
5 minute read
LA ESENCIA DEL YOGA

Una de las maestras de yoga más reconocidas de México nos comparte la inspiradora historia de su camino en las ancestrales prácticas del yoga y la meditación.
Advertisement
One of Mexico’s most renowned yoga teachers share with us the inspiring story of her path in the ancient practices of yoga and meditation

Bindu de la Parra es una maestra genuina y comprometida con lo que es verdaderamente importante en las prácticas espirituales. Más allá de los logros físicos, Bindu apunta hacia aquello que emerge cuando abordamos el yoga desde una perspectiva profunda e integral.
“Mi abuela, que practicaba meditación, fue mi mentora este camino, pues yo me acercaba a ella para que me enseñara a meditar. A los 18 años conocí a mi maestra espiritual, en un momento en el que me sentía confundida e incluso rota no sabía quién era, ni a donde iba. Conocer a Swami Chidvilasananda fue un parteaguas en mi vida, ya que la práctica del canto de mantras y la meditación despertaron en mí una llama de búsqueda espiritual más fuerte, en donde comencé a descubrir quién soy y que quería en mi vida realmente. Fue ahí donde decidí pasar períodos largos en Ashrams y Monasterios en Estados Unidos y la India, donde fui residente a cambio de realizar servicios comunitarios.
El hatha yoga entró a mi vida a partir de este camino, que me llevó a convertirme en maestra de esta disciplina hace 24 años.
Bindu de la Parra is a genuine teacher, committed to what really matters when it comes to spiritual practices. Beyond any physical achievements, Bindu points to what emerges when we approach yoga from a profound and integral perspective.
“My grandmother, who practiced meditation, was my mentor on this path. I would go to her to learn how to meditate. When I was 18, I met my spiritual teacher at a moment when I felt confused and broken. I had no idea who I was or where I was going. Meeting Swami Chidvilasananda was a watershed for me as the practices of meditation and mantra chanting woke up in me the flame of a stronger spiritual search, which led me to find who I was and what I really wanted. From that moment, I spent extended periods in Ashrams and Monasteries in the United States and India, where I lived in exchange for doing community service.
Hatha yoga entered my life as a result of that path and led me to become a teacher 24 years ago.
Para mí, el yoga es un camino y un estado. Es un camino de autoindagación de conocernos a nosotros mismos, y trabajar las capas profundas que están guardadas en nuestro interior, de sombras, de impresiones del pasado, que nos generan ataduras, reactividad, esclavitud, pero que al mismo tiempo son una oportunidad de abrir nuestras alas y experimentar cuál es nuestra motivación y nuestra misión en esta vida.

Es a través de los obstáculos que descubrimos el sentido de nuestra existencia, nuestro potencial para encontrarnos y vivir al servicio de esta humanidad. Yoga es un estado donde todas las fluctuaciones mentales y emocionales se serenan y nos permiten observar su ir y venir, al tiempo que nos conectamos con un estado más expansivo, desde el cual nos involucramos con la vida con una mayor claridad y nos damos cuenta que somos más que nuestras emociones y pensamientos. Yoga no se limita a la práctica de posturas, es un camino que nos permite, a través de la aceptación de nuestra vida tal como es, vivir en constante aprendizaje que nos hace más fuertes, más libres y más felices.”
For me, yoga is both a path and a state. It is a path of self-inquiry, of getting to know ourselves and working on the deeper layers within us, which are plenty of shadows and imprints of the past that bind us and generate reactivity and slavery, but at the same time represent an opportunity to open our wings and experience our real motivation and mission in life.
It is through these obstacles that we discover the meaning of our life, the potential to find ourselves and live at the service of humanity. Yoga is a state where all the mental and emotional fluctuations calm down and allow us to observe their ebbs and flows as we connect with a more expansive state from where we realize that we are more than our emotions and thoughts. Yoga is not just doing postures, but a journey that allows us, through the acceptance of our life as it is, to live in constant learning, which ultimately makes us stronger, freer, and happier.”