Adela Cortínez. Pasiones de la mirada.

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Sala 3

Pasiones de la mirada

Adela CortĂ­nez


Adela Cortínez Pasiones de la mirada Del 5 de abril al 1º de junio de 2014 Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson Av. Libertador Gral. San Martín 862 oeste | San Juan | Argentina | +54 (264) 420 0598 | 420 0470 | contacto@museofranklinrawson.org | www.museofranklinrawson.org

Autoridades Gobierno de San Juan Gobernador

Ing. José Luis Gioja Vicegobernador

Dr. Sergio Mauricio Uñac Ministro de Turismo y Cultura

D. Dante Raúl Elizondo Secretaria de Cultura

Arq. Zulma Virginia Invernizzi Dir. Museo Prov. de Bellas Artes Franklin Rawson

Prof. Virginia Agote

Staff Museo Franklin Rawson Dirección Virginia Agote Producción Natalia Segurado / Berny Garay Pringles Educación María Elena Mariel / Natalia Quiroga Investigación Emanuel Díaz Ruiz Comunicación Ina Estévez Diseño Ana Giménez Administración Carmen Pereyra Conservación Guillermo Guevara / Facundo González Montaje Daniel Orellano / Ariel Aballay / Leonardo Arias Asistente de dirección Melisa Gil Recepción Néstor Sánchez Tejada / Graciela Calvo Tienda Mercedes Cardozo Guías Eliana Femenía / Rocío Pérez / Carla Monguilner Orientadores de Sala Mariana Olivares / Paola Alaimo / Daniela Morón / Natalia Molina / Ayelen Salinas / Pablo Sayres / Carla Raschella / Lorena Figueroa / Belen Vilanova Mantenimiento Gerardo De los Ríos 2


Pasiones de la mirada La muestra de Adela Cortínez abre el ciclo de exposiciones de 2014 en nuestro Museo, continuando con nuestra política de privilegiar a los artistas sanjuaninos en la Sala destinada a ellos, sus poéticas, sus obras, sus mundos y modos de representarlos. Adela ha sido durante varias décadas referente y maestra de las técnicas del grabado en la región, a través de su labor docente y su producción, ancladas fundamentalmente en el oficio y sus derivaciones teóricas. Esta muestra no pretende ser antológica, pero si dar cuenta de su constante trabajo a lo largo de cincuenta años. Se pueden apreciar entre otros modos de grabar, sus aguafuertes, xilografías, los calados de chapas, la impresión por monocopia y a taco perdido, los entintados sutiles, los ensamblajes y otras variantes. También es posible rastrear en el tiempo algunos motivos como los peces, las flores, la jardinería y la botánica, el gusto por los textos, palimpsestos y grabados medievales, su pasión por las clasificaciones, diccionarios y enciclopedias. Esta muestra tiene a la pasión como uno de sus fundamentos, ya que sólo ese modo de comprender las cosas vuelve posible la compleja visión de las cosas que la artista nos propone. Se trata de una sutil mirada que va reconstruyendo desde el detalle un discurso que se abre ante nuestros ojos. En esos detalles Adela nos muestra la comunicación que el arte puede establecer entre niveles diferentes de representación, así como entre discursos científicos, religiosos y estéticos. La aparente repetición de las cosas, de los días, del devenir cotidiano, revelan diferencias a veces mínimas, como ocurre en el tiraje, en la impresión de muchas copias, pero que al fin terminan por adquirir una belleza única que proviene de la técnica, pero sobre todo de la conjugación de las pasiones que puede brindar un ojo y un espíritu siempre despiertos, siempre atentos a la maravillosa diversidad que nos constituye.

Naturaleza muerta aguafuerte, aguatinta y mezzotinta, 70 x 51 cm, 1994

Virginia Agote · Directora MPBAFR


Cosmogonía, voz y grabado

Cosmogonía es un conjunto de saberes, a veces científicos y otras míticos, que indagan sobre el origen del mundo; intentan descubrir la matriz del universo conocido. Sería tranquilizador establecer alguna suerte de paralelo entre ese término y el cúmulo de obras de Adela, pero prefiero entrever algo del caos que todo origen encierra, ese abismal núcleo que permanece encerrado en algunos pliegues de lo que sabemos. Hay entre estos refinados y frágiles trabajos, uno que la artista ha llamado “Manuscrito a Violeta Parra – Homenaje para Mercedes Sosa”. En él, aparecen figuras reconocibles que Adela va fragmentando minuciosamente; los detalla, es decir, ejecuta precisos cortes que nos muestran lo que vemos y también lo que no vemos de un oído, pero va mucho más allá: es un oído que, según la bella poesía de Violeta Parra, “graba noche y día grillos y canarios,/martillos, turbinas, ladridos, chubascos,/y la voz tan tierna de mi bien amado.”

En este grabado, como en una enciclopedia fantástica, se persiguen en infinito torbellino las cosas de este mundo; los grillos rechinan sobre astros y herramientas, los ecos de las multitudes sobrevuelan la imagen. Pero en lo recóndito de ese oído, sólo hay lugar para la voz tierna del amante. Se silencia el orbe, se apaga todo murmullo, y Adela deja caer, solitaria, la palabra amado. Apenas es una huella de un sonido, o la sombra de una voz. Sin embargo, ¡qué vana sería toda la obra sin ese sonido, qué inmenso vacío vendría a enfriarnos sin la querida huella de esa voz que ahora nos recuerda! Y la voz del bien amado jamás se extinguirá: ha sido grabada en el oído, permanece grabada en su matriz, adormece grabada en cada copia, suena nítida en el silencio de entintado negro, habla queda en su luz grabada a fuego...

Alberto Sánchez Maratta 4


Manuscrito a Violeta Parra - Homenaje a Mercedes Sosa aguafuerte, punta seca, mezzotinta, 69,2 x 100 cm, 1993

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Los grabados de los años

Detalles de la Serie Impedimentos para el matrimonio xilografía a la testa, 70 x 25 cm, 1999

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Mirando los grabados de Adela, se me va el recuerdo hacia los viejos tiempos en que entré por primera vez a la Escuela de Artes, un caserón al que un terremoto puso fin. En una de sus salas, pendía de la pared un mural que a mí me pareció gigantesco, en el que peces de metal paseaban sus esqueletos entre mares de cobre y aluminio. Más de una vez me lo quedé mirando como ahora miro estos grabados, pensando en qué clase de mundo sería ese en el que el arte y la zoología hacían tan buena pareja. Ese mural combinaba las matrices de una obra de Adela que ya contenía sus rumbos. En ese singular paisaje de mares de metal, estaban comprendidos los libros, las viejas ilustraciones, los índices, la botánica y otras ciencias naturales, la narrativa, la poesía, las metamorfosis, la cocina, Leonardo y la Compañía de Jesús, América y sus seres fabulosos, el jardín, las colecciones, el ojo y la sensibilidad del tacto, el oído capturando el sonido regular de la operación de arañar una chapa para trazar letras o signos con una pieza incisiva, según refiere la RAE a propósito del verbo grabar. En los silencios vespertinos, matizados con pitojuanes y catitas, este arañar es una operación que vuelve a hacer presentes tantas otras similares, perdidas en el tiempo y así, todo se hace in memoriam. Entre estos grabados entonces, siento que me he criado en sentido artístico y por ello, me resulta casi imposible distanciar la mirada hacia una crítica teorética, clasificar y buscar referencias. Puedo ver en ellos las supervivencias de aquellos otros tiempos, los muertos queridos que también arañaron el espa-

cio y dejaron una incisión en el alma nuestra y, seguramente, puesta a ver en ellos los discursos artísticos, podría también hacerlo pero se me están resistiendo las palabras. Igual lo intento. Esas figuras fragmentadas que forman la serie de los Impedimentos para el Matrimonio, son atroces porque estallan el cuerpo debatido entre las prohibiciones y las urgencias. Y son más atroces por su suntuosidad cromática y por ese paso de la mano sobre esos cuerpos, coloreando y limpiando la superficie de anatomías imposibles, o más bien, imposibilitadas, impedidas. Las láminas de botánica citadas en otros grabados en cambio, son un descanso porque nos permiten adentrarnos en órdenes, y los órdenes, ya sabemos, son tranquilizantes aunque ficticios. Los números remiten a clasificaciones que nos hacen pensar en un dominio del vasto mundo a través de jerarquías y casilleros con los que mitigamos los caprichos de la vida y la muerte. Las mismas colecciones tienden a crear la ilusión de totalidad y al mismo tiempo, se abren indefinidamente reinstalando la angustia de lo inasequible.


Naturaleza muerta aguafuerte, punta seca 50 x 69,2 cm, 1991

Veo en el conjunto, un ir y venir tenso entre tiempos diversos y creo que si afinamos el oído, podemos sentir el rumor de otras voces que juzgábamos apagadas. Y el arte es quizás, la creación de escenas que hacen hablar a los muertos y a través de las cuales les hablamos a ellos. Dice Doris Salcedo que, al momento de despedirnos de un ser querido, le decimos palabras finales sabiendo que no nos oye, pero igual las decimos y eso nos dignifica. Es ese homenaje fúnebre por el que recogemos las vidas que otros dejan para llevarlas a cuestas, quizás la única redención posible a través del arte. “De lo que uno no puede hablar, uno debe mostrar”, afirma Salcedo parafraseando a Wittgenstein. Escuchemos lo que Adela nos muestra.

De Carmina Burana: El sol todo lo templa aguafuerte, punta seca, calado, 54 x 49,8 cm, 1989

Alicia Garcés 7


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De la Serie Impedimentos para el matrimonio aguafuerte, mezzotinta, aguatinta, punta seca, medidas variables, 1999/2007

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Biografía Adela Cortínez nació en San Juan en 1943. Profesora en Artes Plásticas, grabadora, discípula de Nello Raffo y de Luis Quesada. Fue titular de la cátedra de Grabado e Impresión del Departamento de Artes Visuales. Cursó la maestía en Artes Visuales dictada por académicos de la Universidad de Chile en F.F.H.A. Participa en exposiciones colectivas en la provincia y fue invitada a exponer en "Arte de Cuyo", CC.Recoleta,1999; "I° Bienal Argentina de Gráfica Latinoamericana", Museo Nac. del Grabado, 2000;" Incomodidad CompartidaSan Juan", Fondo Nacional de las Artes. 2008 ; "La vuelta al país en 80 grabadores" Academia Nac. de Bellas Artes. C. C. Borges, 2010, entre otras.

Agradecimientos Por los trabajos intertextuales a Juan Mariel Erostarbe y Magdalena Puchulú. A Alberto Sánchez Maratta, Alicia Garcés y Eduardo Peñafort.

Esta muestra está dedicada a la memoria de Rosa Chichi Lucco, Rosario Chita Pérez y Luis Polo Suarez Jofré.

Artista junto a su obra Aire de San Juan y el rizoma de Don Juan de Dios Jofré 10

montaje: fotocopias entre vidrios, MDF calado, 139 x 97 cm, 2010


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Sin Título aguafuerte, aguatinta, calado. Bicromía, 33 x 52 cm, circa 1969


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