lo va borrando, poniendo la sangre. Cuando pone la sangre ahora él murió por nuestro pecado. Esa ofrenda de la oveja es la sombra de la muerte de Jesús en la cruz, cuando vemos la Biblia.

Hasta antes me congregaba con empeño en la iglesia. Tantos pastores decían: “arrepiéntete para que el pecado sea perdonado”. Cuando vemos la Biblia el pecado no es perdonado porque uno se arrepienta. El Señor Jesús ha muerto por nuestro pecado y nuestro pecado es perdonado de tal manera, sea oveja, cabra. Ahora, mediante la muerte de ellos el pecado es perdonado, por lo cual cuando vemos la Biblia: sea adulterio, hurto, ahora mueren apedreados.

Cuando vemos en san Juan 8, la mujer adúltera fue atrapada en adulterio y la gente trajo a ella ante Jesús. Ellos dijeron: “Maestro, esta mujer fue atrapada en medio de adulterio. Moisés dice matar a tales mujeres. Usted, ¿qué dirá? Pero Jesús en la tierra empezó a escribir. ¿Por qué Jesús escribió en la tierra? Porque la primera vez que escribió Dios fueron los diez mandamientos, desobedecieron aquella ley y ellos estaban en la posición de recibir la maldición pero en Jeremías 31:31, cuando vemos, en aquel entonces cuando el pueblo de Israel había cometido pecado, a Babilonia eran llevados cautivos y ellos eran esclavos. Dios, cuando permitió los diez mandamientos a los israelitas: “si cumples esto, recibirás la bendición y si no, la maldición”. De los israelitas no había ni

siquiera uno que pueda cumplir la ley sino que todos cometieron el pecado. Dios, permitiendo los diez mandamientos, si cumplían bien, ellos recibían la bendición y si no, la maldición, pero no había ni siquiera uno que pueda cumplir eso, entonces aquella ley llevaba a todos nosotros hacia la destrucción. La mujer que cometió adulterio… Había la ley que decía: “no cometer adulterio”. Ella desobedeció a ello y al final cometió el pecado. La mujer que adulteró debía recibir la maldición. Si uno quiere salvar a aquella mujer, no hay manera de salvar a ella mediante la ley; ella cometió adulterio.

Está aquella ley pero los israelitas, saliendo de Egipto, ellos desobedecieron por completo la ley. Los israelitas, recibiendo la maldición, fueron llevados cautivos a Babilonia porque cometieron pecado. En ese momento Dios ¿qué dijo? “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá”. El primer pacto es que si cumples los diez mandamientos, recibirás la bendición y si no, la maldición. No había nadie que cumpla de manera perfecta y con los diez mandamientos todos se merecían la maldición. Por lo cual Dios ¿qué dice? Me dice: “he aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová”. Les había dado los diez mandamientos, no había nadie que cumpla eso de manera perfecta. No solamente la mujer que cometió adulterio, todos habían infringido los diez mandamientos, todos debían de recibir la maldición, no había nadie que pueda ser salvo porque todos desobedecieron los diez mandamientos. “En aquellos días”, dice en el 32, “no como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto”. Ese día que los sacó de Egipto, les había dado los diez mandamientos. “Si cumples, te dará la bendición y si no, la maldición”. Todos los israelitas dijeron que cumplirían pero ¿cuál era el problema? No había ni siquiera uno que pueda cumplir los diez mandamientos, no había ni siquiera uno que cumpla la ley; realmente no había ni necesidad de que exista la ley. Dios, en Jeremías 31:31 dijo: “he aquí vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá”. El 32: “no como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto…”

Este pacto se refiere al nuevo pacto, no es el pacto que tuvieron cuando los israelitas salieron de Egipto. “No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos…” De aquellos diez mandamientos que les entregó cuando ellos salieron de Egipto, no había ni siquiera uno que cumpla esto de manera perfecta. Mediante ello, no había ni siquiera una persona que pueda recibir la salvación, no había ni siquiera uno que pueda cumplir todo aquello. Dios necesitaba un nuevo pacto aparte de los diez mandamientos, por lo cual todo ahora ellos lo han invalidado, ese pacto que les dio al salir de Egipto. En Jeremías 31:33 cuando vemos: “pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo”. El 34: “y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. En el primer pacto si cumplen los mandamientos, reciben la bendición y si no la maldición. El segundo, ¿cuál es el nuevo pacto que Dios le había dado? Yo “perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. Es la palabra de Jehová.

El Señor Jesús se encuentra con la mujer adúltera de san Juan 8. Los escribas y fariseos le traen a la mujer y le dicen a Jesús: “Maestro, esta mujer fue atrapada en el acto mismo del adulterio. Moisés dice: ‘apedrear a tales mujeres’. Usted, ¿qué dice?” Esta mujer adulteró. Mediante la ley de Moisés, ella debe morir. No hay otra ley para salvar a esta mujer. Hoy en día para salvarlos a ustedes, para salvarme a mí, mediante la ley nadie puede ser salvo. Todos han desobedecido la ley, por lo cual Dios había escrito con el dedo en la tierra los diez mandamientos; el segundo también lo ha escrito con el dedo. ¿Cuál es el primer pacto? Yo “perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. Nosotros no perdonamos el pecado, nosotros no somos los que lavan el pecado. ¿Quién?

Aquí dice: yo perdonaré; no somos nosotros, es Dios, Dios perdonará nuestro pecado; dice que no se acordará más de nuestro pecado. ¿Cómo es que Jesús perdonó nuestro pecado? Envió ese pecado a Jesús y sobre la cabeza de Jesús pasó nuestro pecado. Cuando Jesús murió crucificado, el nuevo pacto viene a ser esto, en el que el pecado fue lavado así. Para dar vida a la mujer que cometió adulterio, con los diez mandamientos es imposible.

Hoy en día, para recibir la salvación no hay ni siquiera uno que pueda recibirla cumpliendo los diez mandamientos. Entonces si dice “nuevo pacto”: el Señor nos prometió un nuevo pacto. ¿Qué es el nuevo pacto? El Señor Jesús murió por nuestro pecado: viene a ser el pacto de haber perdonado nuestro pecado. Después de aquellos días, dice, he aquí que hoy en día, “dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá”, dice, “ahora daré mi ley después de aquellos días, dice Jehová, si cumple la ley recibe la bendición, si no, la maldición”. No hay nadie que cumpla de manera perfecta la ley. Todos invalidaron la ley, todos se merecen la maldición. En la segunda ocasión el segundo pacto dice: yo “perdonaré la maldad de ellos”. En Jeremías 31:31: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá”. En el 32, a ver, fíjense: “no como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto…” El primer pacto fue cuando nos sacó de Egipto; “si tú cumples esto, recibirás la bendición y si no cumples, la maldición”. No hay ni siquiera una persona que cumpla aquella ley.

Hoy en día en muchas iglesias dicen que debemos de cumplir los diez mandamientos para recibir la bendición. Si desobedecemos uno es como si fuera que desobedecemos todo, entonces todos hemos desobedecido la ley. De ahora en adelante, por más que lo vayamos a cumplir bien, lo hemos invalidado; es maldición, es destrucción. En Jeremías 31:31: “he aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá”. En Jeremías 31:31 los israelitas fueron ahora cautivos en Babilonia. Ellos invalidaron la ley y Dios había hecho que ellos sean cautivos en Babilonia. Si uno quiere salvar a ellos era necesario un nuevo pacto. ¿Qué viene a ser el nuevo pacto? Yo “perdonaré la maldad de ellos, y nunca más me acordaré de sus pecados”. Después de ello ¿qué aparece? Dice Jehová, aquí dice: yo perdonaré. ¿Quién es el yo? Es Jehová Dios. Los diez mandamientos: ahora nosotros debemos de hacer bien para recibir la bendición y si no lo hacemos bien, maldición. El nuevo pacto: si Dios trabaja, nosotros hallamos la gracia. Yo “perdonaré la maldad de ellos”, y nunca más me acordaré de sus pecados. La ley aparece y dice: “maldición, maldición, maldición”; la maldición no se aparta de Israel. No puede menos que recibir la maldición mediante otra manera.

Ahora la gente había traído a la mujer que cometió adulterio delante de Jesús. “Maestro, esta mujer fue atrapada en el acto mismo de adulterio. Moisés dice: “apedrear a tales mujeres”. Usted, ¿qué dice? Moisés mediante la ley: “ella debe morir apedreada”.

Maestro Jesús, usted ¿qué hará? Jesús con el dedo empezó a escribir en la tierra. Muchos estudiosos de la Biblia tienen duda de qué es lo que habrá escrito Jesús con el dedo. Jesús ¿por qué escribió con el dedo? En Jeremías 31:31, aquí dice: “he aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá”. Los diez mandamientos, realmente si no pueden cumplirlos todos, se merecen la maldición. Sobre el planeta no hay ni siquiera uno que pueda cumplir perfectamente la ley. No tiene sentido, todo lo han desobedecido, por lo cual el Señor Jesús para dar vida a la mujer que cometió adulterio debe de permitir el nuevo pacto que no es la ley. Cuando escribió en la primera ocasión con el dedo viene a ser la ley de los diez mandamientos. El Señor Jesús para salvar a la mujer que cometió adulterio, un nuevo pacto debía de erigir.

El nuevo pacto ¿ustedes saben qué es? Yo “perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. Aquí ¿quién es el yo? ¿Somos nosotros o es Jesús? ¿Amén? El Señor Jesús ¿cómo es que perdonó nuestro pecado? Erigiendo un nuevo pacto. Yo “perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. Conforme a la promesa, Jesús para perdonar nuestro pecado él murió crucificado en la cruz y cuando murió crucificado Jesús, todos nuestros pecados fueron lavados para siempre. ¿Amén?

Amén. Hoy en día muchos pastores no leen la Biblia. Hoy en día dicen: “si ustedes cumplen la ley, recibirán la bendición. Si ustedes se arrepienten, recibirán la bendición. La salvación, el arrepentimiento, son simplemente el primer proceso para obtener el perdón del pecado. Para lavar mi pecado solamente es importante el arrepentimiento”. ¿Hay alguna palabra que diga eso? Ellos ¿qué palabra están leyendo para decir eso: “el arrepentimiento lava el pecado”? Para lavar mi pecado, únicamente la sangre de Jesucristo.

¿Amén? Mediante la sangre de Jesucristo nuestro pecado ha sido lavado, para ello Jesús escribió en la tierra, Jesús lo escribió con el dedo; eso que escribió con el dedo vienen a ser los diez mandamientos. En la segunda ocasión ¿cuál es el segundo mandamiento? Jesús escribió delante de la mujer que cometió adulterio. ¿Qué es lo que le dice? Yo “perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. Así ha dicho Jehová; es maravilloso.

Hoy en día, gente rara dice que yo soy hereje. La razón es simple: “somos pecadores. ¿Cómo podremos ser justos?” Yo digo que soy justo no porque yo sea bueno, porque yo haya cumplido la ley, porque yo sea fiel. No, no es por eso. El Señor Jesús, cuando fue

crucificado, todo nuestro pecado ha sido perdonado. Yo soy justo. Siendo crucificado, si no hubiese lavado nuestro pecado, sería un fracaso de Jesús. ¿Entienden?

Hoy acerca de Saúl hemos leído. Saúl ha sido rey de Israel pero Dios le dice que extermine a los amalecitas: buey, mujer, asno, camello, dice para que extermine. Saúl, como Dios le dice, debía de exterminar a los de Amalec, sea buey, asno, oveja, todo debía de exterminar. Saúl había dicho que obedecía la palabra de Dios pero un poquito de su pensamiento había incluido. ¿Cómo era el pensamiento de Saúl? Sea oveja, cabra, buey, todo lo que era inservible, todo lo había exterminado sin misericordia alguna pero esta oveja tenía grosura, era bonita; este buey es fortachón, es guapo. Dios dice que extermine todo pero Saúl: oveja, cabra, dejó. Había dicho que extermine lo que no servía. El criterio de la salvación de Dios y Saúl era distinto. Cometiendo pecado todos se merecían la maldición pero muy guapa, una oveja guapa, ahora no la había exterminado. Dios dice: “yo me arrepiento de haber erigido a Saúl como rey”.

Señores, a veces el comportamiento que tenemos… A veces Dios nos habla a nosotros así como a Saúl porque estamos cerca de Saúl sin darnos cuenta. Oveja, cabra que no sirve, eso debe morir, sin pensar matamos. Esta oveja es bella; es fortachón, sería bueno que todo esto se sacrifique para Dios pero Dios ahora dijo que extermine todo pero Saúl lo fortachón, lo gordo ahora lo dejó. Piensen, todo nuestro pecado debe ser eliminado. Entre el pecado, pecado bonito, pecado guapo, pecado bueno ¿sería ahora bueno que lo dejemos? Dios no desea eso. A Saúl, ahora, Dios se arrepintió de haberlo elegido como rey. Dios deseaba erigir a David como rey. Saúl, qué triste es Saúl. Bien sabía que David sería rey; él debía de mantener su reinado, entonces para ello debía matar a David. A 1 500 soldados los guió y fue tras David para matarlo; varias veces se dirigió para matar a David.

Entonces David en Primera de Samuel, en el 27:1: “dijo luego David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano”. Quería matar a David; con 1 500 soldados venía de aquí para allá. David se escapó bastante bien pero dijo: “de esta manera voy a morir” y se fue a la tierra de los filisteos. Ustedes ven esto en los subtítulos, ¿verdad? En capítulo 27:1 David se escapó. ¿Entienden? Luego en Primera de Samuel 28:1 aparece

algo maravilloso. Ahora los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel: “aconteció en aquellos días que los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel. Y dijo Aquis a David: Ten entendido que has de salir conmigo a campaña, tú y tus hombres”. Aquí hay algo importante: los filisteos trataron tanto para atacar a Israel. Estaba David en Israel y ellos no podían atacar a Israel, por esa razón, tratando no lo lograban y enviaron a un gran general, Goliat.

Aunque fue Goliat, con unas piedritas David acabó el asunto: giró así. No, no fue de esta manera que giró. Ah, giró así “¡fiuu!” y tiró. Ningún general pudo vencer a David. ¿Amén? Mientras que David permanecía en Israel, de ninguna manera los filisteos podían atacar. Las veces que entraban ellos perdían. Goliat, si calculamos con la estatura de hoy en día, dice que era como más o menos tres metros; es tres metros. Miren, mi mano no alcanza esa medida. Había venido tal general. David tiró algunas piedritas, giró. No es que hizo una gran fuerza sino que así giro y ¡piú!, tiró, pero el filisteo, mientras que David estaba presente, jamás podía atacar a Israel porque fue Goliat y fracasó de igual manera. Cuando los filisteos se fijaron, David había venido ahora junto a los filisteos en el 28:1: “aconteció en aquellos días que los filisteos reunieron sus fuerzas para pelear contra Israel”.

Hermanos, ¿en qué momento vienen a ser aquellos días, ese momento en el que David se apartó de Israel? Los filisteos para matar a David, para matar a Israel, intentaron pero fracasaron; hasta el general Goliat, él era tan grandioso pero no pudo vencer a David. Los filisteos dijeron: “por culpa de David no podemos tomar Israel” pero cuando los filisteos se fijaron, Saúl intentó matar a David. David ahora para escapar vino a la tierra de los filisteos. En el 27:1 David, en el momento que salió de Israel, los filisteos entraron a Israel para atacar ¿y saben lo que ocurrió? En ese momento Saúl muere en las manos de los filisteos. ¿Correcto? El 31 cuando vemos: “los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa”. Los israelitas murieron en el monte de Gilboa. ¿Ustedes saben la razón?

David estaba ausente. Exactamente entienden, ¿correcto? ¿Por qué David no está en Israel? Porque Saúl intenta matar a David. David y Saúl no pelean porque David no pelea con el que fue ungido de Dios. Saúl trató de matar a David pero David se escapa en la primera, segunda, tercera ocasión. Puede que sea atrapado y muera, entonces se escapa a

la tierra de los filisteos. Al final Saúl ¿qué es? Dejó la voluntad de Dios. Él decía que estaba haciendo bien pero de esa manera trata de matar a David. David, ya que Saúl le persigue para matarlo, de esta manera él se escapa a la tierra de los filisteos, luego los filisteos convocan al ejército y ellos atacan a Israel. En el 31 aparece el resultado: “los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa. Y siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. Y arreció la batalla contra Saúl y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos. Entonces dijo Saúl a su escudero: saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella”. Esta guerra es increíble, sorprendente para nosotros. Saúl, para protegerse, trató de matar a David. David no pudo continuar allí; fue a la tierra de los filisteos. Los filisteos, viendo que David no estaba, atacaron y toda la familia de Saúl muere en un lugar.

La gente que no conoce la Biblia, el querer protegerse, como resultado es realmente dañarse a sí mismo. Saúl, para cuidar su reinado, trató de matar a David pero eso en sí era estar en contra de la voluntad de Dios. Nosotros cuando somos engañados por Satanás, como Saúl, estando en contra de la voluntad de Dios, muchas veces vamos al camino que nos lleva a la destrucción. Hermanos, en la iglesia uno debe anunciar este evangelio del perdón del pecado. Viniendo a la iglesia, manera del hombre, método del hombre hace para que Dios no trabaje en mí. Cuando ahora mate a David, cree que podrá guardar su reinado; esto es una gran tragedia en la que mata a toda su familia.

Hermanos, en este periodo no solamente Saúl fue así. En su época, en medio de nosotros, como sabemos, muchas veces vamos con nuestra manera para guardarnos a nosotros mismos. Los hijos de Saúl por completo han muerto en las manos de los filisteos. No había manera de escapar, ya no soportaba, entonces se agachó sobre su espada y eso fue el fin de Saúl. Al comienzo, dejando la voluntad de Dios, fue conforme a su propia voluntad, luego cuando hubo dificultad realmente al final no pudo menos que suicidarse. Trató de matar a David y viene aquella situación. Tenía un pensamiento muy, muy pequeño: “si yo mato a David, podré mantener este reinado”. Jamás; debe ser por Dios. Con la manera del hombre hay gente que vive, con esa manera del hombre.

Hoy en día dentro de la iglesia, como Saúl hay gente que usa esa manera del hombre. El resultado de ello no se imaginan lo temible que es eso. Mucha gente, llevando la vida de fe, ahora ellos realmente critican la iglesia y piensan que les irá bien. Dios ya había decidido erigir a David como rey en lugar de Saúl. “Yo, haciendo bien, si mato a David, podré mantener mi trono”. Realmente dice algo tan tonto. ¿Qué es eso? Es estar en contra de Dios. Hoy en día tantos cristianos, ya que profundamente no conocen la Biblia, como Saúl tratan de guardarse a sí mismos; hace que se aparten de la iglesia. Se aparta de la palabra, va conforme al hombre. Al final, fracasa asimismo.

Predicando el evangelio hasta ahora, no es que no tuve dificultad pero entendí que es vana mi manera. Apoyándome en Dios, Dios me guardó, Dios me ayudó y yo pude lograr ver eso. ¿De qué manera trabajó Satanás en Saúl? “Ah, Dios no trata de ponerte como rey. Le va a erigir a David. Si tú matas a David, tú podrás ser rey”. Había tenido un pensamiento que no tenía sentido; era tan tonto, necio. Hermanos salvos también, si no conocen bien la Biblia usan la manera del hombre, usan maneras necias: eso es lo que nos lleva a la destrucción. ¿Amén? “Si yo hago así, podré vivir muy bien. Si yo lo hago así, realmente basta con que mate a David”. Cuando la voluntad de Dios se erige en nosotros, seremos felices, será bendito, pero si nos apartamos de la voluntad de Dios, mucha gente es engañada por Satanás: se aparta de la iglesia, se pone en contra de la iglesia. Ellos creen que podrán lograr lo que piensan: no hay ni siquiera uno que le vaya bien. El que realmente uno se guarde a sí mismo es el que uno esté de parte del evangelio, de parte del Señor, de parte de la iglesia. Yo no hice nada bien, yo prediqué únicamente el evangelio. Lo único que hice es trabajar por la iglesia: mil millones de cosas he visto, cómo la iglesia me ayuda. Satanás hoy en día también les hablará de venir conforme a la carne para ser como Saúl: “no importa que me ausente un día domingo, no importa que tome un traguito con mis amigos”. Con ese pensamiento del hombre, uno ahora se aparta más y más de Dios pero tanta gente a pesar de que recibe la salvación deja a un lado la vida de fe, va hacia el mundo y fracasa hasta que hay ministros que son engañados ahora por Satanás y van a atacar la iglesia.

Saúl trata de matar a David y cuando vio David que morirá en la mano de Saúl, fue junto a los filisteos, entonces los filisteos se dieron cuenta que en Israel no estaba David, convocan a los ejércitos y Saúl fracasa. A veces con la manera del hombre vamos tras la carne y parece que nos irá bien, parece que nos irá de maravilla, pareciera una gran bendición. No sean engañados. Vamos a creer en la palabra de Dios, vamos a unir nuestro corazón con la iglesia. Vivamos por el evangelio, sirviendo al Señor. El que el Señor les guarda a ustedes estamos muy agradecidos.

Ha habido mucha dificultad en mi vida pero jamás el Señor se olvidó de mí: me guardó, me ayudó. No solamente hice bien las cosas. Hubo muchas veces en el que fui carente, me equivoqué, pero algo claro es: cuando uno vive por el evangelio, cuando uno vive por el Señor, con la manera del hombre no quise erigirme a mí mismo, con la manera del hombre no quise enriquecerme, con la manera del hombre no quise enaltecerme. Ahora viví la vida de servir a Dios. Tanta gente, tantos evangelistas dicen que se guardaron; claramente se ve cómo es que los lleva al fracaso aquello. También los cristianos han pasado por ello. Cuando uno es engañado por Satanás, con la manera del hombre parece que le irá de maravilla: “con solo matar a David… ¿Por qué no vamos a poder matar a David? Cuando muera David, podré mantener mi trono”. Ha sido tan torpe. Era un pensamiento distinto a la voluntad de Dios.

Ustedes viniendo a la iglesia deben de aprender la palabra y deben de apartarse del hombre y cuando unen su corazón con Jesús, por más que tengan 60, por más que tengan 80, por más que tengan cien años, por más que tengan 1 500 años, una vida bendita tendrán ustedes. Dejen la manera del hombre, dejen la tentación. “Con solo matar a David podré mantener mi trono”. Entonces Saúl tendría que vivir bien: “Ah, David, ven aquí. Dios trata de dirigirte como rey. Aunque yo ahora soy rey, tú serás rey dentro de poco. En adelante yo te voy a erigir. Ah, vivamos ahora con amistad”. Qué bueno si fuese así. “Con solo matar a David, podré sacar el reinado, el trono”. Fue engañado por Satanás.

Los cristianos también son engañados. Viniendo a la iglesia deben aprender la palabra. Con solo matar a David pensaba que podría ahora sobrevivir: de ninguna manera. Esta iglesia no es iglesia del pastor Ock Soo Park; no es su iglesia, es la iglesia de Dios. Si ustedes unen el corazón con Dios, todo será bendito pero cuanto más ustedes se van a la manera

del hombre, empezarán a fracasar. Saúl se convirtió en rey. Cuando vemos cómo fracasa, nos causa gran pena. ¿Por qué han escrito esto en la Biblia? Tantos hermanos se oponen a Dios y se oponen a la iglesia; es algo tan, tan simpático y patético. Saúl estando bien, viviendo bien; cuando David sea rey: “sí, tú vas a ser rey”; podría seguir viviendo muy bien pero a pesar de que erigió a David como rey, ahora quiere vencer a Dios, le quiere sacar el trono a David. Saúl y sus hijos, todos han sido destruidos.

Dejen la manera del hombre, sigan la palabra de Dios. No sean cautivados por la tentación de Satanás. Una vida bendita, gloriosa, llegaremos a vivir, a pesar de que vivamos mucho, hasta que venga Jesús. Aquí no habrá gente que viva más de cien años; aunque no vivamos mucho tiempo, realmente viviremos nosotros para siempre, sirviendo al Señor, dando gozo al Señor. Eso es lo más seguro. No traten de ganar mucho dinero, no traten de estar en lo alto, exaltados por el hombre. Exalten a Dios; una vida gloriosa llegarán a vivir. Muchas gracias.

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.