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Se me subió el muerto
from Sueños - Nigromante febrero 2021
by Nigromante. Revista de la DCSyH, Facultad de Ingeniería, UNAM.
Por Arturo Valtierra
¿Cuál es el significado de esta frase? Seguramente la has escuchado alguna vez en tu vida, por parte de algún tío, tus abuelos o incluso tus padres. Esta situación, formalmente conocida como parálisis del sueño es, en pocas palabras, un trastorno que consiste en la imposibilidad de moverse o hablar cuando el cuerpo pasa del estado de sueño profundo a la vigilia, pero no te preocupes si no entendiste, aquí te lo explicaremos más a detalle.
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Nuestro cerebro funciona a base de ondas y dependiendo de cómo se comportan estas, nos encontraremos en un estado de vigilia o en un estado de sueño. Al dormir, el cuerpo pasa por ciclos de sueño compuestos por 5 etapas diferentes, las cuales son: Etapa I donde se entra y se sale del sueño; Etapa II, el sueño comienza a volverse más profundo; Etapa III es la etapa donde el cuerpo descansa; Etapa IV o de sueño profundo; y por último la Etapa REM donde se producen los sueños. A lo largo de la noche completamos alrededor de 5 ciclos completos, de la Etapa I a la Etapa REM, hasta que finalmente despertamos por completo.
Al encontrarse en la fase REM (Rapid Eye Movements por sus siglas en inglés), se realiza la activación de una parte de la corteza cerebral, de esta forma se producen los sueños y los músculos entran en un estado de atonía muscular, en otras palabras, se inhibe el movimiento de la mayoría de nuestros músculos, sin embargo, en ocasiones algunas de estas características logran entrar en la fase No REM. Cuando esto ocurre, la persona se encuentra cognitivamente despierta, pero es incapaz de mover brazos, piernas o los labios para poder hablar. A pesar de que el cuerpo está inmovilizado, el sujeto está consciente y puede mover los ojos, dando paso a un sentimiento de temor y angustia, haciéndole pensar que está atrapado dentro de su propio cuerpo o peor aún, que alguien más no le permite moverse.
Entre los síntomas más comunes de la parálisis del sueño se encuentran las alucinaciones auditivas, táctiles o visuales. Es muy común que estas alucinaciones representen sensaciones de temor o muerte, creando escenarios paranormales en la mente de las personas que lo padecen, no obstante, la vida de la persona no está en riesgo, ya que nada de lo que siente es real, incluso la falta de aire al sentir que otra persona se encuentra oprimiendo su pecho.
En general, estos episodios duran entre 30 segundos y dos minutos como máximo, y al terminar la persona puede volver a incorporarse con normalidad, claro con un buen susto, pero nada de gravedad. Es importante aclarar que, si no se quiere volver a entrar en un segundo estado de parálisis de sueño, es recomendable levantarse de la cama y dar unos cuantos pasos.
A pesar de ser un trastorno del sueño, puede presentarse en personas completamente sanas, claro, expuestas a altos niveles de estrés o cansancio, también suele presentarse en ocasiones aisladas y es muy raro que su origen sea de carácter hereditario. Por otro lado, puede ser resultado de otra patología, es muy común asociarla con la narcolepsia (un trastorno crónico del sueño que se caracteriza por una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño), aunque se puede presentar periódicamente en pacientes con trastorno bipolar, depresión, estrés postraumático o con cuadros psiquiátricos y esquizofrénicos.