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El nuevo corazón de papá

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Transformación

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El nuevo corazón de papá

Por Charles Mills

Debemos decirle a la gente: «¡Cuidado! El pecado le hará daño, le hará triste, incluso le enfermará». Después podemos decir:

«¡En lugar de hacer eso, haga esto!»

«¿T e vas a morir?» El Sr. Parker levantó la vista de la pantalla de su computadora cuando una voz familiar lo llamó desde la puerta de su oficina en casa. «¿Qué dijiste?», preguntó el hombre.

«¿Te vas a morir?», repitió Thomas, su hijo, con los ojos llenos de miedo y tristeza. «No quiero que te mueras».

El Sr. Parker negó con la cabeza mientras le indicó a su hijo que se sentara frente a él en la gran silla amarilla junto al librero. «¿Por qué piensas tal cosa?» «Porque», le dijo el niño, «escuché al médico decir que si no haces algunas cosas, te vas a morir».

«También lo escuché decir eso», respondió su padre.

«No estaba bromeando, ¿verdad?»

«No». El hombre se recostó en su alta silla de oficina. «Mi ataque al corazón me dio miedo, Thomas. Quiero decir fue algo realmente aterrador. Pero estoy muy contento de que los médicos hayan podido ayudarme a superarlo. Abrieron algunos pasajes en mis arterias para que mi sangre pueda fluir rápidamente dentro y fuera de mi corazón nuevamente. Ahora me siento mucho mejor».

«Entonces, ¿por qué dijo eso el médico?»

«Bueno, tuve el ataque al corazón porque no me estaba cuidando bien. Estaba comiendo muchos alimentos grasosos, salados y azucarados que obstruían mis arterias con suciedad pegajosa. No estaba haciendo mucho ejercicio. Me preocupaba mucho. Todas esas cosas pueden enfermar mucho el corazón de uno».

«¿Te dijo el médico lo que tenías que hacer para que no te... o sea... para que no te mueras?»

«Sí, lo hizo», le dijo su papá mientras recogía una carpeta de su

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escritorio. «Me dio esto». Le entregó una hoja de papel a su hijo, quien lentamente leyó las palabras en voz alta. «Coma muchas frutas, verduras, granos, semillas y nueces. No coma productos de origen animal como carne, leche, huevos y queso. Beba agua, no refrescos. Salga a caminar alrededor de la cuadra. Encuentre maneras de ser feliz y trate de no preocuparse».

Thomas miró a su padre. «¿Estás haciendo todas esas cosas?» «Lo estoy haciendo», le dijo su padre con firmeza. «Todos los días. Estoy haciendo esas cosas para poder vivir una vida larga, saludable y feliz contigo y con tu madre. Hacer lo que está en esa lista ayudará a evitar que mi corazón se enferme de nuevo. Es como si estuviera construyendo un nuevo corazón dentro de mi pecho».

«Entonces, ¿por qué dijo el médico que te ibas a morir?»

«Ese es su trabajo», explicó su papá. «Verás, los médicos hacen dos cosas importantes por sus pacientes. Primero, les dicen qué les pasa, qué enfermedad tienen y por qué la tienen. Mi médico dijo que tenía “enfermedad cardíaca”. Segundo, los médicos le dicen a las personas lo que necesitan hacer para sanar, para recuperarse nuevamente, para volverse fuertes y saludables, para vivir muchos más años felices».

El hombre pensó por un momento. «Sabes, hacen lo mismo que se supone que debemos hacer en este mundo, Thomas. Se supone que debemos decirle a la gente: “¡Cuidado! El pecado le hará daño, le hará triste, incluso le enfermará”. Después podemos decir: “¡En lugar de hacer eso, haga esto!” Y les mostramos todas las hermosas instrucciones en la Biblia para vivir una vida sana y felizmente».

Thomas asintió lentamente. «¿Es como si les mostráramos cómo tener un nuevo corazón?»

«¡Exactamente!» Su padre hizo una pausa. «Gracias por preocuparte por mí, Thomas. Pero, estoy bien. No me voy a morir pronto». El niño sonrió y se puso de pie. «Amo a tu nuevo corazón, papá», le dijo.

«Mi nuevo corazón te ama, Thomas», respondió su padre con una sonrisa.

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