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La publicación de El origen de las especies
naturaleza (heredada de aquella doctrina), al menos hasta mediados de la década del 50. El viraje intelectual-espiritual del rubio pasajero del más famoso bergantín de todos los tiempos puede seguirse en su modo de concebir las adaptaciones. Según Dov Ospovat (1947-1980), aquel del esquema Russell/Ospovat, tras su conversión al evolucionismo, Darwin siguió creyendo en las adaptaciones perfectas durante un tiempo. Al producirse un cambio ambiental, pensaba, los organismos perfectamente adaptados reaccionaban adaptativamente, ajustándose perfectamente a la nueva situación (Mayr, 2001, p.57). Luego de la lectura del Ensayo sobre el principio de la población de Malthus, en 1838, Darwin no abandonó la creencia en las adaptaciones perfectas, lo que cambió en todo caso fue el mecanismo de ajuste.25 En la versión premalthusiana de la teoría de Darwin la adaptación se daba por generación; en la inmediatamente posterior a Malthus (de hecho, es esta la primera versión de la teoría de la selección natural), mediante, justamente, selección (Ospovat, 1995, p.43). Esta última formulación de la teoría es la que se expone en su Ensayo de 1844 (un largo borrador de El origen de las especies). Finalmente, Darwin advirtió que la única forma de garantizar un mejoramiento permanente era reconociendo que las adaptaciones eran relativas26. Hacia 1859 (año de la primera edición de El origen), Darwin ya había adoptado la idea de mejoramiento permanente y abandonado las adaptaciones perfectas. La perfección había sido erradicada de la naturaleza. La teología natural había muerto en forma definitiva para él.
La publicación de El origen de las especies
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La selección natural vio la luz en 1858. Darwin tenía avanzado un larguísimo borrador cuando recibió una carta de un tal Wallace en la que se exponía básicamente la misma teoría. Tal suceso imprevisto lo empujó (en realidad, lo empujaron sus amigos) a realizar ese mismo año una presentación conjunta con Wallace en la Sociedad Linneana de Londres. Urgido por las circunstancias, Darwin terminará publicando al año siguiente un resumen
25 Lo que no se modificó fue la creencia en una naturaleza armoniosa. El mismo Malthus aplicó al ser humano el principio de economía de la naturaleza de Linneo, muy enraizado en la tn, que sostenía que ante un aumento de la población se disparaba un incremento de los predadores que hacía volver las cosas a su equilibrio anterior (Bowler, 2000, p.170; Mayr, 2001, pp.90 y 92). La idea de lucha por la vida entre las especies, hoy tan asociada al evolucionismo darwiniano, es de algún modo heredera de esa arcaica noción de economía de la naturaleza. Nuestro campeón verá en esa reacción de la naturaleza una fuerza positiva, transformadora, más que de mero control. 26 Doctrina que Dov llama «de la perfección limitada» (1995, p.34).