Foodie Tour by Mister Menu - Edición 02 Año 01

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Espera con cada edición nuevas zonas y áreas de Guatemala (Ciudad e interior) En esta edición exploraremos: zona 4, zonas 13 y 14 y Cobán.

CRÉDITOS Dirección y Producción Angela Mena, Lucia Barrios - contacto@mister-menu.com Fotografía Jorge Lara - info@jlara.me - w w w.j l a r a . m e Diagramación, Diseño e Ilustración Merce Aycinena - merceayci@gmail.com Impresión Mayaprin Ventas y Coordinación Carlos Castillo - carloscastillo@mister-menu.com Ventas Ximena Ibarra - ximenaibarra@mister-menu.com Llama al 52187910 para mayor información


CÓMO USAR EL FOODIE TOUR? ( Manual es uso )

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LA INFO

Descarga el app Mister Menú para iOS + Android o visita www.mister-menu.com

En cada perfil encontrarás, la dirección (presiona el bigote en el mapa y podrás recibir indicaciones de cómo llegar por Waze y Google Maps), teléfonos, menú completo, precios, servicios y reseñas que han dejado otros usuarios.

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SOLO PARA FOODIES Colabora con nuestra comunidad de foodies/sibaritas y con tus restaurantes favoritos, dejando tus propias reseñas en su perfil de Mister Menú.

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SOLO PARA FOODIE TOUR LOVERS

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Tómale fotos a tus platos favoritos del Fodie Tour utilizando el #FoodieTourGt y @mistermenu en las redes sociales.

Q - CONSUMO PROMEDIO POR PERSONA DE Q60 O MENOS QQ- CONSUMO PROMEDIO POR PERSONA DE Q120 O MENOS QQQ - CONSUMO PROMEDIO POR PERSONA DE Q200 O MENOS QQQQ - CONSUMO PROMEDIO POR PERSONA MÍNIMO DE Q200


¿Cuánta atención pones al comer? Intimar con los olores, sabores, temperaturas, texturas y colores de la comida, te abre las puertas al disfrute de estar en el presente. Es una forma de meditación. Te sugerimos utilizar los cinco sentidos al comer, dejando que estos te guíen y conviertan una experiencia ordinaria en extra ordinaria.

Para colaborar con tu exploración, hemos preparado esta segunda edición de nuestro Foodie Tour con recomendaciones que te invitan a explorar lugares y platos nuevos. Explora con la mente abierta y dispuesta a intimar con tu comida y sus ingredientes, dejando que seduzcan tus sentidos y te devuelvan a la magia que solo encuentras al estar atento al momento.

ANGELA & LUCIA (Co - Fundadoras)


“Luna Llena” del Restaurante Ginger




EN RU TA AL RÍO SAGR AD O DE LOS MAYAS


Escuché hablar de las cuevas de Candelaria en los años 80. En aquel entonces, llegar allá era prácticamente imposible. Un viaje para atrevidos que implicaba descensos en oscuras cuevas plagadas de murciélagos, un camino lleno de rudezas y una jungla desafiante. El relato de lo que uno hallaba allí, luego de tanta peripecia, tenía el encanto que narran los libros de aventuras insólitas: rocas talladas por siglos de historia geológica, un río traslúcido que atraviesa kilómetros de montaña y la misteriosa noción de que era justo aquí la entrada a Xibalbá, el mítico inframundo de los mayas, tan preciosamente narrado por el Popol Vuh. La vida me ofreció recientemente la oportunidad para que viera con mis propios ojos ese viejo recinto del asombro. Este viaje representa un acercamiento a la extraordinaria riqueza de Guatemala: natural y de la cultura ancestral que nos acuna. Y, por supuesto, un viaje de placer que gira en torno de la gastronomía, esa feliz síntesis de naturaleza y cultura. - Carol Zardetto

Con el apoyo de:

#DisfrútaloComoQuieras


En ruta al río sagrado de los Mayas es un proyecto que nace de la colaboración entre:

Y

Nuestro objetivo es explorar las riquezas gastronómicas de nuestro país y región centroamericana, trayendo a la luz las riquezas y valores (tanto gastronómicos, como culturales) de los ingredientes locales y platillos. Nuestra misión es descubrir tesoros culinarios escondidos (y no tan escondidos) para que puedas salir, explorar y disfrutar plenamente de todo lo que nuestra tierra tiene para ofrecer, así como también recordar los platos y lugares clásicos con los que crecimos y que forman parte de nuestro imaginario gastronómico. Esperamos que disfrutes esta primera aventura en el territorio de las verapaces. Elegimos esta región debido a su valor cultural, belleza natural y riqueza gastronómica. Así que…

#DisfrútaloComoQuieras Te invitamos a salir a explorar y disfrutar con nosotros.

ALKA SELTZER Y MISTER MENÚ



Carol Zardetto Escritora guatemalteca. Su primera novela, Con Pasión Absoluta, ganó el premio centroamericano Mario Monteforte Toledo (2004). La autora escribe artículos literarios y políticos. El discurso del Loco, cuentos del Tarot, es su segunda obra publicada (2009). También realiza documentales, dentro de los cuales “La Flor del Café” fue nominado finalista en el Festival de Cine Centroamericano, “Icaro” (2010). Ha elaborado guiones para programas de televisión tales como el Sabor de mi Tierra y Entrémosle a Guate. Ha sido invitada a múltiples festivales, encuentros de escritores y ferias del libro tales como Metropolis Bleu y la Feria Internacional del libro en Guadalajara. Su peculiar biografía incluye actividades tan disímiles como la diplomacia, ser consultora en el combate a la corrupción y Viceministra de Educación. Actualmente ha finalizado la creación del libreto para la primera ópera guatemalteca, Tatuana, un tributo a la búsqueda de la libertad y del propio destino por la mujer.






Primera Parada El Rancho, El Progreso

CHICHARRONES DON CARLOS

Salimos de la ciudad en ayunas un precioso domingo por la mañana. Acto premeditado: en el Km. 82, está Chicharrones Don Carlos. Inició como un puesto en la carretera, siguiendo la costumbre de vender carnitas y chicharrones para los viajeros. Los chicharrones aquí son crujientes y sin exceso de grasa. Puestos sobre una tortilla caliente con aderezos de guacamol y rábano picado, son una exquisitez. Las carnitas son de la mejor carne de cerdo. Una comida “picona”. Los desayunos tradicionales son suculentos: huevitos revueltos con chorizo es una buena elección. Y como buen plato chapín, allí estarán los frijoles parados que aquí los preparan con chicharrón y un ligero sabor a cilantro. Platanitos, queso, crema de excelente calidad. La parada nos dejó repletos y con la satisfacción del buen comer.


Segunda Parada Chilascó, Baja Verapaz

SALTO DE CHILASCÓ

Alrededor de las once, llegamos a Chilascó. Nuestro objetivo: visitar la famosa catarata que, con sus 150 metros de caída, es el salto de agua más grande de Centroamérica. El camino a pie parece interminable. Pero, en la medida que uno se adentra en el bosque nuboso, el asombro hace olvidar el esfuerzo. La variedad de hojas lustrosas por la humedad perpetua, los musgos que describen increíbles paisajes diminutos, las impredecibles formas de los hongos, el sonido implacable de las cigarras, nos sugieren un lugar fantástico. El poder del agua provoca reverencia y observar su caída incesante es una meditación. Lejos quedaron los afanes... la cabeza se vuelve diáfana. Lo que uno quiere es sumergirse en aquel torrente que parece lluvia de estrellas.




Tercera Parada Km 196.5 Ruta a Cobán, Alta Verapaz

PARK HOTEL

Habiendo sudado las toxinas que albergaba el cuerpo, las endorfinas hacen labor de agradable relajamiento. Un baño caliente parece un gozo distante mientras seguimos por la carretera. Entonces encontramos el Park Hotel, un sitio impecable. Sus manicurados jardines y un relajante baño es el preludio de lo mejor de la velada. Encontramos aquí un secreto: ¡en el comedor hay una exquisita cava! El acogedor sitio nos invita a beber una copa del mejor vino, acompañada de un platillo de refinados quesos: cacciocavallo ahumado, pecorino con pimienta negra y hierbas, salami, prosciutto, aceitunas, chorizo español. Luego, la pizza suprema, interesante fusión de sabores italianos y alemanes. La pieza gastronómica que se lleva las palmas es el plato cervecero: salchichas Munich, mostaza y un sauerkraut expresión de la auténtica cocina alemana: se fermenta en barriles con sal. El hotel tiene plantación y una tostaduría, lo cual le permite servir un café de primera, recordatorio de la herencia caficultora de esta región.

Gastronomía para llevar: Café tostado y molido de la casa


Primera Parada Purulhá, Baja Verapaz

CUEVA DE CHICOY

Nos levantamos temprano para visitar la cueva de Chicoy antes del desayuno. Se trata de un inmenso agujero de piedra en medio de la madre tierra. Madre, sí, porque al adentrarse en ella, se tiene la sensación de estar dentro de un enorme y cálido vientre. Además de ser increíblemente hermoso, el lugar vibra con la energía de los múltiples rituales que allí se realizan: fuegos mayas para pedir por cuestiones diversas. Hoy es el 9 Tz´i en el calendario Maya, día para elevar plegarias por el equilibrio y la armonía en las relaciones de pareja. Elusiva cuestión... quizá por ello, se quemaban allí tantas velas, inciensos aromáticos y las voces llenaban de ecos las paredes por donde goteaba el agua... y su lenta cadencia también era plegaria. Es difícil decisión salir del oscuro cobijo... pero teníamos hambre.



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Segunda Parada Km 187, Carretera a Cobán

LA GRANJA

Desayunar en La Granja es también ritual. Los típicos desayunos chapines tienen un toque especial, huevitos estrellados sobre tortillas tostaditas con una fina capa de queso fundido, jaleas preparadas en casa, moshito caliente y un auténtico manjar: el chile cobanero preparado que sube el escalafón de cualquier chirmol y lo convierte en un plato de primera. No dejes de pedir un plato de jamón ahumado con jalea de sauco y vino. Es refinado y... ¡sorprendente! El entorno del restaurante es precioso: un río que fluye lento acompañado de los aspavientos de los patos. Tenues colinas verdes y mesas campestres, todo acompañado de una colección de espantapájaros que elaboran los propios empleados en un concurso anual. Y, por cierto, si quieres abonar a la decoración, los amables dueños aceptan cualquier objeto que quieras dejarles aquí como recuerdo.

Gastronomía para llevar: chile cobanero en salsa, nachos hechos en casa, jamón ahumado, queso fresco con chile, espumillas de coco.... ¡y tantas otras cosas más!


Tercera Parada San Cristóbal Verapaz

DONA AMADITA

La siguiente parada la hicimos en un poblado lindo como un nacimiento: San Cristóbal Verapaz. El peso de su historia es importante: fue parte de los territorios que Fray Bartolomé de las Casas intentó salvar de la represión colonizadora, liberando a los indígenas de la encomienda, cuestión que explica la existencia de una hermosa Iglesia parroquial, reliquia que data del año 1652 y un convento. El lugar tiene una laguna y un parque donde puedes relajarte, también son famosos los masajes Mayas con sus hierbas medicinales, parte de la tradición Poqomchí, ancestrales habitantes del lugar. Buscamos a Doña Amadita para degustar un típico platillo de este lugar: el sak’ kik. Se trata de un maravilloso platillo de chunto, con un recado hecho con los famosos tomates de árbol (ingrediente típico de esta región), ajo, masa de maíz y samat con una base de caldo del ave. Ella es famosa: ha aparecido en diversos programas de televisión. ¡Pero hoy no era día de cocinar este platillo! Si les interesa probarlo, el sábado es el día para hacerlo.



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Cuarta Parada Cobán, Alta Verapaz

CASA DE ACUNA

Gastronomía para llevar: patés de tomate, orégano y aceitunas, extraodinarias jaleas, jamones memorables, huevos orgánicos.

Casa de Acuña es un nombre refinado para un sitio refinado. La cena la hicimos allí, rodeados de una colección de orquídeas cuya belleza y variedad alucinan. El banquete empezó con un jamón de cerdos criados a base de nuez de macadamia, saturado en salmuera de miel. Luego, espaldilla de cordero rellena con hongos, manzanas y aceitunas negras, conejo al vino, soufflé de papa, pizza con pancetta hecha en casa... la sucesión de maravillas parecía no tener fin. Los postres salieron como mágicos regalos: tartaleta de nuez de macadamia, pie de queso con chocolate, mousse de vainilla y para coronar la velada escoger entre un té de naranja que desafía la imaginación o un cafecito espresso con sambuca. La fastuosidad de la cena dejó claro que este lugar es un recinto de amor culinario, pero también del buen vivir: esa manera de existir que incluye como pieza fundamental la belleza.


Primera Parada San Juan Chamelco, Alta Verapaz

FINCA DE MARCIO Y ASHLEY DUEÑOS DE CASA DE ACUÑA Marcio y Ashley, dueños de Casa de Acuña, nos invitaron a su finca en San Juan Chamelco, precioso paraje de onduladas colinas verdes y una de las iglesias más antiguas de Guatemala (data de 1543). Visitarla nos hizo ver que la riqueza fundamental de los platillos del restaurante es la excelencia de los ingredientes. Aquí se crían los cerdos, los corderos, faisanes, conejos, gallinas y... por supuesto las preciosas orquídeas. El recorrido incluyó una amplia explicación de su genética, conocimiento que ha permitido a Marcio la creación de sus propias variedades. También pudimos observar la diversidad de abejas de la región. Producen sabores excepcionales: mieles con suave toque ácido, mieles avinadas, mieles frutosas. Como aliño para ensaladas o salmueras para carnes se convierten en toque de magia. Además, tienen reconocidas propiedades curativas.

Sugerencia gastronómica: cómprate en Casa de Acuña una baguette y una libra de delicioso jamón. Ven a San Juan Chamelco y disfruta de un pic-nic en esta región, llena de belleza bucólica.




Segunda Parada San Juan Chamelco, Alta Verapaz

CASA DE LOS CALDOS

Otra sugerencia: visita Casa de los Caldos un lugar muy tradicional para degustar todos los platillos por los que se conoce a esta región. Pide un tasajo, platillo de carne seca deshilachada. ¡Te encantará!

En tu visita a San Juan Chamelco, no olvides pasar a las Grutas del Rey Marcos. Un sistema de cuevas con afluente de un río subterráneo. Los mayas consideraban las cuevas como puertas al inframundo. Desde épocas precolombinas, han sido utilizadas para hacer rituales y ceremonias. De hecho, se le adjudican propiedades místicas, curativas y de índole espiritual. También encuentras puentes colgantes de madera, paseos cortos en lancha y recorridos en canopi, entre otros atractivos.


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ALLY D LR

En Cobán empieza

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Tercera Parada Cobán, Alta Verapaz

EL PENASCAL

De vuelta en Cobán, nos propusimos hacer “el rally de la gula”: recorrer varios restaurantes lugareños para comer... y más comer. Escogimos el Kaq´kik como iniciación al conocimiento de la sofisticada tradición culinaria q’eqchi. Se trata de un caldo de chunto, aderezado con tomate de árbol, ajos, canela y el infaltable samat, hierba muy utilizada en la región. Por su carácter ritual, el Kaq´kik, bien servido, lleva acompañamiento de suaves tamalitos, Tiú (un recado para remojarlos), morcilla hecha con la sangre del chunto, finamente condimentada con chile cobanero y hierbas, y el cacao tradicional, gesto infaltable de hospitalidad para los comensales. El Peñascal, es un restaurante que incluye variados platillos de la gastronomía local como el tasajo, el silip o el caquite. Pero no solamente cuida de preservar las recetas ancestrales. También ofrece platillos de fusión como el lomito con salsa de cardamomo, exótica versión que nos recuerda el parentesco de este condimento con el jengibre. ¡Delicioso!

GULA




Cuarta Parada Cobán, Alta Verapaz

XKAPE KOB'AN

En Xkapé Kob´an, conocimos a Byron Córdova, orgulloso heredero de la cultura q´eqchi. Su restaurante está dedicado a su preservación. Las especialidades desafían la imaginación: kakanik, bebida prehispánica que sería la envidia de cualquier barista internacional: crema de chocolate, vainilla, miel, chile cobanero. Los bachás, sofisticado plato que, envuelto en hojas de mosh y Santa María, se cocina enterrado en cenizas calientes. Puede elaborarse con kalá, una planta cuyo sabor asemeja el espárrago, carnes diversas, tomate de árbol, pepitoria tostada y el infaltable samat. Un plato exótico que deslumbra. Los postres son una alucinación: tiramisú con cardamomo o flan de naranjilla, tomate de árbol y chan. La horchata de amaranto con ajonjolí y pepitoria será algo que querrás incorporar a tu vida diaria por su gran valor alimenticio. XKapé Kob´an no es solamente una experiencia culinaria, es una posibilidad de reencontrarnos con nuestra profunda y prolífica herencia cultural.

Gastronomía para llevar: vainilla natural, amaranto, cacao, chile cobanero.


Quinta Parada Cobán, Alta Verapaz

KARDAMOMUSS

Mezcla de vainilla rellena con mermelada de limón, servida con mousse de cardamomo, espolvoreada con tierra de cacao y pétalos de flores... ¿es un poema? No. Es una crepa celestial servida en el innovador Kardamomuss. Su filosofía es provocar, a través de la exaltación de los ingredientes naturales de las Verapaces, a los comensales activos y gozosos. Y, ciertamente logra su objetivo: crear en nuestro paladar nuevos registros. Por ejemplo: un puré de yuca envuelto en hoja de roq´tix, o una pechuga de pavo rellena con maíz, bañada en salsa de Tiú. Pesto de samat, mermelada de chipix, paté de chunto... Y hasta la inauguración de un verbo: “cardamomizar” (espolvorear cardamomo sobre los platillos). En sus dos versiones: una moderna barra de comida rápida o un clásico restaurante, Kardamomuss es una revelación. Nos enseña que los jóvenes están construyendo un mestizaje que tiene capacidad de, mediante el rescate de nuestra ancestral herencia, irrumpir con revolucionarias propuestas en el mundo culinario.

Gastronomía para llevar: pesto de samat, deliciosos embutidos, longanizas y chorizos elaborados con hierbas locales y mucho más.


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Sexta Parada Cobán, Alta Verapaz

DIESELDORFF KAFFE

Gastronomía para llevar: Café con la mezcla perfecta ChajaR y, de paso, un exfoliante para el cuerpo hecho con aceite de coco y café.

En 1888 Paul Dieseldorff viajó desde Hamburgo a Guatemala. Se enamoró del procesamiento del café, refinada práctica cultural guatemalteca, perfeccionada a lo largo de los siglos. Amante de la arqueología y fascinado por el conocimiento ancestral de las hierbas medicinales que tenían los q´echís, decidió establecerse e iniciar una plantación para exportar café a Alemania. La cuarta generación de la familia conserva la mezcla perfecta creada por el abuelo. Lo denominan ChajcaR y combina aroma, dulzura, cuerpo y acidez. Por el peso que tiene en la historia de Guatemala, tomar un café en Dieseldorff Kaffee 1888 es un imperativo. Acompáñalo de alguna de las delicadezas que ofrece el restaurante: un panini con queso brie y prosciutto, o una fastuosa crepa de pollo gratinada, con cremosa salsa bechamel y un toque de romero. Podrás sentirte orgulloso de acercarte a una valiosa tradición de refinamiento y creatividad: la caficultura de Guatemala.


Séptima Parada Cobán, Alta Verapaz

LA ABADÍA

¿Cenar? ¿Qué tal un lugar con rincones íntimos, tenue luz de velas y la magia de música embriagadora? La Abadía es un secreto que vale la pena compartir. Nos sirvieron un abre-boca delicado: arepas venezolanas bañadas en queso mozzarella, diminutas y doradas a la perfección. El lomito con hongos shiitake reveló la maestría de Dubraska, chef profesional y dueña del lugar. Nunca unos hongos shiitake fueron tan suculentos: impregnados del jugo de la carne, compartían su propio y distintivo sabor. La salsa respetaba los sabores, todo en su punto de suavidad y cocimiento. ¡Perfecto, impecable! ¿Postre? Pues un helado frito, espolvoreado con chocolate amargo. Dubraska ama su trabajo con pasión: sueña con los platos que creará, despierta a su marido, lo asombra: ¿cómo así que peras gratinadas con queso azul?... Cada día los montajes son distintos y ha llenado el lugar con imágenes de arcángeles porque confía en que tomarán de sus comensales las energías negativas para devolverlos a sus casas llenos de dicha. ¡Y así sucede!

Aquel día descubrimos un dato curioso: pasar un día exclusivamente dedicados a comer no es una mala idea... termina uno suave y deliciosamente cansado, con ganas de olvidarlo todo y viajar al mundo de los sueños pesados poblados de excesos hedonistas y placer.


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Parada del Día San Pedro Carchá, Alta Verapaz

HU NAL YE Después del desayuno partimos rumbo Chisec. ¿Quieren conocer verdadera diversión alejada del mundo comercial del entretenimiento? Vayan a Hu Nal Ye, la Casa del Dios de la Luna... Aquí la selva deja de ser bosque nuboso para convertirse en tropical de clima cálido. Hay un sendero con puentes colgantes, la vista a una preciosa catarata y un cenote de increíble color turquesa, cuyo fondo es aún un misterio. Cuando vuelves, sudado por la caminata, encontrarás un río esmeralda que serpentea en medio de la selva. Lanzarse dentro con una garrucha es algo que querrás repetir, sintiéndote niño otra vez. Déjate arrastrar por la suave corriente. La estación de tubing añadirá filosofía a tu vida: dejarse llevar por el río... sin esfuerzo. ¡Tan zen! Y justo entonces empezará a

Si te gustan las aventuras extremas, después de Hu Nal Ye, te recomendamos visitar las cuevas de Bombil Pek, en el municipio de Chisec. En su interior encontrarás pinturas rupestres (supuestamente mayas). Para ingresar debes bajar 80 metros con rapel. Adentro hay dos entradas reducidas por las que deberás arrastrarte para pasar. Esta aventura es para quienes tengan buena condición física.

llover. Nada como sentir la lluvia mojando tu cuerpo desde un río en plena selva. Recorrer las suaves colinas verdes al galope de un caballo te abrirá el apetito. Justo cuando bajes, estará listo un pescado recién salido del río. Frito a la mejor usanza de la cocina local, con suaves vegetales asados y una cerveza helada. El día nos ha traído de vuelta la alegría disfrutar en plena naturaleza y reencontrar en ello aquella íntima armonía de la niñez. Era ya noche cuando llegamos a nuestro destino final: el Parque Nacional Cuevas de Candelaria, Situado en Raxruhá, lugar donde nace el río sagrado de los Mayas. Nos alojamos en Candelaria Lodge en medio de una noche lluviosa que expelía vahos de un intenso aroma. ¿Qué era este delicado perfume? ¿Jazmines? ¿Azahares? Las habitaciones se amalgaman con el ambiente, decoradas con estilo y elegante sencillez.


Parada del Día Km 319, Carretera de Cobán a Raxruha

Flor de Ylang

C U EVAS D E C A N D E L A R I A Y CANDELARIA LODGE

Muy temprano partimos a las cuevas En nuestra caminata a través de los profusos jardines, de nuevo nos asalta el avasallador perfume. Nuestro guía nos explica que son las flores de Ylang, base del sofisticado Chanel 5. Se trata de un proyecto comunitario iniciado por Daniel Dreux, dueño del hotel. Crear aceites esenciales para la perfumería francesa en apoyo a la economía de la comunidad. Las cuevas fueron descubiertas en los años 70, con una historia que parece ficción: Daniel Dreux espeleólogo y cineasta francés había leído sobre las cavernas calcáreas en Alta Verapaz y, con afán juvenil, decidió adentrarse en una selva casi inexplorada. El río Candelaria fue su principal guía pues, cuando él y sus acompañantes lo vieron penetrar una cueva, intuyeron lo que adentro se encontraba. Hubo varias expediciones, llenas de todo lo que narran las novelas de aventuras: plagas de insectos que vuelven locos a los hombres, perderse en la oscuridad inmensa de las cavernas (¡tienen más de 30 kilómetros de longitud!) sin más alimento que una cebolla, encuentro con serpientes venenosas... ¡pero hallaron el tesoro! Un paraíso hecho de túneles de piedra, extravagantes esculturas talladas por las diversas manos del agua: del océano (que una vez llegó hasta aquí), del río que las atraviesa, de la lluvia que se cuela por la porosidad calcárea. Finos bordados de piedra que, cuando los tocan los delgados hilos de luz que se filtran por el techo, adquieren brillos metálicos, coloraciones malva, o tonos verdáceos. Este inframundo está poblado de sombras que se proyectan en las paredes, insinuando extrañas presencias. Apagamos las luces y la imaginación nos lleva a invocar a los Mayas antiguos: Xibalbá...


Las coordenadas descritas con precisión en el Popol Vuh atestiguan que era aquí al inframundo. Los míticos gemelos viajaron a este lugar para sortear muchas pruebas: la casa de los espejos, la casa de los murciélagos y, finalmente el juego de pelota. Los vestigios de cerámica prehispánica en el lugar son fehaciente prueba del carácter sagrado de este río que corre en la oscuridad de la tierra. Se pueden visitar cuevas secas y también recorrer varios kilómetros adentrándose en el Río Candelaria. En todo caso, el viaje nos hace tocar a la puerta de aquel mundo ignoto de los antiguos Mayas, señores de estas tierras inmemoriales. De vuelta a Candelaria Lodge nos espera un suculento almuerzo. El lomito a la pimienta está hecho a la mejor tradición parisina. Pimienta negra, pimienta rosada y un suave toque de crema, para aderezar una pieza de carne cocinada a la perfección: saignant. Pero también, una trucha arcoiris meunière, frita con mantequilla y almendras. Un delicado sabor de la carne blanca con el toque crocante de las almendras, envuelto en el suave hálito de la mantequilla. Francamente insuperable. Reflexionamos sobre el lujo que implica comer estas viandas en medio de la selva y el gozo se nos vuelve un privilegio. Para terminar, un chocolate caliente con cardamomo. Una verdadera y confortante delicia, servida justo un segundo antes de que se desate una lluvia portentosa. Nos ponemos silenciosos, queremos dejar nuestra mente vagar a gusto por el espectáculo lleno de brillo que es la generosa lluvia del trópico. Alta Verapaz, dulce riqueza de la tierra, profunda riqueza de la cultura, amorosa riqueza de los habitantes. Cansados, enlodados, felices, con el corazón lleno y un par de centímetros más de barriga... es tiempo de volver a casa.



PARMA

Haber conocido la Finca San Jerónimo Miramar, donde producen los lácteos Parma, significó un encuentro con la vida e intimidad de sus trabajadores, verdaderos artesanos del queso. Significó también conocer la historia de una familia marcada por las aventuras de su fundador, un inmigrante italiano llamado Valentín, que un día decidió viajar al nuevo mundo en busca de una nueva vida. Por azares del destino, estaba en Colorado, cuando alguien le contó sobre un ferrocarril que estaba por construirse en Guatemala. Tomó el reto y se vino a trabajar como albañil. La adquisición de la finca se dió como se dan esas cosas ya marcadas por el destino. Cuenta Valentín que la decisión de tener vacas vino con él desde italia, ya que formaba parte de su tradición familiar. De hecho su padre contaba que su padre tuvo vacas y su abuelo contaba que su padre tuvo vacas y así sucesivamente, por lo tanto decidió tener vacas.

La Finca, ubicada en Patulul en las faldas del volcán Atitlán, fue el regalo que la vida le trajo a su familia y descendencia. Desde siempre ha sido una tierra tan bendecida, que incluso las aguas naturales que la recorren, vienen filtradas por las paredes del volcán, trayendo pureza y minerales al pasto, plantaciones y al agua que beben las vacas. Este regalo les vino de la mano de una gran misión, ya que ha sido el hogar y sustento para cientos de familias que por generaciones han trabajado allí, produciendo de manera artesanal excelentes quesos, que salen a diario (a la capital y sus alrededores) lo más fresco posible, de la finca a la mesa. Durante la visita, conocimos a varios trabajadores. Recuerdo especialmente al maestro quesero encargado de asegurarse que los quesos tengan el mismo sabor. De repente sacó, orgullosamente, de un refrigerador gigante, un hermoso cheddar blanco añejo (este no está a la venta). Con mucha emoción nos explicó el porqué de los cambios en su apariencia y textura. Nos explicó que el cheddar originalmente es blanco, pero en América se le agrega achiote para volverlo anaranjado y así diferenciar el cheddar europeo del americano. Y el sabor del queso…. simplemente espectacular.


¡Así nos recibieron los chicos que trabajan en la finca! Gracias Parma...

Todo buen foodie sabe que el secreto de un excelente plato está en los ingredientes y para que un ingrediente sea excelente, es importante remontarse hasta sus inicios. En Parma este esfuerzo comienza con el perfeccionamiento de los cuidados de la tierra, los pastos y animales; tanto dentro como fuera de la finca. Gran parte de la leche que se usa en los quesos, viene de lecheros de todo el país. Parma incentiva y comparte sus conocimientos con estos lecheros, para que juntos estén en constante evolución y así conseguir tener las mejores prácticas para sus tierras, pastos y vacas. El resultado es un producto de alta calidad, que a la vez, promueva el bienestar de los animales, incremente el uso de técnicas ecológicas y participe activamente en el desarrollo de los lecheros de costa a costa. Eso significa que, al comprar productos Parma, estás comprando productos frescos que salen diariamente de la finca al supermercado y estás contribuyendo con el desarrollo de las comunidades locales y de los lecheros alrededor del país. La próxima vez que compres un producto Parma, fíjate en la etiqueta. Notarás el volcán de Atitlán, al aventurero vaquero Valentín, el ferrocarril y una vaca, contando la historia de una gran empresa.


Durante nuestra visita a la Finca San Jerónimo, nos sorprendieron con una degustación de quesos, acompañados de embutidos y jaleas. Fue un día muy especial.

El agua que recorre la finca, viene filtrada por las paredes del volcán atitlán, llenándola de propiedades y minerales que luego nutren los pastos y a las vacas que la beben.

La finca San Jerónimo también produce café de especialidad de muchas variedades. Tuvimos la oportunidad de catar los distintos tipos de café que crecen en la finca. Si quieres probar el café Parma, puedes encontrarlo directamente en sus tiendas. Para mayor información sobre ubicaciones de las tiendas llama al 2311-2311.


CAFÉ DESPIERTO Queso Eso

LUKA Lomo Gratinado con queso parmesano


¡Un pequ e ño tour para e s o s chee s e l ov e rs (como no s otro s) qu e no te pu ed e s pe rd e r! E sto s 4 pl ato s fav or ito s s on el aborad o s con qu e s o s Par ma

KLOSTER

TIENDAS PARMA

Fondue de Queso

Panini Pomodorini & Peperonatta (Sí, las tiendas Parma venden paninis y son espectaculares)


ZOOM IN zonas 4, 13 & 14

“Pato Laqueado” del Restaurante Ginger


JUAN PENSAMIENTO Juan Pensamiento Velasco nació en la ciudad de Guatemala en 1977. Estudió Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales y, además, de trabajar como asesor legal, se dedica a las artes visuales, a la narración en forma de cuentos breves y a las columnas de opinión. Perenne y consumado comunicador en redes sociales, ha escrito, asimismo, para distintos medios, incluyendo Siglo21, elPeriódico y Plaza Pública. Ha expuesto sus obras visuales en varias muestras colectivas, así como en dos individuales en 2011 (Galería Casa Roja) y 2014 (Galería El Attico). Sus cuentos han sido incluidos en la compilación de narrativa guatemalteca contemporánea “Ni hermosa ni maldita” publicada por Editorial Alfaguara en 2012 y su primer libro de cuentos, “perZONA” fue publicado en 2014 por Editorial Cultura. Estas pasiones se complementan, a su vez, con la gastronomía asumida como arte, como tradición, como experiencia y como vínculo de comunidad. Y sí, es gordo.


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El área en la zona cuatro, otrora conocida como Distrito Cultural Cuatro Grados Norte, ha revivido en una nueva y colorida encarnación que reúne nuevamente quehacer intelectual, artístico, tecnológico, deportivo, así como –primordialmente– gastronómico. Y vaya si no vale la pena incorporar el recorrido de este espacio dentro de la rutina semanal… Al menos una docena de restaurantes y cafés a cargo [en su mayoría] de jóvenes cuya prioridad es, notoriamente, brindar opciones originales que entretejen la creatividad con el buen comer, resulta en diversidad de posibilidades para nosotros los suertudos comensales. Aun girando principalmente en torno a nociones clásicas (sándwiches, pizzas, pastas, hamburguesas, tacos…) la interpretación que cada menú hace de estas, aunadas a las ya ubicuas y bienvenidas fusiones (española, tailandesa, francesa, italiana, uruguaya, estadounidense, mexicana…), implica alternativas innovadoras para los paladares. Como es natural a la época, el enfoque joven trae consigo no solo decoraciones sencillas y frescas, sino una cuidadosa inclusión horizontal de vegetarianos y veganos como parte importante de la potencial clientela. Gracias a los ambientes relajados y tranquilos que desde siempre caracterizan la zona, vístase como se le dé la gana, traiga a sus niños y a sus perros, venga con pareja, con amigos o con un buen libro y disfrute comiendo como lo he disfrutado yo.

Este tour fue posible gracias al patrocinio de:




Mi Favorito: La Pizza “Blanca”

CAFÉ DESPIERTO Hace unos años comenzó siendo un café con mera fé y pronto evolucionó al lugar del menú que exquisitamente combina creatividad y conocimiento gastronómico. De por sí el Café Despierto es hermoso y, además de lo bien decorado, resulta comodísimo e idóneo para reuniones informales sea de trabajo o de estudio. Inteligente medida estando entre una universidad y una prestigiosa academia de fotografía y artes visuales. Desde café, galletas y manzanas hasta sofisticadas pizzas y hamburguesas, es imposible decepcionarse aquí, no im-

porta el antojo. Comenzamos con un crujiente panini de pavo y aderezo de aguacate y seguimos con la pizza de cuatro colores –nombrada así por los propios clientes– que es obligatorio pedir partida en porciones pequeñas, para tener chance de probarlas todas: no hacerlo es perder, porque cada división es espectacular. La parte “blanca” tiene almendras, cebolla, alcachofa, salsa blanca y crema; la parte “café”, puerros, camote frito, pollo, barbacoa y hongos en reducción de balsámico; la parte “roja” es de chorizo español y tomates deshidratados; la parte “verde”, que pica, tiene pesto de culantro, jalapeño, pollo y pera; todos los colores, sobre una masa de fineza y textura asombrosa. Terminamos con una hamburguesa de grosor y textura ideales, bañada en la justa cantidad de salsa blanca, refrescada con una lasca de manzana verde y hojas frescas. Babeé


S HASTA

Mi Favorito: El Thai Curry

Esta nueva encarnación de Shasta –el restaurante vegetariano quintaesencial de zona 4– trae un menú no solo bastante variado y más sofisticado, sino realmente delicioso, que es lo que los no-vegetarianos esperamos de la comida vegetariana. Además del ambiente agradable y la posibilidad de comer en el simpático y fresco quiosquito callejero, la experiencia se integra maravillosamente con cualquiera de las entradas, aunque definitivamente los patacones estilo tico (plátano verde con aguacate y salsa rosa de culantro) son mi recomendación. Para quienes no beben o solo no quieren alcohol algún día, la bebida de piña y jengibre resulta tremendamente refrescante. Los días sabrosamente fríos se hacen aún más sabrosos con una buena sopa y la crema de espinaca con vino blanco de Shasta, ciertamente, se siente como abrazo. La estrella, sin embargo, es el Thai Curry, un excelente estofado cuyo protagonista es la coliflor, cocinada perfectamente a su punto, yuxtapuesta a tiernas papas y arroz blanco. Otro de los encantos del lugar es, además, que la carta incluye, para cada plato, una recomendación sobre con qué bebida se acompaña mejor.


Un café pequeñito con una infinidad de opciones que inevitablemente terminan con barriga llena y corazón contento: eso es Rosetta. Un menú de sandwiches eminentemente francés, todos preparados en brioche casero y una excelente mantequilla (la mantequilla, señores, es algo bueno, buenísimo…). Comenzamos con un Montecristo de tres quesos con jamón virginia y jalea artesanal de moras; seguimos con un Eiffel de tres rodajas de pan, con jamón virginia, tocino, lechuga, tomate, mayonesa artesanal y mostaza dijon. Continuamos con un croque madame soberbio (el croque monsieur y el croque madame son similares, pero este último se corona con un huevo frito), cuya yema envolvía suavemente el jamón y los tres quesos, mezclados con una bechamel precisa y, vaya, preciosa. Cuando creíamos no poder más, nos dieron a probar el pan pretzel, que pronto estará incluido en el menú. De beber, un smoothie de bayas silvestres y otro desintoxicante con manzana, apio y limón. Para los muchos que disfrutan un buen café, aquí tienen la ventaja de poder endulzar sus bebidas con lo que gusten, además de elegir entre leche entera, descremada, deslactosada y de soya o de almendra. Para desayuno, almuerzo o refacción, Rosetta viene perfecto. (Recomendación: pruebenlo todo pero, al contrario de mí, no todo al mismo tiempo…)

Mi Favorito: El Croque Madame

ROSETTA CAFÉ


Mi Favorito: Las Almejas Gratinadas con Queso Chancol

MERCADO 24

El municipio de Guatemala tiene 23 mercados. ¿Lo sabían? Yo no. Y, por eso, Mercado 24 se llama así. Su creador, dueño y chef –un chavo tan creativo como preocupado por la cocina asumida cual el arte que puede ser– se toma muy en serio el concepto: en mercado 24 se consumen productos fresquísimos, del día, preparados en y con absoluta originalidad. Como entrada comimos las almejas gratinadas con queso chancol y solo de recordarlo, lloro en plena necesidad de un trocito del pan mojado con la marinada. Como plato principal, el cabrito horneado sobre camotes y huevo de codorniz, no podía dejarnos más satisfechos: una carne perfectamente en su punto, perfectamente condimentada y por tanto, perfectamente respetuosa de su sabor propio. El menú, que varía más o menos cada mes, ofrece una breve pero profundamente meditada gama de platos: un par de entradas, tres o cuatro de principales y un par de postres. La promesa del chef es, además, siempre incluir pescado entre la oferta. Terminamos con un helado casero de elote, que resultó de una suave dulzura, simpáticamente salpicado de un puñado de poporopos acaremelados. Restaurante esencial, diría yo.


No cabe duda que puede resultar mucho mejor optar por un menú pequeño y sencillo, pero dedicado. Coffee District es indudable prueba de ello. Perfecto para almuerzos sin complicaciones o meriendas de charla y chisme (sí, los estoy viendo a ustedes dos…), hace mucho no probaba sandwiches tan buenos. La carta es breve y eso ayuda a elegir: cuatro paninis, tres ensaladas y tres postres. Servidos en ciabatta, el panini de roast beef juega deliciosamente con una equilibrada mezcla de tomates deshidratados y rúcula; el campeón, sin embargo –y contra lo que cualquier buen carnívoro esperaría– es el panini veggie, hecho con lascas de un zucchini tan cremoso que escribiendo esto me arrepiento de no haber pedido una docena para llevar. Ambos, asimismo, con la perfecta cantidad de queso oaxaca, cosa encomiable considerando que la mayoría

de restaurantes son o demasiado tacaños o excesivamente generosos con los quesos. Además, mi corazón se rinde, cual buen gordo, ante la mayonesa artesanal. La ensalada Asian, de excelente tamaño y sazón, se presenta originalmente con todos los complementos por separado, a fin de ir mezclando a gusto (¡y sin que los crotones se aguaden!). Para quienes beben café (yo no puedo, no me odien) Coffee District ofrece selecciones de Huehuetenango y de Acatenango. Por mi parte, tanto la granizada de limonada con yerbabuena como la de maracuyá, garantizan mi pronto regreso.

COFFEE DISTRICT

Mi Favorito: El Panini Veggie


Mi Favorito: El Camembert Fundido

L'A PERÓ No es arriesgado decir que el otrora distrito de Cuatro Grados Norte no habría logrado revivir sin la llegada de L’Aperó. Ya con dos años de existencia, en L’Aperó sigue siendo factible no encontrar mesa, pues son pocos los pobres miserables (bromas, bromas…) que no saben todavía de la perfección de su menú (pero no se preocupen, se puede reservar mesa…). No es arriesgado decir, tampoco, que la calidad de la masa de sus pizzas está por encima de cualquier otra en Guatemala. Si quieren la experiencia gastronómica perfecta deben

probar, como entrada, el camembert fundido al horno de leña, aunque el tapenade no se queda atrás. De entre las varias opciones de pizza –siempre cubiertas de una salsa milagrosamente equilibrada entre dulzura y acidez– es menester disfrutar la Roqueta, coronada con crujiente prosciutto y rúcula fresquísima. La especialidad de la casa, sin embargo, es la Perazul, espectacular combinación de crema, queso suizo, peras salteadas y queso azul. L’Aperó es un lugar pequeño y agradable, promesa segura de una excelente rato de pizzas y chelas, sea en pareja o con amigos. En serio, dudo que lleguen a probar mejor pizza en la ciudad: casi casi experiencia religiosa.


CAMINITO Ya era de noche cuando nos sentamos en Caminito. Iluminados por un cálido y acogedor entorno rojo, entre las mesas pintadas por artistas locales y la decoración colorida y ciertamente experta, comenzamos con una muy satisfactoria sopa –espesa, como más me gustan– de lenteja. Seguimos con un “Sandwich Portobello”, compuesto de unos magníficamente condimentados hongos, espinaca y aguacate dentro de una chapata tostada con absoluta justicia y acompañada de una ensalada de tomate, mozzarela y balsámico. Digamos que la, ya de por sí clásica, conjunción de sopa y sandwich se completa sin culpas con un buen postre y un buen postre fue Mi Favorito: La Sopa de Lenteja

lo que nos dieron: “El Camino” se llama y lleva galletas, brandy y coulis de frutos rojos. El menú es sencillo, pero bien pensado, con pericia de chef. Lo más original, sin embargo, son los smoothies y los jugos: el smoothie “París” lleva aguacate, espinaca, albahaca, yogur y la cantidad exacta de leche condensada para dar ese toque de dulzura familiar a un sabor de por sí nuevo. Suena inusual, sí, y lo es; definitivamente lo recomiendo. El jugo “Super Caminito” de remolacha, zanahoria, apio, manzana, jengibre y limón, también tiene la gracia de inaugurar algún lugarcito nuevo en el paladar de uno. “Si así es el caminito, ¿cómo será el pueblo?”, dicen por ahí.


KARM A

Mi Favorito: El Solomillo de Cerdo Agridulce Karma ocupa un espacio privilegiado, una esquina fresca y hermosa. Digamos que su decoración es tan chula como chulo es su menú. Un entorno industrial que podría haber sido frío, resulta acogedor con el uso experto de la madera; un menú con tintes caseros que podría haber sido soso en otras manos, se torna soberbio gracias a la sazón con influencia española y, podría jurarlo, al buen karma que notoriamente transmiten sus dueños. Las patatas bravas son excelentes, con travieso chiltepe en el aioli. El bocadillo de chorizo –de chorizo artesanal hecho en familia y un pan que nunca deja de ser crujiente– antoja repetir. El solomillo de cerdo agridulce es, sencilla y complejamente, por contradictorio que suene, perfecto; lo pedí tres cuartos y quedó ideal. El lomito de res, sensacional. Las porciones, además son de un tamaño, como ya cuesta encontrar hoy por hoy en los restaurantes citadinos. Los platos se acompañan con verduras en mantequilla y ensalada de lechuga, ambos elecciones sin complicación pero preparados muy por encima del promedio. Dejamos los platos limpios, como recién lavados, como debe ser. Karma se define como “gastro bar” y, ciertamente, ambas palabras tienen igual peso en el resultado. Excelente comida, excelente bar. Aquí son bienvenidos los perros, además: ¿cómo no tener buen karma?


GIULIA NO

Pocas veces tiene uno aquí, en la ciudad, la oportunidad de disfrutar comida italiana preparada por un mero mero italiano; por tanto, ir a donde Giuliano se vuelve experiencia obligatoria cuando se aprecia la buena pasta o, más bien, la pasta inmaculada. Giuliano no tiene un menú fijo, variando este día a día; ergo, cotidianamente se prepara dos o tres platos distintos. Eso sí: toda la pasta es fresca –cien por ciento hecha a mano– por lo que el elemento sorpresa resulta siempre positivo, dada la certeza de que, haya lo que haya, uno comerá excelentemente. El solo detalle de la pasta no industrial, tan poco común en nuestro contexto, da a cada platillo una textura enteramente distinta de la acostumbrada (ahora te llamarás Gloria, dice aquella canción...). Comenzamos el almuerzo con unos espectaculares gnocchi en salsa de cuatro quesos imposible de no sopear con el delicioso pan, también casero y de textura gruesa, que acompaña cada plato. Luego probamos una pasta “de la montaña” compuesta de salsa con base de carne molida de cerdo, crema, romero, puerro, tomates cherry y champiñones, coronada con parmesano rallado. Nunca había probado esta combinación y, ahora, quiero comerla a diario (lo peor es que no es mentira…). Como postre comimos un suculento tiramisú casero, con mascarpone endulzado solo lo justo para cerrar los ojos de placer sin llegar a empalagarse. Terminamos con gelatos caseros, también maravillosos, de frutos rojos, banano y tamarindo con jengibre.

Mi Favorito: La Pasta de la Montaña


ROCAMADOUR

Mi Favorito: La Pasta Gregovius

Nunca viene mal almorzar en un restaurante con inspiración literaria y Rocamadour se llama así precisamente por aquel bebé en “Rayuela”, hijo de La Maga, que muere súbitamente. Suena trágico, si, pero debo decir -la solemnidad no es lo mío-que cualquier luto se olvida comiendo aquí. La pasta Gregorovius (otro nombre rayuelesco) es una delicia: lingüine bañado mitad salsa de parmesano y mitad salsa de aguacate, excelente yuxtaposición de cremosidad y frescura; se acompaña de una (muy bien balanceada en dulzura y textura) ensalada de espinaca. El restaurante también ofrece pizzetas casuales con base de pita que el mismo comensal puede armar a su gusto, sea con salsa de tomates, pesto de culantro o chimichurri artesanal. El chimichurri viene al caso dado que la sabrosa esquizo- frenia de Rocamadour ofrece pastas junto con comida inspirada en el Uruguay (suenen los aplausos de los fans de Mujica) y su “chivito uruguayo” es, sin duda, el plato estrella: un enorme sandwich digno de compartir entre tres, relleno de lomito, tocino, tomate asado y pimiento. Detalles meritorios: la perfecta mayonesa casera y la limonada natural con chan (chia, le dicen los caqueritos).


Romanticismos folclóricos y literarios aparte (y con eso no niego para nada ni su valor existente ni tampoco su potencial valor) es innegable el apego cultural que en general los guatemaltecos tenemos al maíz, apego históricamente compartido con los vecinos mexicanos. Y es que, ciertamente sería inhumano negarnos ese sencillo pero profundo placer de meter algo sabroso dentro de una tortilla y disfrutarlo así, con los juguitos escurriéndonos por las manos. Esta básica experiencia taquera es la que ofrece La Mancha del Quijote, un rinconcito agradabilísimo que estéticamente copensa con creces su rusticidad, con creatividad. Comenzamos con carnes: primero, el “Don Quijote”, una gringa gigante con carne al pastor y queso y, luego, los “Clavileño”, unos alambres de res. Seguimos con los vegetarianos, que para mi propia sorpresa resultaron siendo mis consentidos: los tacos “Rucio”, con berenjena, cebolla

LA MANCHA DEL QUIJOTE Mi Favorito: Los “Rucio”, Vegetarianos y pimientos y, por último, la quesadilla de dos quesos con guacamol y salsa de pico de gallo, perfecta para quienes disfrutan del queso azul. El restaurante, además de la entretenidísima posibilidad de recordar con cada platillo a los personajes de Don Quijote (¿una trivia entre cuates?), ofrece seis salsas artesanales para aderezar los tacos, las gringas y las quesadi llas: de jalapeño, de aguacate, de chipotle, de tamarindo, de cobanero y la casera, todas disfrutables por igual. Excelente lugar para almuerzos sin complicaciones.




CAFÉ CAMINITO Sandwich La Fé de Pollo y Modelo Especial Al dar la primera mordida al sándwich, lo que resalta es la textura artesanal del pan chapata, lo jugoso del pollo, lo suave y cremoso del queso y el dulcito del tomate. Sus sabores son delicados y muy frescos. Al combinarlo con la Modelo, notas como la cerveza refresca pero no opaca el sabor de la comida. Ésta vez, moja el sándwich en la salsita de yogurt para las chips de camote. El sabor se intensifica por lo dulcito de la salsa, convirtiéndose en un deleite para el paladar. Sus sabores combinan perfectamente con lo suave de la Modelo. Muerde un chip de camote. Disfruta su textura crujiente y su sabor dulce en boca. Ahora moja el camote en la salsita. Sus sabores se unen en un dulcito irresistible. Da otro trago a la Modelo. Descubre lo que significa que comida y bebida estén en completa armonía.


KARMA Solomillo de Cerdo con Stella Artois Cierra los ojos y siente el aroma de la Stella. ¿Notas el olor a trigo y cítricos? Da el primer trago. Saborea ese frutal que te refresca, pero que al instante se convierte en un ligero amargo. Ahora pon atención a los aromas del solomillo. Deja que ese dulce olor con un toque a jengibre te seduzca. Pruébalo. Disfruta la suave textura de la carne. Deja que la explosión de sabores agridulces, caramelizados y cítricos se exprese en tu boca. Da un trago a la Stella. Nota como limpia por completo tu paladar, refrescándote. Ahora prueba la ensalada. Sabores thai jugando contigo. Siente los cítricos y el aceite de ajonjolí. Da otro trago a la cerveza. Te limpia, permitiendo seguir disfrutando de este exquisito plato con tanto sabor, sin empalagarte. Prueba las verduritas con mantequilla. Se sienten en completa armonía con la cerveza.




L A MANCHA DEL QUIJOTE Tacos al Pastor con Corona Empuja el limón dentro de la Corona, cierra los ojos y siente como su cítrico aroma te deshace los nudos de la espalda y te recuerda que es hora de relajarse. Automáticamente al dar el primer trago, te abre el apetito. De repente, el aroma a cebolla, cilantro y carne adobada, se cuelan en la escena. Agrega limón y salsitas a los tacos. Al morder el primero sientes esa adictiva mezcla de sabores cítricos y frescos del limón, el cilantro y la cebolla, con lo picantito de las salsitas y el sabor de la carne adobada. Das otra mordida y esta vez la piña le agrega un toque agridulce. Es una fiesta en la boca. Da un trago a la Corona y nota como su suave sabor te refresca, pero a la vez complementa dejando un sabor cítrico en la boca. ¡Que mezcla tan perfecta! Son estos, los pequeños deleites que te regala la vida.


zonas

ZOOM IN

13 & 14


Lo que es indudable es que en la ciudad de Guatemala puede uno comer maravillosamente bien. El área de zonas 13 y 14 –que en nuestro tour decidimos fusionar, dada su proximidad– resulta ser, gastronómicamente hablando, de una diversidad bastante incluyente. Claro que es notorio que la mayor parte de su oferta corresponde a restauranteros ya experimentados, así como con mayor disponibilidad para inversión en mobiliario, decoración y, obviamente, ubicación. Esto por sí solo, de más está decirlo, no implicaría algo importante, pero aunado al hecho innegable de que habemus comida espectacular, pues eso: que este termina siendo el lugar perfecto para darse uno mismo o para compartir con alguien un espectáculo culinario de gran dimensión. Zonas 13 y 14, pues, nos brindan opciones redondas, experiencias integrales, donde tanto el ambiente como la comida implican mayormente sofisticación y comodidad, pero con apertura a toda clase de bolsillos. Si quiere algo sencillo o algo complejo, hay; si quiere algo rápido o va con tiempo, hay; si anda en plan económico, de lujito o de lujazo, en esta área hay para todos los bolsillos, incluyendo lo impensable hasta hace pocos años en una sociedad tan apegada a la carne: alternativas vegetarianas y veganas. Visitamos perfectos lugares para celebrar en pareja o en grupo, incluyendo la posibilidad de reservar salones para reuniones; las cavas de vinos internacionales le harán ojitos, así que pónganse guapetones, péinense bonito y vénganse a dar la vuelta, que le espera un festín pantagruélico.

-- Juan Pensamiento


Un especial agradecimiento a todos los restaurantes que colaboraron patrocinando este tour.



SPLÉNDIDO Mi Favorito: Los Camarones al Mojo de Naranja. Digamos que Splendido tiene un nombre realmente honesto y nada menos que eso. Aun siendo un restaurante con varios años de experiencia, diversificado en bistro (en La Noria), tienda (en la 19 calle de zona 10, con entrega a domicilio) y servicio de banquetes, el auténtico arte y pasión con que se reconoce su chef desde niña, le permite mantener la frescura tanto en el propio menú como en la energía que le sirve de motor. Con un menú que cambia aproximadamente cada dos meses –reteniendo los platillos favoritos de los comensales–, ingredientes de primerísima calidad y varios vegetales obtenidos de sus propias hortalizas, comer en Splendido no es una experiencia sino LA experiencia. Comenzamos con dos entradas: primero, la “Extravaganza”, un magnífico fondue de tres quesos con tro-

zos de lomito sazonados con chipotle; luego, el “Sweet Chilly Tuna”, una especie de ceviche con giro agridulce y tiras wantán en lugar de la clásica galleta de soda. ¿El problema de que las entradas sean tan geniales? Dan ganas de quedarse allí. Venza ese impulso. Seguimos con unos “Camarones al Mojo de Naranja”, bañados en una salsa que es un auténtico festín al paladar, como también fue festín el “Fettuccini la Barquera”, una perfecta pasta con mariscos y una salsa cremosa reinventada con chorizo extremeño y chile cobanero. De los postres, el pie de higos antigüeños y el parfait de salsa de berries con merengue y helado. Para los amantes de los vinos, la carta ofrece 24 distintos y una carta que funge como guía para el maridaje. Consiéntase y venga.


MARGHERITA Mi Favorito: Los Ravioli de Formaggio con Pomodoro e Pancetta. Margherita es, sin duda, resultado del auténtico amor a la pizza. Sus fundadores, una pareja de esposos amantes del buen comer, no lograban encontrar en Guatemala –a finales de la década pasada– una pizza digna de llamarse tal; por lo tanto, la crearon en un ambiente familiar abierto y relajado. Pero no solo la crearon: antes de ello, para saber bien aplicar la esencia y la técnica original de la verdadera pizza, se tomaron la “molestia” de certificarse en Nápoles como auténticos pizzaiolos. En Margherita encuentran clasificadas pizzas con base estilo napolitano (misma que requiere un horno exclusivo para ello), estilo romano, la siciliana, la newyorkina y la californiana, ya esta última con más espacio para la creatividad; todas ellas con ingredientes de alta calidad como protagonistas, incluyendo quesos artesanales: magia tras la aparente sencillez. Empezamos con unas deliciosas y tiernas bruschettas de prosciutto y rúcula, unos incomparables hongos silvestres al horno (en serio, tienen que pedirlos) y la ensalada de la casa, con queso de cabra, alcachofas, nueces y balsámico. Seguimos con la pizza Margherita extra (cuya particularidad son unos maravillosos ajos rostizados en aceite de oliva) y otra de Scarola y Pancetta, perfectas ambas. Terminamos con unos ravioles artesanales de queso cubiertos con una salsa espesa de tomate y la mejor pancetta que he comido y otros exquisitos rellenos de güicoy en salsa cremosa de nueces y salvia frita en mantequilla. Sé que me están envidiando… Nota adicional: Pueden pedir sus masas sin gluten.


Ubicado dentro de un centro holístico integral dedicado principalmente a la práctica del yoga y a la impartición de terapias alternativas, Prana es un restaurante creado para ofrecer comida sana y nutritiva –vegetariana, además– pero para nada aburrida. Tal como debe ser este tipo de lugares, su visión es incluyente y no excluyente: si no cree en las terapias alternativas, igual puede venir a comer, que resulta imposible no disfrutar comer en un jardín tan hermoso en un área de la ciudad bastante tranquila. Si no es usted vegetariano, no importa tampoco; venga un día a probar, que no pasa nada por no comer carne de vez en cuando y su digestión sin duda lo agradecerá. En Prana tienen una pequeña hortaliza en donde cultivan su propio kale, así como algunas hierbas aromáticas. Además del restaurante, también hay un bar de jugos y pronto habrá una tienda de productos orgánicos. Nada de lo que se utiliza en Prana como ingredientes incluye azúcar procesada ni ingredientes enlatados. Su lecha de almendra y coco es hecha en casa.

Las bebidas se endulzan con stevia, agave, miel de abeja o guarapo. Sí, sí, todo esto podrá sonar ajeno para algunos, pero les aseguro que el menú es verdaderamente bueno; tanto, que no extraña uno lo usual. Como entrada pedimos unos perfectamente crujientes wontones de aguacate y una ensalada césar de quinoa y tofu, con un tofu de excelente sazón. Los tacos de portobello con queso oaxaca son no solo de un tamaño que supera lo adecuado, sino en serio deliciosos; y no digamos la magnífica hamburguesa de portobello con tres quesos. El wrap de tofu con tapenade, almendras, uvas y tahini, también resulta en un almuerzo sustancioso. De beber, probamos limonadas con gengibre y chan y con piña y jalapeño. Tambien recomiendo la naranjada con fresa y piña y, sobre todo, el licuado de sandía, coco y menta.

PRANA

Mi Favorito: Los Tacos de Portobello con Queso Oaxaca.


SOU L NU TRITION

Si hay un buen lugar para la experiencia vegana, ciertamente es este. No que convertirse en vegano deba ser para todos, claro; pero, al igual que con la comida vegetariana, no se necesita estar enteramente dedicado al veganismo para darle de vez en cuando un respiro al cuerpo y algo novedoso al paladar (y a la panza). En Soul Nutrition encuentra uno comida preparada, productos para llevar e ingredientes para la cocina, todos de excelente calidad y cuidadosamente seleccionados por su dueña, experta en nutrición vegana y chef certificada en “raw food”. El establecimiento cuenta, además, con planes de desintoxicación de distintos niveles de “rudeza”, que aun cuando leves no vienen mal al menos un par de veces al año; los jugos y smoothies, además, son particularmente sustanciosos y saben muy bien. De un modo u otro, lo que más nos importa en este tour es que la comida sea buena y de ello no queda duda. El “quinoa sushi roll” satisface como cualquier buen sushi, con el añadido de que la quinoa le da un toque crujiente y el tofu sabe delicioso (cosa difícil de lograr); el “zucchini pad thai”, hecho con fideos de zucchini que sustituyen a la pasta lo deja deseando a uno más de esa cremosita salsa de manías. Dificil creer que algo que no lleva producto animal alguno sepa tan bien, en realidad. De postre, un cheesecake de calabaza a base de marañón, leche de almendra, miel, [obviamente] calabaza y caramelo de azúcar morena cierra perfectamente el almuerzo. Soul Nutrition ofrece entrega a domicilio, así que será cuestión de aprovechar. Anímense.

Mi Favorito: El Zucchini Pad Thai.


Con alrededor de año y medio de existencia y algunas variaciones con respecto al concepto original, lo que no ha variado en La Casa del Escritor es lo buena que resulta su comida. La pasión de su dueño y fundador por las letras permanece y cualquiera es bienvenido a platicar con él sobre literatura, aunque el lugar ahora se identifique más bien como un bistro-bar, excelente para un trago con buena comida después de la oficina, ya sea en forma de tapas o plato formal. Además, giran ahora hacia la idea de los vinos boutique. En todo caso, su lema es “aquí no hay extraños, sino amigos con quienes no nos habíamos conocido”. El apetito nos lo abrimos con unos suculentos ravioles de carne con salsa al vodka, perfecta para mojar el buen pan con que los acompañan. Para nada se quedó atrás el lomito a las cuatro pimientas, con una carne no solo en su perfecto punto

de cocción, sino en su perfecto punto de sazón. Los camarones empanizados con que seguimos me sorprendieron con la mejor salsa tártara que he probado en un buen rato y terminamos con dos paninis: “El Escritor” con roast beef, jamón york, jamón de pavo, tocino, queso suizo y queso cheddar, y otro de queso y espinaca. Ambos pueden pedirse completos o en trozos para picar con los cuates. De todo repetiría.

Mi Favorito: Los Ravioles de Carne con Salsa al Vodka.

LA CASA DEL ESCRITOR


ASADOR Mi Favorito, esto estuvo difícil: El Róbalo a la Plancha. Sin duda, ASADOR es el secreto mejor guardado de Guatemala. No lo conocía, aunque tiene varios meses de existir y, aunque su nombre revela una obvia inclinación a la parrilla, el restaurante ofrece mucho, mucho más, para todos. Si quieren comer buena carne viendo un partido de fut en pantalla gigante, pueden. Si quieren una experiencia gourmet redonda, la tienen. Si quieren un lugar donde poder llevar niños, eureka. Los dueños buscaban un lugar donde poder comer como querían y de allí partieron y, vaya, que me dieron también un lugar donde comer como yo quiero. Comimos (aunque no lo crean) en una sola sentada unos excelentes tacos de puyazo en tortilla hecha en casa (también su pan es hecho allí mismo); un lomito de corte grueso perfectamente acompañado de ber-

ro, salsa de pimientas, cebollitas asadas y chiles toreados; un espectacular tiradito de róbalo con vinagreta de chiles toreados y lascas finas de pepino; el “Chuletón”, un enorme rib eye (para dos personas) con una soberbia papa con cebolla frita, crema agria y aguacate asado; el pollo más tierno y mejor saborizado que haya probado, con duraznos asados y ejotes; un delicioso róbalo a la plancha con puré de papas (y qué puré…uf); una crujiente pork belly, con salsa de manzana y vino tinto; una hamburguesa gourmet que dejaría satifescho al comensal más exigente y, encima, tres (¡tres!) postres: el plátano asado, el crumble de manzana y el budín de banano. ¿Qué le recomiendo? Oh, por dios: ¡TODO!


Mi Favorito: El Fresine ai Peperoni.

PIU TRENTANOVE

“Piu trentanove” significa “+3 9”, el código para llamar a Italia. Y es que su dueño es un italiano bastante dedicado y amante del buen comer que ofrece cocina de autor inspirada en recetas clásicas italianas del área del mar mediterráneo, con un respeto cuasi religioso al sabor natural de los ingredientes. Sus pizzas son estilo napolitano (cosa que requiere horno especial) y sus carnes, todas, van cocinadas con brasa de leña. Lo primero que probamos fue un enooooorme antipasto italiano (pídanlo; obviamente es para compartir…) con burrata. Si, como yo hasta este día, no han probado la burrata ni saben qué es, se llevarán tremenda sorpresa: la burrata es una mozzarella rellena de crema, mantequilla y más mozzarella; una auténtica delicia. Eso sí, el resto de quesos y vegetales en el antipasto son, también, sencillamente perfectos. Luego le entramos a una pizza

margherita que, como bien dice el chef, “es la mejor forma de reconocer la bondad de la pizza”. Vaya si no… Después de eso, un “spaghetti ai frutti di mare, donde cada ingrediente era protagonista en sí mismo y, luego, un “fresine ai peperoni”, la cosa más sencilla y deliciosa, con dulces morrones y ajos rostizados. La otra estrella del día resultó ser la “tagliata de lomito con rúcula y lascas de parmigiano”, carne jugosa ni más ni menos que en su punto, sazonada con sal rosada del himalaya. De postre, un auténtico cannolu siciliano, relleno con ricotta y fruta cristalizada.


EL PARISIN O

El Parisino comenzó como una panadería gourmet que proveía excelente pan –auténticamente francés– a los mejores restaurantes de Guatemala. Porque la justicia tarda pero llega, eventualmente abrieron al público y heme allí, desde entonces, adicto a la mantequilla con más mantequilla que caracteriza la gastronomía francesa. El Parisino combina perfectamente la sofisticación y la sencillez de una buena comida y pone los postres a la misma altura que los platos principales. Si van a desayunar, forzosamente deben probar los huevos benedictinos –que se ofrecen con salmón o con jamón canadiense – y la mejor salsa holandesa de este lado del charco, mantequillosita (lo sé y mi lonja también) y limonosa. Uf. Si almuerzan, la tabla de terrine (que puede ser de pollo o pato, según la temporada) y rillettes (de cerdo) resulta perfecta para abrir el apetito en lo que se platica con los amigos, acompañada de pan, mostaza, cebollas caramelizadas y pepinillos. Aunque vale la pena probar todos los sandwiches, el club sandwich resulta ideal para quitarse varios antojos a la vez, con tocino, pollo rostizado y huevo duro. Lo cierto es que no pueden irse de El Parisino sin probar uno o varios postres: en nuestra visita le entramos al “volcancito de nuez con café” y a la “tartaleta de fresa con pistacho”. Escribir este párrafo me instó para volver.

Mi Favorito: Los Huevos Benedictinos.


mejor pescado que he comido jamás, no solo por su textura sino por la delicadeza de su sabor, logrado con jengibre, ajo, cebollín, cilantro, aceite de oliva y de ajonjolí; suena sencillo, pero su sabor es todo menos eso. El “Pato laqueado” –un pato entero, obviamente destinado para compartir– es una delicadeza pekinesa que debe probarse, sin duda; la delicia de la piel dulce y crocante es incomparable, además de que el propio chef será quien le cuente sobre el plato mientras filetea el ave en su mesa. Como postre, la “Luna llena” merece especial reconocimiento: una esfera de caramelo de azúcar de remolacha (que sabe a una azúcar suave) rellena de crema de especias asiáticas y flores orgánicas, sobre manzanas y jengibre salteados en ron Zacapa Centenario. Sí, es tan mágico como suena y sigo preguntándome cómo se logra esa esfera. Si es amante del vino, asimismo, la intensa y experta cava le garantiza maravillas.

GINGER

Es difícil que las palabras alcancen para describir la experiencia que resulta ser Ginger, un restaurante de cocina de autor con meticulosa inspiración asiática. Todo aquí denota arte, precisión y experiencia, lo cual justifica que sus precios no sean particularmente bajos; sin embargo, ni por un segundo dudo que todos nos merezcamos una buena cena en Ginger. Como entrada, el chef a diario prepara alguna sorpresa y a nosotros nos tocó un genial “dumpling” de camarón. Todo el pan es hecho en casa y ni se les ocurra perderse un trozo con mantequilla saborizada. Todos los platos, además, se decoran bellamente con flores comestibles. Nuestra primera entrada formal fue la “Esfera de aguacate y salmón”, con un sabor intenso pero balanceado con la dulzura del crocante que lo complementa. Luego probamos el “Foie Gras Ginger”, importado y servido recién horneado con manzanas flambeadas al cognac y unas angelicales uvas rostizadas. Imperdible. Nuestro primer plato fuerte fue el “Chilean sea bass al vapor”, seguramente el

Mi Favorito: El Chilean Sea Bass al Vapor.


LUKA

Mi Favorito: El Risotto de “Pork Belly”.

Luka tiene una decoración verdaderamente hermosa, agradable, donde los colores neutros –que suelen correr el riesgo de tornarse aburridos– son todo menos aburridos debido a la mezcla de formas y texturas. Ya de por sí estar allí resulta agradable. Sin embargo, es la comida la que termina de poner el toque de color. Los camarones a la plancha (que el chef aliña con distintas salsas, para sorprender al comensal) estaban buenísimos con la salsa de cítricos de ese día; vale destacar que el arroz basmati con almendras que acompañaba a los camarones merece mención propia en el menú, porque estaba verdaderamente perfecto. Probamos también una ensalada de quinoa en su punto que, combinada con rúcula, fresas, pecanas garapiñadas y queso feta, resultó no menos que manjar (pruebe en el mismo tenedorazo quinoa, fresa y queso feta…uf) El tercer plato fue un risotto de “pork belly” con espinaca y queso manchego, y vaya si no fue sorprendente lo bien que combina la dulzura de la carne –bañada en azúcar morena y mantequilla– con la textura del manchego. Por último, comimos un excelente y original corte de puyazo a la parrilla con frituras de “sweet potato”. La carne se sirve acompañada de un juego de sales saborizadas –y colorizadas– con café, rosa de jamaica, apio, curacao y remolacha. La limonada con menta y toque de rosa de jamaica, la recomiendo. Además, en Luka hay sábados en los que se invita a los asistentes a llevar su propio vino. Aprovechen.


Para describir la genialidad de Del Posto, se vale comenzar diciendo que su creador y chef es un pizzaiolo certificado en Italia, en Argentina y en San Francisco. Y sí, se nota que sabe qué le da de comer a uno… El lugar es hermoso, al mismo tiempo sofisticado y al mismo tiempo hogareño, acogedor. Como debe de ser, sin embargo, nada es más protagonista aquí que la propia comida. De hecho, el único mozzarella utilizado en Del Posto es un Fior di latte fresco del día, como debe de ser, con leche ordeñada en cada madrugada. Abrimos el apetito con una “pizza alla croce” –una pizza, o más bien, cuatro calzone servidos en forma de cruz– rellenos de salami soppressata de Génova, queso ricotta, miel de abeja, hongos y aceite de trufa. Sí, sabe tan espectacular como suena y va acompañado de rúcula, tomates y bolas del fresquísimo mozzarella. El espectáculo continuó con otro plato de autor: unos calamares en aceite

calabrés, en su perfecto punto de cocción, un tanto picantes pero apenas lo suficiente para que el placer no se torne en lagrimero. Debo decir que fue aquí en Del Posto, donde probé el platillo que resultó ser mi favorito de entre los 23 restaurantes del tour: una pasta casera saborizada con Limoncello, en salsa de pinot gris con camarones jumbo, róbalo y chiles calabreses; y juro que enrollar un poco de pasta en el tenedor y saborearla mientras explota en la boca uno de esos pequeños chiles, es una experiencia demoledora, aplastadora, orgásmica que le deseo a todos. Terminamos con una pizza de prosciutto di San Danielle con albahaca, rúcula y parmesano. Corazón contento y no se puede pedir más.

Mi Favorito: La pasta de Limoncello con Salsa de Pinot Gris, Camarones, Róbalo y Chile Calabrés.

DEL POSTO


VÉRTICE El arte más genuino –y mi preferido– es siempre aquel que deviene de las vivencias personales y se me ocurre que quizás de allí provenga el encanto de Vértice. Su fundador y Chef cuenta que la intención es crear platillos que entretejan sus experiencias culinarias (habiendo estudiado en Argentina y en Estados Unidos) con lo aprendido y degustado a lo largo de varios viajes. Y, bueno, ciertamente lo logró. Quizás las influencias predominantes provengan de la cocina creole y cajun, ya en sí mismas fusiones culturales, que luego juegan deliciosamente con elementos europeos y asiáticos. La visita la abrimos con un delicioso “Carpaccio Vértice” de lomito con aderezo oriental, aunque el toque explosivo al paladar lo aportan las lascas de pan tostado espolvoreadas con especias. Seguimos con los “Risotto Cakes”, deliciosas croquetas de arroz coronadas con camarón y salseadas con chiltepe-cilantro y mayonesa-chipotle. Como platos principales probamos primero el “Risotto Nola”, con tres tipos de pimiento, chorizo y camarones con blackened seasoning; la mezcla de la base cajun aporta el crujiente del apio que, junto con la cremosidad del queso hacen de este un plato para celebrar; luego de esto, pasamos a un buenísimo róbalo con salsa de cítricos, aceite de ajos sobre patatas rotas y vegetales asados. Debo admitir que me dolió compartirlo… Por cierto, pese a que no acostumbro beber alcohol, disfruté mucho el “Coco Loco”, un coco fresco cuya agua interior empata excepcionalmente bien con un tanto de Zacapa Centenario.

Mi Favorito: El Risotto Nola


Antigua es una ciudad muy especial para mí, ya que vengo desde que tengo memoria y tengo muchos amigos aquí. Me gusta salir a comer los sábados, que es cuando hay más energía en las calles y se juntan todos a socializar (citadinos, locales y extranjeros). - Jinena (Si, con N)

The Bagel Barn


IN ANTIGUA

DESAYUNO The Bagle Barn. Este lugar es rico para ir todo el día, pero los desayunos son increíbles. Sugiero un God Save the Queen, en Bagle de orégano, con aguacate y un té caliente grande (son gigantes y tienen una excelente variedad). Así comenzás el día con la panza llena corazón y el contento.

Para bajar la comida, me gusta Samsara porque tienen excelentes blends en infusión, libros interesantes y la música es relajante.

Para el café, siempre voy al Fat Cat a pedir un café negro en Chemex. Si le hablás a los chavos que atienden, te vas a dar cuenta que tienen el corazón entregado al café, especialmente al ver el ritual de preparación. Siempre le pegan al gusto del café por los tipos de granos q escogen. Hacen unos killer capuccinos también.

Al entrar la tarde ¡hay que ir a una terraza para ver el atardecer! Yo voy al Whisky Den por un single malt (tienen la variedad más grande de whisky en el país) y lo subo a la terraza de Lava, donde despido al sol y veo salir las estrellas. Lava es un buen punto de encuentro y pre traguitos, además de tener las mejores alitas de la Antigua. A mí me gusta pedirlas de boquitas para esperar que se unan al grupo el resto de amigos.

ALMUERZO

CENA

Acercándose medio día, con el calor, dan ganas de una chelita fría y para eso es perfecto el hostal Roo’s. El ambiente es muy relajado y tienen una vista increíble. Cuando se te abra el apetito, recomiendo Izakaya. Todo de este lugar es delicioso pero para mí, los siguientes platos son un must (pedílos para compartir): tiradito de pescado, camarones tempura, berenjena miso al horno, brochetas de verduras al carbón y por supuesto unas costillitas… ¡YUM! Ah y una ¡cerveza fría!

A la vuelta de Lava, sobre la calle de salida, encuentras Tartines. Pedí el souffle de camarones que es para morir y solo lo hacen los fines de semana. Acompañálo de una copa de pinot grillo. Si no comés camarones, recomiendo el Croque Monsieur. Con eso seguro ya quedás listo para caminar, bailar y explorar barcitos o dormir como bebé, ya que en la Antigua siempre se duerme mejor que en la ciudad.


El restaurante fusión Elú, está adentro del romántico, acogedor y lujoso Hotel Boutique El Convento, en Antigua Guatemala. Es un lugar único y especial para quien busca una experiencia gastronómica de altura, en un ambiente íntimo y romántico.


MONOLOCO

Una pizza grande (para 4 personas) y un cubetazo de Corona por: Q185.00 (Precio normal, Q232.5) Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de febrero. Sólo un cupón por mesa.

¿Sabías que el primer restaurante de Monoloco abrió en Antigua hace 15 años? Hoy puedes disfrutarlo también en la ciudad, en Plaza Obelisco.


INKA GRILL

2x1 en ceviche clásico de pescado peruano. Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de Febrero, sólo se puede utilizar un cupón por mesa. No aplica con otras promociones. Presentar el cupón antes de hacer su pedido.

¿Sabías que la cocina peruana ha llegado a ser considerada como una de las 3 grandes cocinas de la humanidad? En Inka Grill puedes disfrutar de la gastronomía 100% peruana.


MARGHERITA

Una bruschetta di proscuitto, una pizza Margherita extra y una garrafa de vino de la casa por para dos personas por: Q250.00 Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de Febrero, sólo se puede utilizar un cupón por mesa. Válido en Pizza Margherita zona 14 (La Noria) y Pizza Margherita zona 15.

¿Sabías que Margherita es la primera pizzería en Guatemala, en hacer la “pizza napolitana” con denominación de Origen (D.O.)? La denominación de origen certifica que los procesos tradicionales e ingredientes originales de los platos se mantengan. Eso le garantiza al consumidor que obtendrá un nivel alto de calidad, de manera constante.


ITALIANNIS

2x1 en todas las pizzas al presentar el cupón. Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de Febrero, sólo se puede utilizar un cupón por mesa. Válido todos los días, para consumo dentro del restaurante.

¿Sabías que la mayor parte de las recetas de Italianni’s están inspiradas en platos que han estado por generaciones en distintas familias italianas? La pizza di Prosciutto, está inspirada en la pizza de Margarita Martineti. Esta receta lleva casi 400 años en su familia.


CEVICHEF En la compra de un ceviche caliente, te damos un tiradito gratis. Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de Febrero, sólo se puede utilizar un cupón por mesa. Válido de lunes a miércoles.

La mayoría de ceviches de Cevichef, llevan ají amarillo, cultivado de forma artesanal por ellos mismos. El ají amarillo es un tipo de chile originario de Perú y utilizado en la gastronomía de esa región desde hace 8500 años a.c.


OLIVA

Elige entre nuestros “Camarones Ron Zacapa” o nuestro plato “Mar y Tierra” para compartir, por: Q160 (Precio normal, Q250) más 2 bebidas (alcohólicas o no alcohólicas) Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de Febrero, sólo se puede utilizar un cupón por mesa. Válido todos los días.

El postre favorito de nuestros clientes es el Mousse de Nutella, que casualmente combina excelente con el Mar y Tierra y con nuestros camarones Ron Zacapa.


ROSSOPOMODORO 2x1 en cualquier pasta o pizza del menú. (Si eliges dos platos distintos, pagas el precio del más caro). Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de febrero. Sólo un cupón por mesa.

¿Sabías que en Rosso Pomodoro encuentras comida italiana casera? Sus masas y pastas están hechas de manera artesanal, trayendo a las mesas la sazón de las abuelas italianas. Además es un lugar para descubrir. Su ubicación lo hace íntimo y perfecto para compartir rica comida y buen vino.


RBG

Por la compra de un plato fuerte, te damos una entrada de cortesía. Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de Febrero, sólo se puede utilizar un cupón por mesa. Rgb ofrece un espacio moderno, con televisión para ver los partidos. Cuenta también con área de bar para disfrutar de las mejores bebidas nacionales e internacionales. Su comida está hecha con ingredientes frescos y de excelente calidad.


LA CREPE KITCHEN

Philly Steak + bebida de la casa o gaseosa Q59.00 Crepe Burguer + bebida de la casa o gaseosa Q59.00 Restricciones: Promoción válida hasta el 29 de febrero. Sólo un cupón por mesa.

¿Sabías que La Crepe Kitchen abrió sus puertas por primera vez en 1977? Después de pasar por una reinvención, hoy cuenta con un ambiente moderno, internet de alta velocidad y conectores en cada mesa. La Crepe Burguer y la Philly Steak Crepe, fueron inspiradas en clásicos americanos que han conquistado a muchos a través del tiempo.


BOLGHERI

En la compra de dos platos fuertes (pastas o carnes), te damos a escoger entre un tiramisú para compartir o una bruschetta con pomodorini basílico olive nere, de cortesía. (Sólo se puede elegir uno) Restricciones: Promoción vlálida hasta el 29 de Febrero. Sólo un cupón por mesa. Aplica de lunes a miércoles de 17:00hrs al cierre.

¿Sabías que Bolgheri es un antiguo pueblo enclavado en la costa de los Etruscos en la Toscana? A tiro de piedra del mar, en un campo bañado de viñedos y olivares, es un lugar que se caracteriza por su excelente gastronomía y espléndidos vinos de origen.


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