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La opinión oficial chilena sobre la situación de los peruanos en Tacna

DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS DEL ONCENIO, EL PRINCIPAL PROBLEMA PARA EL GOBIERNO EN EL ORDEN EXTERNO FUE EL TEMA DE LAS “CAUTIVAS”, ES DECIR EL DESTINO DE TACNA Y ARICA. ESTO GENERÓ UN ENFRENTAMIENTO DIPLOMÁTICO ENTRE AMBOS PAÍSES POR LO QUE RESULTA INTERESANTE DESTACAR CUÁL ERA EL PUNTO DE VISTA DEL GOBIERNO CHILENO EN TORNO A ESTE ASUNTO, MIENTRAS EL NUESTRO DENUNCIABA ATROPELLOS QUE SE COMETÍAN EN CONTRA DE CIUDADANOS PERUANOS.

Sobre el tema, presentamos una entrevista al presidente chileno Arturo Alessandri, aparecida en un documento editado y publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, titulado La situación de los peruanos en Chile. Documentos comprobatorios que desmienten las afirmaciones del Gobierno del Perú. Santiago: Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Sección Informaciones, 1923, pp. 13-16:

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“¿Podría S. E. decirnos algo sobre la impresión que le hayan producido las imputaciones peruanas por actos que se dicen ejecutados por autoridades chilenas en Tacna, Arica y Tarata?

- iQué quieren que les diga! Esas inculpaciones las deploro profundamente y lamento que se produzcan alarmas infundadas con hechos que son completamente inexactos como los ha demostrado el Señor Ministro de Relaciones Exteriores. Nada quiero decir sobre la destemplanza del lenguaje que se emplea; queda eso entregado al juicio de América, a quién van dirigidas las palabras, y al mundo entero que deplorará seguramente el olvido de los buenos usos y prácticas que impone la cortesía diplomática.

¿No teme S. E. que haya algo de verdad en las inculpaciones peruanas y que realmente algunas autoridades hayan incurrido en los abusos que se les imputan? -Estoy absolutamente cierto de la inexactitud de las inculpaciones. Las actuales autoridades de Tacna han sido escrupulosamente seleccionadas en atención a su cultura y a su devoción por el respeto institucional, sólidamente consolidado en nuestro país, el cual garantiza generosamente los derechos y prerrogativas individuales de los chilenos y de los extranjeros, cualquiera que sea su nacionalidad. Las autoridades de Tacna tienen instrucciones terminantes para cumplir estos preceptos de nuestro régimen institucional, y puedo afirmar que las cumplen rigurosamente, como estoy seguro podrán evidenciarlo los países de América por sus respectivos representantes consulares. Tengo el convencimiento que, los mismos que hacen estas imputaciones, no las creen y obedecen solo al deseo de mantener en el pueblo peruano un sentimentalismo patriótico capaz de reemplazar el calor de la adhesión que da en otros países a la autoridad el respeto a la ley, al derecho y al funcionamiento correcto y sincero del régimen democrático. ( ... ) Es menester que el pueblo peruano se convenza de que Chile desea su amistad, desea restablecer las viejas tradiciones y los lazos estrechos con que los unió la historia en diversas épocas. Hacen mala obra quienes pretenden continuar sembrando odios para desviar la corriente de la opinión nacional de uno de esos pueblos fuera de las orientaciones que les convienen a ellos y también a nuestro continente”.

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