![](https://static.isu.pub/fe/default-story-images/news.jpg?width=720&quality=85%2C50)
2 minute read
La evolución de la bilateralidad animal
clarificadora incluida en su libro, el autor resume algunos de los «rasgos arquitecturales» que él considera como definitorios de plan corporal. No son muchos: esqueleto interno/externo; simetría radial/bilateral; pares de apéndices 0/2/3/4 o más; cavidad corporal acelomado/pseudocelomado/ celomado; segmentación ausente/presente, entre otros (p.27). En suma, rasgos muy pero muy generales. Al final, acepta la definición del paleontólogo norteamericano James Valentine, considerándola un «buen punto de partida». La definición de plan corporal (o bauplan) elegida, que tampoco dice mucho, es la siguiente:
a niveles superiores de la jerarquía taxonómica, los fila, o los clados de nivel de clase están caracterizados por su posesión de asociaciones particulares de rasgos arquitecturales y estructurales homólogos […] Es a dichas asociaciones que el término bauplan es aplicado. [Las cursivas son nuestras] (p.25)
Advertisement
Podemos ver que para Valentine, el término bauplan es puramente morfológico, de manera que el origen de los planes corporales corresponde al ámbito específico de la evolución morfológica, de la macroevolución morfológica, para más precisión.
Wallace Arthur tiende hacia una visión internalista del origen de los nuevos planes corporales; en este sentido, no cree que los nuevos diseños tengan que ver con la apertura de nuevos ambientes (lo que supondría externalismo). Prueba de ello es que los mayores planes se habrían originado en un mismo ambiente: el marino (p.47). Vayamos a un caso, el origen de los animales bilaterales, y veamos cómo ese rasgo arquitectural, la bilateralidad, pudo evolucionar mediante modificaciones en los genes hox.
La evolución de la bilateralidad animal
Todos los animales bilaterales son triploblastos (desarrollados a partir de tres capas embrionarias) y segmentados, y aún no está claro si existe una relación causal entre lo uno y lo otro. Sí sabemos que, desde el punto de vista de su diseño, el salto morfológico que separa a los organismos de simetría radial (todos diploblastos, desarrollados a partir de dos capas embrionarias) de los bilaterales es enorme (Sampedro, 2007, p.126). Asumiremos por ahora que los animales bilaterales evolucionaron de animales de simetría radial. En términos evolutivos, la transición de radial a bilateral debió ser rápida y discontinua, ya que no hay animales que no sean una cosa u otra.39
concepto no es tan utilizado, ni es aparentemente útil (Arthur, 2011, p.284). 39 Aunque hay autores como Vladimir Malakhov (2004) que reconocen la existencia de ciertas formas animales intermedias, lo que plantea la posibilidad de una