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El INTIA investiga el trampeo masivo con fitosanitarios contra la mosca del olivo

Con unos primeros resultados satisfactorios

El INTIA investiga el trampeo masivo con fitosanitarios contra la mosca del olivo

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Por Carmen Goñi Górriz*, Joaquín Garnica Hermoso*, Sandra Aldaz del Burgo*, Noelia Telletxea Senosiain* Rodrigo Lasa Covarrubias **, Trujal Mendía de Arróniz. *INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias, Navarra) ** INECOL (Instituto de Ecología AC, México).

Demostrar el control de poblaciones de mosca del olivo mediante trampeo masivo con apoyo de tratamientos fitosanitarios para la reducción de daños en la aceituna en el ámbito de influencia del Trujal Mendía de Arróniz. Este es el objetivo de una investigación coordinada por el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias, INTIA, que realiza en colaboración con el Instituto de Ecología AC, de México.

La sociedad pública INTIA (Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras de Navarra) coordina un proyecto piloto PDR para el control de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) mediante la colocación masiva de trampas con cebo atrayente y con apoyo de tratamientos fitosanitarios para la reducción de daños en la aceituna.

El proyecto, desarrollado junto con el Trujal Mendía de Arróniz, surge después de que en los últimos años se hayan incrementado notablemente los daños en las plantaciones y, a su vez, se hayan reducido los fitosanitarios autorizados y efectivos contra esta plaga, por lo que son necesarias otras soluciones alternativas para el control de este dañino insecto. El objetivo principal de esa iniciativa consiste en demostrar la viabilidad de combinar un método de captura más sostenible medioambientalmente mientras la cantidad de tratamientos fitosanitarios clásicos para el control de estas moscas disminuye. Con una superficie olivarera de unas 7.000 has, la producción de aceite de oliva en Navarra supone en torno al 0,5% de la producción nacional y es una actividad importante en la Comunidad foral tanto desde el punto de vista económico como social. Igualmente, esta actividad implica a muchos ámbitos: desde quienes cuentan con olivares en su propiedad, personal de cooperativas y trujales, hasta las personas consumidoras fieles a los aceites que en Navarra se producen.

La popularmente conocida como mosca del olivo (Bactrocera oleae) se ha convertido, en los últimos años, en el principal problema sanitario de este tipo de cultivo. Esta plaga está extendida por toda el área mediterránea, occidente de Asia y varios países de África, así como en zonas de California y México.

Daños importantes en las plantaciones

El olivo es su único huésped y causa daños importantes y muy variables en las plantaciones según las condiciones climatológicas, orográficas y la variedad de aceituna. Varios estudios mencionan que las hembras pueden ovipositar entre 200 y 300 huevos a lo largo de su vida, con un promedio de hasta 19 huevos por día, lo que es un indicativo del importante impacto económico que puede tener sobre el cultivo.

Así, las aceitunas afectadas por la alimentación de las larvas de mosca caen al suelo con la consiguiente pérdida de cosecha. La cantidad de aceitunas que llegan al suelo es variable dependiendo de la intensidad del ataque, de los eventos de viento fuerte y de la sensibilidad de la aceituna a la caída. No es fácil predecir cuánta aceituna puede caer, pero es un riesgo real.

Por otra parte, se produce una pérdida de la calidad del aceite por aquellos frutos atacados por la mosca. Dentro de las aceitunas afectadas se desarrollan varios tipos de microorganismos que contribuyen a que el aceite procedente de estos frutos tenga atributos negativos como una mayor acidez y que perjudican la calidad del aceite de oliva.

En Navarra, esta especie tiene tres generaciones al año y sus efectos negativos son bien conocidos en la

El objetivo de este estudio es demostrar la viabilidad de combinar un método de captura más sostenible medioambientalmente con una menor cantidad de tratamientos fitosanitarios en la lucha contra la mosca del olivo

El trampeo masivo consiste en la disposición de un número de trampas por hectárea para capturar el mayor número posible de moscas.

zona sur de la Comunidad, pero pasaban desapercibidos en los olivares distribuidos más al norte, en los límites establecidos para su cultivo (Zona Media y Tierra Estella). En los últimos 5 años, los niveles poblacionales de esta mosca han incrementado considerablemente y los daños originados por la plaga se han hecho notar también en estas últimas zonas.

El trampeo masivo como solución alternativa

El control de la plaga mediante estrategias basadas únicamente en el empleo de productos fitosanitarios ya no parece factible; los productos autorizados y efectivos disponibles van disminuyendo y se ha notificado por parte de la IRAC una alerta sobre el riesgo de resistencia de Bactrocera oleae a algunas de las materias activas empleadas en su control. Ante este escenario, se hace necesaria una gestión diferente, y en este sentido, el trampeo masivo ha demostrado ser eficaz en el control de otras especies de moscas de la fruta y resulta complementario con otros sistemas de manejo integrado de plagas, como la aplicación de insecticidas.

El trampeo masivo consiste en la disposición de un número determinado de trampas por hectárea en el cultivo con la finalidad de capturar el mayor número posible de adultos (fundamentalmente hembras) de moscas de la fruta. Para que estas trampas sean altamente efectivas, deben ser cebadas con atrayentes específicos, generalmente con compuestos amoniacales de larga duración.

En este proyecto se evaluó durante dos años consecutivos la viabilidad de la combinación de los tratamientos fitosanitarios clásicos con el método de control de trampeo masivo de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) mediante el uso de un modelo de trampa cónica y un atrayente alimenticio en estado sólido de larga duración. Este atrayente es considerada efectiva durante 6 meses, y a partir de este tiempo va disminuyendo su poder de atracción. Para que el sistema sea efectivo, es muy importante colocar las trampas antes de que la aceituna esté receptiva a la puesta de huevos de la mosca (tamaño guisante) con la finalidad de eliminar las hembras desde sus primeras generaciones.

Una condición imprescindible para que este sistema funcione bien (en combinación con los tratamientos fitosanitarios) es su implementación en amplias zonas de cultivo. Implantado a gran escala, el impacto del uso continuo de esta herramienta de captura y muerte es la bajada de la población de mosca del olivo. A medio plazo, se traduce en la reducción del número de tratamientos fitosanitarios necesarios, ya que únicamente se tratará en los momentos en los que se detecten aumentos importantes de capturas de adultos y de daños en frutos.

Con la introducción del sistema de trampeo masivo, al eliminar una proporción importante de la población de hembras, los niveles de daño han disminuido y se han mantenido en límites que, en base a los umbrales definidos, han requerido de control fitosanitario. Los niveles de daño alcanzados han permitido que este control fitosanitario haya podido realizarse mediante la técnica del parcheo. El parcheo es una técnica de control con la que no se realiza el tratamiento total a la parcela, sino que se aplica el insecticida con un cebo sobre determinados puntos estratégicos de la parcela. Para ello, se emplea una proteína hidrolizada (atrayente) mezclada con un insecticida que se aplica a una superficie de 1-3 m2 en la copa del árbol a todos los árboles de la parcela (plantaciones tradicionales) o

se realizan tratamientos a todo el árbol alternando filas tratadas con filas sin tratar (plantaciones intensivas o superintensivas). Este sistema consigue buenos resultados, permite reducir el gasto de producto y en caso de necesidad, por elevada presión de mosca, se puede combinar con la realización de tratamientos totales.

Primeros resultados satisfactorios

Los resultados observados sobre la población y el daño en las aceitunas se han reducido de manera importante después de la instalación a nivel de área de un sistema de trampeo masivo. Mientras las poblaciones iban al alza entre 2017 y 2019, con niveles de daños del 35-40%, la instalación de un trampeo masivo a 35 trampas/ha en una superficie cercana a las 500ha ha permitido reducir hasta el 1% los daños en estas parcelas con sistema de trampeo masivo. Esta reducción de daños se ha visto también en parcelas de la zona en las que no se ha instalado este sistema.

Los resultados observados sobre la población y el daño en las aceitunas se han reducido de manera importante después de la instalación a nivel de área de un sistema de trampeo masivo

La mosca del olivo se ha convertido en el principal problema sanitario para el olivar. Con una superficie olivarera de unas 7.000 has, la producción de aceite de oliva en Navarra supone en torno al 0,5% de la producción nacional.

Si bien es necesario esperar al desarrollo del proyecto en este 2022, todo parece indicar que el uso complementario de esta estrategia de control de la mosca del olivo permitirá mantener los niveles poblaciones más bajos, repercutiendo de manera favorable a su control mediante aplicaciones puntuales de insecticida con parcheo. Esto conlleva a una considerable menor aplicación de insecticidas y el consiguiente beneficio para los enemigos naturales y medio ambiente.

Con los datos de estos dos años de proyecto, el sistema de trampeo masivo utilizando una combinación de trampa con un atrayente alimenticio sólido de larga duración, se muestra como un sistema válido para reducir los niveles poblacionales de mosca. Permite mantener los niveles de daños en unos valores que, por ahora, solo necesitan de una ayuda puntual mediante el empleo de productos fitosanitarios pero que pueden ser incorporados mediante otras técnicas de aplicación (parcheo) que no impliquen el tratamiento total de la parcela.

Un conocimiento preciso de la biología y ecología de la plaga en la región es clave para obtener buenos resultados en el control de la plaga mediante el empleo de sistemas de trampeo masivo. La densidad de trampas por hectárea, la distribución y superficie del área de control, así como respetar las fechas de colocación, orientación, altura, etc., pueden variar entre unas regiones y es importante considerarlas para que sea efectiva y que tenga continuidad a lo largo del tiempo.

Estos proyectos de investigación en los que participa INTIA se desarrollan en el marco del Convenio entre el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente e INTIA, S.A. para el fomento de la I+D+i en el ámbito agrario.

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