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Las claves del éxito de la ortogénesis
En definitiva, Keith pensaba que en los monos el agujero occipital había cambiado su orientación como parte de una adaptación juvenil a una cosa (la lactancia), y que había persistido en los homínidos adultos como resultado de una adaptación a otra cosa (el bipedismo). Sin duda, Keith, en este aspecto, se muestra más adaptacionista.
Volvamos a Weidenreich. El teutón pensaba que en una segunda fase de la evolución humana, ya concluida la etapa de la expansión cerebral, el cráneo había terminado de redondearse, adoptando su definitiva forma braquicefálica24:
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La transformación característica del cráneo humano, que fue paralela a la evolución, consistió, en las primeras fases, en la expansión de la caja cerebral. Cuando llegó a la fase Neanderthal la expansión se detuvo y el desarrollo ulterior de la caja cerebral tendió hacia la forma braquicéfala. Debe haber alguna razón que explique la tendencia hacia la forma braquicéfala del cráneo humano. Yo creo que está relacionado con la adaptación de la cabeza a la posición erecta. [Las cursivas son nuestras] (1947b, p.148)
En suma, el redondeamiento de la cabeza se habría alcanzado a partir de un ajuste adaptativo en la relación cráneo-columna, como resultado del perfeccionamiento del andar bípedo, posteriormente a la fase Neanderthal. Así, con los hombres del valle del río Düssell25, se cerraba el capítulo ortogenético de la evolución humana.
Las claves del éxito de la ortogénesis
La atracción que ejerció la teoría de la ortogénesis fue enorme, sobre todo entre los paleontólogos. En primer lugar, el mecanismo evolutivo que proponía era simple: un mero impulso o fuerza interior (aunque, claro, por eso uno podía entender cualquier cosa). En segundo lugar, explicaba de manera sencilla las llamadas tendencias evolutivas26; no era necesario imaginar un escenario adaptativo que justificara esas modificaciones (en apariencia) direccionadas, lo que siempre resultaba difícil, al tratarse de modificaciones
24 Término craneométrico aplicado a los cráneos cortos, en oposición a los cráneos largos o dolicocefálicos. 25 El Düssell es el río que corre en el Neandertal (valle de Neander, en alemán). 26 Cambios evolutivos a lo largo de un linaje que muestran una cierta direccionalidad: por ejemplo, el aumento de tamaño en distintos grupos de dinosaurios, o el aumento de tamaño y reducción del número de dedos en los caballos, o el aumento de tamaño de las defensas de los elefantes, entre otros. Hoy sabemos que esas tendencias son en realidad el efecto de la extinción diferencial de clados enteros.