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Balances generales: estado de la cuestión
En ese mismo sentido, las instituciones más productivas y que han tenido impacto en la investigación sobre este asunto son el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Desco y, recientemente, Grade y la Universidad del Pacífico (UP). La metodología, generalmente, consiste en reunir estudios de diversos autores o publicar las ponencias de seminarios y conferencias.
Muchos de estos estudios son financiados por fuentes externas como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Fundación Ford.
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Entre las organizaciones no gubernamentales que han publicado materiales a partir de denuncias y para difundir la problemática a partir de manuales están Lundu, Chirapaq, Centro de Desarrollo Étnico (Cedet) y Aprodeh. De igual manera son importantes los informes anuales de Oxfam que, desde 2002, publica Pobreza, desigualdad y desarrollo en el Perú, en el que se incluye la discriminación. Por su parte, entre los organismos del Estado con un rol preponderante en el debate destaca el Ministerio de Cultura, desde su Dirección de Diversidad Cultural y Eliminación de la Discriminación Racial.
Balances generales: estado de la cuestión
El avance de una disciplina se expresa en la producción de recopilaciones que hay sobre ella; y, en el caso de la discriminación, encontramos publicaciones que en cantidad y calidad nos indican la seriedad con la que se está abordando. Por ello, hemos recogido las referencias que hacen un balance de lo trabajado en diferentes etapas, de las cuales muchas corresponden a la primera década de este siglo. Gracias a estas publicaciones, el investigador principiante puede tener una clara idea del estado de la cuestión en este campo. Por ello presentamos sus aportes a la discusión en tanto que podemos inferir tendencias y falencias.
En tal sentido, nos detendremos en los balances —basados en el análisis de textos— que consideramos más relevantes para establecer un panorama completo del tema.
En primer lugar, nos referiremos a un estudio que, al ser uno de los más recientes y abordar la producción del último quinquenio, introduce una serie de conceptos —como el de interseccionalidad— y categorías que aún no se habían sistematizado para el tratamiento de la discriminación. Se trata del documento Balance de investigaciones en políticas públicas 2011-2016 y agenda de investigación 2017-2021, de Jeanine Anderson, 2017, publicado por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES). Uno de los planteamientos que reclama la autora es el poco esfuerzo por abordar una teoría general de la discriminación y que los estudios «no permiten llegar a
conclusiones contundentes acerca de los principales factores que contribuyen a la discriminación en el país y los modos de erradicarlos» (p. 3).
En cuanto a su propuesta de temas de investigación, sugiere el uso de la investigación cualitativa mediante diversos diseños, lo que permitirá poner al sujeto discriminado en primer plano. Propone también mantener la continuidad de políticas y programas generados desde el Estado e incorporar a la sociedad civil y sus representantes.
En cuanto a los modos de erradicar la discriminación, considero que en este último año se están haciendo muchos esfuerzos, desde los diferentes frentes, por sugerir y exigir medidas; ello, desde el «cambio de chip» a partir de la educación, la erradicación de la pobreza, la denuncia directa de los responsables, el endurecimiento de las penas, entre otros.
El texto de Juan Carlos Callirgos —uno de los más citados—, titulado El racismo: la cuestión del otro (y de uno), publicado por Desco en 1993, es una evaluación panorámica de lo trabajado desde lo teórico sobre este fenómeno. Estudia, asimismo, los términos en los que se produce el discurso y la discusión sobre el racismo (diferencia términos como raza y etnia), a la vez que señala sus alcances mundiales y ofrece un enfoque sobre el Perú. Así pues, la extendida percepción de que los peruanos somos racistas y el tabú que genera el tema internamente dan una idea de la magnitud del problema.
Por su parte, Luis Sánchez, en Exclusiones, desigualdades y pobrezas. Multidimensiones, multirrelaciones y taxonomías, de 2003, desarrolla y analiza conceptos, definiciones y los diversos enfoques sobre la exclusión social y su relación con el desarrollo, elaborados por diversos autores peruanos. Además, presenta una interesante clasificación de los estudios sobre la base de la definición de exclusión que utilizan: multidimensiones y multirrelaciones.
Un típico estudio bibliográfico es el de Arturo Francisco Orbegoso Galarza (2003), quien desarrolla una revisión de los estudios empíricos sobre racismo hechos en el Perú desde la década de 1970, todos procedentes de la psiquiatría, la psicología, la sociología y la antropología. Según este autor, los pioneros (González Prada, Mariátegui, Arguedas) se acercaron a este tema desde los ensayos y la literatura. El médico Carlos Alberto Seguín fue el primero en tratar el fenómeno de manera empírica, en 1962, al crear una categoría psiquiátrica para el migrante andino. Le siguieron tres autores: Caravedo, Rotondo y Mariátegui (1963), quienes registraron factores psicogenéticos y sociológicos en los mestizos que estudiaron. Posteriormente, apareció Callirgos Valle, quien, en 1984, halló que el 40% de los migrantes andinos se negaba a sí mismo. En 1992, Cordano encontró que el tema era un tabú en el Perú,
lo que confirmó Juan Carlos Callirgos (1993). A una idea parecida arribó Cosamalón (1993b), quien además revela cómo el vocablo «cholo» no podía ser admitido como identidad. Sin embargo, de los estudios se desprende que el término «cholo» ha ido resemantizándose y ahora se reconoce como sinónimo de esfuerzo, trabajo y honestidad; además, a la mayoría de peruanos ya no les cuesta reconocerse como mestizos —así lo confirman los resultados preliminares del censo de 2017—.
Entre los más recientes balances críticos figura el de Néstor Valdivia (2009). El autor se refiere a tres estudios (de Gonzalo Portocarrero, Alberto Flores Galindo y Nelson Manrique) que señalan y circunscriben esta problemática en el Perú. El primero de ellos arroja que dos terceras partes de la población se ha sentido discriminada, aunque la mitad de ellos señaló que la razón de esa discriminación fue la falta de «conocidos». El segundo estudio, esta vez en Lima, no encontró rastros de inmigración. Por último, el tercero analiza el nivel de confianza entre los jóvenes para desempeñar diversas tareas; al principio se escogió a aquellos de rasgos blancos, aunque, al conocerse las habilidades de cada uno, los estereotipos raciales perdieron importancia.
En este punto es preciso mencionar los balances periódicos de la investigación económica y social del CIES, desde el año 2000, que «pretenden ser útiles no solo para los investigadores, sino también para otros expertos del sector público y la sociedad civil que buscan entender mejor la economía y la sociedad peruanas, así como una guía sobre el estado del conocimiento en nuestro país»3 .
Barrantes e Iguíñiz (2004) recomendaron cinco grandes áreas de investigación para el futuro: mediciones de pobreza, efectividad de las políticas públicas, participación de la sociedad civil, exclusión social y desarrollo rural. Señalan que hacen falta tanto estudios sobre grupos pobres específicos como estudios más generales sobre exclusión y discriminación y sobre mecanismos a través de los cuales se reproducen ambos fenómenos, en todo el país y en el tiempo.
Finalmente, queremos mencionar la publicación del Ministerio de Cultura (2017), que es propicia para referirnos al rol del Estado al trazar una línea de investigación que apoye las políticas públicas y su interés por difundir los derechos ciudadanos. El objetivo de este estudio es «realizar un diagnóstico del estado de la discriminación étnico-racial en los medios de comunicación, «mediante la identificación de los conceptos y marcos normativos que enmarcan la problemática; los estudios de discriminación en el campo de las comunicaciones…» (p. 13).
3 http://www.cies.org.pe/investigaciones/balance-cies