6 minute read

La fundación de la ENBA

la escuela nacional de bellas artes Fue creada en el priMer tercio del siGlo XX, con el Fin de institucionaliZar la produccción artÍstica en el perÚ. coMo nos recuerda MirKo lauer en este teXto de su libro introducción a la pintura peruana del siGlo XX, de esta institucion surGirÍan los MÁs iMportantes representantes de nuestra estÉtica peruana conteMporÁnea.

"La crítica es unánime en reconocer en la fundación de la Escuela

Advertisement

Nacional de Bellas Artes el momento de efectivo nacimiento de la plástica contemporánea en el Perú (…)

La Escuela fue fundada el 15 de abril de 1919, a las cuatro de la tarde, con asistencia del Presidente de la República (Pardo), ‘gran número de personalidades de nuestro mundo oficial y social, así como también todos los artistas’. Allí fueron pronunciados dos discursos que declararon inaugurada la Escuela y tácitamente clausurada la hipotética era en que el arte vivía ‘una anarquía completa’ y ‘se menospreciaban los valores, se endiosaba la medianía y faltó siempre el criterio regulador y la enseñanza académica, que es la base de todo progreso formal en Arte’. Estos discuros y los artículos periodísticos de esos días tienen un claro sabor a triunfo, más el tono optimista y censorio de una cruzada a punto de empezar: Hernández declara que ‘desde la época incaica no hemos tenido arte nacional’, aunque señala que apodemos enorgullecernos de los altares y sillerías de coro coloniales, y las obras de Merino, Laso Monterio; luego pasa a tacar a los exaltados de la pintura ‘que son verdaderos bolsheviks del arte, destructores de toda disciplina’, así como los ‘timoratos conservadores’. Cuarenta años de ausencia no le habían permitido olvidar el gusto limeño por la búsqueda del justo medio: agresión a los extremos y conciliación al centro (…)

La institución que nace en ese momento, en el ex Convento de Las Recogidas, ubicado entonces en las afueras de la ciudad, repite los patrones de las escuelas europeas: un currículum de cinco años, con cursos de dibujo, pintura, escultura, historia del arte, anatomía artística, elementos de arquitectura, perspectiva, Historia del Perú y de su Arte, e historia general, todo esto con el énfasis puesto en la técnica y la modernidad. Una prueba de que existía una genuina presión del medio por una escuela de este tipo es su capacidad para reunir jóvenes con talento desde el comienzo mismo de su existencia: tres años después de la fundación se encuentran ya matriculados en ella plásticos como Julia Codesido, Elena Izcue, José Alcántara Latorre, Ricardo Flórez, Ricardo Goyburu, Alejandro Gonzáles (Apurímac), Quispez de Asín, Bernardo Rivero, Jorge Vinatea Reinoso y varios otros que luego serían figuras importantes en la pintura y la escultura”.

De: Lauer, Mirko. Introducción a la pintura peruana del siglo XX. Lima: Mosca Azul Editores, 1976, pp. 65-67).

atenta a la transcripción de un universo visto y representado en su versión literal. El segundo grupo lo constituyen los indigenistas (denominación grupal que aparece más tarde y que estos en ocasiones han rechazado asignándole a la tendencia un miraje menos restringido al autoctonismo andino) que se agruparon bajo el ideario de Sabogal, grupo que constituyó lo más visible, pugnaz y afirmativo de aquellos tiempos y cuyo programa artístico y pedagógico terminó imponiéndose a la muerte de Hernández en 1932, cuando el estado le confiere la aceptación oficial, nombrando a su jefe y menor espiritual Sabogal, director del plantel.

El tercer grupo, menos significativo en calidad de conjunto que el anterior, los formaron todos los que por alguna razón no aceptaban la orientación académica, ni la antítesis indigenista. Fueron pocos pero entre ellos estuvo Vinatea Reinoso, en quien se cumple la síntesis que Piqueras soñaba.

Con muchos de los elementos técnicos de Hernández, pero sin sus limitaciones academicistas y con la guía conceptual de Piqueras, realizó Vinatea Reinoso la obra pictórica más lograda e importante hasta hoy de la pintura nacional en lo que va del siglo. Su labor, sujeta naturalmente a las características del momento, expresa con rotundo acento y legítimo lenguaje pictórico, el mensaje vernacular, salvando con la cálidad de su factura y el manejo de adecuados recursos expresivos, el peligroso escollo del pintoresquismo. Su pintura, a pesar del intensivo uso de la temática costumbrista, logra por sus valores puramente pictóricos, superar tan peligrosa frecuentación. Para ello le sirvieron los sólidos conocimientos de oficio en el que la riqueza de los empastes y la belleza del colorido andan parejas con el dibujo enérgico y preciso y el sentimiento de las evocaciones de su rico mundo poético.

Muy diferente hubiera sido el desenvolvimiento de la pintura peruana su la muerte no hubiese malogrado tan sólida esperanza. Lo que alcanzó a producir con solo treinta y un años de vida terrena, permite suponer el potencial de futuro que truncó su prematura desaparición. Sus obras son en la actualidad muy buscadas y resultan piezas imprescindibles para una cabal valoración del desarrollo de la pintura peruana. caMilO BlaS (1903-1985)

el verdadero nombre de este pintor cajamarquino fue José alfonso Sánchez Urteaga. durante su juventud, su afición a la pintura fue reforzada por su tío materno, el pintor Mario Urteaga (1875-1957). a principios de la década de 1920, Blas viajó a la capital para perfeccionar su técnica. allí, estudió en la escuela nacional de Bellas artes. en 1933 tomó a su cargo el curso de dibujo y Pintura. Su estilo fue indigenista y prefirió la representación de paisajes. Sus obras más importantes incluyen: Fiesta indígena, Procesión serrana en Palacio de Gobierno y Procesión del Señor de los Milagros.

[ TOMO 17 ]

[ adenda: breves notas relacionadas con la educación, la ciencia y la cultura entre 1895-1933 ]

caPÍTUlO 14 ● i La ópera entre 1896 y 1905 ● La opereta entre 1896 y 1908 ● La zarzuela y el género chico hasta 1908 ● El género dramático hasta 1907 ● El teatro nacional entre 1895 y 1908 ● Fernando Soria ● Manuel Moncloa y Covarrubias ● Lima por dentro ● Los comienzos de Yerovi ● Artistas nacionales a fines del siglo XIX y comienzos del XX ● La compañía infantil Baronti ● Carlos Rodrigo ● Otros espectáculos ● La llegada del fonógrafo y del cinema ● ii El estreno del Teatro Municipal ● Drama y comedia entre 1908 y 1918 ● El teatro nacional. Alejandro Ayarza. Música peruana. ● Alejandro Ayarza ● Zarzuela, opereta y tonadilla entre 1908 y 1918 ● El renacimiento de la afición por la ópera ● El baile escénico y el ballet en Lima ● Algunas obras nacionales entre 1908 y 1918 ● El redescubrimiento de Segura y Pardo ● Felipe Sassone ● Luis Góngora ● La fase final del teatro de Leonidas Yerovi ● El cóndor pasa ● Los niños faites ● La temporada nacional en el Teatro Mazzi en 1918 ● Ollanta ● Apreciación sobre el teatro nacional entre 1895 y 1918 ● Los actores nacionales ● Los comienzos de la boga del cinema ● Los comienzos del cinema nacional ● iii El estreno del Teatro Forero ● Alejandro Granda ● La evolución del cinema ● La industria cinematográfica en el Perú ● Los intelectuales peruanos y el cinema ● iV Ángel Valdez ● El Chancayano ● La afición a los toros ● La evolución estética en el toreo ● La suerte nacional ● V Las carreras de caballos ● La caída del Oncenio y sus repercusiones sobre la hípica ● Las carreras de caballos, el hipódromo de Santa Beatriz y la historia social ● Haras y studs ● El turf en Arequipa. El hipódromo de Porongoche ● Vi Las bicicletas y el ciclismo. El Club Ciclista Lima ● El cricket y el fútbol hasta 1908 ● La primera liga y la primera temporada de fútbol ● Los campeonatos de competencia de 1912 a 1921 ● Los primeros Juegos Olímpicos de Lima ● Los Juegos Olímpicos de Lima de 1917 y la primera federación deportiva oficial ● El incremento en la afición popular de los deportes. La organización deportiva ● Las competencias futbolísticas entre 1926 y 1930 ● Atletismo. Otros deportes ● La Asociación Cristiana de Jóvenes ● El deporte, el atletismo y la educación

This article is from: