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Adaptacionismo pasado de rosca
Adaptacionismo pasado de rosca
Ciertos rasgos humanos son con mucha probabilidad adaptaciones. Por ejemplo, el cerebro grande. Si asumimos que a mayor tamaño cerebral mayor inteligencia (sea lo que sea la inteligencia), y si creemos que a mayor inteligencia mayor posibilidad de sobrevivir y de obtener una ventaja reproductiva sobre los demás, es indiscutible que el incremento del tamaño del cerebro es adaptativo.62 Vamos por ahora a suponer que sí, que al menos en ese caso hubo evolución adaptativa.63 Pero, ¿qué hay de todo lo demás? No es obvio que el bipedismo sea conveniente, al menos no parece estar muy extendido en la naturaleza. De hecho, los homíninos son los únicos mamíferos permanentemente bípedos, si excluimos a ciertas formas adaptadas al salto (bípedo), como los canguros y otros poquísimos ejemplos.
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Dejando por ahora el asunto del posible valor adaptativo del bipedismo (obviamente bajo ciertas circunstancias, volveremos sobre ello más adelante), lo cierto es que en los 60 los evolucionistas tendían a ver en cada rasgo humano, hasta los más insignificantes, una adaptación a algo específico. Es para esta época que el programa adaptacionista se consolida; es con toda probabilidad el periodo más adaptacionista de la historia del evolucionismo (más o menos coincidente con el centenario de la publicación de El origen). Ashley Montagu es, con precisión, uno de aquellos evolucionistas enamorados de la adaptación humana. En La revolución del hombre de 1965, el británico-norteamericano de ascendencia judía afirmó:
Al parecer, el valor adaptativo del cabello radica en proporcionar una protección contra daños físicos de golpes accidentales, desgarraduras, raspones, recalentamientos por exposición al sol y enfriamiento excesivo. (p.201) las cejas […] proporcionan un amortiguador externo en forma de pelos particularmente gruesos, que sirven para proteger de lesiones a los delicados márgenes supraorbitales […] para evitar que el sudor descienda hasta los ojos, del mismo modo que el cabello sirve para evitar el descenso del sudor del cuero cabelludo. (p.201) al parecer otra función [del vello axilar] es facilitar los movimientos del brazo64 (p.204)
62 Arthur (2011, p. 124) da una serie de posibilidades para la selectividad del incremento en el tamaño cerebral en la evolución humana: uso de herramientas y lenguaje, o incluso ventajas basadas en la selección sexual. 63 Aunque al menos en un caso, el del Homo floresiensis, hubo una reducción (absoluta y relativa) del encéfalo, por lo que el incremento no es necesariamente adaptativo en todos los casos (Arthur, 2011, p.128). 64 El vello púbico humano también ha sido explicado desde el adaptacionismo como un ornamento sexual relacionado con la transmisión de feromonas o con la reducción