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EXPLORATORIO explorando SANTIAGO

a帽o #0 diciembre 2009

CARACOLES

AGENDA LA ciudad de los muertos

Iinvestigaci贸n sobre las espirov铆as en SANTIAGO

DERIVA Barrio Lastarria con Parrita

Sociedad de Exploraci贸n Urbana

CIUDADANO Monsieur K

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Contenidos diciembre 2009

Revista de la Sociedad de Exploración Urbana de Santiago (SEU) La principal misión de la SNEU es la exploración y difusión de las nuevas condiciones que configuran nuestras ciudades, entendemos a las ciudades como organismos biólogicos y dinámicos, por lo tanto en permanente cambio y evolución. Consideramos que las ciudades se transformaron en territorios desconocidos para el ser humano y por esto debemos volver a posar nuestra mirada hacia ellos A la manera de los antiguos exploradores del siglo XIX, esto se hace especialmente si consideramos que en el el año 2050 el 70% de la pobación mundial será urbana Por esto se hace urgente mirar estos territorios y hacerlos conocidos para los ciudadamos.

Staff

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AGENDA

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PORTAFOLIO Tanger Vice: Miami en Africa

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CIUDADANO Monsieur K

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EXPLORACIÓN Edificios Caracoles en Santiago

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DERIVA Sergio Parra y el barrio Lastarria

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ARQUEOLOGÍA URBANA La antigua bohemiade Santiago

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¿DONDE?

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Editor General Pablo Brugnoli Editor Verónica Jiménez Comite de redaccón Amparo García Mariano Tacchi Jorge Velascp Vivisn Vidal UDP Magíster en Edición Curso de proyectos editoriales Prof: Marcela Aguilar 3


Editor General

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ada vez vemos como se pone mas atención a la ciudad, vemos con renovado interés lo que pasa en el entorno urbano donde habitamos y donde habita mas del 60% de la población mundial. así mismo estamos viviendo una época donde las ciudades crecen de manera irracional y desmesurada, la ciudad se destruye y construye todos los días, vemos barrios completos son remplazados por incontables edificios. la gente se moviliza, ya no nace y muere en un mismo lugar como antes. Los habitantes de la ciudad son los nuevos pueblos nómadas. ¿cuantas veces te has cambiado tú de casa?. Yo me he cambiado al menos cuatro veces, distintos barrios, distintos entornos, distintos vecinos. Es indudable la ciudad es dinámica y cambiante, como plantea Ian Mc Iwan en su libro Sábado, la ciudad es un ser vivo, un ente biológico y es por esto que se hace urgente prestar atención a estos cambios, tenemos que aprender a leer la ciudad día a día. Exploratorio es una revista que quiere ayudar a los lectores a comprender la ciudad donde viven, con sus continuos cambios y transformaciones, aportando infor-

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Eplorar explorar explorar

mación actual y contingente sobre el acontecer urbano, así mismo pretendemos construir una memoria de ciudad recuperando relatos y lugares ya inexistentes. así con una mirada proyectiva y otra retrospectiva queremos aportar a elevar el discurso y conocimiento de la ciudad. Exploratorio aportara una mirada desprejuiciada y exhaustiva de las condiciones culturales, políticas y económicas que determinan el espacio cotidiano donde nos desenvolvemos y donde desarrollamos nuestras vidas. Queremos invitar a nuestros socios y lectores a vivir la ciudad con el espíritu de los antiguos exploradores del siglo XIX, aquellos heroicos aventureros que recorrieron el mundo en busca de nuevos parajes para el conocimiento humano. Aventureros que ampliaron el horizonte de nuestra mirada y nos permitieron soñar con lugares maravillosos y salvajes. Los territorios desconocidos ahora están aquí, mas cerca de lo que creemos, al lado nuestro, en nuestras ciudades, en Santiago Invitamos a los lectores a ampliar horizontes y explorar Santiago.


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AGENDA

Ciudad de muertos Recoleta En el 2002 la Municipalidad de Recoleta inició un proyecto de recuperación de la Plaza La Paz para transformarla en un espacio cultural siguiendo el modelo del cementerio de la Recoleta en la ciudad de Buenos Aires. Así, se logró la integración de sus columnatas con el frontis de entrada del Cementerio General, convirtiéndola en la antesala del camposanto. Éste fue creado por Bernardo O’Higgins, a los pocos años de lograda la Independencia, el 9 de diciembre de 1821. En el no sólo yacen los cuerpos de casi la totalidad de los presidentes de Chile, sino que además, en su interior, se refleja el modo en que cada época ha enfrentado la muerte. Las riquezas del salitre llenaron las calles de Santiago de grandes palacios, imitando estilos arquitectónicos extranjeros. Estas influencias se llevaron también a las tumbas, erigiéndose palacios en miniatura, reflejo de una sociedad que quería inmortalizar su imagen. Las calles del cementerio, dispuestas como las de una ciudad, están repletas de obras de arte, símbolos de diversas religiones y creencias. Hay vitrales y esculturas tales como “El Angel de la Muerte” de Samuel Román, “Ad Lucem” y “Dolor” de Rebeca Matte, también varias obras de Tótila Albert y Rafael Correa, entre otros escultores chilenos. Estos tesoros invitan a ser descubiertos mientras se divaga por los patios y jardines del cementerio.

Big Band Orquesta de Jazz La Granja

Esta agrupación musical fue creada el 2006 por el maestro Orion Morales y la integran 20 músicos profesionales y en formación, unidos por el interés de hacer escuela y profesionalizar la música popular en nuestro país, así como acercar el jazz, blues, swing y folklore a un público masivo. Museo Interactivo Mirador (MIM) Punta Arenas 6711 Metro Estación Mirador.

Avenida La Paz s/n. http://www.cementeriogeneral.cl/. 7379469.

A orillas del Mapocho Santiago

El Mercado Central es uno de los principales edificios que ha permitido el surgimiento de una característica cultura popular. Junto a Estación Mapocho, ex estación de trenes, actual espacio dedicado a la cultura. Y el Puente Cal y Canto, construido después de 12 años de trabajo. Éstos, lugares imperdibles, nos invitan a visitar un Santiago tradicional. Salir por metro estación Cal y Canto, luego caminar

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A Danza y reflexión Ñuñoa

MOVIL es una obra interdisciplinaria que plasma reflexiones en torno al concepto mismo de obra. Relaciona situaciones contemporáneas que le atañan como tal, volviéndose su propio tema. Genera una mirada interna al creador, al intérprete y al público como sus sujetos; y la creación, interpretación y percepción, como sus procesos metódicos. Asimismo, rompe con la idea del público limitado a contemplar desde afuera, sin involucrarse, aunque tampoco invade ni obliga a nadie. Apela a quienes toman el desafío de vivir una experiencia nueva, multisensorial, que haga reflexionar y percibir lo inusitado. MOVIL se enlaza con la danza y con otros lenguajes artísticos para difuminar las fronteras entre el espectador, el intérprete y el creador. Galpón Matta Oriente. Av. Matta #525 Metro Estación Irarrázaval.

La muerte de Uribe Santiago

Feria de Arte Joven Vitacura

El sábado 12 de diciembre las 12:00 horas se inaugurará la Feria que celebrará el año de apertura de la Sala Cero de la Galería Animal. La Feria destacará nuevamente por la diversidad de las obras que abarcan todas las aristas de las artes plásticas como pintura, escultura, fotografía e instalación. De esa manera la “Segunda Feria de Arte Joven Sala Cero”, evento anual, se presentará como una única oportunidad para asistir a una muestra panorámica que le toma el pulso a la escena de arte joven introduciéndola al circuito y mercado plástico durante una fecha del año que se destaca por una alta circulación de arte. Galería Animal. Alonso de Córdova #3105, Vitacura. www.galeriaanimal.com. F.3719090.

El artista plástico y cineasta Rodrigo Gonçalves inaugurará el 18 de diciembre una muestra en el MAC llamada Preapocalipsis. Ésta integra pintura, cine y está centrada en el escritor y poeta Armando Uribe. Gonçalves recogió las inquietudes de Uribe en torno a la muerte, el infierno y el purgatorio (visiones que Uribe plasmó en su libro Apocalipsis Apócrifo, Santiago: Editorial Norma, 2006). Además filmó al poeta escenificando su propia muerte y recorrieron el centro de Santiago en un carruaje mortuorio, tirado por caballos, con Uribe interpretándose a sí mismo muerto. El peregrinaje incluyó alocuciones del poeta en distintas estaciones: el ex congreso nacional, el palacio de la moneda y la catedral. Sede Quinta Normal Av. Matucana #464, Quinta Normal. www.mac.uchile.cl.

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CicloRecreoVía La Reina

Probablemente la conoces, pero no la has usado. Con tres años de funcionamiento, la CiclorecreoVía en La Reina se ha convertido en el espacio de encuentro, actividad física y recreación más grande e importante de toda la zona oriente de Santiago. Una invitación para quienes viven en La Reina, Las Condes, Peñalolén y Ñuñoa. Bilbao, Príncipe de Gales, Vicente Pérez Rosales, Loreley, entre otras calles aledañas. www. ciclorecreovia.cl

Conciertos navideños Estación Central

Cine español

Estación Central

Notables piezas que exponen lo bueno del cine español de las últimas dos décadas, se reúnen en este ciclo que durará hasta diciembre. Lo mejor del nuevo cine español se presenta en Matucana 100, con una selección de 14 películas producidas por la nueva camada de realizadores hispanos. Julio Medem, José Luis Cuerda, Alejandro Amenábar, Marc Recha, Iciar Bollaín, Fernando León de Aranoa, José Corbacho y Juan Cruz dan cuerpo a este ciclo que muestra una amplia generación de directores, diversos en temáticas, género y tonos, tal como la península y sus múltiples caras. Matucana #100, Santiago. www.m100.cl.

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Los días 2, 16 y 22 de diciembre la Universidad de Santiago celebrará las vísperas de Navidad en tres conciertos gratuitos que tendrán como escenario el Aula Magna de la Universidad y la explanada de la Biblioteca de Santiago. El día miércoles 2 a las 19.30 horas en el Aula Magna de la USACH, el conjunto Syntagma Musicum se presentará con el programa “Oygan una nueba; la fiesta del nacimiento en la América colonial”. El día 16, en el mismo escenario, la Orquesta y Coro de la Universidad de Santiago, interpretarán a Mozart, Larsson Glinka y Rimsky Korsakow, junto con Villancicos Populares. El gran cierre será el día 22 con un concierto en la explanada de la Biblioteca de Santiago, con capacidad para más de dos mil personas. Aula Magna USACH/Biblioteca de Santiago. Avenida Libertador Bernardo O’Higgins Nº 3363/Matucana #151


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PORTAFOLIO

Tanger Vice Miami en África

Tanger es una ciudad extraña. Por un lado está matizada por el turismo y por la otra sigue las convencionalidades de su cultura milenaria. Con el paso de los años y de las diferentes tendencias, esta ciudad ahora es más parecida a un resort estadounidense que la fortaleza que “The Clash” inmortalizaría en “Rock The Casbah”. Mariano Tacchi

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Al aventurarse por el boulevard de la ciudad, el estilo arquitectonico le recordará a la serie “Miami vice”. La publicidad de las calles está en francés y árabe y, en el mayor de los casos, protagonizada por gente que no se parece al prototipo de habitante de Tanger. Hasta este punto, quizás lo que más le traiga reminicencias del mundo árabe sean los camellos que pasean por la playa. Podrá subir a uno y pasear por ahí por 25 dirham (moneda marroquí) o 3 euros.

El primer encuentro con Tanger, si llega desde el aeropuerto, será un largo camino dominado por el abandono. No se ve pobreza, no se ve riqueza y, en realidad, no se ve mucho. Pero, cuando aparece la ciudad podemos notar que las palmeras, más que acercarnos al desierto, parecen instalaciones de una película de presupuesto moderado. Puede que la primera impresión que tenga de la ciudad no sea de las mejores, sobretodo si se fija en el Mac Donalds que de extraño solo tiene el nombre: está escrito en árabe.

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“La Medina” o el mercado de Tanger se encuentra en el corazón interno de la ciudad. Acceder a ella es fácil, salir de ella puede convertirse en una aventura. La Medina tiene vida propia. Respira, habla, piensa y se mueve a voluntad propia. No es extraño escuchar en el aire un susurro, no se alarme, es el corán que suena desde las mesquitas. Los aromas del incienso, té, tabaco negro y azafrán solo se cortan con los gritos de los hombres que ofrecen sus productos.

A medida que la noche avanza, los colores de la ciudad cambian. Los pasteles desaparecen y las caretas caen. Esto es África, no Estados Unidos. Las mujeres tapan sus rostros, caminan mirando el suelo. Los hombres se entienden entre ellos y discuten sentados en las salidas de los cafés. Occidente ha quedado atrás y no aparece en “La Medina” a no ser que sea en forma de letreros que solo son reconocibles por su taxonomía (como los de coca cola). La verdadera experiencia aparece cuando los turistas están durmiendo. 13


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CIUDADANO

Monsieur K Antes de los edificios, los blocs y las urbanizaciones con casas iguales, buena parte de la personalidad de Santiago fue forjada por arquitectos que pusieron su ingenio al servicio de la ciudad. Uno de ellos fue Luciano Kulczewski García. Poco se sabe de su vida, pero su obra le sigue entregando a la capital una fuerza que se niega a desaparecer. Jorge Velasco

¿Conoce a Luciano Kulczewski? ¿Sí? ¿No? ¿Le suena? Luciano Kulczewski García. Apellido polaco. Origen francés. Chileno. Nacido en Temuco. 8 de enero de 1896. Fundador del Partido Socialista. Arquitecto. Y de culto. Conocer a Kulczewski es cool. O kul, dicen otros. Buena parte de sus obras son monumento nacional o, a lo menos, zona típica. ¿No lo conoce? Le apuesto a que sí. Lo que pasa es que todavía no lo sabe. Dicho en resumidas cuentas: Kulczewski –Culchéski, como se pronuncia en español básico- es uno de los arquitectos más notables que dio Chile en el siglo XX. Fue, en opinión de Christian Matzner, uno de sus colegas que ha estudiado su vida y obra, “uno de los pocos arquitectos que logró desarrollar hasta cinco estilos arquitectónicos en distintas etapas superpuestas”. Neogótico, art nouveau, art decó, neoclásico francés y, a fin de cuentas, el denominado “barroco Kulczweskiano”. Kulczewski usó cada estilo a pedido de sus clientes, juntos, revueltos y separados, en edificios de departamentos –los primeros de su época-, grandes residencias y viviendas sociales.

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“La obra de Kulczewski refleja no sólo independencia intelectual sino madurez cultural; cuestión que hace de su obra no solo obra nueva, sino obra propia”, dice un artículo de la revista ARQ, de la Universidad Católica, de 1996. Y el arquitecto Carlos Ortega, en la extinta revista Auca, escribió en 1974: “Lo que nos ha quedado es la materialización de las ideas de un arquitecto que se transforma en un artista imaginativo que quiere demostrar la felicidad que le depara el trabajar”. Una de las mayores gracias de Kulczewski es que sabemos muy poco de él y por eso nos sorprende. Por ejemplo, hace algunos años el periodista Marcelo Simonetti publicaba una columna en El Mercurio en la que se daba recién por enterado de la existencia de este arquitecto y de cómo, muchos años antes, unos amigos lo habían guiado a conocer la sorprendente “Ciudad Blanca”. En el fondo, a cualquiera le puede suceder lo mismo: caminar por la Alameda, cerca de República, y asomarse por una pequeña calle con grandes casas albas que reflejan una época victoriana. Es el Conjunto Virginia Opazo. O bien, deambular por las cercanías del Hospital Salvador, en Providencia, y dar con la Población Keller, diseñada en 1925. Se trata de un conjunto de 31 casas entre la avenida Manuel Montt y la calle Luis Barros Valdés. Tienen jardines delanteros y traseros,

Estoy totalmente en contra de la proletarización del hombre común. Eso fue lo que me llevó a participar en la fundación del Partido Socialista, a hacer todas esas poblaciones con las casas distintas unas de otras, pero dentro de una semejanza común

son residencias de construcción continua y poseen el sello K de las urbanizaciones: cierta variedad en la unidad, cuidado de los detalles decorativos, juego de volúmenes, arcos de medio punto, curvas. Estas viviendas eran destinadas a la clase media, pero lo importante es que repite un patrón que Kulczewski emplea en otras poblaciones como la de Los Castaños, en Independencia: dar variedad de soluciones dentro de la armonía de un conjunto. “Estoy totalmente en contra de la proletarización del hombre común. Eso fue lo que me llevó a participar en la fundación del Partido Socialista, a hacer todas esas poblaciones con las casas distintas unas de otras, pero dentro de una semejanza común”, dijo en una entrevista de 1969. ¿Más obras? La estación principal del funicular del Cerro San Cristóbal (1924), que simula un castillo medieval y que incluye figuras fantásticas en su interior. Es la única que se mantiene del total que levantó el arquitecto para el cerro, que incluye un restaurante, un roof garden y un laboratorio fotográfico. Y, si alguna vez pasa por el Parque Forestal, sobre

Dónde ver a Kulczewski Acceso al Funicular (1922-1924): El 25 de septiembre de 1924 se inauguró oficialmente el funicular del cerro San Cristóbal. A Kulczewski se le encargan algunas obras de arquitectura y paisajismo. Sin embargo, la única que se mantiene hasta el día de hoy es la estación inicial del funicular, con forma de torreón español, y que fue construida con piedra canteada del mismo cerro. Su ornamentación fue diseñada por el arquitecto y en su sala principal tiene algunas figuras fantásticas. Obras en el Barrio Lastarria: En apenas unas pocas cuadras se levantan al menos tres obras emblemáticas de Kulzceswki. Sobre Merced 84 y 268, frente al Parque Forestal, hay dos edificios de departamentos que son de los más representativos del art decó. En una esquina de la calle Estados Unidos (N° 201) se levanta la casa familiar de los Kulczewski Yánquez. Era la residencia taller y simula un castillo. A pocas cuadras, en la Alameda (Av. Libertador Bernardo O’Higgins 215) está el edificio del Colegio de Arquitectos, que fue originalmente diseñado por Luciano como dos viviendas unifamiliares.

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Merced N° 84 y N° 268 verá dos edificios que no lo dejarán indiferente. No sólo fueron los primeros edificios de departamentos de Santiago, sino que impusieron innovaciones técnicas como ascensores, calefacción central y sistemas de servicios comunes. El de Merced 84, de siete pisos, presenta, además de jarrones y relieves, a un dragón esculpido en cemento listo para saltar. En el de Merced 268 monsieur K emplea columnas salomónicas, arcos con relieves de formas vegetales y un gran balcón con ciertos dejos hispánicos. Para él la naturaleza era un elemento esencial de su arquitectura. “El art nouveau –dijo- me permitía decorar con motivos de aquí, de nuestro suelo: rosas, flores, etc.”. La escasa información sobre Kulczewski hay que agradecérsela a los arquitectos Enrique Burmeister y Fernando Riquelme. El primero lo entrevistó en 1969 para un seminario de investigación en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile. El segundo fue su profesor guía en el mismo y casi 30 años después, en 1996, editó el único estudio sobre Kulczewski que ha sido publicado hasta el momento. Si revisa en Internet durante un par de horas, encontrará una gran variedad de artículos y opiniones sobre Luciano K. pero la gran mayoría de ellos vienen de las mismas fuentes. Fotos de Kulczewski, por ejemplo, hay muy pocas y son todas de cuando era joven: peinado a la gomina, traje de dos piezas, sombrero, elegante. Nariz pronunciada. ¿Quiere saber cómo era? Ubique una foto de la década del veinte del comediante Buster Keaton y se va a hacer una idea. Bien podría haber sido su hermano mellizo. Del resto, a grandes rasgos, podemos decir que su padre se llamaba Boleslao Eugenio Kulczewski y Lester y que era un ingeniero francés de origen polaco que trabajó en el plan de ferrocarriles de la Dirección de Obras Públicas a fines del siglo XIX. Su madre, Luisa García Rodríguez, era una distin-

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guida dama de la sociedad penquista. Luciano estudió en el Instituto Nacional, de donde egresó en 1912; fue compañero de curso de futuras personalidades como Jorge Alessandri Rodríguez, Presidente de la República entre 1958 y 1964. Entre sus profesores, a su vez, tuvo a Pedro Aguirre Cerda, de quien sería su jefe de campaña para la elección presidencial de 1938. Kulzcewski ingresó a la Escuela de Arquitectura en 1913 (su hermano se había recibido al año anterior ahí mismo). Su primer trabajo profesional lo realizó en la remodelación de la fachada de una casa en calle Agustinas N° 1854 en 1916. Al año siguiente obtuvo su tercera medalla en el Salón Oficial del Museo de Bellas Artes, mención arquitectura. En 1918, finalmente, recibió su título y en 1921

Vivimos en la ciudad más fea del mundo por culpa exclusiva de los arquitectos”, sostuvo. A lo que agregó: “No comprendo cómo se puede ser arquitecto sin apreciar las infinitas bellezas de la naturaleza


C comenzó los proyectos para el casino del cerro San Cristóbal. “Mi amor por la arquitectura me hace considerarla la más bella y madre de todas las artes”, sentenció en algún momento. Se casó con Lucía Yánquez y tuvo dos hijos: Jaime y Mireya. En 1939 asumió el cargo de administrador de la Caja de Seguro Obligatorio en la presidencia de Aguirre Cerda. Por medio de este cargo, pudo emprender una gran cantidad de viviendas sociales. Las décadas del veinte y del treinta fueron el eje central de su obra, que se caracterizó esencialmente por un estilo imaginativo basado en el art nouveau y el art decó. Al mismo tiempo, le gustaba participar en carreras de autos –tenía un convertible- y gozaba de un excelente sentido del humor. “Él era conocido por su capacidad de contar chistes durante horas, por ver la vida con buen humor. El mismo que inspiró las figuras características de su obra”, dijo su hijo Jaime a El Mercurio en un artículo publicado en 2004. Sin duda, Kulczewski miraba la vida con optimismo. “He sido toda mi vida feliz. Claro que esto tiene un inconveniente , porque todo en la vida se paga: la felicidad hace que el tiempo transcurra sin que uno lo sienta, o que lo sienta muy grato, y de repente no se da cuenta de que ha envejecido y la vejez es algo sin alternativa posible”, confesó en la entrevista de 1969 con Burmeister. Aunque, con el tiempo, parece haberse desencantado. “Vivimos en la ciudad más fea del mundo por culpa exclusiva de los arquitectos”, sostuvo. A lo que agregó: “No comprendo cómo se puede ser arquitecto sin apreciar las infinitas bellezas de la naturaleza”. También criticó profundamente al Colegio de Arquitectos, sin saber que esta institución ocuparía en 1974 uno de sus edificios más emblemáticos. Sus últimas obras de renombre datan de comienzos de la década del cuarenta. Y después, el silencio. Poco más se supo de su vida hasta su muerte el 19 de septiembre en 1972. Tan poco, que no se tiene certeza de la cantidad de obras que ha realizado. Si algún día usted ve en una muralla una firma forjada en hierro con letras ojivales que dicen Kulczewski, entonces se habrá encontrado con un original de este arquitecto. Y, quizás, haya descubierto una nueva obra.

Dónde ver a Kulczewski Población Keller: Ubicada en la comuna de Providencia, entre la avenida Manuel Montt y la calle Luis Barros Valdés. Fue diseñada en 1925 y construida por Emilio Keller. Es una agrupación de 31 casas de uno y dos pisos. Es la única población jardín de ese periodo. Las fachadas tienen llamativos detalles, que las hacen personales a pesar del conjunto. Población militar Leopoldo Urrutia: 113 casas destinadas a personal del Ejército, que se levantaron entre 1926 y 1928 en dos calles que corren de oriente a poniente entre Manuel Montt y Antonio Varas, en Ñuñoa. Fachadas contiguas con toques de arquitectura chilena. Las portadas tienen pequeños elementos decorativos que diferencian una casa de otra. Calle Virginia Opazo: Un grupo de casas completamente blancas, construidas a pasos de la Alameda. Su estilo es neoclásico, a diferencia del resto de la obra del arquitecto.

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EXPLORACIÓN

Caracoles!

Espirovías en Santiago de los ‘80 Peluquerías, costureras y, tiendas religiosas son algunos de los locales estrellas de estos edificios que se instalaron en la capital en los años 70, inspirados en el museo Guggeimheim de Nueva York. Portal Lyon (1977)

Amparo García

Centro Comercial Lo Castillo (1981)

Recorrimos para ver en qué están, qué ofrecen y quiénes van a los míticos edificios fueron el furor del comercio en los años 70. Hoy, más vacios que en esa época, dan un aire retro a la capital. Aquí lo que encontramos en algunos de los clásicos y curiosos edificios con forma de caracol.

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Son las 15.00 de la tarde de un día lunes y muchas de las tiendas del Centro Comercial Lo Castillo están cerradas. Aquí se mantiene la costumbre de antaño de cerrar a la hora de almuerzo para dormir la siesta. Ubicado en la calle Candelaria Goyenechea al llegar a la avenida Vitacura, este edificio, que pronto tendrá listo un proyecto de estacionamientos subterráneos y un paseo en la parte del frente, fue encargado a los arquitectos Cristián Boza, Jorge Lührs , Francisco Muzard, Hernán Duval y Manuel Moreno, quienes ya tenían experiencia en este tipo de construcciones. Esta vez se basaron en el hall del Banco de Chile para idear el interior de los dos caracoles que se emplazarían en un solo edificio y que se ajustaría con armonía a las construcciones de su alrededor. Con una fachada amarillezca este edificio se caracteriza por sus boutiques de ropa, tiendas de vestimenta para niños, de artículos religiosos, anticuarios y joyerías. Además por él han pasado un cine, el anfiteatro Lo Castillo, la discotheque Espaciocal, que aún funciona para fiestas, lo cual anima el lugar por las noches.

El Portal Lyon fue portada de varios medios de comunicación durante el año 2002. Su administradora, Rosa Herrera, fue encontrada muerta dentro de un locker en el subterráneo del edificio. El autor del brutal crimen resultó ser Óscar Agurto, el mayordomo, que luego de una discusión mató a su jefa a martillazos. Casi treinta años antes de ser escena de un crimen, el Portal Lyon agrupaba finas boutiques como Pollini o Marie Claire, agencias de viajes y peluquerías, en locales en los que hoy se emplazan tatuadores, tiendas con todo tipo de productos de música, cómics, skate y de alguna que otra rareza. Jóvenes con piercing, pantalones apretados, pelos alisados, mitad rubio y mitad negro y ojos pintados con colores fuertes, se pasean por las ramplas del edificio, al ritmo del rap y el heavy metal. El Portal Lyon estuvo a punto de no construirse. Al solicitar el permiso a la Dirección de Obras de la Municipalidad de Providencia, la constructora Inco, a cargo del proyecto que se instalaría en Avenida Providencia con Nueva de Lyons se encontró con un problema: la línea municipal establecida para esta calle había retrocedido poco antes de que los arquitectos solicitaran los permisos. Esto implicaría que gran parte de los locales, casi la mitad, quedaría con una superficie menor a cinco metros cuadrados. Como solución, los


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Centro Comercial Dos Caracoles (1978)

arquitectos a cargo hablaron con el Director de Obras y le ofrecieron hacer un portal de tiendas en el primer piso del edificio a cambio de que los dejara construir con los parámetros de la línea municipal antigua. Gracias a este portal, del cual proviene el nombre del mítico edificio, se pudo llevar a cabo el proyecto, que empezó a construirse en 1977. El éxito fue inmediato. En esa época no había grandes tiendas en el sector como Falabella, Almacenes Paris o el Mall Panorámico. Incluso, varios famosos han tenido locales en él. El primero fue el ex futbolista Elías Figueroa que el año 83 puso en uno de los locales sobre Nueva de Lyon su tienda de máquinas de escribir y fax Olivetti, marca de la que tenía la representación exclusiva en Chile. Al poco tiempo, se instaló el conductor de televisión César Antonio Santis con su tienda de “De Santis” que sin duda, dan cuenta de la gran diferencia de la oferta que se podía encontrar por esos años y lo que hoy ofrece este singular edificio.

Cuatro años duró la construcción de dos caracoles incrustados dentro de un edificio en plena avenida Providencia, a manos del grupo Inco, el mismo creador de otras construcciones con estas características. Hoy en día es visitado por jóvenes que van a vitrinear y a comprar ropa traída directamente desde patronato, no al mismo precio por cierto, y también, locales en donde diseñadores independientes venden sus creaciones, las cuales muchas veces son atendidos por sus propios dueños. Con el tiempo, la gracia de los productos ofrecidos en un principio en los Dos Caracoles se fue perdiendo especialmente desde la aparición en 1981 del Apumanque con una oferta muy parecida al centro comercial de Providencia y que incluía escaleras mecánicas y estacionamientos.

Complejo Omnium

(1981 ) Los locatarios del Omnium están felices. El próximo año se realizará un proyecto “bicentenario” como ellos le llaman, que remodelará este edificio de la década de los ochenta y que incluirá estacionamientos subterráneos y por ende, traerá más público. Pero eso no significa que hoy en día este edificio caracol –un caracol cuadrado- no tenga fieles clientes. Algunas son las mujeres con largas faldas negras que llegan en las tardes a clases de flamenco en una academia que se emplaza en el primer nivel del edificio. Mientras

toman una bebida en el descanso, se cruzan con jóvenes cubiertos por batas blancas que van hacia la práctica de taekwondo, un arte marcial coreano. En las mañanas llegan las alumnas de clases de pintura en cerámica, servicio que se repite en varios de los locales del lugar. A veces la tranquilidad de las ramplas del edificio ¬ -ubicado en avenida Apoquindo, un par de cuadras más arriba de la estación de metro Escuela Militar- se interrumpe por los jóvenes que llegan para participar en casting para comerciales que realiza una productora ubicada al lado de la academia de baile. Y esto es sólo parte de la variedad de tiendas y locales: tiendas deportivas, una exclusiva tienda de decoración, un espacio en el subterráneo en el que se realizan ventas “outlets”, entre otros. Hasta una discotheque tuvo el edificio construido en 1981 por Alberto Fernández, Roberto Wood, Jorge Ramírez, Heinz Junge. “Gente sin Alcohol” era el centro nocturno para escolares, quienes iban a bailar al ritmo del pop de los 90, mientras tomaban Coca-Cola.

Centro Comercial EVE (1981)

De los mismos creadores del Lo Castillo, este caracol de color burdeo que se ubica en plena avenida Vitacura al llegar a Luis Pasteur, lleva el nombre de la concurrida discotheque de la década de los ochenta, que hace un tiempo se volvió a abrir. Por las noches la gente se aglomera en la entrada que hay por Vitacura para ingresar a la discotheque, que ha pasado por diferentes etapas, con una gama de público muy variado. Desde jóvenes con hombreras y grandes chasquillas en los 80, universitarios en los 90 e incluso personajes de la farándula internacional como Carmen Electra, quien fue invitada por Ron Perla para ser la protagonista de una fiesta exclusiva. Lo que más se encuentra en este caracol son costureras, tiendas de artículos religiosos donde llegan en general mujeres del sector a comprar santitos y regalos para bautizos. También abundan las peluquerías y centros de depilación. Un público fiel son los scouts, ya que en la parte inferior del caracol se ubica una tienda especializada en productos para estos niños y jóvenes. 19


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La génesis del caracol Era lo que se venía. Hacía diez años había abierto el museo Guggeimheim en Nueva York, un edificio que rompió esquemas. ¿Qué hacía tan diferente a este edificio del arquitecto Frank Lloyd Wright ? Ubicado en las esquinas de la calle 89 y la 5ª Avenida, frente al Central Park, el edificio con forma de espiral era completamente distinto a los otros museos de la ciudad. Su rampa ascendente hacía una cúpula iluminada, permite que el visitante tenga un andar continuo como si fuera un paseo. La cinta sin fin que recorre el público, permite hacerlo pausadamente y sin interrupciones. Cambiando las obras por tiendas, un edificio como el Guggeimheim sería ideal para que los clientes estuviesen “en una exposición permanente, pero de vitrinas”, como lo explica el arquitecto Gerardo Valle. Además de esta forma se podrían tener más locales en el mismo espacio que se utilizaba en las galerías comerciales santiaguinas que existían en los años 70. Si bien este tipo de edificio ya se había construido en nuestro país, específicamente en 1945 por el EXPLORATORIO # 0

arquitecto Francisco Brugnoli con su Mausoleo de la Sociedad Italiana del Socorro Mutuo del Cementerio General, estas construcciones no se masificaron hasta tiempo después del nacimiento del museo neoyorkino. Inspirado en éste, el arquitecto boliviano Melvin Villarroel ideó el primero del tipo, el caracol Los Leones, emplazado en esa calle, al llegar a la esquina con Providencia, el segundo del tipo, contando el del cementerio. Luego los arquitectos Sergio Larraín, Jorge Swinburn e Ignacio Covarrubias, el abogado Osvaldo Fuenzalida y el ingeniero Eduardo Boetsch, dueños de la Constructora Inco, se interesaron en el rubro y crearon gran parte los edificios de este tipo que habitan la ciudad: los Dos Caracoles, caracoles de Bucarest, el ubicado al frente de la Casa Colorada y el Portal Lyon. Luego más se interesaron en este gran negocio –los locales se vendían rápidamente y en verde – y nacieron el caracol Vip, el de Irarrázabal con Chile-España, el Omnium, el Giratorio de San Martín, Eve, el Portal del Sol y el Lo Castillo. El modelo también se replicó luego en varias ciudades del país. Pero con la llegada de los malls, la novedad de éstos y las comodidades que ofrecían como las escaleras mecánicas y los estacionamientos, el éxito de los caracoles fue quedando en el pasado. Así, los locatarios de estos edificios que quisieron continuar en ellos tuvieron que reinventarse y buscar una mayor especialización como lo es el Portal Lyon con sus tiendas de música y curiosidades a los que asisten múltiples tribus urbanas. O el Omnium con su variedad de talleres de cerámica y de bauer una técnica de pintura en madera y las joyerías del Lo Castillo y las tiendas de ropa en los Dos Caracoles. Pero sin duda los distintos tipos negocios se van repitiendo de caracol en caracol. En la mayoría es común encontrar peluquerías y centros de depilación, servicios de costura, tiendas de artículos religiosos, entre otros.


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E Alimento de caracoles ¿Quiénes dan vida a estos edificios y qué piensan de ellos? Al parecer su estética no es lo que los atrae, pero quienes los frecuentan u ofrecen sus productos y servicios sienten que estos lugares cumplen sus expectativas. Luz Edwards (27) va al menos una vez al mes a Los Dos Caracoles y al caracol Vip (Apoquindo). Al primero va a “comprar ropa y a veces regalitos como monederos, pinches, cinturones...”. ¿Por qué en ese lugar? “No compro sólo allá, pero me gusta ir porque las tiendas son chicas y uno ve rápido todo lo que hay adentro. Son la antítesis de las grandes tiendas, que me cargan porque son inabordables. Además uno encuentra cosas originales y baratas. También me agrada que haya una niña que atiende, que está ahí sentada pintándose las uñas disponible para responder algo, pero no persiguiéndote”. En cuánto a la estética de los lugares, opina que “Sin ser una belleza, los Dos Caracoles tienen cierta onda, un estilo, dado por lo que hay en las vitrinas y la gente que los recorre. Tiene identidad y eso me gusta. El caracol Vip, en cambio, pudiendo ser algo parecido, está bien muerto. Las vitrinas están literalmente peladas, es sucio, van puras señoras obsoletas… es casi Humberstone . Es un lugar que no invita a volver”. El caracol de Sofía Araos (28), es el Eve. “Hay varias costureras buenas ahí, aunque últimamente voy siempre a la misma. Una vez que me compré un vestido en la tienda “Debut” (una exclusiva tienda de vestidos de fiesta en Vitacura) que no me quedó bien y me mandaron donde la Delia, que había trabajado en la tienda. Es carera pero deja muy bien las cosas. Además, el lugar es tranquilo, hay estacionamientos y me queda cerca de la casa.”

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Le preguntamos ¿Qué te parecen ese tipo de lugares? “Horribles, realmente feos. Como viejos, a puntos de derrumbarse. Ni siquiera son pintorescos, como para catalogarlos de picada. Hay peluquerías o costureras, y el olor a cera se mezcla con el de comida, porque las costureras comen adentro, y siempre hay malos olores. Pero cumplen su función”. Juan García (61) tampoco encuentra que estos edificios son una maravilla en cuanto

a belleza. Ni el Omium ni el Los Leones, donde tiene cuatro y un local respectivamente. En el último, que compró por una “gran oportunidad”, en un remate a 800.000 pesos (según él cuestan alrededor de 3.000.0000). En el Omnium dos de sus propiedades las arrienda a 200.000 pesos por mes. En los otros tiene dos negocios propios. ¿Por qué los tiene ahí? “Siempre hay gente dando vuelta, pero en general llegan por dato o avisos en el diario. Y así funcionan bien mis negocios”.


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DERIVA

Entre el barco y los libros Deriva con Sergio Parra (poeta y dueño de la librería Metales Pesados) Trayecto: desde edificio barco por Merced hasta Lastarria, Plaza Mulato Gil y luego vuelta por Merced hacia José Miguel de la Barra. Verónica Jiménez Vivo en uno de los edificios más emblemáticos y hermosos de Santiago (conocido como el barco), edificio bellísimo, en el que todos los espacios son diferentes. Yo vivo en el único loft que hay, me lo arrendó una señora en los años 80. En esa época, aparte del edificio del Museo de Bellas Artes y del Museo de Arte Contemporáneo, hubo dos epicentros importantes en este barrio, que entonces se conocía como barrio Santa Lucía: el Centro Cultural Francés y el Instituto Goethe. En torno a ellos se concentró una buena cantidad de intelectuales chilenos, se hicieron ciclos de cine, encuentros de poesía, de video arte, pasaron importantes teóricos y filósofos. Ahí se realizaron performances de los artistas de avanzada, de las Yeguas del Apocalipsis, por ejemplo. A partir de los 90, estos centros culturales tomaron otro rol, como es la enseñanza del idioma, y se acabaron las actividades artísticas. José Miguel de la Barra era el barrio de anticuarios en los 80. Estaba Rubinstein, que era una tienda donde arrendaban smokings, que EXPLORATORIO # 0

después se fue a Las Condes, para suerte de nosotros, porque en donde estaba esa tienda pudimos armar Metales Pesados. Este es un barrio cultural donde han vivido muchos escritores, premios nacionales. Sigue viviendo Armando Uribe, Jorge Edwards, Antonio Avaria. Vivió Marta Colvin, Miguel Serrano, mucha gente de la generación del 50. En los años 60 se publicaba en el Museo de Bellas Artes una revista cuyo director era Enrique Lihn. Siempre ha sido un barrio con una vida cultural y bohemia intensa. A mediados de los 80 se creó el proyecto de la Plaza Mulato Gil de Castro, con el museo precolombino y un centro de arte contemporáneo. Aquí hacían clases Gonzalo Díaz y Eugenio Dittborn. Se formó un centro de debate intelectual que se organizaba en la pérgola del Mulato. Tú venías el día martes y encontrabas en una mesa a Diego Maquieira, Arturo Fontaine, Carlos Franz, Jorge Edwards, Martin Hopenhayn, que era como el representante de la derecha intelectual. En cambio, tú venías el día viernes y encontrabas en una mesa a Nelly Richard, Pedro Lemebel, Juan Dávila, Gonzalo Díaz, estaba yo, digamos, los de izquierda. No nos relacionábamos ni socialmente ni en nada, eran muy claras las diferencias, aunque personalmente respetaba la obra de varios de ellos. Nosotros pedimos tener el día viernes, porque el sábado no teníamos que trabajar y entonces podíamos quedarnos hasta más tarde. Ellos, en cambio, no trabajaban. Les daba lo mismo si era día martes o miércoles. Este era un sector de edificios bajos de seis o siete pisos. Los edificios que están junto al Parque Forestal tenían un estilo muy francés, pero a la vez era una zona muy provinciana, muy parecido a Palermo o Santa Fe, en Buenos Aries, una zona residencial, de gente adinerada y culta, que vivían en la calle Victoria Subercaseaux. Se establecía una relación entre la calle y el salón, no existían los cafés. La cafetería más antigua de este barrio es El Bombón Oriental, que está aquí en Merced.


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Hace siete años empezó una excavación en José Miguel de la Barra, para hacer un estacionamiento subterráneo, lo que mantuvo cerrada la calle durante un año y medio. Entonces, bajaron los arriendos, la gente se comenzó a ir, porque era invivible, con la tierra y el polvo, los anticuarios se fueron de acá, hacia Providencia, a Bucarest, al caracol donde están todos ahora. Se cerró la calle, había pasadizos de madera para caminar. Por otro lado, Santiago se convirtió en una comuna peligrosa para vivir. Entonces, la gente con dinero que vivía en Santiago Centro prefirió irse a Las Condes, los colegios privados se fueron a la zona oriente también, el barrio dejó de ser un lugar donde las familias quisieran vivir.

está cerca del Museo de Bellas Artes, de Lastarria, y en algún sentido hizo que los edificios tradicionales perdieran su identidad, ya no son puntos de referencia. La parte positiva de las nuevas construcciones es que ha llegado al barrio una población joven. Piensa que el barrio entre los 60 y los 80 estuvo habitado por una población vieja. A partir de 2000 ese panorama cambió, con la llegada de muchos profesionales jóvenes que tienen entre 25 y 35 años, no hay matrimonios, la fantasía es viajar, consumir cultura y tener una vida como quieras. Nadie puede tener un matrimonio en este barrio, con los departamentos que arriendan tan chicos que cabe uno y una camisa.

Siento que de alguna forma este barrio siempre fue un barrio gay, tapado, pues muchos de los adultos mayores que viven acá siempre formaron parte de una pequeña burguesía homosexual, oculta por la familia; entonces, no es que a partir del año 2000 haya aparecido una población lésbica y gay. Sucede algo divertido acá porque de lunes a viernes es muy hétero todo y entre viernes, sábado y domingo se vuelve homosexual. Pero se convive con total normalidad. Nunca he visto una manifestación de violencia. Hay un nivel de tolerancia, creo que porque son profesionales, entonces, el día domingo salen a la rambla, a pasearse. Y se han armado restoranes y locales que apuntan a ese tipo de público. Lo que echo de menos en este barrio es que no hay identidad política, es un barrio neutro. Uno también puede mirarlo positivamente y decir que le pertenece a todos, que es como una gran embajada.

Una día, caminando por acá, me encontré con un amigo que me contó que iba a abrir el café Brainworks, acá al lado, con mueblería y artículos de diseño, y yo le conté que estaba buscando un local para armar una librería y en eso se desocupaba la tienda Rubinstein. Ahí entonces, se comenzó a armar algo en torno a El Bombón Oriental, el café Brainworks y la librería Metales Pesados. Y en un año se transformó todo el barrio. Un día abrí la reja de la librería, miré para el frente y había tres cafeterías. Y se comenzó a formar una estética, que tiene que ver con el interés de distintos diseñadores y que no ha respondido a una planificación urbanística, sino que se ha ido autogenerando según el gusto de cada uno. Eso hasta que, hace cuatro años, se inició una transformación con la construcción de edificios monumentales. Ese edificio (Comercio) 25


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ARQUEOLOGÍA URBANA

Restorán Il Bosco

Historias escritas con vino tinto Ubicado en Alameda casi esquina de Estado, este local reunía a intelectuales, periodistas, artistas y “gente del ambiente”. Aquí leyó José Donoso sus primeros poemas y un aviador cayó muerto en la Revolución de la Chaucha. Verónica Jiménez

La vedette Xenia Monty entró en la historia extraoficial del país en los años cincuenta por haber sido la primera bailarina que mostró sus pechos en los espectáculos del Bim Bam Bum, en el teatro Ópera. Una noche, tras la actuación, desembarcó en Il Bosco, en cuyo baño quedó tendida, fruto de la embriaguez. La bailarina fue asistida por los garzones Heriberto Quijada y Caupolicán Aedo, que eran conocidos de este modo, con nombre y apellido, por los asiduos parroquianos. Il Bosco (o El Bosco, como se le conocía) abrió sus puertas en 1947, durante el primer año del gobierno radical de Gabriel González Videla, y funcionó durante 36 años. Estaba ubicado en Alameda 867, muy cerca de Estado y frente a la Iglesia de San Francisco. Fue fundado por Salvador Majhuan y los hermanos Luis y Atilio Bosco. Por su céntrica ubicación se convirtió rápidamente en refugio de intelectuales, de policías que se emborrachaban con ladrones de estampa, de periodistas que buscaban datos entre las mesas e incluso de nostálgicos anarco sindicalistas que cantaban a escondidas la Marsellesa con letra negra. Pronto, comenzó a ser un local muy concurrido también por escritores de la generación del cincuenta, entre ellos, Enrique

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Lafourcade, Luis Sánchez Latorre, Fernando Alegría, Alfonso Calderón, María Elena Gertner, Stella Díaz Varín, La Colorína, Enrique Lihn y tantos otros que departían hasta la madrugada, conversando de arte, política y literatura. El restorán era el símbolo de la camaradería de los artistas y bohemios del viejo Santiago que bebían vino y cerveza mientras sonaban a lo lejos las canciones de Cecilia. Se cuenta que fue justamente allí donde José Donoso leyó sus primeros poemas frente a un grupo de escritores que despedazó los versos del entonces joven escritor y futuro Premio Nacional de Literatura. Entre las historias más recordadas figura la de la Revolución de la Chaucha, en la que un aviador cayó muerto en pleno salón tras salir a mirar una protesta en la Alameda. Durante agosto de 1949, un alzamiento espontáneo contra el alza en 20 centavos del pasaje de los tranvías llevó a que la Alameda se convirtiera en un campo de batalla entre la policía y los estudiantes. Guillermo Cuéllar Soto, de 20 años, estaba celebrando con unos compañeros de la Escuela de Aviación, cuando se le ocurrió salir a mirar de dónde prevenía el sonido de disparos. “No hay de qué preocuparse, son balas de fogueo”, habría dicho a sus amigos antes de desplomarse herido de muerte por dos balazos.

Por su céntrica ubicación se convirtió rápidamente en refugio de intelectuales, de policías que se emborrachaban con ladrones de estampa Cuentan que en otra ocasión dos clientes habituales entraron al Il Bosco con un ataúd a cuestas, lo pusieron sobre una mesa y brindaron a todo pulmón por el difunto. El finado era el bombero Aníbal Morales, quien en tomateras anteriores había prometido con su amigo de la ex Compañía de Teléfonos de Chile, Fernando Magaña, que el primero en morir sería homenajeado en Il Bosco por su amigo en vida.


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dos clientes habituales entraron al Il Bosco con un ataúd a cuestas, lo pusieron sobre una mesa y brindaron a todo pulmón por el difunto. El finado era el bombero Aníbal Morales

Oreste Plath recordaba la procesión fúnebre que irrumpió en el gran comedor al filo de la madrugada. Conducían un ataúd. Iban con velas encendidas. Instalaron el sarcófago en el centro, pidieron vino embotellado y comenzaron los brindis por el muerto. Atilio Bosco llamó a los carabineros. De pronto, resucitó el cadáver y se produjo una estampida general de borrachos. Según Lafourcade, participó en este “happening” la poetisa Stella Diaz Varin (como viuda) y miembros de “El Zócalo de las Brujas”, organización estética de combate que sesionaba en el café “Iris” muy próximo. En enero de 1967 entró en Il Bosco María Irenia Matamala, una prostituta que tenía su punto fijo en Alameda con Estado. Plath la recuerda cuando llegó contoneando “su figura esbelta y provocativa” entre los aplausos de los curaditos. Una hora después fue degollada en el hotel Princesa, a pasos de San Francisco. La búsqueda del asesino, un tipo de baja estatura al que pronto llamaron “El enano maldito”, desató una verdadera cacería de hombres petizos en Santiago.

daba entrevistas. El pasaporte de Ramírez Capello fue la veta de escritor de el Loco Pepe, quien había sido rechazado por la Sech cuando intentó inscribirse. Su argumento era un libro titulado La vuelta al pago en 82 años, que había agotado diez mil ejemplares en una semana. Los directores de la Sech argumentaron que el volumen había sido escrito por el prologuista, Rodrigo Quijada, y que, además, se trataba de un delincuente profesional, no ocasional, como Enrique Rebolledo, alias “el chilenito”, quien sí había sido admitido como socio y que estaba al día en sus cuotas. Ramirez Capello describe así la noche de la víspera de su golpe periodístico en el local de Alameda 867: “Casi medianoche. El frío ahuyenta a los transeúntes. La niebla esmerila los vidrios de Il Bosco. La luna se desdibuja tras la torre de la iglesia de San Francisco. Un lozano pintor recrea el paisaje con un pincel asido a los muñones de sus brazos: minicuadros en sepia recrean callejuelas del centro de Santiago. Tres niños de pies desnudos, con sus rostros embadurnados por unas sopaipillas que una gorda baña en aceite negro en un carrito de Ahumada, piden monedas. Unas prostitutas de cintura de mimbre y nalgas apretadas por insolentes vestidos de seda tientan a los borrachillos que deambulan por la principal avenida de Chile”. Muchas de la anécdotas tejidas en torno a Il Bosco se perdieron luego en el tiempo. En la época de la dictadura, el local decayó debido al toque de queda, hasta que finalmente cerró sus puertas en 1984. En estos años, el estilo de vida cambió en Santiago y las costumbres ya nunca fueron las mismas.

Según cuenta el periodista Enrique Ramírez Capello, ese mismo año Il Bosco fue el centro de operaciones donde se ideó la entrevista a José Domingo Rubio, el Loco Pepe, mítico delincuente argentino, protagonista de múltiples fugas, aparecida en Las Últimas Noticias el 15 de agosto. El debut periodístico no podía haber sido mejor para Ramirez Capello, pues el preso, que se encontraba encarcelado en la Penitenciería, cumpliendo una condena que debía durar hasta 2043, no 27


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¿D?

¿DONDE?

Roberto Arellano Enfermero universitario, médico cirujano, neurólogo y electroencefalografista experto en sueño. Casado y con dos hijos, la fotografía se ha convertido en el escape para retratar una ciudad que no siempre es amistosa, pero que guarda grandes tesoros entre sus calles. El 3 de diciembre inaugura una muestra de fotografía llamada “Arte Mural Callejero”, donde se observan grafitis de distintas ciudades. 1.- Dónde llevarías a tus hijos: al cerro San Cristóbal. 2.- Dónde te sientes como en casa: en casa de mis amigos y familiares. 3.- Dónde pasarías tu vejez: viajando por diferentes partes del mundo. 4- Dónde lloraste por un paciente: nunca, lo siento. 5.- Dónde tomaste tu mejor foto: en la terraza de mi antiguo departamento en Ñuñoa. 6.- Dónde te gustaría morir: en mi cama, donde fuera que sea. 7.- Dónde no irías jamás: al funeral de un tío que no tengo. 8.- Dónde has visto el mejor graffiti: en Valparaíso. 9.- Dónde pediste matrimonio: en mi antiguo departamento en Ñuñoa. 10.- Dónde has trabajado y ha sido difícil: haciendo turnos en el Hospital Salvador. 11.- Dónde nunca tomarías una foto: en el mismo funeral. 12.- Dónde volverías: al patio de mi casa, que ya no existe.

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