Martes 23 de octubre Suplemento Ecológico semanal de El Cordillerano
Con la prudenCia neCesaria
Alarmantes noticias sobre la situación de Fukushima Por Salvador López Arnal
S
in alarmismos innecesarios y sin poder contrastar suficientemente las fuentes, contemos lo que se está diciendo en la red y en algunas agencias informaciones. Con la máxima prudencia. El titular: “Alerta mundial: Fukushima podría hundirse en el mar”. Nada menos. Se habla del hundimiento de unos 80 cm (el hundimiento es desigual, unas partes –se afirma- están ahora en un nivel más bajo que otras), del suelo donde está aposentado el reactor 4 de la planta nuclear. Toda la estructura que sostiene el reactor 4 podría colapsar. La fuente -si no única muy destacada- es el diplomático japonés Mitsuhei Murata, el ex embajador japonés en Suiza y Senegal.
Tepco, por descontado, la empresa propietaria, la encargada de la planta atómica siniestrada, ha señalado que “el desastre era completamente evitable”. Sin sacar conclusiones precipitadas, es obvio que a estas alturas de la película nadie puede confiar en los comunicados y análisis de la multinacional nipona. Nadie en su sano juicio. Se informa también que el reactor 4 tiene actualmente “más de 1.500 barras de combustible nuclear gastado y un total de 37 millones de curios de radiación”. De ser liberada esta radiación, provocaría un desastre de consecuencias incalculables. Se ha jugado con juego, es cierto, hemos jugado con fuego: es, ha sido, la apuesta fáus-
tica e irresponsable. Por si faltara algo, la unidad 4 contiene “una piscina de enfriamiento que sufrió graves daños” tras el terremoto y tsunami de 11 de marzo de 2011. Se afirma que si el proceso sigue su curso sin conseguir detenerlo, o que otro terremoto, de magnitud baja incluso, se produjera en la región, la estructura podría colapsar definitivamente. El diplomático nipón ha apelado a la opinión de la comunidad científica sin concretar más: “Muchos científicos afirman que si el bloque 4 se derrumba, no solo Japón quedará en ruinas, sino que el mundo entero se enfrentará a graves daños”. Sobre Tepco vale la pena recordar que llegó a admitir que mini-
mizó inicialmente “el riesgo de tsunami por miedo de verse obligada a cerrar su planta para mejorar la seguridad… Había un temor latente de que se tuviera que cerrar la planta hasta que se pusieran en marcha medidas drásticas de seguridad” [2]. El capitalismo realmente existente, lo sabemos, está hecho con estas bases cromosómicas. El tardocapitalismo empeora la sinrazón. La compañía japonesa, como se recuerda, tenía conocimiento antes del accidente que los sistemas de defensa y de protección eran insuficientes. ¿Por qué no actuó? Los costes son la respuesta y otro punto más de cultura político-energética. “Había esa preocupación de que si se imponían nuevas y seve-
ras medidas, eso provocaría una preocupación sobre la seguridad de todas las centrales existentes [y habría podido] dar más vigor al movimiento antinuclear”. ¡Y eso nunca! ¡Al enemigo, ni agua! Realismo sucio, nauseabundo; estas son las palabras ajustadas. ¡Un Chernóbil a cámara lenta, señaló Eduard Rodríguez Farré poco después del accidente [3]! ¡Cuanta razón tuvo y sigue teniendo el gran científico franco-barcelonés! ¡Mejor activos hoy que mañana radiactivos!, este sigue siendo el lema de nuestra hora, un magnífico ejemplo de racionalidad práctica e informada. ■
Fukushima 2011
Científicos estiman en 14.000 las muertes en Estados Unidos Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)
L
as consecuencias del desastre nuclear Fukushima 2011 son mayores que las reconocidas, al punto que científicos estiman en 14.000 las muertes en Estados Unidos a causa del polvillo
radiactivo proveniente de Japón, según un informe de diciembre 2011 del International Journal of Health Services (Diario Internacional de Servicios de Salud). De continuar las investigacio-
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nes, las muertes reales podrían ascender a un total de 18.000, mientras la red detectora de radiación (RadNet) de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) presenta fallas de mantenimiento y equipos a menudo mal calibrados. En lo grueso, el impacto en Estados Unidos ha sido comparado con las muertes relacionadas con la radiación ocurrida después de Chernóbil. Los más afectados son los niños y la continuación de la investigación probablemente mostrará incluso un balance más alto de muertes. Según el informe de Joseph Mangano y Janette Sherman, citado por Proyecto Censurado, la estimación de 14.000 muertes en Estados Unidos durante las 14
semanas posteriores a las fusiones en Fukushima es comparable con el exceso de 16.500 muertes ocurridas en las 17 semanas después de la fusión de Chernóbil en 1986. El incremento de muertes divulgadas después de Fukushima fue mayor entre los niños de menor edad de Estados Unidos. El aumento de muertes infantiles durante la primavera 2010-2011 fue de 1,8 por ciento, comparado con un decrecimiento de 8,37 por ciento en las 14 semanas anteriores. Mangano es epidemiólogo, MPH MBA, director ejecutivo del Proyecto Radiación y Salud Pública y autor de 27 artículos y textos de ese diario médico. La doctora en medicina Janette Sherman es internista y toxicóloga, participó como co-editora del informe “Chernóbil - Consecuencias de la Catástrofe para la Gente y el Ambiente”, publicado por la Academia de Ciencias de Nueva York en 2009, y es autora de “Exposición Química y Delicado Equilibrio entre Enfermedad y Vida Causas y Prevención del Cáncer de Pecho”. Mangano y Sherman dijeron: “Basados en nuestras continuas investigaciones, la contabilidad de muertes reales aquí puede ascender a 18.000, como por gripe y neumonía, que estuvieron por encima del 20% como causa de la muerte en el período. Las muertes fueron observadas a través de todas las edades, pero continuamos encontrando que los niños son los mayores afectados porque sus tejidos se están multiplicando rápidamente mientras sus sistemas inmunes aún no están desarrollados y las dosis de radioisótopos recibidos son proporcionalmente mayores que para los adultos”. Apenas seis días después de las desastrosas fusiones que afectaron a cuatro reactores en Fukushima, el 11 de marzo 2011, los científicos detectaron que un penacho de polvillo radiactivo tóxico emanado de las fusiones ha-
bía llegado a las costas estadounidenses. Las subsecuentes mediciones a través de Estado Unidos de la Agencia de Protección Ambiental encontraron niveles de radiació centenares de veces superiores al rango normal en el aire, el agua y la leche. Se detectaron altos niveles de Iodine-131 en precipitación sobre Estados Unidos (normalmente son cerca de 2 picocuries de I-131 por litro de agua): en Boise (Idaho) 390; Kansas City 200; Salt Lake City 190; Jacksonville (Florida) 150; Olympia (Washington) 125; y Boston 92. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) publica informes semanales sobre cantidad de muertes en 122 ciudades de Estados Unidos con una población mayor a 100.000 habitantes, cerca de 2530 por ciento de la nación. En las 14 semanas posteriores al arribo del polvillo radiactivo de Fukushima a Estados Unidos (del 20 de marzo al 25 de junio), las muertes reportadas por el CDC crecieron en 4,46 por ciento en comparación al mismo período de 2010, en contraste con el 2,34 por ciento registrado en las 14 semanas anteriormente. Ése es el exceso de muertes que se estima en 14.000. El epidemiólogo Joseph Mangano dijo: “Este es el primer estudio de los peligros para la salud derivados de Fukushima que se publicara en un diario científico. Despierta inquietudes, y sugiere con fuerza que continúen los estudios de salud para entender el verdadero impacto de Fukushima en Japón y en todo el mundo. Los hallazgos son importantes para la discusión actual de si construir nuevos reactores y sobre cuánto tiempo mantener el uso de los que están en funcionamiento”.■ Ernesto Carmona es periodista y escritor chileno.