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El consumidor y el aceite, en tensión

El mercado de aceites ha cerrado un año singular. La reducción de la cosecha y los problemas derivados de la guerra de Ucrania han sido los principales motivos por los que el precio medio se ha disparado. Los hogares españoles se están viendo muy afectados por la inflación de la categoría y aunque las marcas de fabricante tengan un PVP facial más alto son las que más crecen en volumetría por haber registrado un menor incremento del precio.

Ventas totales de aceite

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Ventas por segmentos

Excepcional situación la que está atravesando el mercado del aceite. “Las tensiones en el aceite de oliva han aumentado de una forma extraordinaria, ya que la drástica reducción de la cosecha, unido al aumento en los costes de producción, tanto de los agricultores como de la industria, nos han llevado a una situación desconocida con precios en origen superiores a los cinco euros que, aunque no se han trasladado completamente al consumidor, acentúan la caída en el volumen”, lamenta el director general de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Primitivo Fernández.

En este sentido, según los datos de Kantar, División Worldpanel, los aceites han facturado 1.757,11 millones de euros en el año 2022, lo que supone un incremento del 24,04% respecto a 2021 (1.416,49 millones de euros). Por el contrario, el volumen ha caído casi a doble dígito, registrando un descenso del 9,2%, quedándose en 471,77 millones de litros comercializados en el canal de gran consumo, frente a los 519,57 millones del año anterior. Esta diferencia entre valor y volumen se debe a la notable inflación sufrida por la categoría, ya que el precio medio se ha incrementado un 36,3% en el último año respecto a 2021. Fernández apunta al incremento de los costes de la energía y a los factores climáticos como los principales motivos de estas subidas. “También otros factores derivados de la regulación medioambiental provocan tanto la subida de los precios en origen como las de los precios al consumo, si bien conviene destacar una notable diferencia, ya que mientras que los precios en origen en 2022 aumentaron un 60%, los precios al consumo lo hicieron en un 36%. Esto se explica por el esfuerzo de la industria, que no ha trasladado el aumento de los precios en origen pensando en los consumidores”, recalca el director general de Anierac.

Descenso de compradores

Ahondando en el análisis realizado por Kantar Worldpanel, las ventas en valor

Esteban Carneros Responsable De Comunicaci N De Dop Antequera

El incremento de precios no es consecuencia de la espiral inflacionista. “Si sigue sin llover, necesariamente habrá menos cosecha y los precios seguirán presumiblemente altos”, advierte el entrevistado.

¿Qué balance realiza de la evolución seguida por la categoría de aceite en el canal de distribución moderna durante 2022?

A nivel sectorial, la subida de precios ha venido a ralentizar el consumo, lo que se está traduciendo en una menor venta.

¿Cómo se está enfrentando el sector al elevado incremento de precios?

La subida de precios no es un capricho, ni siquiera tiene su origen en la espiral inflacionista. El problema viene dado por la fuerte caída de la producción, que además continúa por la ausencia de lluvias. Aceite hay el que hay y debemos adaptarnos a esta situación no deseada. Si sigue sin llover, necesariamente habrá menos cosecha y los precios seguirán presumiblemente altos, dependiendo también de la evolución del consumo.

En un contexto de disminución de volúmenes, las variedades menos afectadas son el aceite virgen y virgen extra. ¿A qué lo atribuye? Cada vez existe más conocimiento de las categorías, y aquel que compra adquiere calidad.

Las marcas de fabricante, a pesar de tener un precio facial más elevado, crecen más en volumetría que las de distribución. ¿A qué se debe?

La relación marcas de fabricante/marcas del distribuidor siempre sufre vaivenes. En la marca blanca, el consumidor confía o no, como si fuera una marca del

¿Cuáles son los objetivos de la DOP

El Consejo Regulador de la DOP Antequera continúa con su trabajo de promoción del producto y está centrada en seguir con sus planes de cara al futuro inmediato.

del aceite en el canal de gran consumo registran un incremento del 27% frente a 2019 y una caída del 12% en el volumen vendido. “El nivel de compradores y de volumetría más bajo de los últimos años es la palanca de pérdida de la categoría, con los compradores asumiendo desde 2019 un aumento del 44% en el precio medio”, analiza María Fontán, experta de la consultora.

En este sentido, la penetración de la categoría se redujo en 2022 al 91,6% de los hogares españoles, lo que representa un descenso de 1,6 puntos porcentuales respecto a 2021 y de 2,1 puntos frente a 2019. Esto desencadena en una caída de la compra media del 7,7% si la comparación se hace con 2021 y del 10% si se realiza con 2019. “Los hogares se están viendo muy afectados por la inflación de la categoría, buscando reducir el volumen comprado para poder asumir el gasto y seguir incluyendo el producto en la cesta de la compra”, añade Fontán.

Profundizando en la evolución seguida por los diversos segmentos que forman la categoría, el aceite de semillas es el que sufre la mayor caída en el volumen comercializado en 2022 frente al año anterior, con un retroceso del 16,9%. A continuación, se encuentran el

CLARA ISABEL PAREJAS LÓPEZ MARKET MANAGER DE GRUPO OLEÍCOLA JAÉN

Oleícola Jaén se encuentra inmerso en la remodelación de sus instalaciones, que, en una primera fase, ha supuesto la construcción de una nueva almazara totalmente integrada con el concepto productivo 4.0. Al mismo tiempo, ha relanzado su marca Molisabor con el objetivo de conseguir mayor visibilidad en el lineal.

¿Qué balance realiza de la evolución seguida por Oleícola Jaén durante 2022?

2022 fue un año de grandes desafíos para Oleícola Jaén con la ejecución de la primera fase de remodelación de nuestras instalaciones, que ha supuesto la construcción de la nueva almazara en tiempo récord. Entre el final de la campaña 2021-22 y el inicio de la 2022-23 hemos puesto en marcha una planta de elaboración de aceites 4.0, con la tecnología más avanzada en el mercado. En la actualidad, es fundamental ser muy eficiente en los procesos, reducir la huella de carbono, la huella hídrica y aprovechar las energías renovables, teniendo una perfecta trazabilidad del producto y una producción eficiente, que asegure la máxima calidad de cada virgen extra. Actualmente, nos encontramos en la ejecución de la segunda fase, que engloba una bodega de diseño, la adecuación de los accesos y la estética de los edificios.

Y a nivel de producto, ¿qué destacaría de la compañía?

A nivel de producto, relanzamos nuestra marca Molisabor con una amplia gama de variedades y formatos con un diseño muy atractivo para el canal retail Esto nos ha permitido ganar presencia de marca. Hemos ampliado la red de puntos de venta, en los que coexisten refinado (-10,2%), virgen (-5,2%) y virgen extra (-1,5%). “En un contexto en el que los hogares dejan de comprar aceites, los virgen y los virgen extra son los menos perjudicados”, prosigue María Fontán.

Oleícola Jaén y Molisabor, ganando así mayor visibilidad en los lineales. Todo ello se ha traducido en mejores resultados y mayores ventas.

¿Cuáles son las perspectivas de evolución de Oleícola Jaén para el futuro inmediato? Confiamos poder seguir con la tendencia innovadora en la que venimos trabajando. El proyecto de reconversión que se está acometiendo en Oleícola Jaén es el más ambicioso de nuestra historia, acompañados siempre de un equipo humano con un alto grado de profesionalidad e ilusión.

Y desde una perspectiva global del mercado, ¿qué balance realiza de la evolución que está siguiendo la categoría?

Muy positiva. A pesar de la subida de precios, la categoría tuvo una expansión durante los últimos tres meses del año pasado. El consumidor está ahora más veces frente al lineal de este canal. Según un estudio de Kantar, para la adquisición de producto envasado en concreto, tres veces más en 2022 que en 2019. Por tanto, cada vez es más importante nuestra presencia en el lineal y que el surtido calce las necesidades de todos los consumidores.

Y, ¿cuáles son las necesidades actuales de un consumidor muy condicionado por la inflación? Las elecciones del consumidor se han polarizado. Es más probable que el consumidor conocedor de la calidad detrás de un virgen extra compre un formato más pequeño del mismo producto a que salte a otro de menor calidad. El consumidor de virgen extra es un consumidor más sofisticado y fidelizado al producto, valora el gran trabajo que hay detrás de un AOVE y no duda en pagar su precio actual por un gran aceite de calidad.

En este sentido, el aceite virgen tiene una penetración del 26,8% en los hogares españoles, habiendo perdido 0,8 puntos porcentuales respecto a 2021 distribuidor (MDD)”, explica la analista de Kantar Worldpanel. En este sentido, la MDD ha sufrido un descenso en su penetración de 2,5 puntos porcentuales en 2022 frente al año anterior, mientras que las marcas de fabricante han incrementado su penetración en 0,9 p.p. “Existen diferentes ciclos de vida, con el consumidor buscando sus preferencias dentro del ahorro, siendo la MDD la que gana compradores a través del AOVE (segmento de calidad) mientras la búsqueda de fabricantes se da en segmentos no tan premium y con un precio más bajo”, afirma María Fontán.

Análisis de los precios

“Los compradores eligen los fabricantes que en cierto modo les permiten un ahorro de bolsillo, escogiendo aquellos con precio bajo o con menor inflación”, ahonda la experta, quien cuantifica un incremento del precio medio del aceite del 25,4% en las marcas de fabricante, porcentaje ostensiblemente inferior al crecimiento sufrido en el precio por la MDD (+48,1%).

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