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ECONOMÍA La pandemia se ensaña con el

se ensaña La pandemia

con el comercio informal

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JUAN CARLOS CRUZ VARGAS E l “Barrio Bravo” está en crisis: los locales exhiben las últimas camisetas clones de equipos de la Champions League –ya suspendida por la pandemia de coronavirus–, playeras polo multicolores de 120 pesos, perfumes de estilo francés, juguetes y tecnología chinas. Nada de eso encuentra clientes.

En épocas del covid-19 Tepito resiste. En las calles no se ve el acostumbrado bullicio ni se oye el efectivo de la compraventa de mercancía pirata. Pero entre la salsa, la cumbia sonidera y el acordeón se abre paso la voz de Marco Polo , que desde su negocio de micheladas dice a Proceso : “Hay crisis porque no hay mercancía para vender. El coronavirus no lo tomábamos tan en serio, pero llegando a México se está haciendo una psicosis social. No pensamos que iba a ser una cosa global. Hemos visto las ventas muy bajas aquí en Tepito, porque la gente no viene y no hay mercancía. No habiendo mercancía, no compras lo novedoso, y no habiendo de eso, la gente compra poquito de lo que hay.”

Marco Polo no quiso revelar su nombre, pero tiene 13 años de viajar a China tres veces por año. Hasta ahora lleva unos 40 viajes a la ciudad de comercio abierto de Yiwu para encontrar la mercadería de moda para revenderla en uno de los principales tianguis del mundo: Tepito.

Si bien China fue un punto neurálgico en la llamada Ruta de la Seda desde el siglo I Antes de Cristo, en la actualidad compite ferozmente con Estados Unidos por ser la mayor potencia económica mundial. Sin embargo, el coronavirus, surgido en el país asiático, ha mermado las estimaciones de crecimiento de la economía mundial, incluyendo la de México, que se prevé que caerá hasta en 4.5% en 2020.

En un mundo que seguramente caerá en recesión este año, no sólo el comercio formal está deprimido; también el informal, que no está regulado por el gobierno,

Eduardo Miranda

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El coronavirus encuentra una víctima propicia en el sector informal de la economía, el cual da empleo a la mitad de la población ocupada. A diferencia del sector formal, carece de protección social, de estímulos fiscales y de apoyos gubernamentales. Se trata de la población que se encuentra “en los márgenes del sistema” y que no podrá confinarse, pues para ellos dejar de trabajar es dejar de comer.

no paga impuestos ni derechos de propiedad intelectual, pero funciona como válvula de escape para quienes no en contraron una fuente de ingresos en la formalidad.

En México esa población es grande. Se gún el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al cierre de 2019 todas las modalidades de empleo informal su maron 31.3 millones de personas –un aumento de 2% respecto al mismo lapso de 2018–, equivalente a 56.2% de la población ocupada.

La medición ampliada de informali Tepito. Descalabro económico

dad añade a la definición de trabajo informal las siguientes categorías: el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subor dinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el regis tro ante la seguridad social, según los parámetros del Inegi.

Sin embargo, el año pasado 15.3 millo nes de mexicanos se ocuparon en el sector informal, lo que significó un alza de 2.8% a tasa anual y constituyó 27.4% de la población ocupada. Marco Polo aclara que su mote no es un lujo, sino tiene relación con su ocupación

Eduardo Miranda

Demanda a la baja

de comerciante y viajero. “Al fin de cuentas, tú buscas cómo mantenerte a ti mismo y a tu familia. Si el gobierno no te ayuda, tienes que buscar la forma de mantenerte porque comes diario”, dice al tiempo que guarda y saca dinero en su bolsa cruzada para dar cambio a sus cinco empleados que despachan las micheladas.

Agrega, mientras fuma: “Aquí en Te pito yo he visto chavos que han empezado vendiendo pepitas, ahora ya tienen un puesto… han ido creciendo poco a poco. La gente va experimentando todo lo que es el negocio”.

El comercio informal y ambulante dan el sustento diario a cientos de familias, por lo que advierte Marco Polo : “Una cuarentena es difícil para la gen te informal. Hay gente que vive al día, en este tipo de negocio se vive muchas veces así. Sí hay gente que te compra bien, pero hay gente que de plano no se persigna y ahorita entrar en cuarentena, y que cie rren los comercios, no nos conviene. Los gastos no paran: agua, colegiatura, gente que pide prestado a un banco, no porque haya coronavirus le van a perdonar los in tereses, ese sigue porque te prestaron. La situación está bien dura.”

De legal a informal

La investigadora y catedrática de la Universidad Iberoamericana Sandra Alarcón comparte, en entrevista, otra visión del fenómeno: “De la misma manera en que la rece sión y la crisis golpea a la economía formal, va a golpear a la economía informal. Y ésta tiene menos protecciones y nulas posibilidades de hacerse de estímulos o programas especiales de exenciones de impuestos o de apoyos gubernamenta les. Es lo que pasa siempre en las crisis del capitalismo: quien más sufre es la gente más pobre, la más desprotegida, la gente que está en los márgenes del sistema.”

La también economista por la UNAM y autora del libro El tianguis global, puntualiza:

“La gente que va a dejar de vender sus tortas y sus mercancías en la calle, esa economía de liquidez, que es la que sos tiene familias, va a sufrir el doble de lo que sufre una economía establecida que sí puede recibir apoyos, de la economía formal y del gobierno. ¿Por qué la gente sigue vendiendo en la calle a pesar de la restricción del covid-19? Porque tiene que comer. Tú vendes porque necesitas tener la liquidez para sobrevivir. No pasas por los mecanismos formales del crédito del banco, te pega muy fuerte.”

–Para un comerciante informal ¿la op ción no es incorporarse al trabajo formal, sino caer en la delincuencia?

–Esa sería la conclusión típica de quien lo piensa como ha sucedido en México. No necesariamente. En Europa no sucede así. Los informales empezarán a encon trar otros nichos de mercados y otros mecanismos para sobrevivir, redes de apoyo, vender productos al menudeo en casa.

“En México, como estamos infesta dos de criminalidad, es más probable que suceda. No hay cifras para eso, son espe culaciones, pero sí es un peligro latente. ¿Cómo los incorporas a la formalidad si el país no genera empleo? Por eso la in formalidad es tolerada, porque qué haces con 50% de la población ocupada en la informalidad. Al Marco Polo del barrio eso le que da claro: “Aquí, en este tipo de negocio, el empleado gana más que el salario míni mo. Hay gente que trabaja en grandes empresas y le pagan el mínimo; no sé cómo subsisten, en verdad, o cuántos empleos deben tener. Estamos de acuerdo en que con el coronavirus encontrar trabajo es muy difícil”.

México es un gran consumidor del co mercio informal, en especial de productos pirata, al grado que el país deja de reci bir alrededor de 43 mil millones de pesos, según la American Chamber (AmCham) México.

La AmCham le entregó al entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador una estrategia para combatir la piratería, ya que en México ocho de cada

10 personas recurren al mercado negro, lo que ubica al país en el quinto lugar mun dial en ese rubro.

Según estimaciones de la Organiza ción para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la piratería representa 3.3% del comercio mundial. Pero en un mundo globalizado y de fronteras abiertas dicho fenómeno va entrelazado con la econo mía legal.

Sandra Alarcón, también doctora en antropología social por la Universidad Ibe roamericana, explica: “Es un nivel de complejidad y de entretejido, que justamente es lo que me explica por qué en fronteras abiertas han crecido tanto la informalidad y la ilegalidad. Las economías están alta mente entretejidas, Lo que antes se consideraba legal e ilegal como dos economías que corrían paralelamente, hoy en la glo balización son economías que subsisten ayudándose unas a otras.

“Antes iban de manera paralela y con trolada porque estábamos en un modelo de economías cerradas. Ahora, el merca do mundial opera con esa lógica, que entra y sale lo que sea, hasta el coronavirus”. Y pone el siguiente ejemplo: “Una fá brica en China produce bolsas, no copias, originales, sin que tengan marcas pero producidas de forma legal, es decir, una fábrica establecida, con supervisión del gobierno, trabajadores asalariados y paga impuestos.

“Si sus productos se importan des de México ilegalmente, se informalizan al momento de importarse, es decir, son productos legales y producidos de forma legal, pero comercializados y que pasaron la frontera con mecanismos ilegales o de fayuca. Aquí no pagan impuestos, no está registrada la importación o tiene una im portación subfacturada o ilegal.”

Otro caso, éste local, ilustra la misma situación: “¿Quién a bastece los refrescos o las botanas que venden los puestos am bulantes? Obviamente la Coca-Cola o Sabritas. Eso es producción legal, economía formal. Esas empresas pagan impuestos, declaran ante Hacienda, están controla das por el gobierno. ¿Dónde comercializan sus productos? En la calle. Ahí se informalizan cuando entran al ámbito del comercio ambulante. En el ámbito pro ductivo son totalmente legales”, explica la catedrática.

Lógica mexicana, logística china

Marco Polo sabe muy bien cómo funciona ese mecanismo. “Aquí no hay grados; es como la moda, que va cambiando. Entra una ropa y todos la quieren, entran unos tenis y todos los quieren, entra un celu lar y todos lo quieren. Entonces, aquí vas

Benjamín Flores

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a traer lo novedoso, esos tenis, ese celular, van innovando. Tenemos que estar informados en revistas. La primera moda que sale en todo el mundo es en Nueva York, encargas revistas desde allá sobre ropa, tenis, sobre tecnología, te vas adelantando, tienes que ir un paso adelante”.

Y aprovecha para presumir: “Es toda una experiencia vender en la calle, no pa gas impuestos. Toda la gente que vendemos ‘marcas’, vendemos piratería, es lo que nos deja en ropa, discos, tecnología, estamos a la vanguardia”. También comparte el modus operan di de sus viajes a Yiwu, donde se surten “piratas” de África, Europa y América: “Si mandas en barco, te tarda un mes en lle gar, pero si lo mandas en avión, una semana; eso sí, los costos suben mucho, 25% o 30% más. Hay varias aduanas: por Esta dos Unidos, por Belice… La gente que te recibe la mercancía en China se encarga de la logística. Tú compras tu mercancía, ellos te la empacan, tú ya te vienes de allá, aquí tu recibes la mercancía, no hay nin gún problema”.

A los mexicanos les gusta comprar pi rata, pese a que la más reciente Encuesta Nacional sobre Hábitos de Consumo de Piratería, elaborada por el Instituto Mexi cano de Propiedad Intelectual (IMPI) reveló que 85% de los consultados reconoció haber comprado ese tipo de mercancía, aunque piensan que beneficia al comer cio informal y al ambulantaje. El 81% argumentó que son productos más a su alcance. ... y se fueron los clientes

El abanico de preferencias es am plio: 39% adquiere películas; 23%, calzado; 22%, música; 20%, celulares; otro 20%, ropa; 19%, accesorios como bolsas, go rras y bisutería; 18%, perfumes y cosméticos; 14%, juguetes; 12%, videojuegos; 11%, software…

De acuerdo con el IMPI, los mexicanos gastan un promedio de 253 pesos men suales en piratería y la compran en tianguis, puestos ambulantes y comercios establecidos. Antonio Nava

Mercancía varada Al menos en este barrio, la gente que pasa saluda a Marco Polo, que regaña a uno de sus empleados que no se reportaba al puesto: “Yo antes viajaba a Los Ángeles… en Estados Unidos las cosas son origina les: yo traía chamarras Nautica, Tommy Hilfiger, Nike, Adidas, todo original. Cuan do fui a China vi esas chamarras iguales, pero con costos más bajos. Y 95% simila res a la original.

“En este tiempo la gente no puede ir y comprar en una tienda Nike o Adidas. Una playera de la selección mexicana cues ta como mil 500 pesos, original. En Tepito la encuentras en 300, la tela igual. No tengo el poder adquisitivo de comprar esa original y, si vemos esa misma similar, la compro, por eso la competencia desleal de China. Una original te la compran 100 personas, una pirata te la compran mil. Vemos la diferencia en el volumen de la mercancía.”

Reflexiona: “Yo empecé a viajar en 2001 y ves potencial crecer económica mente. China te hace desde un alfiler hasta un trasatlántico, de a como lo quieras: de baja o alta calidad, pero a menor precio. No habiendo comercio en China, no hay comercio en todo el mundo”.

–¿Cómo ves al presidente López Obra dor? –se le plantea de botepronto.

–Muy relajado, muy tranquilo, él dice que no pasa nada. Si es así, no sé por qué están cerrando los negocios. Lo cierto es que hay una psicosis. ¿A quién le cree mos? ¿Al representante del país? ¿A la gente que lo está viviendo y que tiene sín tomas y no los atienden? ¿No sabemos ni a quién creerle? O

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