PRÉDICA
DOMINICAL DEL PASTOR OCK SOO PARK
DOMINICAL DEL PASTOR OCK SOO PARK
Prédica dominical del pastor Ock Soo Park
¿Cómo están? Vamos a leer la palabra de la Biblia. El Antiguo Testamento: Ester, capítulo 6. Desde el versículo 1 vamos a leer.
1 Aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia.
2 Entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, que habían procurado poner mano en el rey Asuero.
3 Y dijo el rey: ¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él.
4 Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.
5 Y los servidores del rey le respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el rey dijo: Que entre.
6 Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey honrar más que a mí?
7 Y respondió Amán al rey: Para el varón cuya honra desea el rey,
8 traigan el vestido real de que el rey se viste, y el caballo en que el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza;
9 y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
10 Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta real; no omitas nada de todo lo que has dicho.
11 Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
Hasta aquí hemos leído. La Biblia habla acerca del mundo del corazón del hombre. Yo no conocía bien sobre mi corazón pero cuando leía, leía y volvía a leer la Biblia, me di cuenta qué corazón yo tenía. “Ah, yo tengo este corazón; ah, mi corazón está un poco arrogante; ah, yo tengo este corazón y quiero como manifestar, me quiero jactar de que soy sobresaliente”.
Cosa que no me imaginaba. Cuando yo leía la Biblia: “Ah, yo dije eso y creo que se habrá entristecido cuando yo haya dicho eso. Yo realmente no lo dije con una mala intención pero creo que esa persona no se habrá sentido bien”; yo empecé a pensar de tal manera. Señores, yo a menudo digo esto: “Dios mío, ¿con qué diversión viven en este mundo si no son pastores?”
No entiendo. También agradezco a ustedes que vengan y oigan el sermón de un pastor. En mi corazón tengo muchos pensamientos, tengo muchas opiniones pero los pensamientos de las personas, todo es distinto. En medio de nosotros, sea quien fuera, cuando nos encontramos con Dios, cuando conocemos a Dios, por más que leemos la misma Biblia, el corazón de ustedes empieza a asemejarse al corazón de Dios.
Entonces, ustedes ahora… Es importante que siendo pastor uno predique. Viendo el corazón de Dios que está en la Biblia, cuando nosotros anunciamos tal palabra, la gente que oye: “Ah, con razón me ocurre esto”. Sintiendo ello, también llegan a vivir esa vida de hallar la gracia. Yo, como pastor que soy, he trabajado durante largo tiempo. Lo más importante de ello: Dios ama a los hombres.
Verdaderamente es triste porque el espíritu maligno de Satanás trabaja. Los hombres cometen pecado y se dirigen a una dirección distinta a Dios, aunque la gente no trata de hacerlo así. Nace y cuando tiene siete años, diez años, cuando llega a tener quince años, cuando tiene veinte años, de tal manera, a una dirección totalmente contraria a la voluntad de Dios.
Conforme a su placer, conforme a su deseo ellos se dirigen. Aquellas personas… Fundamentalmente el corazón de ellos es distinto al de Dios. En algunas ocasiones, hay veces que tienen dificultad. De manera contraria, a veces Dios impide aquello y también Dios le guía a otro camino.
La mayoría de las personas: “Yo creo bien en Dios pero ¿por qué me llega esta dificultad? Yo creo que creo mejor que aquella persona en Dios pero ¿por qué me ocurre esta infelicidad?” Hay mucha gente que piensa de tal manera pero verdaderamente cuando uno congrega a la iglesia, aunque cree en Jesús, cuando el corazón de Dios y mi corazón es distinto…
Congregamos en la iglesia de Dios pero conforme a mi corazón, a mi pensamiento, uno llega a vivir. Cuando vamos viviendo la vida y llegamos a conocer la voluntad de Dios y de tal manera cuando hacemos algo, cuando la voluntad de Dios encaja con mi voluntad, ocurren cosas pero increíbles, ocurren cosas benditas. Nosotros simplemente vamos a iglesia: “Ah, Señor, perdóneme mi pecado, quiero ir al cielo”.
No, no es solo eso, es leer, leer, leer y volver a leer la Biblia. Cuando llegamos a leer, llegamos a conocer el corazón. Hoy nosotros… Aquí aparece sobre el rey. Cuando vamos leyendo esto, cuando leemos el libro de Ester, dice que aquella misma noche se le fue el sueño al rey. El libro llamado Ester… Es el nombre de una señora pero esta señora…
Sus padres habían fallecido cuando ella era niña y junto a su primo ella fue criada, fue criada por su primo Mardoqueo. Mardoqueo creía bien en Dios, entonces para que Ester sea utilizada en la obra de Dios, él le había criado a ella. Pero ¿cómo empieza en Ester, capítulo 1? Estaba el rey Asuero. Había guerra, obtuvo el triunfo y estaba feliz pero había un gran banquete. En medio del banquete ¿qué pensó? Oh, la reina no está al lado mío. El rey le dijo al siervo que vaya junto a la reina. Ya que él es rey, imagínense cuán bonita será la reina. A la
hermana no le gusta que yo cuente esto pero es que a la hermana no le gusta que le digan por otras que es linda; tienen que decir que ella es linda, pues.
Por eso… Ester es su prima. Por la guerra, sus padres habían muerto. Su primo Mardoqueo la había criado a ella. Le crio; ella creció muy bien. Fue llevada cautiva e iba a Babilonia. ¿Qué es lo que ocurrió allí? El rey obtuvo el triunfo en la guerra y de tan feliz que estaba, estaba haciendo un banquete; estaba feliz. Claro, no es rey de Israel. Estaba feliz en medio del banquete pero ¿qué pensó?
Él tenía una reina bien bonita pero quería traer a la reina al banquete; teniendo un buen vestido, quería mostrar el rostro bello de ella. La gente se asombrará. Wow, la reina, qué bella. El rey vive con una reina tan bella; qué bella es. El rey se imaginó en eso; el rey, cuanto más se imaginaba: Yo vivo con una mujer bella. Él quería mostrar, jactarse.
Les dijo a los siervos: Tú ve junto a la reina Vasti, que se vista bien, que se peine bien y que muestre su figura bella delante de los siervos. La reina ese día también estaba haciendo banquete con las mujeres. Cuando oyó la voz del rey, ella: Mmm, él tiene banquete, yo también. ¿Para qué me dice que yo vaya allá?
No sé si ella dijo eso pero eso es mi pensamiento. Ella no fue al final, entonces el rey… Estaban los siervos, los siervos habían oído que él la llamaba a ella pero realmente ni le respondía; estaba bien enojado y se estaba aguantando. De noche dice el rey: Vasti, no vino cuando la llamé. ¿Cómo tengo que hacer con este asunto?
Los siervos del rey, realmente ellos deben ser bien rápidos. Con solo cerrar los ojos… Realmente es todo rápido, cómo va girando. Cuando le miró, se dio cuenta de que el rey estaba muy enojado; conforme a ello, el siervo debe hablar: La reina es bella. Ah, qué bueno No, no podría decir eso porque el rey está enojado. Sí, no hay mujer como nuestra reina.
Entonces, el rey le miraría. Mmm. Ah, seguramente los siervos se dieron cuenta: el rey seguramente aborrece a la reina. ¿Qué tenemos que decir en este momento?
—Señor rey, disculpe que le diga esto. El rey es un ser supremo que gobierna este país. La reina no vino en este momento. Esto… No solamente ella cometió el error ante usted.
Sin lugar a duda, esto se va a rumorear en todo el país y muchas mujeres de este país, cuando lleguen a oír eso, las veces que el marido le diga algo: Ah, la reina se fue [balbucea].
Así actuarán. Entonces, en todo el país muchos hombres serán menospreciados por las mujeres y el enojo irá pero hasta el pico, habrá desorden en el país, tendremos dificultad sin lugar a duda. Es decir, la reina Vasti no solo ha desobedecido al rey sino que ella viene a ser la raíz del desorden en todo el país.
Sí, realmente encaja cuando vamos pensando, ¿verdad?, pero no todas las mujeres son así.
—Sí, hay mujeres que son pero hay mujeres que no son así pero a mi parecer, rey, usted haga un acta para que ella ya no venga junto a usted jamás y que una mujer más humilde, más bella, que sea más obediente… Elija a tal mujer para que sea reina. Pienso que eso será mejor, señor, su Majestad.
El rey también estaba enojado.
Ella no es la única mujer. Yo soy rey.
Al momento él firmó y eligió a la mujer. El mundo… ¿Verdad que del Occidente va al Oriente este planeta? ¿No? ¿No es así? ¿Cómo va girando? La tierra gira de tal manera, por lo cual nosotros cuando vamos en Estados Unidos ¿cómo nos subimos? El avión va cruzando el Pacífico desde Japón porque siempre va del Occidente al Oriente.
El viento va del Occidente al Oriente y se pone conforme a la dirección del viento. ¿Por qué es tan buena la iglesia de Gangnam? Porque adelante tenemos la autopista. En la autopista tenemos aquellos neumáticos que se gastan; en la autopista, que es temible, hay esos polvos pero que son tan pequeños.
Ese viento, ese polvo, si viene a la iglesia, nos vamos a enfermar, sería tan malo pero Dios, no sé si supo que la iglesia de Gangnam estaría aquí e hizo que haya un viento que se vaya hacia el oriente. Tenemos atrás un monte bello y hay ese oxígeno que recién sale del monte porque ¿verdad que las plantas, cuando respiran, ellas producen oxígeno?
El oxígeno viene a la iglesia de Gangnam. Por lo cual, en la ciudad de Seúl, entre muchas iglesias, no hay una iglesia con mejor oxígeno que la iglesia de Gangnam. Nosotros cuando vamos predicando… Nosotros hemos puesto este salón de culto en el subterráneo.
Si no hubiese estado en el subterráneo, el sonido del auto vendría aquí, entraría todo el polvo pero cuando uno viene a la iglesia de Gangnam, se curaría de toda la tuberculosis. Hasta tal punto es bueno el oxígeno, el aire. El rey de tal manera ¿qué hizo? Él firmó y había convocado a las reinas. En ese momento Ester dice que se candidató, algo así, para ser reina.
Rey, Ester es una persona que cree en Dios. Fue traída cautiva; tendría que estar sufriendo pero ella fue elegida reina. No es que ocurra así de la nada sino que Dios tiene un plan para todo. Ustedes cuando ven la Biblia no se dan cuenta pero cuando leen la Biblia hay muchas cosas pero entre ello cuando uno lee el mundo del corazón, tenemos el corazón de Dios que está dentro de la Biblia.
Entonces yo… Bueno, otra cosa bien no sé pero hacer algo bueno, hacer algo para bien, eso no lo hago muy bien, en serio, pero mi corazón cuando fluye a la misma dirección que el corazón de Dios, el hombre se hace feliz, se hace bendito.
Por lo cual, no es que el pastor predique así por predicar, no, sino que el corazón de ustedes poco a poco, cuando vayan oyendo este sermón, el corazón de Dios y mi corazón llegamos a ver. Cuando nosotros vamos a la misma dirección de Dios, ajustándolo al corazón de Dios, en todo lo que ustedes hacen Dios se encarga y ayuda.
Tantos pecados que cometemos. Cuando Jesús es crucificado nos perdona por completo. En nuestra vida, sea lo que fuera lo que ocurra, Dios nos ayuda. Yo desde muy pequeño, aunque congregué a la iglesia, empecé a leer la Biblia. En ese aspecto yo estaré entre los mejores del mundo porque Génesis, Levítico, Éxodo, Josué, he leído todo.
Mientras que yo iba leyendo y leyendo y leyendo la Biblia, cuando iba leyendo más y más: “¿Por qué hay tragedia, por qué hay dificultad?” Yo podía ver pero al momento eso. Uno ve así simplemente la Biblia cuando ve pero podía ver el corazón de Dios que mencionó esto; mediante el corazón de Dios podía ver el corazón del hombre.
Nosotros ¿de qué manera debemos vivir? Aquella realidad del hombre llega a conocer. Hay gente que no sabe. Estudiando mucho, ganando mucho dinero; si los hijos viven con salud piensan que eso es todo pero de ninguna manera. Porque uno tenga mucho dinero es feliz, jamás. Uno tiene que unir el corazón al de Dios, deben de juntar su corazón a Dios.
Yo soy reconocido en ese ámbito a nivel del mundo entero. En este año fui a varios países, he dado esta charla. Ellos oyen, están felices. Desde hoy a la tarde voy a Daegu. Hasta ayer yo realicé la campaña en Gwangju, lo hice luego en Incheon. Señores, existe todo lo que ustedes piensan pero ¿cómo es que empezamos?
El rey no tenía sueño, estaba leyendo las crónicas del rey; estaba leyendo el libro de las memorias: que fulano, tal rey murió, que fue rey; aparece la historia. Mientras que estaba leyendo las memorias y las crónicas ¿qué parte aparece? Los siervos del rey, Bigtán y Teres, estaban intentando matar a Asuero pero Mardoqueo ¿quién viene a ser? Viene a ser el primo de Ester, ¿verdad? Es israelita pero fue traído cautivo.
Vino a Babilonia pero el rey Asuero cuando empezó… La reina desobedeció al rey. Los siervos habían dicho que ella sea destronada. Echaron a tal reina y erigieron una nueva reina. Ester fue elegida como la reina, ¿correcto? Después ¿qué era lo que iba ocurriendo? Si alguien sabe esto, uno leerá con diligencia la Biblia.
Cuando uno lee con diligencia y descubre el corazón de Dios y unen el corazón de ustedes con el de Dios, vienen a ser las personas pero las más felices del mundo. Yo en ese aspecto no soy ni bueno ni sincero ni sobresaliente ni inteligente pero la Biblia, esta Palabra de Dios ¿con qué sentido ha sido escrita?
Cuando yo junto mi corazón en ese punto, ese punto de realizar el ministerio, realmente yo mejoro muchísimo. Ustedes, cuando vienen los domingos: “Um, voy a oír la palabra del pastor, mjm”. No. Cuando en la casa leen un poquito de antemano, luego oyen el sermón y de tal manera cuando van calculando, viene a, llega a salir, llega a cumplirse la Palabra de Dios tal como es exactamente.
Bueno, la Palabra de Dios dice: Ofrenda mucho, haz algo bueno. No, no se refiere a ello. El corazón de Dios cuando se iguala al corazón de ustedes, entonces, a ver, fíjense. Dios, por querer trabajar, a la reina Vasti, hace que ella desobedezca al rey; ella es destronada, ella es echada y Ester se convierte en reina.
Hasta aquí: “Bueno, ocurrió eso; bueno, es así” pero sigue lo siguiente: el rey había llamado a un hombre y le dio toda la potestad del reino a ese hombre, que era Amán. Amán viene a ser el siervo pero en el lugar más alto junto al rey. Porque Mardoqueo no le saludaba quería matar a Mardoqueo, no solamente a él sino a todos los judíos, él intentaba matar a todos los judíos.
Había hecho un acta, Amán le dice: Cuando se encuentre con un judío, mátelo. Señores, Dios no es hombre, de antemano supo que Amán mataría a todos los judíos, es por eso que hizo que Ester se convierta en reina pero un día cuando Mardoqueo, ya que Amán le odiaba y no basta con matar solamente a Mardoqueo sino a todos los judíos debemos matar…
Cuando él publicó esa acta, Mardoqueo estaba tan triste y empezó a llorar. Le dijo a Ester, le va hablando a Ester: Tú, el mes décimo segundo, el día trece, en ese día se determinó matar a
todos los judíos, por eso Mardoqueo… Ester estaba dentro del palacio, Mardoqueo estaba fuera, envía a la gente y le dice:
Di a la reina Ester: Por favor dile al rey que deje vivir a los judíos. Entonces, cuando le dice a Ester: Sí, primo, yo le voy a decir eso. Obviamente tiene que salvar a los judíos pero Ester… Cuando lee la carta que Ester le envía, en el palacio, sea quien fuera, sin orden del rey, si entra, mata; debe de extenderle el cetro para que viva.
¿Qué le dice la reina? El rey no me ha llamado. Hace tiempo que no me encuentro con el rey. ¿Saben cuánto? ¿Cuánto? Yo no oí bien. ¿Cuánto? Sí, así debe ser. Asuero también, sí. No he sido llamada durante treinta días.
A pesar de que era reina no le llamó durante treinta días. Pero si entro de esta manera al palacio… Conforme a la ley ella debe morir porque el rey debe extenderle el cetro; no podía ir ella, entonces de nuevo le escribió Mardoqueo. La carta, esta es muy importante. Ah, no se podrá. Simplemente voy a orar. No, no fue eso, sino ¿qué fue lo que le dice a la reina Ester, Mardoqueo? Tú, “no pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío”, porque estás en el palacio. Claro, la reina vivirá, ¿verdad? Le dice: “Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”
Ester, obviamente si el rey extiende el cetro, vivirá pero si no, ella morirá, obviamente. Claro, tenía miedo de ir porque si va sin que la llamen… Hace más de quince días que no le llaman. Cuando escribió aquello en la carta, Mardoqueo le dice: Pero no entres. Sí, escándalo si mueres. No, no le dijo eso Mardoqueo.
Ustedes, cuando yo les digo algo, ustedes ponen muchos pretextos pero ¿verdad? El buen pastor, en lugar de decirle algo, solamente predicaría. Bueno, al que no lo hace bien le diría: “Está bien, hazlo así” pero este Mardoqueo no. Le dice para que se despierte ella.
Tú, no pienses que tú escaparás de ello. Si tú “callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra [manera] para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. [Tú] ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?”
Señores, el pastor debería actuar así, el pastor no debería tratarle con amabilidad, sí, yo también trato y aprendo de hacerlo así pero no me sale, por lo cual, Mardoqueo le dice a Ester: Tú “no pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío.
Porque si [tú] callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” Ester, simplemente… Bueno, diciendo eso, ella ya no quería ir junto al rey pero cuando ve eso: Wow, mi primo, lo que dice tiene razón
Entonces Ester dice: Entonces yo durante tres días voy a ayunar y voy a ir junto al rey. Usted también ayune durante tres días, ore. Yo iré junto al rey. Si me mata, yo moriré. ¡Es eso mismo, es eso! Entonces todos los judíos ayunaron tres días, Ester también con sus siervas y así fue junto al rey.
No sé si se hizo planchita o rulos, se puso un lindo vestido, fue junto al palacio, a la casa real. El rey estaba sentado y estaba mirando hacia la puerta. La puerta se abre. ¿Qué es? No le dije que venga. Si viene, morirá. Está loco por morir. ¿Quién es? Se abre la puerta. El rey solamente miraba la puerta. Miró la pollera de Ester, la ropa de Ester.
Vio que Ester se aparecía. Durante quince días estaba tan ocupado, no pudo ver a ella, a la esposa. Era bella, bellísima. Al momento vino y extendió el cetro de oro porque tiene
que extender el cetro de oro para que ella viva. Ester se acercó y tocó el cetro. Ah, esto es el cetro, estoy viva, wow. ¿Ustedes no estarán así? Estarían temblando.
El rey dice:
—¿Qué tienes, reina Ester? ¿Cuál es tu petición? –Claramente vino dando su vida. Es cierto que ella tiene una petición–. ¿Cuál es tu petición? ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará.
Nosotros: “Ah, por favor mate a ese Amán”, al momento diríamos si somos nosotros, si fuésemos nosotros. ¿No les parece? Pero Ester le dice:
—Señor, mi rey, si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el rey.
—¡Sí!
Al momento llama a Amán. Tomando en el banquete, el rey tenía una curiosidad. No estaba interesado por el banquete. Tenía curiosidad: por qué Ester tuvo que venir junto a mí dando su vida. Claramente vino cuando su vida… Esto no era común. Mi reina es. Realmente quería saber el dolor de ella. En la primera ocasión extendió el cetro de oro, entonces Ester sobrevive. Le vuelve a preguntar:
—Ester, mi reina, ¿cuál es su petición? ¿Cuál es su deseo? Hasta la mitad del reino se te dará.
Porque si se pelea, luego se peleará. Cuando el rey le dice que le dará, le dice que le dará la mitad.
—¿Cuál es su deseo? ¿Cuál es su petición? Hasta la mitad del reino se te dará. Con el rostro bello, sonriendo, la reina le dice:
Señor, mi rey, yo he hecho banquete para usted. Junto con Amán venga al banquete.
—¿Ah, sí? ¡Llamen a Amán, que venga al momento!
Fue al banquete. Tomó largo tiempo. El rey, sí, tenía pero fastidio por todo este banquete. Sin lugar a duda Ester vino dando su vida. Cuando va junto al rey es cierto que tenía la dificultad, quería resolver eso pero no sabía bien qué era eso. En adelante ustedes también, ocurra mucho de esto entre ustedes y Dios.
En la vida de fe, cuando la llevan así, simplemente, no saben pero “¿por qué en mi casa esta dificultad? ¿Por qué tenemos esta dificultad?” Ustedes logran ver. Si un poquito conocen la Biblia, ustedes llegarán a ver eso. Entonces, lo que va diciendo ¿qué es?
Mi reina Ester, hasta la mitad del reino se te dará. ¿Qué es tu petición?
Señor, mi petición es esta: yo quiero hacer un banquete por el rey. Venga con Amán.
Ah, qué bueno. Nuestra reina. La reina de antes… Entre ellas hacían sus banquetes. Le llamé; ni vino.
Al momento llame a Amán.
Llamando a Amán fue al banquete que preparó Ester. Yo soy el rey de un reino. Obviamente la reina tiene una dificultad. Hay una dificultad en la cual tiene que dar su vida pero no sabe qué es eso. Entonces el rey tomó un traguito. No sé si era un vaso como este. Tomó, tomó, tomó. No sé ni el sabor, cómo era porque todo su corazón estaba curioso en ello, estaba cautivado por eso. Reina, ¿cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
Si usted se complace, yo mañana también haré banquete. Venga junto con Amán.
Terminó el banquete. Esa noche el rey no tenía sueño, no podía conciliar el sueño, no podía dormir, no podía. Ah, obviamente mi esposa, la reina, tiene un problema, mi reina Ester. Ah, si le
dice: “Ah, tengo este problema. Ayúdeme, Dios”, Dios le va a ayudar pero ¿qué problema tiene Ester? Dime, dime, dime. Es un mandato. Ahora mismo habla. Si no hablas, te castigaré.
Si fuésemos nosotros, diríamos así pero el rey no, no actuaba así. Mañana también le dice que venga. Ay, se quema, se quema el corazón del rey, se quebranta. Obviamente la reina Ester vino dando su vida. Cuando miraba eso, no era un simple problema. Obviamente… Pero una esposa, una reina tan bella hasta no poder: ¿Quién le ha dado esta dificultad? ¿Quién le ha angustiado a ella? Rápidamente él quería resolver eso.
¡Reina Ester, es un mandato! ¡Ahora mismo hable! ¿Qué pasa?
Yo le diría eso pero el rey, bueno, no sería rey si es así; creo que por eso yo no puedo ser rey. El rey dice:
Mi reina Ester, ¿cuál es su petición? ¿Cuál es su demanda? Aunque sea la mitad del reino te será otorgada.
Entonces Ester, ¿qué es lo que dice?
Señor, mi rey, mañana también yo haré el banquete. Venga con Amán, yo le voy a decir en ese momento.
Se moría de curiosidad.
Ah, tengo tanto trabajo, tengo acumulado tanto trabajo. Ahora mismo responde.
Si fuese yo, le diría eso pero el rey esperó, no dijo eso. A la noche no podía dormir. Yo soy un rey. Mi esposa tiene una dificultad hasta para dar su vida. No sé qué ocurre. Quería resolver eso pero no podía, no podía resolver eso, no podía dormir. A ver, traigan las memorias y crónicas. Él iba leyendo las memorias y las crónicas.
Un momento. Vuelve a leer esa parte. Hay una parte que decía que Bigtán y Teres, los dos eunucos, intentaban matar al rey. Ellos habían hecho un complot pero Mardoqueo fue el que denunció este asunto al rey. El rey había atrapado a Bigtán y a Teres. Era correcto que ellos habían hecho un complot; había matado a ellos dos con cuchillo.
Esto fue escrito en las memorias y las crónicas del rey. Cuando iba leyendo… Uno simplemente lee por leer pero Bigtán y Teres querían matar a Asuero pero Mardoqueo denunció este asunto y cuando averiguó era cierto y gracias a ello el rey había vivido. El rey no se acordaba por qué esto había pasado. Ah, cierto, era así.
En ese momento, si no fuese por Mardoqueo, yo iba a morir por Bigtán y Teres y no iba a poder estar aquí pero Mardoqueo realmente me salvó la vida.
¿Le he dado algún premio?
No se acordaba del premio que le haya dado, entonces le dice el siervo:
—Señor, mi rey, disculpe que nos dirijamos pero usted no le ha dado ningún galardón a él.
Yo soy el rey, no soy un hombre común del pueblo. Él me ha hecho vivir. ¿Pasé de largo? Absurdo. Aunque estoy muy ocupado por cuestiones del país, he cometido un gran error. ¿Qué galardón podría darle a él? ¿Qué distinción? ¿¡No hay nadie afuera!?
Afuera del palacio Amán estaba esperando. Ayer él tenía muchos hijos, hijas, además estaba en la posición más alta. La reina Ester hacía banquete con el rey pero él fue el único invitado. Imagínense, qué grandioso. Su corazón estaba pero en lo alto, por lo cual todo estaba bien pero estaba rabioso por no poder matar a Mardoqueo. Tengo que matarle y cocinar a él
Estaba esperando delante del palacio porque por si el rey le llamaba, quería entrar.
—¿No hay nadie afuera?
—Está Amán.
—Que entre.
Entró. El rey le pregunta a Amán:
¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey?
Se honra tanto. ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Amán, al momento que oyó eso dijo: Ah, sí, yo fui el único invitado en el banquete, hasta me invitan el día de hoy. Sin lugar a duda yo seré por quien se honra el rey. Entonces yo ¿qué le puedo pedir? ¿Un Mercedes Benz? Bueno, no hay Benz en ese entonces. Otra cosa le voy a pedir.
Él se pone a pensar y luego ¿qué pensó Amán? Yo hice todo pero no me puse la corona real, tampoco me puse el vestido real, tampoco yo me subí al caballo en donde el rey cabalga. Amán le dice:
—Para el varón cuya honra desea el rey, traigan el vestido real de que el rey se viste, el caballo en que el rey cabalga y la corona real que está puesta en su cabeza y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey y vistan a aquel varón cuya honra es el rey y llévenlo y pregonen; así se hará al varón cuya honra desea el rey.
Ah. Se asustó el rey. Amán, yo le enaltecía a ese hombre, ahora se quiere poner la corona real, quiere ponerse el vestido real, quiere subirse en mi caballo. Él está codiciando mi puesto, ¿verdad? El rey en ese momento pudo leer el corazón de Amán y le dice:
—Tú ahora mismo llamarás a Mardoqueo que está delante de la ciudad, le pondrás mi corona, mi vestido y le pondrás en mi caballo y harás que pregonen delante de él y pregonarán. Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
Amán, cuando oyó eso, ah, dolor de cabeza. Verdaderamente fue así y de tal manera le subió a Mardoqueo y le dijo:
Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
Volvió y le dijo eso a la esposa. La esposa dijo: Usted, si has tratado de matar a Mardoqueo, sin lugar a duda fracasarás, vas a fracasar. En medio de ello es un mandato. Le dice a Amán y le lleva el banquete. De nuevo había banquete con el rey. Ester, el rey, Amán estaban sentados.
—Mi reina Ester, ¿cuál es tu petición? ¿Cuál es tu deseo? Aunque sea la mitad del reino, se te dará.
La reina Ester, delante del rey con una voz pero de llanto:
—Señor, mi rey, si usted se complace y me ama, permítame, séame dada mi vida por mi petición y mi pueblo por mi demanda. Si fuésemos vendidos, yo callaría pero ¿por qué yo y mi pueblo para ser destruidos, para ser muertos y exterminados, si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría pero nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable.
El rey estaba enojado.
¿Quién se atreve a matar a nuestra reina? ¿Quién? ¡¿Dónde está?! ¿Quién es?
Ester dice:
—Ese sin lugar a duda es este malvado Amán.
El rey dentro suyo dijo: Le puse en el lugar más alto pero está queriendo destruir el reino. Enojado gritó, salió afuera. La reina estaba sentada. Amán pensaba: ¿Cómo que pudo pasar esto? Mi vida, ¿cómo? ¿Ahora está en peligro? ¿Qué tengo que hacer? Tengo que suplicar a Ester. Se puso delante de Ester, se arrodilló y se puso sobre la ropa de Ester.
El rey viene después de un tiempo, ve a Mardoqueo que estaba en el vestido de Ester. Este hombre… ¿Hasta quieres violar a mi reina en mi palacio? El rey comenzó a gritar fuertemente y le pusieron una bolsa a Amán, le envolvieron y vienen los siervos.
Amán estaba tratando de matar a Mardoqueo, el siervo fiel del rey, y puso una horca en su casa.
—¡Allí pondrás a Amán!
Le puso y subió; así fue colgado. La gente pasaba a la casa de Amán y veía que Mardoqueo estaba colgado en la casa de Amán. Ah, al final Amán trató de matar a Mardoqueo y
Mardoqueo está muerto pero se fijaron: No, no es Mardoqueo, Mardoqueo no tiene el vientre hinchado, es Amán. Amán fue destruido y vemos cómo Ester y Mardoqueo reciben la bendición.
Detalladamente aparece eso en el libro de Ester. A pesar de que yo soy pastor, yo soy una persona que predica. ¿Qué palabra yo tengo que predicar? ¿Qué palabra tengo que elegir? Siempre en mi corazón tengo puesto eso. Verdaderamente el reino israelita, cuando fue llevado cautivo… Fue Mardoqueo… Pero Dios era el Dios del pueblo de Israel.
Ahora Dios es Dios de aquellos que obtuvieron el perdón del pecado, por lo cual yo no sé cómo es en otras iglesias pero yo a los miembros de la iglesia yo les cuento cómo nuestro pecado ha sido perdonado, detalladamente les voy contando. Los miembros de nuestra iglesia, la mayoría, ellos confían que el pecado fue perdonado. Ustedes obtuvieron el perdón del pecado. Alcen la mano los que han obtenido el perdón del pecado. Sí, la mayoría. Bajen la mano. Sí, esto es algo muy importante. De tal manera tras la voluntad de Dios yo he vivido. El año antepasado fui a Brasil. Un sacerdote de una catedral bien grande de la iglesia católica de Brasil me llamó y me dijo… Me llamó cuando yo fui con el coro allá.
El sacerdote me dijo: Que el coro venga. Durante 50 minutos deseaba que el coro cante y también me dijo que yo predique durante treinta minutos. Yo fui, el coro cantó y yo prediqué treinta minutos, luego junto con el sacerdote yo hablé hasta la noche sobre el perdón del pecado. El sacerdote obtuvo el perdón del pecado y estaba muy, muy feliz.
Vine a Corea. El sacerdote dijo: “Esto no solamente… No debo ser el único en oír ello, deben de oír todos los miembros de la iglesia esto”. Escribió una carta al Vaticano y le dijo: “Vino un pastor de Corea. Él no es de la religión católica, es una persona que cree en Dios, es muy bueno cuando oímos su palabra.
Entonces, volviendo a invitar a tal persona, sería muy bueno que volvamos a oír la palabra”. Entonces el Vaticano Romano le dijo: Tengan comunión con la iglesia protestante. Es muy bueno el sermón de ellos”. Él me volvió a enviar la carta. “Pastor, venga una vez más a Brasil para predicar la Palabra”. Así yo fui.
Miren, allí, esa persona que está, él tiene más edad que yo, él es el sacerdote. Como que está un poco enfermo pero yo he dado la charla y yo he predicado la Palabra. Vino el monje, vinieron pero tantas personas. No sé cómo supieron que vino el pastor Ock Soo Park pero se llenó de gente; era de día.
Al lado de pastor Park Yeong Ju, miren, yo recorría parado para predicar la Palabra. Ese día 3 800 personas vinieron, no pudieron entrar todos, luego se regresaron. Acerca del perdón del pecado ellos habían oído. Esta persona estaba bien agradecida. Estoy muy agradecido cuando obtienen el perdón del pecado. A nivel del mundo entero hay cristianismo.
Todos los días piden el perdón del pecado pero ¿de qué manera obtienen el perdón? No lo conocen bien, entonces entre los cristianos el pastor, el anciano, dice que es pecador, no sabe la manera de cómo obtener el perdón del pecado. Por más que congregan a la iglesia, dicen que son pecadores. El pecador, cuando muere, va al infierno; nos duele el corazón.
Por lo cual, yo voy contando a mucha gente sobre el perdón del pecado. Hasta ayer yo ¿en dónde? Fui a Gwangju; en la iglesia me encontré, tuve la reunión con los hermanos de la iglesia de Gwangju. Hoy voy a Daegu; terminando el culto, almuerzo y tengo que dirigirme a Daegu.
Pero sobre el perdón del pecado, cuando voy contando y cuando ellos oyen sobre el perdón del pecado, no es que simplemente tienen que oír y ya sino que mientras que vayan oyendo: “Ah, entonces mi pecado también ha sido perdonado”; ese corazón llegan a tener y en ese corazón significa que aquella persona obtuvo el perdón del pecado.
Después de morir, por más que quiera ir al infierno no puede ir porque cuando obtiene el perdón del pecado, sin lugar a duda va al cielo, pero esa persona que no puede obtener el perdón del pecado, contrariamente, tiene que ir al infierno. De tal manera yo, en este ámbito… Ellos obtienen el perdón del pecado; muchos pastores les enseñan. “Es el mejor en la prédica del perdón del pecado”.
En esta ocasión también compramos una universidad. Muchos pastores extranjeros, para que puedan aprender ello, empezamos la universidad. La universidad de Gimcheon hemos comprado; ahora estamos preparando… Hoy en día, por más que congregan en la iglesia, dicen que son pecadores, no conocen sobre el perdón del pecado, ellos conocen mal, no conocen bien la Biblia. El Señor Jesús, la razón por la cual vino a esta tierra, es para rescatarnos del pecado.
El Señor Jesús, cuando ha muerto crucificado ¿por qué tuvo que morir? Porque el pecado que cometió pastor Ock Soo Park, en lugar del pecado en el que me llevaba al infierno, Él murió y recibió el castigo; el castigo que yo me merecía Jesús en lugar mío lo recibe. Entonces yo vuelvo a recibir el castigo ¿sí o no? No.
Yo, si voy al restaurante con mi esposa, mi hija, mi hijo, yo, entre los cuatro. Al salir, si yo pago todo, verdad, ¿mi hijo también paga? No, mi hijo no paga, mi hija también. Hoy, esto que les cuento: ¿por qué es importante en primer lugar? Mardoqueo y Ester, a pesar de que fueron llevados cautivos, ambos creen en Dios.
Mardoqueo y Ester son personas que están antes de la venida de Jesucristo, personajes del Antiguo Testamento. ¿En qué creen? En adelante será enviado el hombre Jesús de Nazareth. Él perdonará mi pecado, bien saben eso, por lo cual mediante el Antiguo Testamento saben y creen en Dios. Conforme a la promesa, hace dos mil años atrás mediante la virgen María, Dios hizo que Jesús nazca en Belén.
Jesús ¿por qué tuvo que venir? Vino para perdonar nuestro pecado, la paga del pecado, para que no podamos recibir la maldición; Él vino para recibir la maldición en lugar de nosotros. Cuando vayamos a morir: “Hemos cometido pecado. Son pecadores y debemos de ir al infierno pero en lugar de nosotros, que nos merecemos ir al infierno, Él murió crucificado”.
El Señor Jesús no tiene pecado para ser crucificado pero ¿por qué fue crucificado? Porque Él llevó nuestro pecado. Juan el Bautista, cuando en el Jordán se encuentra con Jesús, Jesús le pide el bautismo.
—¡No! Yo tengo que ser bautizado. ¿Por qué usted viene?
—No, deja.
Cuando Juan el Bautista puso la mano en Jesús, le dio el bautismo. En ese momento, todos los pecados del mundo habían pasado a Jesús. ¿Amén? Jesús, por el pecado que le hemos trasladado, Él murió crucificado en la cruz. Cuando el pecado pasó y Él murió, nuestro pecado ha sido lavado. Entonces, ahora también nosotros debemos creer de tal manera.
Cuando cometemos lo malo, cuando hacemos lo malo, cuando robamos, cuando cometemos pecado, ese pecado, dejándolo así… No nos podemos permitir ir al infierno. Jesús vino con el cuerpo del hombre; Él recibió todo el pecado del mundo, por lo cual le dice: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
Nosotros ¿por qué debemos creer en Jesús? Jesús, Él se encargó de nuestros pecados que nos llevaban al infierno y nos perdonó por completo. Sea cual fuera el pecado que vayamos a cometer, Jesús lo llevó, se encargó; ya ese pecado ha sido lavado. Como la reina de Asuero, sin desobedecer, así Jesús murió por mis pecados. “Ah, mi pecado fue perdonado”; deben creer de tal manera. Eso es algo seguro.
Todas las personas que vienen a la iglesia yo les digo esto: “Todos, si creen en esta palabra, nuestro pecado de antemano fue perdonado en la cruz y llegamos a ir al cielo”. Pero hoy en día, qué pena: en muchas iglesias de Corea dicen que son pecadores. Cometemos pecado, ciertamente somos pecadores pero Jesús, cuando fue crucificado, recibió el castigo por todos mis pecados; nuestros pecados fueron lavados.
De la misma manera, hemos cometido pecado. El que haya lavado, no se haya lavado, es distinto. El que fue lavado, va al cielo; el que no fue lavado tiene pecado y no puede ir al cielo, por lo cual nosotros…
Realmente no depende cuánto pecado uno tenga sino que cuando uno entiende que Jesús murió por nuestros pecados en la cruz, nuestro pecado ha sido perdonado porque Jesús fue castigado por nuestro pecado; si uno cree de tal manera, el corazón de ustedes y Jesús se hace uno. Todo lo que ustedes hagan, Jesús le otorga la gracia, Jesús le otorga la bendición.
A todos los que vienen a nuestra iglesia a menudo les digo cómo Jesús fue crucificado y lavó nuestros pecados: “Jesús murió por nuestros pecados”. Cuando aceptamos aquello, ustedes son uno con Jesús y viven eternamente en el cielo con Él; aquella gracia y bendición hemos hallado. Amados, Amán… Ahora vemos cómo se manifiesta la obra que hizo Mardoqueo: nos guía hacia la obra de Jesús. Dios…
Verdaderamente Mardoqueo y Ester hallaron la gracia de Dios. Todos fueron destruidos. Hoy también es igual. Jesús, que vino hace dos mil años y fue crucificado, en lugar de nosotros fue crucificado y recibió el castigo por el pecado que yo tenía. Ahora somos lavados, somos limpios; ustedes deben creer en ello.
Cuando dicen que son pecadores, significa que están diciendo que Jesús no pudo lavar nuestro pecado, entonces no pueden menos que ir al infierno, recibiendo la maldición. Hoy en día la gente no sabe y dice: “Señor, soy pecador”.
Es cierto que hemos cometido pecado pero Él, para recibir el castigo de todos los pecados que hemos cometido, cargó nuestro pecado y cuando murió en la cruz, todo el castigo por el pecado que nos merecíamos Él lo recibe. Con el corazón de agradecer ante el Señor Jesús que perdonó nuestro pecado, si viven, el Señor les dará la bendición, la gracia en la vida que viven.
Cuando se vayan de este mundo, irán al reino glorioso y obtendrán la bendición. Si ustedes dicen que son pecadores, sin saber que obtuvieron el perdón: “Ah, tú no sabes que yo te perdoné. Tienes que ir al infierno”. Son destruidos.
Todos los hermanos de la iglesia, a pesar de que cometen pecado… Es cierto que debemos de ir al infierno pero Jesús en lugar de nuestros pecados fue crucificado; podemos ir al cielo gracias a ello. No es que nosotros hayamos hecho bien sino que es una gracia de Jesús. Si uno tiene esta fe, todo lo que ustedes hacen… Dios les dará la gracia, la bendición; así confiamos, con toda convicción. Muchas gracias.