La vida de fe de Pablo | Hechos 9:1-25

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PRÉDICA DOMINICAL DEL PASTOR OCK SOO PARK

28 de Mayo de 2023

“La vida de fe de Pablo "

Prédica dominical del pastor Ock Soo Park

"La vida de fe de Pablo ”

¿Cómo están? Es un momento bendito, ¿verdad? Dios nos ha permitido esta campaña a nosotros. Yo pensaba: «¿será que podré sobrellevar esta campaña?» Tenía mucha duda pero la campaña estuvo mejor que otros momentos. Mucha gente ha cambiado y ha sido realmente gran felicidad. Esta campaña ha sido una campaña en que Seúl ha recibido la bendición. Tuvimos la entrevista con un periodista en el Press Center. Mucha gente del exterior ha venido a testificar. Realmente vinieron presidentes de muchas denominaciones y ellos se asombraron oyendo cómo estos presidentes decían que habían cambiado. Yo también después de la campaña no sé, parece que estoy menos ansioso y me siento más enfermo. Bueno, vamos a leer la palabra: Hechos, capítulo 9. Vamos a leer el 19.

19 Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.

20 En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que este era el Hijo de Dios.

21 Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?

22 Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.

23 Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle;

24 pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle.

25 Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta.

Hasta aquí vamos a leer. Ante el Señor realmente muchos han cambiado en la campaña: han obtenido el perdón del pecado. Realmente hemos estado felices. El que cambie el corazón de una persona no es por una buena historia o por palabras. Cuando Dios trabaja dentro de nosotros, en nuestro corazón, vemos cómo el Espíritu Santo lo va guiando. Algo maravilloso es que no solamente los que oyen la palabra sino yo también que iba predicando sentía cómo fuertemente Dios me iba guiando. Este evento no es un evento que hemos preparado de manera humana nosotros sino para la ciudadanía de Seúl, para mucha gente del exterior. Dios ha preparado este evento, podemos decirlo así. Verdaderamente cuando empezó la campaña yo dije: “¿Cómo voy a soportar durante unos días esto?” pero en el momento que estaba en el púlpito y me senté, todo desaparecía y yo podía sentir cómo Dios iba guiando mi corazón. En mucha gente, en su corazón, el Espíritu Santo iba trabajando, Dios iba guiando el corazón de ellos y veía cómo sobreabundaba el gozo y el agradecimiento. Nosotros, mientras que vivimos la vida, tenemos día y noche. Hay dificultad y deja de haberla, eso es una regla. El día que Dios nos permite es distinto. Aunque sea de noche, la noche donde Dios estaba presente realmente era distinta. Por más que sea la misma tribulación, cuando pasamos la tribulación con Dios, Dios se pone en lugar de nosotros y la tribulación no parece tribulación. No es por otra cosa, no somos inteligentes, no somos sobresalientes, no somos ni buenos pero dentro de lo que hacemos Dios se goza y el Espíritu Santo va trabajando y en nuestro corazón realmente no podemos olvidarnos de ello. Con mucha gente no pude tener comunión personal; después de ello, sin embargo, dentro de lo que yo hacía claramente Dios me iba sujetando, me iba guiando y nadie podía negar aquella realidad.

Nosotros hemos leído el libro de Hechos. Esto viene a ser casi el tema principal: aquí habla acerca del cambio del apóstol Pablo, que se llamaba Saulo. Saulo era una persona que iba persiguiendo a la gente que creía en Jesús. Realmente era una persona temible, a quien temían. A todos los israelitas él los llevó y también había hecho que los israelitas se dispersen, luego había dicho que en Damasco viven reunidos muchos cristianos. Saulo fue junto al sacerdote y había pedido la carta al sacerdote para poder atrapar a todos. Él va marchando para traer a todos los cristianos. Los cristianos son sensibles y sabían esta noticia. “Si Saulo llega a Damasco, ¿quién será atrapado? ¿Cómo debemos de escondernos? ¿Cómo debemos cuidar a la familia?” No hay nada de aquella palabra en la Biblia. De nuevo estaba ya cerca de Damasco pero era ahora la tarde y de repente

comenzó a ver una luz fuerte. Esa luz era tan fuerte que Saulo se desmayó. No veía nada, era oscuro, no veía absolutamente nada pero oía una voz. Saulo, Saulo, ¿tú por qué me persigues a mí? Saulo estaba muy sorprendido. “¿A quién estoy persiguiendo?” A esas personas que creen en Jesús realmente yo lo único que hice fue castigar a ellas, no perseguía a nadie”.

Saulo se asustó en gran manera. Claramente dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?... Coces contra el aguijón”, dice. Entonces había oído la voz de Dios, se agacha y piensa: “¿Qué es este sonido? ¿A quién he perseguido yo? No perseguía a nadie yo. Los cristianos mienten que Jesús resucitó habiendo muerto; solamente quiero reparar eso”. Saulo no podía entender. Saulo dice:

—¿Quién es usted, Señor?

En ese momento oyó una palabra maravillosa:

—Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.

—¿Qué? ¿Que usted es Jesús? ¿Que Jesús resucitó, a eso se refiere? ¿Estoy cuerdo? ¿Estoy sobrio? ¿No? –Claramente:

—Yo soy Jesús a quien tú persigues.

—En el monte Calvario murió Jesús. ¿Realmente usted es Jesús?

Saulo se asombró en gran manera. Luego se oye otra palabra. —Levántate, ve a la ciudad. Aquí –dice– habrá alguien que te diga qué es lo que debes de hacer.

Él no veía, estaba oscuro. Alguien lo lleva ahora a Damasco. Yendo a Damasco estaba una casa. Vino una persona en busca de él. De antemano Saulo ya se hizo un cristiano que creía en Jesús. Era el que más perseguía al cristiano. “Hermano Saulo, ese Jesús con quien te encontraste a la oscuridad me envió. Él te va a guiar en adelante”. Luego Saulo abrió los ojos, comió y obtuvo la salud. La Biblia dice que ahora estaba con los discípulos. Días enseguida predicaba a Cristo en la sinagoga diciendo que este era el Hijo de Dios y todos los que le oían estaban atónitos y decían: “¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?” En ese entonces el Señor Jesús fue crucificado, resucitó y los cristianos iban atestiguando la resurrección del Señor Jesús pero había surgido mucha persecución, ni que hablar de tanta que había. Cuando había persecución, no es que estaba en medio del

silencio Cristo, sino que en la persecución más fuerte vemos cómo luego Saulo cambia. Ustedes que están sentados aquí anteriormente perseguían, no les gustaba Jesús; seguramente hay muchos entre ustedes que eran así. Aquellas personas todavía, a pesar de que hay mucho, hay gente que dice:

–Ni muerto voy a creer en Jesús.

–No creas, nadie te dice que creas.

Por más que yo no le diga así, aunque yo no le digo que crean, vemos de acuerdo al tiempo cómo Dios los va cambiando a todos ellos. Dios hace dos mil años y ahora también, de la misma manera, estando vivo trabaja y se manifiesta. Nosotros el último día del campamento hemos hecho la conferencia de prensa que en el Press Center empezó. Los organizadores dijeron: “Pastor, no venga desde el inicio sino venga para llegar a las tres”. Ya que estaba un poco enfermo, sentía que ellos me decían así para que yo descanse. Entonces llegué hasta las tres. Los líderes cristianos que habían llegado del exterior yo veía que cuando estaban sentados, ellos iban hablando; era maravilloso lo que ellos iban diciendo. Todos los periodistas se asustaban en gran manera cuando supieron que yo llegué. Me senté en el frente. Los periodistas iban preguntando. Ahora parecía que todo era un guión preparado porque justamente preguntaban lo que yo tenía que responder. Solamente prediqué el evangelio ante la pregunta de los periodistas. Terminando la campaña del estadio Jamsil solamente predicamos el evangelio. Mucha gente veía cómo iba cambiando. Señores, Satanás sujeta este mundo, él es el que sujeta a toda la potestad del aire. “Ey, Ock Soo Park, tú viniendo a nuestro país, ah, ¿por qué estás hablando tanto? Deja que nosotros durmamos. ¿Alguien te dice que no duermas? Duerme. Vamos a seguir predicando el evangelio”. Verdaderamente nosotros somos un don nadie pero hoy en día en Seúl estamos siendo reconocidos como la iglesia realmente más reconocida de Seúl. El libro Despojándose del pecado hemos publicado. El libro, por ejemplo, si son cien, doscientos cuando publicamos, el costo unitario es caro pero cuando hacemos más de diez mil el precio se hace más barato. Bajamos el costo del libro en esta ocasión. El libro de 16 000, en esta ocasión lo hicimos como cuatro dólares; cuatro dólares, sí. El de 16 dólares lo hicimos a

cuatro dólares, es un cuarto y se vendía de maravilla. En esta ocasión, nosotros haciendo el evento, el libro en coreano lo hicimos también en inglés y en español. En esta ocasión le llamé a mi hijo que estaba en Estados Unidos.

—El libro Saliendo del pecado vamos a publicar hoy. –Mi hijo me dijo: Ah, padre, lo hemos traducido en inglés.

—Qué bueno, te voy a enviar a Estados Unidos. A ver, quisiera repartir más, distribuir más en Estados Unidos. Si me avisas cuántos libros tengo que enviar, tal cantidad vamos a imprimir y yo voy a llevar –bueno, no le dije que yo llevaría pero le dije que yo le enviaría por barco. Ya que el precio del avión es muy caro no podemos enviar por avión. Vamos a enviar por barco, puede que sea un poco más barato en comparación a que yo lleve–.

Tú solamente anótame la cantidad, el número, entonces vamos a enviar hacia Los Ángeles.

Ah, buena idea –me dijo. Calculando él me iba a decir.

Esto que nosotros vamos haciendo: el comer, el dormir o el caminar, el subirnos al carro, sea lo que fuera, todo lo hacemos por el evangelio del Señor. Hay gente que se pone en contra pero Dios sin relación a ello continuamente nos va guiando a él, nos va erigiendo. Ahora en Seúl no hay nadie que no conozca al pastor Ock Soo Park. Seguramente, bueno, habrá diez por ahí que no me conozcan. No será para todos, puede que haya más gente que no me conozca porque vienen a ser 10 millones la cantidad de habitantes de Seúl. Viviendo en Seúl, Dios trabaja en medio de nosotros. En esta ocasión tantos hermanos y hermanas ha permitido que se salven y hemos visto cómo el corazón de ellos era cambiado hacia la fe. Señores, ¿esto sería posible mediante la palabra del pastor Ock Soo Park? Porque se conmovieron por el sermón de Ock Soo Park ¿será eso posible? Porque el pastor Ock Soo Park es famoso ¿por eso ocurre ello? No, no es eso sino que nosotros somos personas que trabajan junto con Dios. Esto es el obtener el perdón mediante la sangre del Señor Jesús; esto es el evangelio. Oyendo esta palabra la gente que cambia se goza, está feliz; llegamos a ver eso. La gente ahora viendo sabe acerca de lo que es ser pastor. “Ah, pastor, todos los días viene para predicar. ¿Cómo es que viene? Ay, será difícil para él venir todos los días así”. Al dormir Dios me introduce toda la palabra mientras que duermo y al despertarme ya la mente está llena de la palabra. Dios va guiando toda nuestra vida entera;

no se imaginan lo agradecido que me siento. Hermanos salvos van cambiando y es tan maravilloso, no podemos expresar por las palabras lo que nosotros estamos haciendo.

Jesús cuando muere crucificado, lo mismo que hace en ese entonces va ocurriendo hoy en día. Hay gente que nos persigue, gente que se pone en contra, que habla mal de nosotros y si no hubiese ello no sería evangelio. Verdaderamente por el evangelio Satanás es el más influenciado. “Ah, ese evangelio va llevando a todos mis siervos, solamente me quedaré yo solito. Tengo que interrumpir el evangelio, aquella persona tengo que hacer para que no reciba la salvación. Sí, tengo que llevarla a algo más divertido, tengo que darle algo más interesante para que no oiga aquella palabra”; investiga barbaridades de cosas. Yo soy pastor pero estoy feliz: el Señor está haciendo todo al lado de mí. Satanás es presionado y es presionado. Cuando Dios permite que se pueda trabajar, de manera maravillosa circula todo y cuando vemos cómo uno a uno reciben la salvación, estamos muy agradecidos.

Hace tiempo atrás a Seúl vinimos y queríamos construir el salón de culto. Consiguiendo ese terreno de allá, hemos hecho ahora una tienda y tuvimos culto allá. El dueño de este terreno quería llevar un negocio porque quería tener un depósito acá entonces cavó hasta el piso tres, hacia el subsuelo. Para impedir que se derrumbe la tierra, él ahora mediante un sistema impidió que se derrumbe la tierra pero para ello hacia el otro lado él tenía que clavar los pilares. Entonces el dueño del terreno de al lado dijo: “Ahora no vas a permitir que ese pilar entre por mi tierra”. No pudieron hacer ese sistema. Entonces ellos querían hacer mediante láminas aquello. Gastó mucho dinero y entró en bancarrota este señor. Se hizo un terreno que no se podía usar para nada. Queríamos usar este terreno. El dueño realmente tenía mucha deuda y había muchos acreedores en este terreno. Nosotros teníamos que tener una iglesia en la región de Gangnam pero los terrenos eran carísimos; esto no se podía ni imaginar. Yendo por la carretera, por dos kilómetros había un horizonte por el monte Cheonggye. Parecía barato. ¿Qué tal si compramos allí? «Mediante el carro podemos entrar, había un camino», pensamos eso. Los hermanos querían comprar este terreno, entonces los acreedores que estaban con el dueño de este terreno le llamamos al representante. “Queremos comprar este terreno pero hay 42 acreedores en este terreno. Comprando este terreno, cuando yo le dé el dinero al dueño, lo vamos a dar ante la vista de ustedes, entonces todos ustedes, los 42, ahora pueden hacer un certificado de que están de acuerdo de que compremos este terreno. El día que le demos el dinero al dueño les vamos

a avisar. ¿Ustedes no podrían ahora cobrar ese dinero?” De 42 personas realmente no es fácil recibir el certificado de que ellos aprueben que compremos este terreno pero rápidamente ellos hicieron todo el certificado. A un costo muy barato conseguimos este terreno. Algo más importante: sería muy difícil conseguir el permiso de construcción de este terreno nosotros pero realmente de manera muy fácil conseguimos el permiso. El que compró, ya él había obtenido todo el permiso de construcción de este terreno. Porque no pudo continuar su trabajo, nos vendió. Teníamos el permiso de construcción y con ese permiso de construcción hemos construido el edificio. El permiso de construcción le habían permitido como un depósito pero habíamos hecho un salón de culto aquí.

En la ley de construcción ¿qué hay? Hay un cambio que se debe hacer porque nunca sale como lo que uno diseña. Queríamos cambiar y chocamos un poquito con el ayuntamiento. Discutiendo con el ayuntamiento, ya que a este terreno ya le han dado permiso de antemano y por más que nosotros vayamos a construir aquí no habrá ningún problema, la ley dice que no tenemos que construir más de cuatro pisos, entonces tuvimos que derrumbar el piso de arriba y tuvimos este salón de culto. Era tan feliz porque Dios nos permitió este terreno. Sobre la carretera, polvo de neumático hay bastante, eso va volando y realmente nos perjudica bastante a nosotros. Ahora esta es la carretera de la autopista hacia el oriente y ya que siempre hay un viento del occidente, hacia el otro lado, nosotros en la casa del otro lado vemos cómo está el polvo de neumático en su casa. Nosotros tenemos el viento del monte fresco, ese viento por el que estamos agradecidos. Verdaderamente, ah, no se imaginan lo fresco que es el aire del monte, es el aire que sopla en el bosque. Dios a nosotros en todo nos ayuda, nos guarda y estamos muy agradecidos por ello. Dios por nosotros verdaderamente de manera detallada nos guía, nos ayuda a nosotros. Yo también estoy tan, tan, tan agradecido. ¿Por qué? Parecía que me hacía el enfermo estando acostado yo pero cuando yo estaba en el púlpito jamás pude sentir que estuviese enfermo. Simplemente era como que yo me hacía ver que estaba adolorido.

—Sí, bueno, me hice un poquito. ¿Qué tanto?

—¿Por qué usted se hizo el enfermito?

—Porque quería divertirme –así le dije.

Cuando terminó la campaña me dolía más pero por la gracia de Dios estoy pasando así; me siento muy agradecido. Hoy desde esta noche cambia el expositor; comencé a aplaudir y le di la bienvenida. Puede que otra cosa no sepamos pero dentro de nuestra vida Dios está con nosotros; nadie puede negar eso. ¿Qué tanto si uno está un poco débil? ¿Qué tanto que uno no tenga dinero? Verdaderamente ¿qué tanto si no tengo un buen carro? Verdaderamente ¿qué tanto si no vivo bien? Si Dios está conmigo, no hay ningún problema, nada es problema. El doctor me dijo: “No se suba en los aviones de ahora en adelante”. Después de que me operó me dijo que no me puedo subir al avión. Ayer mucha gente iba programando diciéndome que yo vaya. Durante los seis meses me determiné que no podría ir al exterior. Tengo que hacer como el doctor me manda. Después de seis meses yo creo que podré subirme al avión. En otoño, en invierno, creo que iré al exterior para realizar la campaña. En la vida que vivimos Dios está vivo trabajando y estamos muy agradecidos.

—El apóstol Pablo va a ir a Damasco.

—Sí, tenemos que escapar.

—No sabemos cuándo nos van a atrapar. Es doloroso.

—¿Qué hacemos cuando venga a Damasco? Tenemos que escapar de todo.

—Ah, no puedo ni ir al trabajo. ¿Qué hago?

Pensaban que todo era complicado. Dios ya sabía todo eso. “Saulo, a ver, yo no te lo voy a impedir. Si quieres ir a Damasco, sube, sube” pero mientras que subía de repente iba una luz fuerte que le había impedido ver todo lo que estaba enfrente. Había oído una voz.

—Saulo, Saulo, ¿tú por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

Saulo se sorprendió.

—¿A quién estoy persiguiendo yo? Yo no perseguía a nadie, solamente han mentido los cristianos de que Cristo resucitó y les estoy corrigiendo eso, nada más.

Saulo ¿qué dice? Que no podía entender.

—Señor, ¿usted quién es? ¿Quién es usted y por qué me dice que yo lo persigo? ¿Quién es usted?

—Yo soy Jesús de Nazaret a quien tú persigues.

—¿Qué? Jesús entonces ha resucitado, es correcto eso. ¿Por qué no averigüé? ¿Por qué hice esto que era tan ignorante?

Saulo cambió por completo.

—Levántate, entra en la ciudad.

Se levantó pero estaba ciego, no podía ver. La gente lo guió y fue a Damasco. Estaba en la casa de una persona. Dios envía una persona.

—Tú ve a la casa de fulano y encuéntrate con Saulo.

—¿Que me encuentre con Saulo? Señor, si hice algo malo, ¿por qué no me envía a la cárcel? Si me encuentro con Saulo, yo iré a la cárcel.

—No, no es así. Él está orando.

Fue a Damasco, se encontró con Saulo.

—Hermano Saulo, si Jesús te va a abrir los ojos, va a ser para que te cures.

Abrió los ojos. Desde ese momento Saulo ¿qué dice? En el 19 dice: “y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco”. Al comienzo tenía comunión. Escuchó cómo Jesús resucitó; tenían comunión y después de eso terminó, él comió el alimento y también recobró fuerzas. Estando con los discípulos en Damasco durante algunos días, en el 20 ¿qué dice? “En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios”. Los judíos, sea cual fuera la ciudad o el país al que vayan, tienen la sinagoga. Se reúnen allí, tienen culto, oran en la sinagoga. Esto no es templo, es sinagoga. Ahora Saulo, teniendo comunión en la sinagoga, orando, compartiendo la palabra: “No he conocido a Jesús. Los he malinterpretado, yo los perseguí. Ahora tengo que anunciar a Jesucristo”.

Señores, nosotros claramente podemos decir una cosa. En Seúl hay una persona llamada pastor Ock Soo Park. Lo que yo sé, aparentemente parece que es algo que hace el

pastor Ock Soo Park. Yo, viniendo aquí, he experimentado grandes y pequeñas cosas en gran manera. En ese momento Dios, estando vivo, trabaja; estamos tan agradecidos, no se imaginan cuánto. Realmente Dios está trabajando de manera maravillosa. Terminé la campaña en Busan y a las 10 de la noche estaba subiendo por Seúl. Era como si partía en la madrugada, llegaría en la madrugada a Seúl.

—Vamos a dormir. –Dijimos:

—Ah, podemos dormir en Daegu. ¿Podemos dormir allá? Ahora consigue un motel, vamos a pagar.

Era un motel en su habitación. Quería dormir en Daegu e irme luego. Mientras que hablamos, pasamos por Daegu.

—Ah, hice mal. Tengo que dormir. ¿Cuál es la siguiente iglesia?

—Es la iglesia de Gumi.

Fuimos a llamar a Gumi. Estaba el pastor Park Yi Jin. “Ah, ¿puede darme alojamiento?” Había un motel dentro de la iglesia de Gumi, no era un motel de verdad. A las 4:30 me levanté y en silencio, sin que nadie se dé cuenta, queríamos salir. Queríamos abrir y alguien estaba allí: el pastor Park Yi Jin. Realmente parece que estaba toda la madrugada allí porque supo que yo saldría; me atraparon. “Ah, pastor, le pedimos por favor: predique en la madrugada, por favor” o si no me diría “pague lo que durmió”. Sin poder más tuve que predicar en la madrugada. Estábamos ahora nosotros teniendo la hora piadosa pero una joven estaba en silla de ruedas bajo el reloj. «Ah, ¿por qué esta muchacha está realmente en silla de ruedas? Comúnmente aquellas muchachas no suelen venir a la hora piadosa». Yo fui después del culto e hice una broma: “Otros están así en otro lugar pero ¿por qué estás en silla de ruedas? ¿Te gusta estar allí?” Ella dijo que se llama Soo Hyun Choi, que tiene 19, que no tenía sensibilidad en la pierna.

—No tengo sensibilidad.

—No importa, seguro que vas a estar bien.

Poco a poco moría la sensibilidad. Esto vino hasta el ombligo. No podía ni orinar ni defecar. Debía de sacar la orina con la máquina y la materia fecal, la mamá le hacía un masaje y después le sacaba así. Me causaba pena mirando a la muchacha. “Soo Hyun –dije–, dentro de nosotros está Jesús. Jesús puede curar esta enfermedad. Apóyate en Dios, Dios seguramente trabaja por ti”. Entonces yo le puse la mano en la cabeza y oré.

Dios nos da la gracia. Después de un tiempo estaba acostada en la cama y el doctor dijo que ahora moriría así. Yo vine a Seúl luego y pasó tres veces. Vino una carta hacia mí. La muchacha, ah, iba a poder escribir con una letra más grande pero parecía una semilla de sésamo su letra, ¿verdad? “Pastor Ock Soo Park, ¿cómo está? Yo soy Soo Hyun Choi, ¿se acuerda? Agradecida quería escribir la carta. Después de la campaña en Ulsan ahora usted vino a Gumi y no puedo olvidar su palabra. En el hospital me dijeron que no volvería a caminar pero usted me dio la fe y yo ahora puedo escribir”, me dijo. Después de que oré, tres meses después vino esta carta. Yo me había olvidado de todo; era increíble porque podía caminar. “Realmente ahora puedo caminar pero no tan bien. Cuando ya pueda caminar mejor, iré a Seúl”. Después de un mes Soo Hyun, su mamá y su papá trajeron un regalo y vinieron a mi oficina. Era a sus 19 años. Yo sujeté la mano de Soo Hyun y caminé con ella por toda la oficina.

Dios en medio de nosotros está vivo, trabajando. Entonces en verano se curó por completo. El campeonato mundial de IYF, realizando, 800 estudiantes hicieron un maratón. Ella obtuvo el puesto 300. Allá ella está a la delantera. Miren, parece que los estudiantes que están atrás están caminando. Dios trabaja en medio de nosotros, estando vivo. Cuando veo a Soo Hyun, yo me siento muy agradecido ante Dios. Si Dios no hubiese tocado a aquella muchacha… Creo que ya pasaron más de 10 años, ¿verdad?, porque tenía 19. Ahora tiene mucha salud.

En medio de nosotros Dios está vivo y ese Dios no solamente está de parte de pastor Ock Soo Park sino que él está de parte de todas las personas que creen en él. Algo más importante: Dios desea trabajar dentro de ustedes. Sea cual fuera el problema, la dificultad, cuando lo tienes estás enojado. “¿Por qué ha ocurrido esto? ¡Esto es tu culpa! ¡¿Por qué?!” No, no se peleen. “Dios, usted, ah, hay una cuestión para que usted trabaje, Señor, es un ángulo completamente distinto”. “Por tu culpa, sí”. No estén así peleando. Esto es una

cuestión donde Dios debe y va a trabajar. Soo Hyun, cuando vemos cómo ella camina, creo que hace casi 20 años por ahí… ¿Cuántos años tiene Soo Hyun? ¿Quién conoce eso? ¿Quién sabe? No sé bien. Ayer le dije que venga; vino anoche. Sus padres también vinieron.

Dentro de un ser como yo, Dios está. Yo soy tan malo, tan torpe, soy un ser que ha cometido pecado. Dios, si está conmigo lavando todo mi pecado, ahora debería estar limpio. Si Dios está conmigo, significa que soy limpio, significa que yo soy santo. Uno a uno, cuando yo me pongo a pensar, no puedo menos que conmoverme. Estaba muy agradecido. El doctor decía que tengo que estar en estabilidad. No es que yo traté de hacerlo así. En Daegu, en medio de la campaña no estaba bien y vine a Seúl. Al pastor Min Chul Lim le dije que lo haga en lugar de mí. Después de que dormí un día, mejoré y quería ir a Daegu para realizar la campaña. Le llamé al doctor Hwang. “No vaya a Daegu”, me dijo. Anteriormente: “¿Por qué dice eso? Tengo que ir para realizar la campaña”. Yo diría eso pero yo ya estoy bastante anciano. Si vivo, no tengo que vivir conforme a mi capricho. Me encargué en las manos del doctor Hwang. El anciano Hwang y el anciano Lee me llevaron a un hospital en el extremo de Seúl. ¿Dónde es eso? Está en el extremo de Seúl. Fui allí, me operaron. Era el jueves por el día que me operaron. Viernes, sábado pasando, tuvimos campaña desde el domingo. “¿Cómo esto será posible?”, dije pero estaba agradecido. Parecía que podía moverme. El doctor me hablaba de cosas: que debía cuidarme, que de ninguna manera uno debía hacer esto y aquello. Pude soportar toda la campaña. Durante la campaña, por la tarde yo tenía que tomar medicamento y aquello y así. Cuando me bajé, el coro se iba. Cuando el coro se va es mi turno. Cuando yo iba a predicar en el púlpito, esto lo hacía Dios, podía sentir; no podía negar que Dios estando vivo trabajaba en nosotros.

Desde esta noche ya cambia el expositor. Me levanté; me sentía un poquito con carga. Mientras era expositor estaba bien pero ¿tengo que ser expositor toda mi vida? Entonces no me dolerá. Me levanté. Realmente Dios estando vivo trabaja en medio de nosotros. No solamente en mí, él estando vivo trabaja en todos nosotros. Si nosotros nos fijamos de manera detallada, hay problemas, dificultad; vemos cómo Dios nos ayuda en esos momentos a nosotros. Hasta ahora no ha dejado de haber dificultades pero Dios nunca, cero punto un segundos, ha partido de mí. Mi esposa a veces, bueno, no está conmigo, horas está separada de mí. Mi amigo amado, cuando se separa, tenemos una distancia

entre nosotros pero Dios ni un segundo se aparta, está conmigo. Las veces que hay dificultad, con la gracia él cambia a la bendición eso; es maravilloso.

—Saúl va a venir a Damasco –dice.

—¿Cómo supiste eso?

—Sí, eso es secreto. Sin lugar a duda él va a venir. ¿Qué hacemos?

—Tenemos que escondernos, tenemos que escapar.

—Ah, tengo que trabajar.

Estando angustiados, Dios les da el camino para escapar. Los hermanos de Damasco tenían mucho miedo. Si Saulo viene, alguien será atrapado. ¿Qué pasa si fulano es atrapado? Ellos estaban angustiados, preocupados, pero un día vino la reunión de los hermanos. Los hermanos estaban reunidos bajo la tierra y un hermano trajo a Saulo.

—Señores, hoy vino Saulo.

Todos se asustaron.

—¿Qué hacemos?

No sabían qué hacer.

—Tenemos que escapar. ¿Qué hacer? ¿Qué, qué, qué?

—Discúlpenme, señores –decía Saulo.

—Ah, no pareces Saulo.

—Es cierto. ¿Él es Saulo?

Él se encuentra con Jesús y luego ¿qué dice? 19 “Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. 20 En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que este era el Hijo

de Dios. 21 Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?”

—¿No ha venido aquí para llevarnos también presos?

—Sí, a ver, lleva, lleva, lleva.

Dios está vivo en medio de nosotros. Saulo fue el que fue atrapado por Dios. Jesús ayer, hoy, hasta por la eternidad, sigue siendo igual. Dios nos ayuda. Si Dios no nos ayuda, ¿cómo podríamos aguantar todo esto nosotros? Pastor Ock Soo Park, es porque usted es expositor de la campaña. ¿Cómo Dios va a estar con nosotros? Dios está con nosotros ¿excepto con el hermano Kim, la hermana Lee, el hermano Park? No, ¿dónde está escrito eso? Dios siempre, hasta los confines de la tierra, dice que estará con nosotros. Jesús no miente y Jesús está junto con nosotros. Nosotros mientras que vivimos tenemos aquellas dificultades, tenemos muchos problemas pero no hay razón para que nosotros tengamos miedo.

En esta campaña realmente ¿será que yo podré aguantar? El doctor me dijo que tenía que tener mucho cuidado. Esta hora viene a ser la última hora. Desde mañana yo ya no soy expositor, desde esta noche no hace falta que predique; ahora ya puedo descansar. Dios está conmigo y hallo la gracia en esto. Del exterior ha venido mucha gente. Nos encontramos en la primera y segunda etapa para tener comunión. Todas eran personas muy prestigiosas. ¿Por qué vinieron ellos aquí? No les dimos ni pasaje. Sentía que Dios envió a ellos, eso era algo indudable. Ellos irán a predicar el evangelio, trabajarán en sus países y me maravillo pensando en eso. Realmente me sentía muy agradecido. Una vez fui a una campaña y quedaba una noche. Fui a esa iglesia de la que él era realmente muy amigo del pastor de la iglesia Full Gospel de Cho Yonggi. Había miembros de realmente 5 000, 6 000. El coro Gracias cantó en ese lugar y yo prediqué el mensaje. Los miembros de esa iglesia se asombraron en gran manera. Había un gran canal en esa iglesia. Desde ese día, ese canal transmite mi sermón todos los días. Dios permitió que yo vaya a predicar allá, ha hecho que toda la ciudadanía pueda oír mi sermón. ¿Cómo esto vamos a decir que lo hizo pastor Ock Soo Park? Dios es quien lo hizo.

Solamente quisiera decir una cosa a ustedes en esta mañana. Saulo perseguía a los cristianos, era el colmo pero Dios estaba con ellos y convierte a Saulo en hombre de Dios. Ahora por cada uno de ellos tiene un día decidido y hace que usted obtenga el perdón del pecado. Dios, estando vivo, está cumpliendo la obra con poder pero si está apartado Jesús del corazón de ustedes, estará triste. Está junto con ustedes, no hay nada que no pueda hacer realmente él. El Señor Jesús está con nosotros, sea lo que fuera con lo que nos encontremos. “Jesús, ¿esto es mi obra? ¿Esto es algo que me incumbe o a usted? Usted no tiene que trabajar, usted es el Señor. ¿Quién va a trabajar sino usted?”

Señores, con la fe de creer en el Señor, cuando tenemos una dificultad, un problema, una persecución, en adelante… Los miembros de Damasco tenían miedo por si venga Saulo, imagínense. Fueron dispersados a otras ciudades y ellos iban preparando esto y aquello pero aquella preparación era algo innecesario. Antes de que venga Saulo, Dios cambió a Saulo. Mientras que Saulo iba de Jerusalén a Damasco, Saulo cambió por completo, no hay necesidad de que sea un tiempo tan largo porque nos puede cambiar, nos puede transformar de una noche para el día.

Ese Dios que está vivo, estando junto con nosotros, anunciando este evangelio nos acompaña y es maravilloso. Yo era un don nadie. Obteniendo el perdón del pecado, estaba feliz y empecé a predicar este evangelio. Prediqué el evangelio en miles de lugares. Les dije. Fui a Brasil. Me invitaron de una iglesia católica, la más grande, y prediqué la palabra allí. Estaba muy agradecido y con el sacerdote que estaba en el lugar más alto hablé y me envió luego un video a mí. Ya que no conocía el coreano, parece que mediante un coreano hizo el video. “Pastor, le agradezco porque ha venido. Cuando fuese, venga para anunciar la palabra”. En la iglesia católica me dijeron; realmente estaba muy agradecido ante Dios. En adelante, antes de ir allí, quisiera decirle: “junta a todos tus amigos. Durante dos días te voy a predicar el evangelio”. Dios delante de nosotros va abriendo la puerta, va abriendo los caminos. Realizamos la campaña en Atlanta en esta ocasión. Una persona que vino de otro país estaba cerca de mí.

—Pastor, si usted me permite, voy a llamar a nuestro presidente y si yo le pido, creo que el presidente se va a encontrar con usted, pastor. Pastor, ¿usted me permite que yo le llame al señor presidente?

—Sí, ¿para qué? No necesita de mi permiso para que le llame –le dije a él.

Salió afuera, él llamó y colgó.

—Está bien, pastor, venga –dijo él.

Yo fui invitado a ese país. El primer día por la noche yo llegué y había muchos cristianos alrededor que querían hablar conmigo. Ese día luego, antes de que sean las 10, las 9, empezaba la audiencia con el presidente. El presidente obtuvo el perdón del pecado; estaba muy contento. Dijo: “Jesús perdonó todo mi pecado”. Terminando de hablar conmigo me dijo el presidente:

—Pastor, disculpe. Desde la una de la tarde yo le mandé que se encuentre con la ministra de Educación. ¿Usted puede encontrarse?

—Ah, claro, claro –le dije.

Fui al Ministerio de Educación a la tarde. Juntando a todos los empleados y trayendo también al diputado, ese día predicamos el evangelio. La ministra de Educación estaba muy conmovida. Planificamos realizar el taller del intelecto en ese país. Esta persona, recibiendo la salvación, cambió en gran manera.

A menudo derramo las lágrimas en mi corazón. Realmente yo soy malo. “¿Por qué usted me ha amado a mí? ¿Por qué usted me ha puesto como su siervo a mí? ¿Por qué ha permitido esto que es tan precioso para mí?” Yo me conmovía. A veces, solo: «Voy a ir durante un año a un viaje evangelístico sin dinero, solo». Recorriendo el mundo entero, a veces quiero predicar únicamente el evangelio y luego regresar. En fin, Dios dentro de nosotros, estando vivo trabaja. Es Dios que está en ustedes. Dios está vivo en ustedes y estando vivo él trabaja. A veces Dios les da la dificultad o si no, les permite que estén enfermos. «Ah, Dios parece que está queriendo trabajar»; eso es lo que nosotros sentimos.

«El problema ¿cómo lo resuelvo? Esto es difícil. ¿Qué hago? Oh». Ahora no estén preocupados sino que piensen: «Dios está queriendo trabajar en este momento», entonces yo tengo que hablar acerca de Dios. «¿A quién le digo? A esa persona no le dije porque parecía que no iba a oír; en esta ocasión tengo que hablar». Ustedes hablen, entonces Dios, dentro de ustedes, estando vivo trabajará y podrán experimentar eso.

En la Biblia dice: el que trabaja en ustedes es Dios. Hasta ahora viviendo con ese Dios, si viven realmente sin percibir que Dios está en ustedes, estará Dios muy triste. “Dios, ¿usted está vivo?”, pregúntenle. “Dios, ¿es cierto que usted está conmigo? Dios, ¿es cierto que usted me ayuda? ¿Quién debe resolver este problema? Usted bien sabe que yo no puedo predicar. Hágalo usted, yo solamente voy a abrir la boca”. Es muy maravilloso lo que Dios nos permite. Nosotros somos hijos preciosos de Dios. “Hasta que termine el mundo yo voy a estar siempre con ustedes, hasta los confines de la tierra”. Vaya al monte, vaya al campo, vaya a la ciudad, vaya al mar, Dios junto con nosotros, él nos acompaña. “Señor, tengo este problema. Señor, usted sabe que no puedo resolver esto. Señor, usted sabe, usted va a resolver esto”. El Señor dice: “oh, obvio”. Puede que ustedes no lo lleguen a oír pero el oír aquello es la fe. Ah, seguramente Dios dijo: “obvio”; así hablen. Estando de manera cercana con Dios, a veces hay cosas con las que les llega tristeza hasta para derramar lágrimas, ¿verdad? ¿Verdad que sí? Hay cosas difíciles, ¿verdad? Sí, ustedes derraman las lágrimas pero primeramente llamen a Dios y lloren delante de Dios, háblenle a Dios. De manera maravillosa Dios los va a ayudar en todo.

En el año 1962, el 7 de octubre, yo acepté a Jesús en mi corazón. Yo tenía mucho pecado, pensé que no iba a poder aceptar a Jesús en mi corazón pero por la sangre del Señor Jesús, yo entendí que mi pecado había sido perdonado. Durante los 60 años, Dios jamás se apartó de mí. Estaba conmigo en momentos difíciles, dolorosos. Cuando era oscuro, cuando estaba feliz, cuando estaba en gozo, Dios estaba conmigo; estaba muy, muy agradecido ante Dios. Hermanos, no traten de sujetar a Dios con la mano, es imposible; lo sujetan y: “Ya no puedo ir”. No hay necesidad de hacer así porque Dios está siempre con ustedes. Ahora disfruten con Dios, gócense de Dios, díganle a Dios cosas que están en el corazón. Reciban la ayuda de Dios. Dios, estando vivo, trabajará en la vida de ustedes. Espero que haya muchos puntos así. Gracias. Vamos a orar. Dios, Padre santo, le agradecemos ante usted. Siempre está usted con nosotros, nos ayuda y nos santifica. Le agradecemos. Señor, somos hombres de Dios y sea lo que fuera lo que nos ocurra, Dios

obrará, Dios trabajará. Señor, hemos terminado en medio de la gracia esta campaña. Muchos siervos preciosos con un corazón de gozo han podido regresar. En medio de esta campaña que tenemos esta noche queremos que usted obre. Nosotros viviendo siempre con Dios, hasta en lo más pequeño queremos hallar la gracia de Dios. Nos ama, usted perdonó nuestro pecado. Le agradecemos ante Dios que es nuestro Padre. Oramos en el nombre del Señor Jesús. Amén. Muchas gracias.

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