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y Presidente de la Fundación Asociación de la Prensa
Memoria del pasado para construir el porvenir
ARTURO ANDREU. Decano del Ilustre Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia
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Mientras pensaba cómo enfocar esta tribuna de los 30 años del Anuario de la Región de Murcia, que edita el Colegio Oficial de Periodistas, se me apareció una frase de San Agustín que resume a la perfección la sensación de incertidumbre que con frecuencia experimento en estos últimos tiempos. Decía el gran obispo de Hipona, destacado Padre de la Iglesia, que “el pasado ya no es y el futuro aún no existe”. Tal vez pretendía consolar a sus conciudadanos en tiempos de inseguridad exhortándoles a vivir el presente sin andar agobiados por lo que ya se ha desvanecido, por lo que aún no ha llegado o por lo que no está en sus manos solucionar. Como hoy les sucede a tantos de nuestros conciudadanos ante el incierto mundo que emerge frente a nosotros. ¡Qué poco cambia la Historia, que algunos dicen es maestra de la vida!
En las tribunas publicadas en los Anuarios de 2019 y 2020 he venido apuntando la idea de que era en esos años cuando de verdad dejábamos atrás lo que había sido el Siglo XX que hemos conocido desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora pienso, ya sin duda alguna, que ha sido en 2021 –un año cargado de acontecimientos de enorme transcendencia para el futuro, desde la vacuna del covid a los preparativos para la guerra de Ucrania– cuando se ha iniciado el Siglo XXI. Y no con los mejores augurios.
Como consecuencia de la crisis económica de 2008-2012 vino la ruptura de muchos consensos que en España dábamos por consolidados desde los inicios de la Transición, tan injustamente denostada hoy. En Europa mientras tanto se han resquebrajado otros consensos, hasta llegar al Brexit. En 2014 se agudizó el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, Putin se anexionó Crimea, promovió la separación de regiones rusófilas del Donbás ucraniano y comenzó así un enfrentamiento que, a finales de 2021 y principios de 2022, ha derivado en una cruenta y destructiva guerra en suelo europeo de imprevisibles consecuencias. En 2020 llegó la epidemia de covid, que ha dejado al descubierto las profundas grietas de un sistema sanitario, el español, que creíamos el mejor del mundo, hasta que hemos comprobado, no sin cierta decepción, que no era así. Un susto tras otro, y después de cada uno de esos sustos, un mundo más injusto y desigual.
Mientras todo eso sucede, dejando paso a lo que va a ser, como he dicho, un siglo XXI incierto y con peligrosos fantasmas del pasado asomando la testa por ciertos resquicios, la Región de Murcia necesita poner en valor proyectos claros y potentes de futuro que la sitúen en el lugar que, por número de habitantes y capacidad económica, ha de ocupar entre las comunidades autónomas españolas; y nuestros partidos políticos han de ser capaces de arbitrar consensos que, acallando tanto ruido inútil como el que últimamente se genera en la política, ofrezcan esperanza. Y, entre unos y otros, solucionar de una vez los problemas que aquejan a un Mar Menor inmerso en el permanente Día de la Marmota, sin que de momento nadie sepa o quiera poner remedio a tan bochornoso espectáculo. La Historia estoy seguro de que no va a ser benévola en el juicio que haga sobre quienes pudieron solucionar tan grave problema medioambiental y no lo hicieron a tiempo.
Menos mal que de vez en cuando surgen noticias refrescantes que hablan bien de Murcia ahí afuera, como el meteórico ascenso de ese joven tenista de El Palmar, Carlos Alcaraz, que estoy seguro va a dar durante años numerosas alegrías a Murcia y a España. Mi enhorabuena, y a por todas, Carlos.
La Región de Murcia posee recursos naturales, empresarios destacados y ciudadanos responsables para salir adelante por muy mal que en ciertos momentos pinten bastos. Hace falta sin embargo una profunda reflexión entre todos los murcianos, una reflexión que identifique objetivos serios y factibles al tiempo que haga cuajar una sociedad civil fuerte que marque el camino a seguir a nuestros políticos, en una leal colaboración mutua. Solo así conseguiremos forjar entre todos un futuro mejor.
Desde el Colegio Oficial de Periodistas de la Región de Murcia y desde la Fundación Asociación de la Prensa queremos poner nuestro grano de arena en este esfuerzo colectivo. Lo venimos haciendo desde hace 115 años, cuando nació la Asociación de la Prensa, desde hace 15 años Colegio de Periodistas; lo venimos haciendo desde hace 60, al distinguir con el Laurel de Murcia a las personas, instituciones y empresas que con su trabajo nos hacen ser mejores; y lo venimos haciendo con este Anuario que cumple 30 años ininterrumpidos de publicación para dejar constancia escrita de lo sucedido cada uno de esos años. La historia de los pueblos se escribe hacia el futuro, aunque mire al pasado. Y ese pasado próximo está resumido en este Anuario pues, como ha escrito el periodista e historiador catalán Vicens Lozano, “solo con un conocimiento pleno de lo que dejamos atrás seremos capaces de construir el porvenir”. ¿Nos ponemos manos a la obra?