Discriminación en el Perú. Acercamiento bibliográfico
lugar. De este modo, muchos relacionan a la sierra con el atraso, incluidos los mismos sujetos andinos, lo que dificulta la integración. El trabajo de Liuba Kogan (2012) es una de las reflexiones más completas pues presenta un riguroso mapa conceptual. La autora considera necesario empezar a ordenar el caos del léxico en el que nos movemos respecto a la categoría racial y, en ese sentido, desestabilizar el racismo tomando como ejemplo la experiencia de inclusión de las mujeres en las sociedades occidentales y la incorporación de género en las políticas públicas. A diferencia de la categoría sexual —cuyos marcadores físicos objetivos resultan obvios y no difieren entre un observador y otro—, la categoría racial constituye un asunto mucho más difícil de entender y explicar. Los límites entre lo racial (rasgos físicos) y lo étnico (rasgos culturales) son sutiles y no siempre lo étnico o lo racial suponen categorías aisladas, estables o incluso privilegiadas dentro del repertorio identitario de los sujetos. Otro asunto fundamental son los vínculos que se establecen entre discriminación y exclusión social: la primera, ejercida sobre individuos; la segunda, en grupos sociales. Este tema merece una revisión en la literatura disponible y que abordamos a continuación. Relaciones entre exclusión social, racismo, desigualdades y discriminación Existen estudios que plantean tres categorías analíticas que, al estar interrelacionadas, ayudan a entender la dinámica social de la discriminación: exclusión social, etnicidad, raza y racismo. Su relevancia se hará evidente en las referencias bibliográficas. La discusión sobre la exclusión está planteada con nitidez desde 1990 con Figueroa4. Con estos estudios se aclara la relación de exclusión, pobreza y desigualdad. Se evidencia también la definición del término que actualmente es compartido por académicos, organismos internacionales y organismos del Estado que proponen medidas de inclusión. También se constatan las metodologías que se pueden utilizar para medirla en relación con las brechas de inequidad, así como su vínculo con la discriminación. Igualmente, está claro que en el análisis deben incorporarse categorías cualitativas que corresponderían a la discriminación. Aún queda la duda de si la relación entre exclusión
Sentó las bases para estudios que explican la exclusión y las brechas económicas. Imelda Vega-Centeno (1994) y Scott Beck (2011), al recoger y ampliar el modelo de Figueroa, analizan el porcentaje de la brecha de desigualdad que se debe a la exclusión y a la discriminación. Por su parte Iris Roca Rey y Belissa Rosas (2002) miden la exclusión en los servicios básicos considerando como indicadores el ámbito geográfico, la lengua y los niveles de ingreso. Más recientemente, Ñopo (2012) ha propuesto un modelo de análisis. 4
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