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V. De regreso a la Nacional
Hojas de contactos de Ignacio Gómez Pulido, con la Ciudad Universitaria en obras en el año 1970. Nótense, en la tercera fila, los edificios de la Biblioteca y el Centro Estudiantil vistos desde lo que sería la oficina de Luz, o la Rectoría, en la Torre de Administración, una vez construida.
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Pero, volviendo a su regreso de París, lo que tengo por cierto es que muy rápido empezó a trabajar en la universidad.
LUZ AMOROCHO: Jueves, 2668 […] Las posibilidades de trabajo en la Universidad son grandes. Hablé con Mejía y se trata del Centro de Planeación de la Universidad Nacional, que se encarga de la organización física de la Ciudad Universitaria, de la elaboración de proyectos para unos edificios que faltan, y remodelaciones de los antiguos. […]
Sábado 28. Ayer hablé con el jefe del centro y comenzaré a trabajar el primero de junio. Ya te hablaré más tarde de mis actividades en ese sentido.
En carta del 25 de julio, cumplió su promesa:
68 Carta de Luz a Nic, escrita desde Bogotá entre el 20 y el 28 de mayo de 1966.
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LUZ AMOROCHO: Trabajo de forma continua: estoy preparando una investigación sobre el empleo de los espacios destinados a la enseñanza en la Ciudad Universitaria. Vamos a combinar esto con unas encuestas sobre la ocupación horaria de esos espacios. Además de evaluaciones físicas de cada uno de los edificios y de su equipamiento. Con esto y conociendo la afluencia más o menos grande de estudiantes hacia cada uno de los sectores, podríamos establecer las necesidades actuales y hacer algunos estimativos para los años venideros. Tenemos la sensación de estar cambiando alguna cosa.
ANA MARÍA PINZÓN: ¿Qué tipo de colaboración había de parte tuya en Proa?
LUZ AMOROCHO: Ninguna, más bien Proa colaboró conmigo porque me publicó mi tesis. Yo tenía buena amistad con Carlos Martínez y él me ayudó a mí mucho, después, para un libro que yo hice sobre el desarrollo de la Ciudad Universitaria.
Su libro, que dicho sea de paso es una sencillísima publicación de cien páginas con tapa blanda, que algunos llaman la publicación de Luz o su monografía. Incluso podría llamársele revista, más porque lleva el logo de Proa, pues fue una publicación especial de esa revista, la número 1 de una colección llamada Monografías Arquitectura.
Y en la contraportada, una foto de la torre de la Rectoría donde tenía su oficina Luz. Pero nos estamos anticipando. Cuando Luz entró a Planeación esa torre ni siquiera existía.
Volvamos al 66, Luz recién llegada de vivir en París, con 44 años de edad. Para empezar, echaba de menos el bistrot du coin parisino
LUZ AMOROCHO: Hago una especie de jornada continua porque en la Ciudad Universitaria es terrible tener que salir a medio día a buscar un restaurante —de hecho inexistente cerca del trabajo— donde pueda encontrar alguna cosa de comer y que no sea muy cara o muy fea: […] Salimos tarde, pero es sobre todo la enorme e increíble complicación del transporte. Llega a un nivel que tú, habitante de una ciudad “desarrollada”, no debes alcanzar a comprender: Primero hay una completa ausencia de vehículos públicos a partir de las nueve y media de la noche. Eso se podría resolver con un taxi… pero son tan raros y los choferes se sienten tan dueños de la situación, que me ha
Portada del libro con dibujo de Fritz Karsen sobre la organización del conocimiento en la Universidad. Universidad Nacional de Colombia. Planta física, 1867-1982. Monografías Arquitectura 1 (Bogotá: Proa, 1982).
Contraportada del libro.
Centro de la Ciudad Universitaria. Biblioteca, Torre de Administración y Auditorio, aún en construcción. Ca. 1970. Fotografía de Ignacio Gómez Pulido.
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ocurrido quedarme una hora tratando de parar uno sin lograrlo. […] Además tú como mujer tienes que hacerte acompañar de alguien porque verdaderamente arriesgas a que te molesten de una forma bastante desagradable si estás en la calle, así, tratando de buscar un taxi en la noche. Historias, por decir lo menos, desagradables, se cuentan varias.
La llegada de Luz al Centro de Planeación coincidió con la aprobación de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para construir una serie de edificios dentro de la Ciudad Universitaria.
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LUZ AMOROCHO69: En la Oficina de Planeación entré a trabajar en el plan urbano que desarrolló el rector José Félix Patiño70, que tenía de soporte un préstamo del BID. En el desarrollo de todos esos edificios que se hicieron en ese momento: edificios de administración, la Biblioteca, el Centro Estudiantil, el edificio de Matemáticas, el edificio de Ingeniería, muchas cosas. La Oficina estaba dividida en varias secciones. Entonces yo terminé dirigiendo a todas las dibujantes. Y finalmente terminé de jefe de toda la cosa. Pero cuando yo entré ya todos los proyectos estaban adjudicados. Yo no diseñaba.
69 Entrevista inédita a Luz Amorocho, realizada por Ana María Pinzón en 2007. 70 José Félix Patiño (San Cristóbal, 1927-Bogotá, 2020). Médico, rector de la Universidad de Colombia entre los años 1964 y 1966. Reformó la estructura de la universidad en lo que hoy se conoce como reforma Patiño.
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ELSA MAHECHA: Yo conocí a Luz en el 66, cuando me llamaron porque el BID prestó un montonón de plata para hacer unos edificios en la Nacional. Tuve el honor de que me incluyeran en ese selecto grupo de arquitectos, el cual dirigía Luz. Me asignaron el Museo de Ciencias Naturales. Yo recién graduada y muerta del susto, me puse a trabajar como loca. Y me hice muy amiga de Luz, sin saber cómo, porque ella no era fácil. Era bastante crítica. Ella era feminista y yo en esa época no sabía nada de nada; era muy ingenua a pesar de que había estudiado. Así que ella me abrió muchísimo los ojos. Siempre me decía que había otro mundo que no era el de la niña juiciosa, casada y sometida. Me prestó todos los libros de Simone de Beauvoir, de Sartre, me abrió la mente. Ella era fantástica. Y solidaria a morir. Nos quisimos muchísimo, casi como hermanas, a pesar de que tenía la edad de mi mamá. Luz nos dirigía el taller; no tanto en el sentido del diseño, sino que nos organizaba, más o menos, todas las cosas que teníamos que hacer, y ponía todo en filita, como era ella: muy, muy, muy organizada. En realidad, ella estuvo más en la parte administrativa porque con el machismo que hay aquí, tú sabes… Entonces, nos imponían a Arturo Robledo71, que llegaba allá como un dandi. Ellos eran los directores de nosotros. Ella no intervenía mucho en los diseños, digamos, porque eso era manejado allá por las estrellas de los arquitectos. Luz no quería a los hombres mucho. Y tenía toda la razón porque eran unos machistas.
De una u otra manera, Luz les ayudó a muchas mujeres a que se abrieran camino como arquitectas. Una misión política, digamos.
Tira de negativos de la Universidad en obras. Ca. 1970 Fotografía Ignacio Gómez Pulido.
71 Arturo Robledo (Manizales, 1930-Bogotá, 2007). Arquitecto, amigo de Luz.
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ELSA MAHECHA: Todo lo que yo hice después fue por lo que aprendí con Luz. Sin las enseñanzas de ella, yo no hubiera podido tomar las decisiones que tomé luego. Porque abrí los ojos y vi que las mujeres valíamos, y aún más las que habíamos estudiado. Ahora… ¿misión política? Pues en algunas personas caló mucho lo que ella decía. Luz nos concientizó, sobre todo del machismo en las profesiones. Es que a mí me hicieron la guerra por todo lado y en todo sentido.
LUCAS: ¿Cómo?
ELSA MAHECHA: Pues porque yo no era tan fea, entonces me decían que yo no iba a poder seguir la carrera, que yo servía era para que todos los hombres me miraran y según ellos me acostaba con todo el mundo. Fue duro para mí entrar a la Universidad y aguantarme esa vaina.
LUZ AMOROCHO72: Muy querida Nic […] Estamos obligados, esta semana, a dejar de lado las cosas importantes para concentrar el trabajo y el esfuerzo en la presentación de una parte de los anteproyectos y de muchos gráficos que deben servirle al Rector de la Universidad para alagar al BID, es decir, los “gringos” que deben entregar la plata para ayudarnos. Evidentemente hay mucho bluff y aún las cifras —sin cambiarlas— son tratadas para volverlas lo más convincentes posibles. Supongo que es así aquí y en todas partes, pero no puedo impedirme pensar en la Bogotá de cuando yo era niña, y los mendigos se maquillaban las heridas para volverlas más impresionantes a los ojos de las buenas gentes bien pensantes. […]
72 Carta de Luz a Nic, escrita desde Bogotá el 9 de agosto de 1966.
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[…] Todo esto podría parecer muy negativo; pero hay que acordarse de la fachada bastante inadaptada de mi carácter que se sensibiliza terriblemente de esas cosas. Pero trabajar en la Universidad sigue siendo muy interesante. Si solo pudiéramos tener un poco más de rigor, de continuidad en las ideas, y de cohesión…
Su cargo la hacía pasear por todas las facultades. Era la encargada de velar por el campus, por el buen estado de los edificios. Los estudiantes de entonces la recuerdan paseando por ahí, recorriendo las distintas facultades, mirando todo. Nadie sabía bien qué era lo que hacía. Mirar. Pensar. Alguna foto quizás.
Volviendo al libro tan serio que escribió, incluye un inventario de los edificios construidos en ese momento en la Ciudad Universitaria, cada uno con fotos y registro de las intervenciones hechas a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, del edificio de Ingeniería. Como detalle curioso, ella comenta que la oficina del decano era muy lujosa, al parecer más de lo necesario, pero, sobre todo, en el largo registro de pequeñas intervenciones que se le han hecho al edificio, está descrita una que diseñó ella misma. La cafetería quedaba en el extremo del edificio, al fondo del corredor en un aula del primer piso. Ella devolvió esa aula a su función original y puso el merendero en el hall. Supongo para que la gente pudiera comer y conversar cómoda y sin aglomeraciones. Y ella misma se encargó de ese diseño. No me extraña.
Otro ejemplo en su libro de los pequeños cambios que diseñaba ella misma está en el Auditorio. El enorme León de Greiff de la Universidad Nacional. Luz diseñó unas gradas, simples cuatro escalones, para que los actores pudieran bajar del escenario a la platea y viceversa. Pero como diría mi hermano teatrero, ¡derribó la “cuarta pared”!
Planta del primer piso del edificio de Ingeniería, que incluye el cambio de la cafetería que hizo Luz. Tomado del libro de Luz, Universidad Nacional de Colombia. Planta física, 1867-1982. Monografías Arquitectura 1 (Bogotá: Proa, 1982), 44.
Edificio de Ingeniería en cuarentena, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 2021. Lucas Maldonado. 2021.
Antigua Facultad de Arquitectura, hoy Bellas Artes, el día de la foto en obras de remodelación. Lucas Maldonado. 2021.
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BEATRIZ VÁSQUEZ: En ese entonces Planeación Física quedaba en el piso 9, en el ala oriental del edificio. La dirección de Planeación quedaba en el sector occidental, con vista a la plaza Che, que está conformada por la Torre, la Biblioteca, el Auditorio León de Greiff y, en la esquina suroriental, el Centro Estudiantil. Era una oficina de planta libre, en donde el escritorio más grande era el del jefe de la unidad, o sea que fue el de Luz durante los años en que estuvo, después de que inauguraron el edificio. Todo lo demás eran mesas de dibujo y las planotecas al fondo. Todo el mundo trabajaba en una mesa de dibujo, dibujantes y arquitectos. Había una mesa grande en la mitad, donde se extendían planos, o donde se atendía a los profesores o a los decanos.
Desde el piso 9 se debía ver el edificio, ahora de Bellas Artes, pero que había sido originalmente la Facultad de Arquitectura, y donde ella había estudiado su carrera. Yo lo encontré escondido, sellado por las obras, desnudo con el ladrillo a la vista.
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Corte fachada de la Torre Administrativa. Tomado del libro de Luz, Universidad Nacional de Colombia. Planta física, 1867-1982. Monografías Arquitectura 1 (Bogotá: Proa, 1982), 77. Plano intervenido de la Ciudad Universitaria. Atrás, el auditorio y, al fondo, la Torre de Administración, hoy vacía y en obras. Plaza Che. Bogotá. 2021. Lucas Maldonado. 2021 Torre de Administración durante las obras producto del Plan Cuatrienal de la Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. Ca. 1970. Fotografía de Ignacio Gómez Pulido.
Antigua Facultad de Arquitectura con los tubos del BID. Bogotá. Ca. 1970. Fotografía de Ignacio Gómez Pulido.
Antigua Facultad de Arquitectura, hoy Bellas Artes, en obras. Universidad Nacional, Bogotá. 2021. Lucas Maldonado. 2021
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Allá, en la puerta del fondo, estaba parada Luz un día hace cuarenta años, con una mano entre el bolsillo y diez compañeros de clase a su alrededor.
CAMILA LOBOGUERRERO: Yo creo que el principal legado de Luz fue su manera de vivir, lo que influyó en las mujeres. Su prefeminismo, digamos, porque todavía no existía, por lo menos aquí en Colombia, un movimiento feminista fuerte. Pero Luz fue muy determinante para muchísimas mujeres, todas las que trabajaron con ella en Planeación, en la Universidad Nacional, porque antes en CSG y en esas empresas eran veinte hombres y Luz. Era macha, en ese sentido, pues manejarse ahí como arquitecta debió ser muy difícil, de verdad era aplastante, y se necesitaba la personalidad enorme de Luz para poder sobrevivir. En eso Luz fue fundamental en toda una generación de mujeres profesionales en Bogotá. Creo yo.