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¿Morir al dormir es la muerte más bonita?

Por Andrés Rivera

Seguramente has escuchado a alguien decir que le gustaría morir durmiendo para evitar los accidentes trágicos o las enfermedades terminales, lamentablemente esto no es algo que podamos controlar, de hecho, algunas personas mueren al dormir sin previo aviso cuando presentan el síndrome de muerte súbita nocturna.

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El síndrome de muerte nocturna súbita e imprevista (SUNDS, por sus siglas en inglés), es un trastorno nocturno que padecen personas sanas de entre 20 y 49 años, que no tienen una enfermedad crónica. Es decir, las personas se acuestan sin ningún tipo de complicación de salud al dormir y nunca se levantan, mueren durante el sueño.

La muerte súbita de jóvenes durante el sueño se ha documentado una mayor cantidad de veces en países del sudeste asiático, en especial en varones y principalmente en horas de la madrugada.

SUNDS es conocido de diferente manera en diferentes partes del mundo, por ejemplo:

Tailandia y Laos: “Lai Tai” Filipinas: “BangunguT”

China: “síndrome de muerTe súBiTa deL homBre” Japón: “síndrome de muerTe de pokkuri”

Hawai: “enfermedad de Los sueños” Inglaterra: “síndrome de muerTe súBiTa de aduLTos”

México: “La suBida deL muerTo” o “eL ánima de La medianoche”

El SUNDS fue identificado por primera vez en 1977 en los Estados Unidos, presentándose en una comunidad asiática. A partir de esa fecha, se presentaron más casos, entre 1982 y 1990 se registraron 230 casos de hombres asiáticos con perfecta salud que murieron repentinamente mientras dormían, sin explicación alguna, presentado una gran agitación y gemidos en sueños.

Ante las pocas explicaciones de este síndrome, algunas civilizaciones han creado sus propias teorías:

En Laos las personas culpan a un demonio conocido como “dab tsuam”, que toma forma de una peligrosa mujer celosa. Esta creencia es tan fuerte que algunos hombres duermen vestidos como mujeres para evitar la llegada de este demonio.

En Filipinas el causante de este tipo de muerte es el demonio llamado batibat, que toma forma de mujer obesa, grande y vieja que vive en los árboles. Es altamente vengativo y ataca a los humanos que viven cerca de un árbol en donde habita, busca entre todos los integrantes de la familia al hombre principal, lo induce a una pesadilla y se sienta en su pecho hasta ahogarlo. La única forma de librarse de ella es mover los dedos de los pies o mordiendo el dedo pulgar del pie.

En otras partes del mundo se cree que los visitantes que provocan la muerte al dormir pueden ser fantasmas, vampiros, duendes o extraterrestres.

Investigaciones genéticas han demostrado que algunas mutaciones en los individuos que presentan el SUNDS están relacionadas con los canales iónicos cardíacos, en particular los canales de sodio, potasio y calcio, canales contribuyentes a la génesis arrítmica en las personas. Básicamente, el SUNDS es considerado una enfermedad genética en la que el cuerpo no puede coordinar adecuadamente las señales eléctricas que hacen que el corazón lata. Cuando el corazón se ralentiza por el sueño, los problemas eléctricos que parecen asociados al SUNDS se vuelven más pronunciados, superando la capacidad del cuerpo para regular su propio latido y enviando al corazón un espasmo mortal que termina por pararlo. La frecuencia cardiaca normal de una persona en reposo se encuentra en un rango entre 60 y 100 latidos por minuto, pero un mal sueño provocado por el miedo y el estrés, pueden aumentarla considerablemente

Las personas con riesgos de SUNDS, pueden estar más propensas al cambiar de país, ya que pueden presentar respuestas anormales del sistema nervioso autónomo al estrés durante la noche.

En la actualidad, no existe un tratamiento eficaz para esta enfermedad y tampoco un motivo claro de porqué tiende a afectar a los asiáticos del sureste con mayor frecuencia que otros grupos poblacionales, aunque existe un fuerte componente hereditario comprobado.

Morir al dormir no puede ser tan bonito como se piensa, esto no nos priva del sufrimiento, debido a que una fuerte pesadilla puede sentirse tan real que podemos pensar que estamos despiertos. La muerte es lo único que tenemos seguro en la vida, inclusive un sueño puede provocarla, la muerte por sí sola es tan aleatoria, impredecible y desconocida que no podemos saber qué se siente morir, cómo vamos a morir y qué muerte es la mejor. Ante tantas dudas e incógnitas es normal que existan muchas creencias sobre el SUNDS, todas son muy válidas, incluso toda opinión sobre la muerte misma es válida, pero algo en lo que debemos estar de acuerdo todos, es que debemos de vivir nuestro día a día con plenitud, porque no sabemos cuál puede ser nuestro último día vivos.

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