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El Perú y la Sociedad de las Naciones El Premio Nobel para Leguía

EL PERÚ DEL ONCENIO DIO INGERENCIA A ESTADOS UNIDOS EN LA SOLUCIÓN DE SUS CONFLICTOS CON CHILE, COLOMBIA Y ECUADOR Y EN TODOS LOS EMPRÉSTITOS QIE SUSCRIBIÓ. TUVO MISIÓN NAVAL Y EDUCACIONAL ESTADOUNIDENSES Y TÉCNICOS DE LA MISMA NACIONALIDAD EN DIVERSOS PUESTOS DE IMPORTANCIA EN SU VIDA ECONÓMICA Y ADMINISTRATIVA.

rol director”. Ello ocurría un año después de que la Cancillería de Lima fuera la única en América Latina que expresara su adhesión a la política norteamericana en Nicaragua.

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Esta persistente actitud tuvo a veces expresiones menudas. Cuando volvió a Washington el embajador Miles Poindexter se llevó un criado peruano; pero este, descontento con el salario y el mal trato que recibía, optó por entrar al servicio de Alfredo González Prada, primer secretario de la Embajada del Perú. Poindexter se quejó por cable ante el presidente Leguía y este ordenó a su canciller Rada y Gamio para que presionara a González Prada con el fin de que devolviese al criado. González Prada contestó primero con el cablegrama N° 121 de 9 agosto de 1929; “Los términos de su cablegrama 42 me hacen comprender que sus informaciones sobre el incidente son inexactas. Como no puedo creer que deliberadamente quiera usted proceder en forma injusta basando su determinación únicamente en su antojadiza versión de la señora Poindexter estoy listo si usted me lo pide a explicar la verdad de lo ocurrido”. Como recibiera un despacho perentorio, envió el N° 123 el 15 de agosto de 1929: “Las ordenes de su cablegrama son injustas y no las cumpliré. Si amparar los derechos de un ciudadano peruano abusado y explotado constituye a los ojos de usted un acto censurable en un funcionario oficial, yo pienso de distinta manera y como no estoy dispuesto a obedecer sus instrucciones arbitrarias renuncio el cargo que desempeño. Sé que este incidente es un simple pretexto y la culminación de una actitud de hostilidad latente desde el instante en que rechacé el nombramiento de consejero de la Embajada del Perú en Chile y me negué a asociar mi apellido a las desastrosas negociaciones que han terminado con el pacto infame que acaba usted de suscribir. No me sorprende que mi actitud de hoy le parezca reprochable: mal puede comprender mi afán justiciero de proteger los intereses de un peruano humilde quien como usted ha fracasado en la defensa de los más altos y sagrados derechos del Perú” (1) .

El Perú del Oncenio dio ingerencia a Estados Unidos en la solución de sus conflictos con Chile, Colombia y Ecuador y en todos los empréstitos que suscribió. Tuvo misión naval y educacional estadounidenses y técnicos de la misma nacionalidad en diversos puestos de importancia en su vida económica y administrativa.

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EL PERÚ Y LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES. EL PREMIO NOBEL PARA LEGUÍA.- El

Perú fue signatario del Tratado de Paz de Versalles y del pacto de constitución de la Liga de las Naciones. La Asamblea Nacional de 1919 prestó su aprobación a ambos convenios internacionales y nuestro país obtuvo un asiento en la organización pacifista mundial que funcionó en Ginebra. Presidió la delegación nacional Mariano H. Cornejo. El 13 de noviembre de 1920, con motivo de un discurso pronunciado por este personaje, la Cancillería de Lima lo destituyó por cable; poco después, por decreto de 7 de marzo de 1921,1o repuso por consideraciones de carácter político y personal. Esta última decisión provocó la renuncia de sus compañeros de delegación Eleodoro Romero y Francisco García Calderón.

El Perú se apartó de la Sociedad de las Naciones cuando se hizo público el hecho de que Estados Unidos no formaría parte de esta entidad. Pero volvió a ella en agosto de 1929 y poco después obtuvo el puesto concedido a los países americanos en el Consejo de la Liga y que dejaba Chile. La delegación estuvo formada por Mariano H. Cornejo y Augusto Leguía Swayne.

Adversarios del régimen leguiista denunciaron que el verdadero propósito de la vuelta a Ginebra estuvo relacionado con la candidatura del presidente Leguía al premio Nobel de la Paz, lanzada por el embajador norteamericano en el Perú Alexander Moore y auspiciada por algunos gobiernos latinoamericanos.

(1) Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Archivo Velarde.

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