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Dato (y relato) de éxito

En unos tiempos en los que la distribución alimentaria retrae sus aperturas y mira al horizonte con incertidumbre, los modelos franquiciados y cooperativos emergen manteniendo su expansión con buenas perspectivas de crecimiento. Sin perder de vista las dificultades de la coyuntura inflacionista, ambos formatos descubren un soplo de optimismo basado en su estrategia de proximidad, flexibilidad y compromiso.

POR PABLO ESTEBAN

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Han pasado tres años desde la pandemia, casi dos desde el inicio del alza de los precios y uno desde que arrancó la guerra en Ucrania. A ello hay que añadir el temporal causado por Filomena, la erupción del volcán en La Palma o las repetidas huelgas de transportes. La incertidumbre se ha instalado en la sociedad. Ante esta coyuntura, la distribución alimentaria trata de aportar confianza y credibilidad a los ciudadanos, mientras recibe dardos, casi a diario, desde púlpitos políticos acusándola de provocar la inflación y enriquecerse por ello. Si esto no es resiliencia se le parece mucho.

Especialmente destacable en estos tiempos convulsos está siendo el papel protagonizado por las franquicias y las cooperativas del país. Así lo revelan los datos ofrecidos por asociaciones y consultoras, que matan los relatos inquisitoriales que algunos quieren imponer. Y es que contra las cifras no caben conjeturas. La alimentación ha sido el sector de las franquicias que más ha facturado en 2022, con un total de 4.283 millones de euros, lo que supone más del doble que su inmediato perseguidor, el fast food de hostelería (2.077 millones).

Así lo recoge el informe ‘La Franquicia en España 2023’, elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), que apunta a la distribución alimentaria como la punta de lanza de este modelo de negocio. Así, el sector ha creado 1.730 empleos desde 2019, hasta alcanzar una plantilla de 36.613 personas (+3,3%), la más grande de toda la industria franquiciada. Pese a reducir las ventas un 3,4% respecto a 2019 como consecuencia de las continuas crisis sufridas durante estos meses, el retail también es el líder del sector franquiciado en términos de expansión, con un total de 7.361 establecimientos en 2022, lo que supone un ligero incremento (+0,2%) frente a 2019. En total, son 69 las marcas minoristas de alimentación que operan con franquicias en España.

“La alimentación es un sector que no ha contabilizado cierres en este periodo, sino todo lo contrario, sigue creciendo y sus marcas continúan expandiéndose por España con nuevas aperturas. Ha obtenido cifras muy positivas en una coyuntura difícil”, subraya el director ejecutivo de la AEF, Eduardo Abadía.

Y sus previsiones para este año no son menos optimistas. El directivo se muestra convencido de que este sector va a seguir siendo una de las “locomotoras” del sistema de franquicias durante 2023, y que se van a registrar crecimientos en las cifras de facturación, empleos generados y establecimientos operativos.

Proximidad

Pero ¿dónde reside el éxito de la franquicia y la cooperativa de la distribución alimentaria? ¿Cuáles son sus principales fortalezas que la hacen crecer incluso en los entornos más adversos como el actual? Proximidad y flexibilidad. Así resume el director de Franquicias de Alcampo, Javier Samperiz, su propuesta comercial: “Ofrecemos proximidad, hipermercados más periféricos y ultraproximidad, un concepto cómodo que se adapta al consumidor urbano, que tiene buena acogida y funciona muy bien”. La compañía, de actualidad tras recibir la autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para hacerse con 224 establecimientos de DIA, prevé que media docena de ellos acaben operando bajo su modelo franquiciado.

El director general de Lider Aliment, Óscar Marín, incide en el valor de la franquicia gracias a su carácter de comercio de proximidad. “En el entorno económico actual, donde el ticket medio se está viendo reducido debido a una mayor recurrencia de actos de compra consecuencia del menor poder adquisitivo de la población, la proximidad y la cercanía de nuestro modelo de franquicia está sirviendo de forma satisfactoria a este nuevo hábito de consumo”, explica el responsable de la licenciataria de la marca Spar en el suroeste del país.

La compañía cerró el año pasado con 192 franquicias que emplean a unas 1.200 personas. Abrió diez establecimientos bajo este formato, en línea con sus previsiones y un número similar a las aperturas de años anteriores. “Por suerte no hemos cerrado ninguna, tenemos un índice de abandono cercano a cero en los últimos diez años”, remarca Marín, quien enfatiza que contar con un surtido “eficiente y adecuado” a las necesidades diarias de cualquier tipología de cliente refuerza esta propuesta comercial.

Desde Charter, la franquicia de Consum, coinciden en esta visión de dar protagonismo a la cercanía y a la oferta de productos, que permite a los clientes realizar una compra completa. “Otras de nuestras fortalezas es que muchos emprendedores piensen en invertir en Charter y que los actuales franquiciados abran más tiendas y mejoren las que tienen ya abiertas. De hecho, más del 60% de los nuevos franquiciados de 2022 eran personas que ya tenían tienda y han decidido invertir en una nueva franquicia”, destaca el ejecutivo de Franquicias Charter, Javier Andújar, quien añade que se han registrado nuevos franquiciados provenientes de otros sectores, que desde los últimos años se han visto muy afectados por la situación económica, como por ejemplo la hostelería.

El negocio franquiciado de Eroski también atraviesa por un periodo de bonanza, tras aumentar su facturación un 13,42% el año pasado. “Estamos muy satisfechos con la evolución positiva

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