![](https://static.isu.pub/fe/default-story-images/news.jpg?width=720&quality=85%2C50)
8 minute read
II.1. Rasgos generales del preclásico en la región andina
Como se puede observar, existen bastantes conceptos que mantienen un nexo común con los extractos elegidos en la investigación. Al final del capítulo explicaremos con más detalle estas propuestas.
.- Mito creación, Pablo José de Arriaga. Los de Guacho y Begueta, explica Pablo José de Arriaga, tenían entendido que el Sol había bajado a la tierra para poner dos huevos. Uno de oro, de donde proceden los curacas y los caciques, y el otro de plata de donde procede el resto de la población (Arriaga, Pablo José de; 1968:220).
Advertisement
.- Mitos sobre Con y Pachacamac.
Sobre la creación, y su vinculación con las divinidades Con y Pachacamac, hemos elegido algunas partes de las crónicas recopiladas durante la colonia por Gutiérrez de Santa Clara, Francisco López de Gomara, Agustín de Zárate y la Carta Annua de los Jesuitas. En las conclusiones interpretaremos algunas de las características más notables sobre la información elegida.
1.- Gutiérrez de Santa Clara [1544-1548].
“...el primer dios que hubo en la tierra fue llamado Cons, el cual formó el cielo, sol, la luna, estrellas y la tierra, con todos los animales y lo demás que hay en ella, que fue tan solamente con el pensamiento..., y que formó con su resuello todos los indios y los animales terrestres y aves celestes y muchos árboles y plantas de diversas maneras. Y que después desto se fue a la mar y que anduvo a pie enjuto sobre ella, y sobre los ríos y que crió todos los peces que hay, con sola su palabra, y que hizo otras cosas maravillosas, y que después se fue desta tierra y se subió al cielo. Decían más estos indios, que dende a mucho tiempo y a muchos años y siglos vino a la tierra un otro dios más poderoso que Cons, llamado Pacha cama, que quiere decir: «Hacedor del mundo, o reformador», y que destruyó con fuego y agua todo lo hecho y criado por el dios Cons, y que los indios que había los convirtió en simios y monas y los envió a vivir a los Andes (Selva) y a los valles que hay por allí....Y que después de destruidas estas tierras, dicen los indios que el dios Pachacama, como poderoso en todas las cosas y por otra parte
misericordioso, las tornó a reformar y a mundificar, y que crió de nuevo otros indios y muchas indias bien hermosas, ... A los unos hizo poblar la serranía, ... y a los otros mandó poblar los llanos de la marina,.... Salidos fuera de estos valles lo quemó todo el fuego y que la ceniza se tornó después en arena, y que después de hechas estas cosas, con otras muchas, dicen que [Pachacama] se tornó al cielo...” (Gutiérrez de Santa Clara; 1963: L.III, Cap. LVI).
2.- Francisco López de Gomara. “Dicen que a los comienzos del mundo vino por la parte septentrional un hombre que se llamó Con, el cual no tenía huesos. Andaba mucho y ligero, y acortaba el camino bajando las sierras y alzando los valles solamente con la voluntad y su palabra, como hijo del Sol, que decía ser. Llenó la Tierra de hombres y mujeres que crió, y les dio mucha fruta y pan, con las demás cosas necesarias a la vida. Pero, sin embargo, enojado por lo que algunos le hicieron, volvió la buena tierra que les había dado en arenales secos y estériles, como son los de la costa, y les quitó la lluvia, pues nunca más desde entonces volvió a llover allí. Les dejó solamente los ríos, por piedad, para que se mantuviesen con regadío y trabajo. Sobrevino Pachacama, hijo también del Sol y la Luna, que significa criador, y desterró a Con, y convirtió sus hombres en gatos, por lo cual algunos negros tienen gesto de tales; tras de los cual crió él de nuevo a hombres y mujeres como son ahora, y los proveyó de cuantas cosas tienen. Por agradecimiento a tales mercedes le tomaron por dios, y por tal lo tuvieron y honraron en Pachacama, hasta que los cristianos lo arrojaron de allí, de lo que mucho se sorprendían...” (López de Gomara, Francisco; 1985:184-185).
3.- Agustín de Zárate, 1555 (Reproducido del apéndice del artículo «Zarate ou Lozano» de Marcel Bataillon. Revista Caravelle, Cahiers du Monde Hispanique et luso, Universidad Tolousse, Francia 1963, pág. 22 y 23). “…Como los Indios no tengan escriptura (según es dicho), no saben el origen de su creación ni el fin que uvo el mundo en el diluvio como ello passó, sino, añadiendo y componiendo en cada siglo lo que a cada uno le parecía, dizen que de la parte del Septentrión vino un hombre que no tenía huesso ni coyuntura, y que cuando caminava acortava o alargava el camino a su voluntad, y levantava y abaxava las sierras, y que éste crió los Indios que en aquel tiempo avía, y que, por enojo que le hizieron los Indios de los llanos, les convertió toda la tierra en arenales, y mandó que no lloviesse allí, más de que les embió los ríos, con cuya agua y riego se sustentassen. Este dezían que se llamava Con, y que era hijo del Sol y de la Luna, y lo tenían y adoravan por Dios, y mantenía con yervas y frutas silvestres las gentes que crió, hasta que de la parte del Mediodía vino otro hombre más poderoso que
se llamava Pachacama, que quiere dezir criador, que también era hijo del Sol y de la Luna, y que con su venida desapareció Con. Y quedando aquellas gentes sin capitán, Pachacama les convertió en aves, y en monos, y gatos, y ossos, y leones, y papagayos, y otras aves que andan por aquella tierra y que éste crió los Indios que agora son, y dio industria para labrar la tierra y árboles, y le tenían por Dios y todos los principales que en la tierra morían se ivan a enterrar [fol. 19.v] a la provincia que de su nombre se llamó Pachamaca [sic], donde él residía, que es quatro leguas de la ciudad de los Reyes, y que duró Pachamaca [sic] muchas edades, hasta que los Christianos llegaron al Perú, que entonces nunca más pareció, por donde se cree que devía de ser algún demonio que les hazía entender todas estas vanidades”( en Bataillon, Marcel;1963: 2223)
4.- Carta Annua de los Jesuitas 1617 (Arch. Societatis Jesu, Roma, Peruana Letterae annuae, T. III. Perú 14, fol 54 54v; recopilado por Pierre Duviols 1983). “Por ser grande el numero de guacas y se yba descubriendo pregunto el visitador en algunos pueblos de origen dellas y dixeronle una historia que, aunque es ridicula, la pondré aquí: Dicen ser traddicion entre ellos que en tiempo antiguo ubo una grande seca y falta de comida en esta tierra y que en ellas salio una vieja al campo a buscar algunas raizes que comer y estandolas buscando con muchas lagrimas bajo del cielo el sol y preguntandoles la causa de su llanto le prometio facil remedio y le mando se ynclinasse como de antes estaba cogiendo sus rayzes. Hizolo ella y el salto por encima della como quien juega al juego de los officios y deste salto quedo preñada y al cabo de quatro dias pario un hijo. Apenas avia parado quando luego llego alli Pachacama (que es una guaca muy célebre y muy comun en este reino, y esta a quatro leguas de Lima junto al mar a la parte del Zur; el qual despedaço el muchacho a vista de la madre y le dio los dientes como semilla de mais, los güesos para semilla de yerbas y camotes y la carne para semilla de pepinos y otras frutas y desde entonces aca dizen no aver avido falta de estas cosas. Fuesse el Pachacama y volvio el sol y hallando a la madre desconsolada por muerte de su hijo hizo que del ombligo que el habia enterrado en cierto lugar saliesse otro muchacho hermoso a quien llamo unos dizen Vichama, otros Villama. Desde quentan que andubo peregrino muchos años y visto todo el mundo y que en el ynterin el Pachacama mato a su madre y hecha pedaços la dio a comer a condores y gallinazos. Buelto Bichama de su peregrinacion y saviendo lo succedido, busco y junto los güesos de su madre y consolo decirle: —Madre lavantate, la resuscito: pero queriendo vengar su muerte y no pudiendo hazerlo en el Pachacama que ya se avia huido por la mar al lugar donde oy esta executo su colera y enojo en los curachas [curacas] y en el resto de los yndios. A los curacas principales convirtio en piedras que fuessen guacas adoradas como dioses y a los yndios plebleios en piedras ordinarias y por que no quedasse sin yndios la tierra caieron del cielo tres buebos, uno de oro de que proceden los
curacas y principales otro de plata de que sus mujeres y otro de que proceden los yndios plebleyos” (Peruana Letterae annuae, T. III. Peru 14, fol 54 54v)
5.- Vaca de Castro. Biblioteca Nacional de Madrid. Manuscrito 2010 Por lo general, es bastante extraño encontrar alusiones a la “pareja de viejos” aquí mencionada, que interpretamos como la pareja fundadora del tiempo pasado, razón por la cual hemos elegido esta parte del manuscrito consultado. Se aprecia, al igual que en Huarochirí, que el sol fecunda con el rayo o resplandor. Y que la casa, a modo de vientre o útero materno, engendra a Manco Capac, entre otras muchas cosas. De las averiguaciones realizas entre los quipucamayos, por Vaca de Castro, hemos trascrito el siguiente extracto: “…mango capac primer inga abia sido hijo del sol y salido por una ventana de una cassa y engendrado por el rrayo o resplandor del sol que entraba por el resquicio de la ventana o cóncavo dela pared y peña a donde estaba formada lacassa del fingimiento y que desde alli por mandado del sol su padre salio y fue a los altos de una serranía...y llebo consigo uno de los dos viejos quel uno dellos le avia criado los quales heran tenido en gran veneración como sacerdotes así mesmo llebaron un ydolo de piedra de figura de hombre y diez o doze indios con sus mugeres...” (Mss 2010. fol. 46v.B. N. M).