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El concepto de gen, bajo la lupa
era posible que un organismo complejizara su organización, que desempeñara nuevas funciones sin un incremento en el número de sus genes? No por mutaciones ordinarias y recombinación, desde ya… ¿Por duplicación? Si era así, ¿cómo era posible que un gen duplicado empezara a hacer una cosa por completo distinta de la que venía haciendo hasta el momento de la duplicación? Siempre según Goldschmidt (1958), para Weir la clave estaba en los llamados genes neutrales, aquellos genes innecesarios o, mejor dicho, que habían dejado de ser necesarios a raíz de un cambio de dieta que garantizaba la obtención de sus productos vía el alimento (p.487). Eran esos genes neutrales los que podían reciclarse y adquirir nuevas funciones. Fantástico. Pero, ¿existían realmente estos genes neutrales? Todo sonaba muy heterodoxo… aun a los propios oídos heterodoxos de Goldschmidt.
Precisamente, Goldschmidt entendía que la (macro) evolución no requería tanto de la aparición de nuevos genes (ni de genes neutrales reciclados) como de retoques en genes (ya existentes) de alta jerarquía; es decir de mutaciones pequeñas pero de gran efecto. El otro mecanismo propuesto por él en los 40, ya lo dijimos, es el de las mutaciones sistémicas, tempranamente definidas como cambios en la configuración de los cromosomas; alteraciones que se traducían en un modo saltatorio de evolución: evolución en uno o unos pocos pasos sucesivos (p.488). Entre uno y otro mecanismo, Goldschmidt aclaró (tras la confusión que se suscitó) que había solo una diferencia de escala. El primer mecanismo podía entenderse como una reconfiguración a escala molecular (p.489), el segundo, a escala cromosómica. Como ejemplos de macromutantes (causados por uno u otro mecanismo) el alemán señaló, entre otros, a los mutantes homeóticos de Drosophila (p.491) descubiertos hacía tiempo por William Bateson6; era precisamente mediante ese tipo de mutaciones que se originaban sus «monstruos esperanzados».
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El concepto de gen, bajo la lupa
Algo no cerraba: ¿cómo era posible una alteración morfológica profunda a partir de un cambio genético sencillo? Para Goldschimdt, el problema de fondo se encontraba en el concepto clásico de un gen-una acción adoptado por los modernos darwinistas, y hasta por algunos heterodoxos. De hecho, muchas de estas dificultades parecían desaparecer cuando la versión clásica de gen era reemplazada por la de patrón jerárquico organizacional, de manera que cualquier rearreglo cromosómico podía producir cambios importantes, dependiendo del lugar del genoma en el que ocurriera y a qué genes afectara. Según Goldschmidt, esos rearreglos afectaban el patrón jerárquico de organización del cromosoma; no se trataba de un mero efecto de posición, como
6 Nos referiremos a esas mutaciones más adelante, en este mismo capítulo.