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La pampa es un viejo mar

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La pampa es un viejo mar

Alcide d’Orbigny anduvo por nuestros pagos. Vino a las provincias del Plata representando al Museo de Historia Natural de París, una vez finalizadas las guerras independentistas (estuvo entre 1827 y 1829), con la misión de reunir datos de la flora, fauna y gea de la región. Parecía una tarea sencilla, pero la buena suerte no lo acompañó: llegó justito para presenciar la caída del gobierno de Bernardino Rivadavia (en junio del 27) y andaba aún por aquí cuando Juan Lavalle fusiló a Manuel Dorrego (en diciembre del 28). Al no contar con un salvoconducto oficial como el que años más tarde obtendrá Charles Darwin de manos de Juan Manuel de Rosas, d’Orbigny se vio impedido de transitar con libertad por el interior del país. A pesar de todo, el francés pudo recorrer parte del territorio y colectar una buena cantidad de fósiles, piezas que más tarde utilizará como indicadores bioestratigráficos. Dicho sea de paso, el francés es considerado como uno de los primeros bioestratígrafos, si bien la utilización de fósiles con esos fines se remonta al siglo xviii.

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Como resultado de ese viaje surgió esa monumental obra que es Viaje a la América meridional. La primera historia geológica de nuestro subcontinente se halla en ese libro, con mayor precisión, en los capítulos dedicados a la geología y la paleontología (publicados en 1842). Vale la pena conocer ese dramático relato (que dividimos en cuatro actos breves), que sirvió de base a los estudios posteriores de Darwin y Burmeister.

Acto 1. Antes del Terciario.

América del Sur atraviesa un largo período de enérgicas convulsiones (de ahí la escasa representación de los depósitos jurásicos y, en menor medida, de los cretácicos).

Acto 2. El Terciario.

Un tiempo bastante tranquilo; la depositación de los sedimentos del llamado mar guaranien9 (el tertiaire patagonien, repleto de moluscos) nivela el relieve esculpido por las tempranas sacudidas del acto primero (sin embargo, no todo habría quedado bajo el agua del mar guaraní: los troncos fósiles y los restos del mamífero Toxodon paranensis hallados en Feliciano, al norte de Entre Ríos, los delicados huesitos del roedor Megamys y los moluscos de agua dulce hallados en Patagonia, revelan la presencia cercana de tierras emergidas).

Acto 3. Arcilla Cuaternaria.

La tranquilidad se acaba. La corteza se enfría y, una vez consolidada, se ahueca. La materia desplazada de la corteza ahuecada origina las cordilleras, lo que provoca un desastre geológico. En efecto, esos movimientos corticales ocasionan un importante desplazamiento de las aguas del mar y el exterminio completo de las faunas continentales, cuyos restos se esparcen

9 Mantenemos la denominación original, en francés.

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