3 minute read

Eleonoro Benel

Cútervo Los rebeldes se concentraron en la hacienda Churrucancha distante dos leguas, más o menos, de la ciudad de Chota. El combate tuvo lugar en las faldas del cerro inmediato a la casa hacienda. Consistió, primordialmente, en el cerco de las tropas de Zavala por los rebeldes. Una versión difundida asevera que Zavala ya estaba vencido cuando fue salvado y quedó triunfante al aparecer por el flanco derecho de Alcázar y Benel un destacamento de tropas procedentes de la hacienda Chetilla acompañada de los enemigos lugareños de este: la gente de Utijiyacu encabezada por Anselmo Díaz, la de la mencionada hacienda Chetilla con los Villacorta y la de Bolulo con Vidal Avellaneda.

Zavala y sus tropas entraron en Chota el 29 de noviembre. Hechos prisioneros, el coronel Samuel del Alcázar y el teniente Carlos Barreda fueron fusilados el 30 de noviembre sin proceso, en la plaza de esa ciudad. Alcázar, que había sido vencedor de Tarapacá, murió con serenidad y valentía, después de fumar un cigarrillo y de exclamar “¡Viva el Perú!”.

Advertisement

“Logrado el triunfo y capturados esos militares (ha escrito el destacado leguiista Clemente Palma en el libro Había uno vez un hombre que escribió en defensa del presidente Leguía) el jefe de las fuerzas vencedoras y sus oficiales, bajo la acción alcohólica de las liberaciones con que celebraron su victoria, procedieron con crueldad e interpretaron con torpeza la legislación militar y dictaron y ejecutaron sin consulta, estúpida sentencia” (p. 69).

El ministro de Gobierno Jesús Salazar asumió públicamente la responsabilidad por los fusilamientos en la sesión de la Cámara de Diputados celebrada el 2 de diciembre de 1924. La Cámara le otorgó un voto de aplauso por unanimidad. “El coronel culpable (continua diciendo Palma) cuando reaccionó de la inconsistencia alcohólica, se sintió asediado por los remordimientos que le siguieron hasta el último instante muriendo loco ‘y agobiado por su culpa”. En el lugar donde cayeron Alcázar y Barreda el pueblo comenzó a construir una tosca capilla donde ardían diariamente muchas ceras, hasta que ella fue destruida por las autoridades. Más tarde se erigió allí un busto de Alcázar. Hubo durante muchos años, hostilidad contra las personas y las propiedades de los vencidos.

Osores, prófugo, fue capturado en la hacienda Chumbil de Víctor Sousa por las autoridades del departamento de La Libertad y quedó en prisión prolongada en la isla de San Lorenzo. Lo acompañaron, acusados de conspirar, su esposa, su hija Juanita y sus dos hijos varones, uno de los cuales falleció en ese lugar. La familia Osores estuvo aislada y sin comunicación con los demás presos de la isla y permaneció allí durante casi seis años. En 1929, Arturo Osores y los suyos fueron embarcados, sin publicidad alguna, con rumbo a Estados Unidos.

ELEODORO BENEL.- Eleodoro Benel Zulueta es un símbolo del estado semifeudal en que vivía y vive todavía gran parte de la sierra. Era propietario de la hacienda Silugán en Chota, de la hacienda El Triunfo y de La Samana en Santa Cruz, perteneciente entonces a la provincia de Hualgayoc; y desde joven había gustado de los amoríos, las armas y el juego. Ejerció, además, actividades agrícolas, ganaderas y comerciales. Tenía establecimientos mercantiles en Chonta, Hualgayoc y Bambamarca. Además, suministraba peones a las haciendas azucareras de Lambayeque. Actuaba, con sus “guapos” en las reuniones de las asambleas de mayores contribuyentes durante las épocas electorales.

Hualgayoc fue el escenario de uno de los grandes hechos bélicos de su vida, cuando sus mortales enemigos, los hermanos Raimundo, Domingo y Baltasar Ramos, llegaron hasta su misma casa y la atacaron con dinamita y se entabló una verdadera batalla. Durante muchos años, las comarcas de Chugur, Ninabamba, Bolulo, Coyunde y otras quedaron ensangrentadas con las luchas entre Benel y sus adversarios. Hacia 1914, Benel obtuvo en arrendamiento la hacienda Llaucán, ubicada en Hualgayoc, propiedad del colegio de Chota. Estuvo en dificultades con los campesinos a los que impuso mayores arrendamientos y obligaciones y logró el apoyo de la

2

AGOSTO 1922

[ CANADÁ ]

FALLECE A LOS 75 AÑOS DE EDAD EL INVENTOR DE ORIGEN BRITÁNICO ALEXANDER GRAHAM BELL. EN 1876, PATENTÓ EL TELÉFONO. TRAS PERFECCIONAR EL APARATO, FUNDÓ LA COMPAÑÍA DE TELÉFONOS BELL EN 1877. ADEMÁS, FUE UNO DE LOS COFUNDADORES DE LA NATIONAL GEOGRAPHIC SOCIETY, DE LA QUE FUE PRESIDENTE DE 1896 A 1904.

This article is from: