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Los otros gloriosos muertos de la aviación peruana entre 1921 y 1929

ALeJANdrO VeLASCO ASTeTe (1897-1925)

el aviador cusqueño estudió en la escuela de Aviación de Maranga. Obtuvo su permiso para volar en 1923. Tras una colecta pública, pudo retirar de la aduana un biplano SVA, al que transformó añadiéndole una burbuja a manera de cabina y un tanque de gasolina. en 1925, inició una serie de vuelos en Lima, siguió a Pisco y cruzó los Andes. Fue el primero en llegar al Cuzco por vía aérea, el 1° de setiembre de 1925. emprendió el viaje de regreso el 28 de ese mismo mes, vía Puno. Por desgracia, debido a la gran multitud que lo esperaba en la pista, no pudo aterrizar y se estrelló.

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Espinoza tuvo luego un Bleriot que muchos consideraban inservible. Al día siguiente de la caída de De Beaudiez y de Chabrier voló atrevidamente sobre Lima. Uno de sus rasgos más comentados fue el de echar flores el 1° de noviembre de 1919 sobre la cripta de los héroes de 1879. En otra oportunidad viajó hasta Ica por el aire. Sus consocios del Club Nacional iniciaron una colecta pública y le obsequiaron un Curtiss. El 14 de febrero de 1920 vísperas de Carnaval, se encontró en uno de sus vuelos con el aparato del norteamericano Walter Pack de quien se ha dicho que en esos momentos estaba ebrio. Pack que venía de Ancón a donde había volado junto con Juan Leguía, hizo alrededor del aparato de Espinoza una serie de arriesgadas maniobras. La falta de gasolina o un desperfecto en el motor lo obligaron a regresar al aeropuerto de Bellavista de donde había partido. Emprendió nuevamente la ascensión a los aires, buscó otra vez a Espinoza y volvió a hacer sus pruebas acrobáticas pasando por encima y por debajo de él. Los dos aeroplanos llegaron a encontrarse y la catástrofe se produjo sobre la hacienda Oquendo, muriendo tanto Espinoza como su mecánico Luis Rovaretto como Pack y su mecánico Andrew Alta.

LOS OTrOS GLOrIOSOS MUerTOS de LA AVIACIÓN PerUANA eNTre 1921 Y 1929.- El

progreso de la aviación peruana durante este período estuvo regado por otras víctimas gloriosas.

El 2 de febrero de 1921, cuando intentaba dirigirse a la base de Ancón, cayó en el mar del Callao con su máquina el guardiamarina Carlos Huguet con quien se inicia el martirologio de la aviación naval peruana.

Cuando realizaba un vuelo entre Lima y Huacho pereció en el océano el 27 de setiembre de 1921 el aviador francés Emilio Romanet, mientras se hallaba entregado a las labores de la instrucción de vuelos de los alumnos de la Compañía Nacional de Aeronáutica de Bellavista. Otro marino aviador como Huguet, Carlos Augusto Hildebrant Dávila, “as” entre los nuevos pilotos de entonces, perdió la vida en Ancón mientras manejaba su bote-volador el 22 de noviembre de 1921.

El teniente del ejército César Cossio quiso efectuar un vuelo Lima-La Paz en una máquina Ansaldo, con escalas en Ayacucho, Cuzco y Puno el 14 de diciembre de 1922. Las malas condiciones del tiempo lo precipitaron a tierra en la desolada pampa de Allauca, con consecuencias fatales. Salvó su vida el mecánico Octavio Méndez.

El 29 de agosto de 1925 el subteniente de aviación militar Alejandro Velasco Astete, que había sido antes estudiante de ingeniería, efectuó la hazaña de volar de Lima a Pisco en su avión “Cuzco”. De allí el 1° de setiembre llegó en tres horas a la Capital de los Incas, que era su ciudad natal. En una avioneta italiana SVA de tela y madera, como eran las máquinas de entonces, sin cabina cubierta, sin altímetro, sin aparato de radiocomunicación y con un motor de apenas 200 caballos de fuerza al que con sus propias manos soldó un tanque adicional de gasolina, Velasco Astete, de 28 años de edad, cubrió victoriosamente el histórico raid de Lima al Cuzco, cruzando los Andes por sobre el nevado Ausangate, a más de 7 mil metros de altitud.

Tras haber sido objeto en el Cuzco de grandes homenajes, Velasco Astete emprendió el vuelo de regreso a Lima el 28 de setiembre con escala en Puno.

La aviación recién nacía en el Perú y el campo de aterrizaje había sido mal orientado y estaba invadido por la multitud enfervorizada. Velasco Astete no pudo aterrizar en la pista invadida y al intentar tomar nuevamente altura, para que entretanto fuera despejada, su máquina se estrelló contra un muro de adobes, y así se destrozó la frágil armadura de madera. El heroico piloto murió instantáneamente. El aeródromo del Cuzco lleva su nombre.

En uno de los vuelos de entrenamiento de los alumnos de la Escuela Militar de Aviación, el11 de abril de 1926 perecieron en la pampa de San Andrés en Pisco el mayor Guillermo Protzel y el teniente Juan Podestá.

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LOS AVANCeS TeCNOLÓGICOS. La aviación fue uno de los medios de transporte que más desarrollo alcanzó durante el Oncenio. Aquí vemos una imagen del avión Keystone que utilizaron el comandante Grow y el teniente Alvariño (I) en el raid Lima-San ramón, en el que se elevaron a más de 20 mil pies de altura y cruzaron la cordillera de los Andes. Otro campo en el que se avanzó en este período fue el de la marina. en efecto, estos años vieron la llegada de varios submarinos. en la segunda imagen se aprecia la base naval de submarinos de la isla San Lorenzo (2), y al lado izquierdo el caza-torpedo Teniente rodríguez.

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