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EL PÚLPITO

Todas las empresas se disputan el mismo cliente y los mismos eventos de consumo, pero no todos compiten con las mismas reglas. Mientras los especialistas tienen que generar su rentabilidad dentro del sector en el que operan, los generalistas trabajan cada categoría como una opción más para incrementar sus ventas y los nativos digitales a menudo no necesitan rentabilizarla porque han desarrollado múltiples modelos de negocio paralelos.

El mercado está saturado de opciones, los clientes tienen acceso a productos y servicios 7x24 y a la comparativa inmediata de ofertas. Algunas empresas han acostumbrado al nuevos contextos, teniendo en cuenta los múltiples frentes competitivos y las preferencias del consumidor es crucial para construir un negocio sostenible y duradero.

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Si se compite por precio se está entrando en una carrera que lo único que provoca es reducir la rentabilidad, lo que significa que se está poniendo fecha de caducidad a la empresa. Es importante que los ejecutivos tengan en cuenta que, si compiten sólo por precio, además de vender con el menor margen del mercado, acaban atrayendo a consumidores oportunistas. Por otro lado, en algún momento, siempre habrá una empresa que ofrezca el mismo producto o servicio a un precio cliente a estándares de calidad, tiempos de entrega y precios bajos que el consumidor acaba exigiendo a todas las marcas.

Cuando la competencia acosa y la disponibilidad de alternativas a golpe de clic es inmensa, es muy tentador competir por precio, pero sólo la diferenciación servirá para mantener la buena salud del negocio.

La competitividad es el factor fundamental para cualquier empresa que busque mantenerse en el mercado a largo plazo. Sin embargo, la competencia no trata solo de ofrecer el precio más bajo, sino de encontrar aquellas palancas que los clientes valoran de nuestra propuesta y por la que están dispuestos a pagar. Adaptar el modelo de negocio a los más bajo lo que lleva a un espiral descendente de la que es difícil salir.

Entender cuáles son los activos que hacen única y diferente a la empresa y ponerlos en valor para el consumidor es la clave. La base es analizar al consumidor, sus hábitos de compra y consumo, las tendencias del mercado, pero sobre todo tener una visión muy clara del nuevo entorno competitivo desde una perspectiva amplia y digital. En definitiva, crear un modelo de negocio diferencial es el camino para crear un negocio sostenible en el tiempo. Para ello, es importante que cada empresa defina su propia estrategia en función de sus objetivos, el target y las características del mercado en el que opera. 

Bodega de

Félix Solís Avantis ha celebrado su 70 aniversario con uno de los proyectos más innovadores, sostenibles y eficientes del sector vitivinícola: una nueva bodega de crianza completamente automatizada con capacidad para 130.000 barricas.

Con una inversión superior a 70 millones de euros utiliza la última tecnología siempre enfocada a ofrecer un producto de la máxima calidad, lo que le permite consolidarse como una de las principales empresas españolas de elaboración y exportación de vino. La compañía, comprometida con la reducción de su impacto medio ambiental, ha logrado la autosuficiencia energética en este nuevo proyecto y adicionalmente, va a instalar más de 6.000 placas solares en la bodega de Valdepeñas, capaces de generar anualmente 4,6GWh de energía y seguir avanzando en su política medio ambiental.

130.000 BARRICAS

€ Inversión

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