Moldes de costuras, mapas, diagramas, indicadores gráficos. En cierto modo, todo estos dispositivos confluyen en la historia de la pintura, aunque con el devenir del tiempo, asumieron aspectos diferentes en la superficie del cuadro. Por eso, la obra de Lecuona no puede simplemente adscribirse a lo que se conoce como retorno de la pintura. En sus trabajos emergen de múltiples modos las estrategias de fragmentación y recomposición de lo representado. De hecho, el artista brinda algunas claves en títulos con Les demoiselles de Caracas, 1995; un guiño latinoamericano a las rupturas que las vanguardias operaron sobre la tradición figurativa y los espacios visuales heredados.
Las referencias a la historia del arte no solo son citas, existe la intención de dialogar con algunas de las obras que son consideradas claves importantes en su cisión de la pintura. No habría un retorno a la pintura, sino un diálogo constante con su historia.