Foto: Bartolomé Sánchez
QUESO Y VINO
Queso de Vaca Añejo Señorío de Cameros
Queso Los Cameros P.I. Fuenteciega Los Nogales, 55 26200 Haro (La Rioja) Tel. 941 310 940 www.loscameros.es · Ganado: vaca · Maduración: 12 meses · Precio: 31,84€ / pieza
Colección Vivanco 4 Varietales Blanco de Guarda
Bodegas Vivanco Carretera Nacional 232 26330 Briones (La Rioja) Tel. 941 322 013 www.vivancoculturadevino.es · D.O.Ca. Rioja · Variedad: 40% Garnacha Blanca, 30% Maturana Blanca, 20% Tempranillo Blanco, 10% Viura · Crianza: 12 meses (80% en acero con sus lías y 20% en roble) · Precio: 24 €
La Rioja más escondida
H
ay muy pocos ejemplos en España de quesos de vaca que respondan a características tan especiales como del que hablamos. Precisamente, es uno de sus valores más apreciados y lo que le ha valido una nueva Medalla de Oro en los World Cheese Awards. La familia Martínez lleva contentando el paladar del buen aficionado desde 1961, cuando fundaron su quesería en Haro. Javier Martínez, miembro de la familia, es hoy el maestro quesero y utiliza la leche de vaca de la raza frisona de una sola granja para elaborar este queso con alrededor de año y medio de curación, con la importante aportación periódica de una buena limpieza de la corteza con aceite de oliva. Al final es un concentrado de sabores y aromas, de textura firme, con plenitud de aromas lácteos y de frutos secos. En el paladar posee bastante concentración, destacan los puntos ácido-salados del lactato cálcico y del ácido láctico. El juego con este vino blanco es sencillamente sensacional y poderoso. Posee la familia Vivanco un amor por la estética y por la calidad bien entendida constatada en numerosos ejemplos. Sin duda, el que más resalta es el impresionante Museo del Vino, en el precioso pueblo de Briones, que la Organización Mundial del Turismo considera como el Mejor Museo de Vino del Mundo. También posee una selección de distintos vinos de variedades típicamente riojanas entre los que destacamos este poderoso blanco de guarda que no deja resquicio alguno a la banalidad. Me encantan los vinos con mucha crianza en botella, en especial los blancos cuando son poderosos. En este, cuatro variedades riojanas intervienen en su bien formado buqué y es un vino muy bien estructurado y con mucho volumen, con un final elegante y amargoso. Justo el que necesita el queso para dar las claves de un encuentro bien avenido entre dos poderosas fuerzas que, lejos de repudiarse, forman un fantástico y deseado conyugio. Bartolomé Sánchez
