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El distanciamiento entre Haya de la Torre y Mariátegui

eUdOCIO rAVINeS (1897-1979)

durante su destierro por el gobierno de Leguía, el periodista cajamarquino integró en 1928 la célula aprista en París (Francia), junto a César Vallejo y Armando Bazán. en 1930, de vuelta en el Perú, José Carlos Mariátegui lo nombró su sucesor en la secretaría del Partido Comunista del Perú, cargo que asumió a su muerte. Más adelante, sin embargo, ravines se alejó del comunismo y se convirtió en un hombre de derecha. las elecciones de 1929. Según la carta de Haya de la Torre al “compañero Mendoza” fechada en Berlín el 22 de setiembre de 1929, la candidatura no fue sino “una ficción para neutralizar a la opinión y a la reacción hasta que el ejército revolucionario formado por obreros y campesinos enarbolando la bandera roja del Apra pudiera avanzar”. Él (según declara en dicha carta) se había entrevistado con su compañero de infancia Iparraguirre en Centroamérica. “lparraguirre consiguió dinero en México para trasladarse al norte del Perú donde debía realizar la propaganda “entre los obreros y licenciados del ejército para formar el primer ejército revolucionario”. Pasó primero por Cuba donde recibió nueva ayuda económica de los apristas de allí y llegó a Talara donde estuvo seis meses y con cuyos obreros pensó formar la nueva milicia. “Yo debería recibir el telegrama acordado para trasladarme al Perú inmediatamente”... “Iparraguirre llevaba manifiestos escritos y firmados por nosotros. Él firmó un compromiso sometiéndose al Apra y sometiéndose al carácter aprista, es decir obrero y campesino del movimiento. Él llevó una proclama mía para publicarla cuando obtuviera la primera victoria”. Pero Iparraguirre fue apresado sin que llegase a sublevarse y la policía leguiísta le torturó para que confesara que había llegado a repartir “oro ruso” (1) .

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eL dISTANCIAMIeNTO eNTre HAYA de LA TOrre Y MArIÁTeGUI.- A pesar de que las

polémicas oratorias y escritas entre apristas y comunistas empezaron en 1927, la voz oficial de este último movimiento se difundió con el informe de A. Losovsky, secretario general de la Internacional Sindical Roja, leído en la primera sesión del IV Congreso de esa organización, celebrado en Moscú, el 7 de abril de 1928. Allí Losovsky señaló fundamentales discrepancias con Haya de la Torre y criticó algunas afirmaciones de este, como la de que en una guerra entre Estados Unidos y Japón había que preferir a este último país y la de que podía realizarse un entendimiento con personajes como el senador norteamericano Borah. Pero el tono de Losovsky fue, a pesar de todo, amable, comparado con la virulencia que poco después surgió.

En los grupos de estudiantes desterrados en diversas ciudades de América y Europa y en los corrillos de Lima surgió a fines de 1927 el debate alrededor de la cuestión “El Apra alianza o partído”. La aparición del Partido Nacionalista Libertador fundado en México y dirigido por Víctor Raúl Haya de la Torre pareció liquidar esta cuestión. Mariátegui escribió el16 de abril de 1928 una carta al grupo de México en la que expresó su desacuerdo con Haya de la Torre. Criticó la transformación del Apra de “alianza” en “partido”; la aparición del movimiento nacionalista libertador sin el consenso “de los elementos de vanguardia que trabajan en Lima y provincias”; el tipo de literatura política “del viejo régimen” usado por aquel; su tendencia al bluff ya la mentira; el hecho de que no se empleaba ni una vez la palabra “socialismo”; el ejemplo invívito en el fascismo italiano. “Me opongo (agregó) a que un movimiento ideológico que, por su justificación histórica, por la inteligencia y abnegación de sus militantes, por la altura y nobleza de su doctrina, ganará, si nosotros mismos no lo malogramos, la conciencia de la mejor parte del país, aborte miserablemente en una vulgarísima agitación electoral” (2) .

Haya de la Torre replicó desde México el 20 de mayo de 1928. Acusó a Mariátegui de haber recaído “en el tropicalismo, en un absurdo sentimentalismo lamentable”; en un exceso de europeísmo, en una suspicacia personal reveladora de una oculta obsesión antagónica. “EI Apra es

(1) Las cartas al “compañero Mendoza” son dos: la ya citada y otra del 29 de setiembre de 7 929. A ellas se agregó un mensaje a la célula del Apra del Cuzco, fechado en Berlín el 25 de febrero de 7930. Sirvieron para que, con fecha 7’ de marzo de 7932 el agente fiscal de turno en Lima formulara una denuncia ante el juez instructor Aurelio Villagarcía. Todos estos escritos han sido reproducidos en el libro El proceso de Haya de la Torre (Documentos para la historia del ajusticiamiento de un pueblo) editado por el Partido Aprista Peruano en 7933 en Guayaquil (Talleres gráficos Jouvin). También pueden ser leídos en el libro de Percy Mac Lean Estenós Historia de una revolución, Buenos Aires, Editorial E.A.PA.L., 7953. (2) Publicada en Ricardo Martínez de la Torre Apuntes de una interpretación marxista de historia social del Perú, Lima, Empresa Editora Peruana, 7948, v. 11, pp. 296-298.

partido, alianza y frente”, agregó.”¿lmposible? Ya verá Ud. que sí. No porque en Europa no hay nada parecido no podrá dejar de haberlo en América. En Europa tampoco había rascacielos ni hay antropófagos”’. Declaró luego que hallábase dentro del estremecimiento de la polémica. Acusó a su interlocutor de haberse dejado influir por la mentalidad reaccionaria y por los demagogos seudo revolucionarios del continente “histérico”. Negó que él fuera un engendro de Mussolini. Censuró que Mariátegui no hubiese vivado en una actuación en la población obrera de Vitarte a la revolución antiimperialista, “la única posible, la única inmediata en estos tiempos”: Agregó: “Póngase en la realidad y trate de disciplinarse no con Europa revolucionaria, sino con América revolucionaria. Está Ud. haciendo mucho daño por su falta de calma. Por su afán de parecer siempre europeo dentro de la terminología europea. Con eso rompe el Apra. Ya sé que está Ud. contra nosotros. No me sorprende. Pero la revolución la haremos nosotros sin mencionar el socialismo pero repartiendo las tierras y luchando contra el imperialismo” (1) .

A raíz de esta misiva, Mariátegui cortó su correspondencia con Haya de la Torre. Él y su grupo redactaron y transmitieron a todos los grupos residentes en el extranjero una “carta colectiva” con las siguientes conclusiones: 1°) El Apra debe ser oficial y categóricamente definida y constituida como una alianza o frente único y no como partido. 2°) Los elementos de izquierda “que en el Perú concurrimos a su formación constituimos de hecho y organizaremos formalmente un grupo o partido socialista de filiación y orientación definidas que, colaborando dentro del movimiento con elementos liberales o revolucionarios de la pequeña burguesía que aceptan nuestros puntos de vista, trabaje por dirigir a las masas hacia las ideas socialistas” (2). El editorial que, bajo el título de “Aniversario y balance” escribió Mariátegui con motivo del segundo aniversario de Amauta (N° 17 de setiembre de 1928) desarrolló en un plano elevado, sin alusiones personales, estas mismas ideas.

Ardorosas polémicas surgieron en Lima y entre los desterrados. Dentro de la célula del Apra en París, un grupo, dentro del que estaban Eudocio Ravines, César Vallejo y Armando Bazán, propugnó, según un documento del 29 de diciembre de 1928, la formación de un partido proletario como bloque obrero-campesino, es decir en una posición mucho más radical que la de Mariátegui. En el número 25 de Amauta (julio-agosto de 1929) apareció una gacetilla bajo el título “Curso Nuevo del A.P.R.A.” con una carta de Armando Bazán, secretario de la comisión de propaganda de la célula de esta organización en París, fechada el 1° de mayo de 1929. En dicho documento se anunciaba que los personeros de la célula del Apra y el Centro de Estudios Antiimperialistas de París habían acordado disolver esos organismos al constatar “que existe un profundo desacuerdo entre sus miembros sobre la orientación y la praxis del movimiento”. Al mismo tiempo hacía una invitación a los camaradas para que se asociaran a las ligas anti-imperialistas o a los partidos revolucionarios proletarios. Coincidió esta actitud con las normas rigurosamente clasistas que fijó el ll Congreso Mundial de la Liga Anti-Imperialista reunido en Francfort y que Amauta publicó en el número 27 (noviembre-diciembre de 1929).

Luis E. Heysen, nuevo secretario de la sección del Apra en París, rectificó la noticia dada por Amauta y halló acogida en la sierra. Amauta comentó esta carta en el número 28 (enero de 1930). “La verdad demasiado notoria (decía allí) es que el APRA, no pasó nunca de ser un plan, un proyecto, una idea por cuya organización, que jamás llegó a ser efectiva, como ‘alianza’ o ‘frente único’, trabajaban infructuosamente algunos grupos de estudiantes peruanos ... Es extemporáneo, por tanto, todo intento de especular sobre la credulidad latinoamericana con membretes más o menos pomposos’”. Y el texto de la comunicación de Heysen apareció en el número siguiente (N° 29 de febrero y marzo) por no haber tenido espacio suficiente en el número anterior, con una nueva nota que insistía en la necesidad de la independencia de programa y acción del proletariado y negaba

(1) En Martínez de la Torre, ob. cit., v.II, pp. 298-299. (2) En Martínez de la Torre, ob. cit., v.II, pp. 299-302. LUIS e. HeYSeN (1903-1980)

Por su filiación con el APrA, el ingeniero chiclayano fue desterrado a Chile en 1924. de allí pasó a la Argentina, donde inició estudios de agronomía y fundó la primera célula aprista de ese país. en 1931 fue elegido diputado y encabezó las acciones apristas contra Sánchez Cerro y Benavides. Por ello, permaneció en la clandestinidad hasta 1945, año en que fue elegido senador por Lambayeque. Tres años más tarde fue recluido en la penitenciaría, hasta 1951, y luego partió al destierro. de vuelta en el Perú, fue nuevamente senador por Lambayeque (1963) y diputado de la Asamblea Constituyente (1978).

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