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La batalla de Ideas

aprobación abrumadoramente mayoritaria de la población estableció en la constitución el carácter irrevocable del socialismo. Además, fueron encarcelados 75 opositores en marzo de 2003, condenados a severas penas por “colaborar con una potencia extranjera contra su patria”.403 A pesar de su hostilidad, Bush no pudo dar marcha atrás, por la presión de los agricultores y exportadores norteamericanos, a las autorizaciones aprobadas a finales del gobierno de William Clinton para permitir a la Isla importar alimentos desde Estados Unidos.

En los tres primeros años de vigencia de esta disposición, sancionada el 16 de diciembre de 2001, Cuba pudo adquirir cerca de cuatro millones de toneladas métricas de alimentos en 425 viajes de buques, pagando en efectivo casi mil millones de dólares. El complejo sistema de transacciones monetarias, por medio de bancos de terceros países, fue provocando a largo plazo pérdidas financieras a la Isla ante la imposibilidad de compensarlas con sus exportaciones. Ello obedece a que este comercio sólo puede hacerse en una dirección, con permisos especiales y sin créditos, lo que fue hizo decaer estas compras, que con el tiempo se han mantenido en niveles más discretos.

Entre los acontecimientos ocurridos en ese periodo figura el arresto en Miami, el 12 de septiembre de 1998, de cinco jóvenes cubanos. Condenados injustamente a diferentes penas de prisión, bajo la manipulada acusación de espiar a favor del gobierno de la Isla y de poner en peligro la seguridad de Estados Unidos, para lograr su liberación se abrió entonces una intensa campaña mundial. También deben mencionarse las importantes visitas a Cuba del Papa Juan Pablo II, a fines de enero de 1998, el primer pontífice en hacerlo, y del ex presidente de Estados Unidos James E. Carter en mayo del 2002.

La batalla de Ideas

Un giro significativo en la situación interna cubana se produjo a partir del caso Elian. Este proceso comenzó cuando el 25 de noviembre de 1999 fue rescatado en el mar, frente a las costas norteamericanas de La Florida, el niño cubano Elian González, de seis años de edad, tras el naufragio y muerte de diez de sus acompañantes, incluida su madre. Después de un largo litigio judicial en Estados Unidos por la patria potestad, que atrajo la atención mundial, el 28 de junio de 2000 Elian regresó a Cuba, donde se habían efectuado grandes marchas y protestas populares exigiendo su retorno al lado de su padre, residente en la Isla.

La campaña por el retorno de Elian fue encabezada personalmente por el comandante Fidel Castro, lo que marcó el inicio de una ofensiva político ideológica en diversos órdenes que denominó Batalla de Ideas, encaminada también a revertir el pesimismo y las carencias materiales existente en ciertos sectores de la población. Para su implantación, Fidel Castro creó una especie de gabinete paralelo, constituido en lo fundamental por dirigentes de la Juventud Comunista (UJC), entre los cuales descollaban Felipe Pérez Roque, Otto Rivero, Carlos Valenciaga, quién llegaría a desempeñarse como su secretario particular, y el presidente de los estudiantes universitarios Hassan Pérez Casabona.404 Los principales campos de acción de la Batalla de Ideas fueron la educación y la cultura, caracterizados por un inusitado desarrollo en la creación intelectual, poniendo el énfasis en la defensa de la identidad y los valores nacionales frente a los avances del pensamiento único y el neoliberalismo dominantes en el panorama mundial.

Quizás los éxitos más sobresalientes de esta campaña se registraron en la esfera educativa, donde no sólo se ampliaron las escuelas, construyéndose nuevas aulas e instalándose modernos equipos de computación, aumentando el número de maestros por alumno, sino también con el ambicioso plan de universalizar la enseñanza, el cual contempló la posibilidad de estudiar carreras universitarias en cualquier parte del país. Como parte de la Batalla de Ideas se promovió una educación y cultura general integral, para toda la población, mediante la intensa utilización, entre otras vías, de una programación especial de televisión -incluso se abrieron dos nuevos canales educativos (2002 y 2004)- denominada Universidad para Todos.

En menos de tres años fueron inauguradas ciento cincuenta nuevas sedes universitarias con profesores seleccionados entre los profesionales de todas las provincias del país. La matrícula universitaria creció 208%, en particular en carreras de Humanidades, con énfasis en la formación de trabajadores sociales. Entre los centros de educación superior que fueron creados estuvo la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), que ocupó el lugar, en las afueras de La Habana, de la antigua base militar rusa de radioescucha (Lourdes), cerrada en 2001 por decisión unilateral del presidente Vladimir Putin.405

Además, se puso el acento en la atención diferenciada a los sectores de la población menos favorecidos, para lo cual se formó un verdadero ejército de jóvenes trabajadores sociales, muchos de ellos estudiantes o graduados de esa carrera. Otro logró de esa ofensiva fue la denominada “revolución energética”, que no sólo hizo más eficiente, barata y estable

404 Más información en Kapcia, op. cit., p. 175 y ss. 405 Leonov, op. cit., p. 287.

la distribución eléctrica nacional, sino que incluyó también la masiva sustitución, a precios subsidiados, de cientos de miles de aparatos y utensilios electrodomésticos, entre ellos refrigeradores, televisores, aires acondicionados, cocinas, lavadoras y otros, así como la adquisición de medios de transporte modernos (aviones, locomotoras, ómnibus y camiones), menos consumidores de combustible, y adquiridos con generosos créditos otorgados principalmente por la República Popular China.

Hay que decir que gracias a ese plan se logró que el 95,5% de todas las viviendas del país estuvieran electrificadas, cuando la población cubana alcanzaba 11,2 millones de habitantes. A esa altura, el 85% de las viviendas eran propiedad de sus moradores y el 74% de ellas habían sido construidas después del triunfo de la Revolución, mientras que el porcentaje de bohíos era en el 2002 de sólo 5,7%. La perspectiva de vida de Cuba era entonces de 76,15 años, la mortalidad infantil del 5,8 por cada mil nacidos vivos en el primer año de vida, la más baja del Tercer Mundo, incluyendo varios países desarrollados. En el 2004 además se alcanzó unas 3 305 kilocalorías y 85,5 gramos de proteínas diarias por persona.406

La presencia de cientos de médicos cubanos y otro personal de la salud también se intensificó en disímiles escenarios mundiales donde ocurrieron catástrofes naturales -como los terremotos de Pakistán, Indonesia y Haití o los huracanes Mitch y George que devastaron parte de América Central en 1998- o para extender la salud pública a lugares intrincados o casi inaccesibles en diferentes países. Según informe oficiales, en las últimas cinco décadas ciento treinta y dos mil profesionales de la salud de Cuba habían brindado su colaboración a otras naciones.

Los mismo puede decirse de los maestros, técnicos deportivos y otros profesionales civiles cubanos cuya presencia contribuyó a erradicar el analfabetismo e impulsar el desarrollo social, como se ha visto en Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador y muchos países de otras partes del planeta. Además, se abrió en La Habana una Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), que ha recibido a miles de becarios de los países más pobres del área, inaugurada durante la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica celebrada en La Habana entre el 15 y 16 de noviembre de 1999. A nivel internacional y con el apoyo del presidente Hugo Chávez, de la República Bolivariana de Venezuela, se impulsó casi al

406 Los datos en el discurso de Fidel Castro el 26 de julio de 2003, en Granma, La Habana, 28 de julio de 2003, p. 4 y en el informe del ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez a la Asamblea Nacional, Granma, La Habana, 26 de diciembre de 2004, p. 2.

mismo tiempo la Operación Milagro para devolver la vista a cientos de miles de latinoamericanos y caribeños

Con razón el comandante Fidel Castro, en su discurso de clausura de la cuarta sesión de la sexta legislatura de la Asamblea Nacional, el 24 de diciembre de 2004, afirmó que Cuba estaba saliendo con empuje del llamado “periodo especial”. En esa oportunidad consideró que el país iniciaba una nueva etapa de su historia no sólo por la creciente preparación alcanzada por su población y el desarrollo de los avances científicos en materia de salud y, sobre todo, por los amplios acuerdos de colaboración firmados con la República Popular China y la República Bolivariana de Venezuela, con esta última dirigidos a impulsar la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), fundamentada en el sueño integracionista de Simón Bolívar y José Martí.

En particular, el comercio entre Cuba y Venezuela llegaría a alcanzar entonces niveles sin precedentes. Las exportaciones cubanas se incrementaron de 191,6 millones de dólares en el 2003 a 2,484 millones en el 2012, para un crecimiento medio anual del 33%, lo que llegó a representar el 44,5% del total del comercio exterior de la Isla. Por otra parte, las importaciones procedentes de este país norandino se elevaron en ese mismo lapso de 684,1 millones de dólares a 6,078.0 millones, para un incremento anual del 27,4%, hasta significar el 44% del total de las compras cubanas en el exterior.407

Al aumento de los recursos gubernamentales cubanos a inicios del siglo XXI, que permitió también dar marcha atrás a algunas de las reformas coyunturales adoptadas en los noventa, no sólo contribuyeron los mencionados acuerdos económicos y comerciales con Venezuela y China, sino también la centralización del comercio exterior y la creación de una cuenta única en el Banco Central, donde debían depositarse todos los ingresos en moneda convertible. Al margen del fortalecimiento del Estado y de los éxitos alcanzados en varias esferas, eran visibles una serie de irregularidades de orden interno, en particular la proliferación de la corrupción.

Eso explica el llamado de alerta formulado por el propio Fidel Castro en un emotivo discurso en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005, donde consideró a esos fenómenos negativos una seria amenaza a la propia existencia de la Revolución, Unos pocos meses después, luego de un extenuante viaje a la Argentina y de los actos del 26 de julio de 2006 en el oriente de Cuba, Fidel Castro fue operado de

407. Véase Sergio Guerra Vilaboy y Roberto González Arana: Cuba a la Mano. Anatomía de un país, Barranquilla, Universidad del Norte, 2015, p. 201. No obstante, la politica hostil de Estados Unidos contra Venezuela ha deprimido desde 2016 el comercio con Cuba, afectando en particular las importaciones de petróleo.

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