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Alejandro Ayarza

la priMera caracterÍstica de MÚsica peruana Que entusiasMó al pÚblico Fue la terca insistencia en Hacer escucHar aires nacionales Muy variados coMo reacción Frente a la suMisa acoGida para las eXpresiones teatrales espaÑolas, HaciÉndolos acoMpaÑar por un desFile de tipos sacados de la realidad liMeÑa cotidiana.

sus travesuras en las calles de las que solían ser víctimas los “cachacos” o policías en las esquinas; por su amor a las comidas y a las bebidas criollas; por sus ruidosas jaranas con mujeres de la casas de tolerancia; por la facilidad con que solían provocar o afrontar reyertas en las que prodigaban trompadas, “blanquitos”, “chalacas” y otras artimañas con agilidad y velocidad asombrosas. Una aventura desventurada había hecho que Alejandro Ayarza nada quisiera con las mujeres de la alta clase social.

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Supo hacer dibujos y caricaturas; incursionó en el periodismo en la revista taurina Sin Coba (1916) que tuvo originales características y cuyos avisos comerciales aparecían en chistosas cuartetas; fue, además, bailarín, torero y rejoneador; y entre sus composiciones musicales estuvo la marcha de Los Reservistas que durante el conflicto con el Ecuador en 1911 formó parte del repertorio de las bandas del ejército y llevaba una animosa letra cantada por la tropa; actuó también como escenógrafo. Pero su más notable aptitud artística fue la de autor teatral. Su revista Música peruana, escrita en ocho días, y de la que fue productor y director de escena. Se estrenó el 8 de febrero de 1911 y llegó a tener cien representaciones consecutivas en el Teatro Victoria. También fue autor de Pilsen Lima en enero de 1913; toda en verso; de Un paseo a burro, cuyo texto se ha perdido.

La primera característica de Música peruana que entusiasmó al público fue la terca insistencia en hacer escuchar aires nacionales muy variados como reacción frente a la sumisa acogida para las expresiones teatrales españolas, haciéndolos acompañar por un desfile de tipos sacados de la realidad limeña cotidiana. Aparecían en la calle Malambo en un amanecer, unos chinos barrenderos con su jeringonza; una negra tamalera halando un burro; un borracho; un futre; un “cachaco” o policía; el aficionado a toros “Palomo”; una serrana y un serrano como alusiones al chocolate del Cuzco; la mantequilla de Puno; los helados de Huancayo; la papa amarilla de Jauja; el buen manjar blanco de Tarma; el chuño; la chicha de maní; los minerales de Cerro de Pasco “que no vemos por aquí”; “Pura crema” que era la caricatura de un sujeto de quien se reía mucho la gente limeña; el Hambre, personaje simbólico; dos negros; unas lecheras; un motorista; los famosos representantes de la huachafería popularizados en los artículos periodísticos de Fausto Gastañeta: doña Caro, Etelvina, Zoraida y su perro “Troley” y otros personajes más, algunos de ellos encarnado a amigotes del autor.

Las alusiones a la actualidad eran frecuentes en Música peruana. El hambre decía: “¿El adelante? El adelante no lo veo venir”. Las lecheras confesaban que vendían un líquido mitad agua y mitad leche y se quejaban de su alto precio. El motorista Nº 52 del carro Malambo-Exposición, exclamaba: “¡Viva el paro! ¡Viva la huelga!”. Alguien era declarado “más insolente que el cojo que escribía El Mosquito”. No faltaba la alusión a Jorge Chávez y su hazaña en los Alpes. Abundaban los peruanismos y los limeñismos como “ñagazas”, “rompese”, “bragoso”, “cascarillete”, “guanserdemus”, “huachafa”, “chumay”, “flete”, “emoliente”, “chaquemán”, “guarguar” y otros. La música acogía, como ya se ha recordado en otro capítulo del presente libro, tonadas y melodías típicas, varias de ellas recatándolas del olvido. La filosofía de Música Peruana estaba expresada en la melopea “Los años van de prisa / Recíbelos con una sonrisa”. Terminaba esta obra con una marinera (1) .

aleJandRO aYaRZa.- Fue generalmente conocido por el apodo de “Karamanduka” un pequeño bizcocho que se vendía en Lima parecido en su forma al pan dulce y crocante como la llamada

(1) José Carlos Mariátegui escribió en La Prensa del 27 de julio de 1914: “Han sido escasos, en los últimos tiempos, los intentos más o menos felices, de distintos escritores para trasladar esas escenas (con que buscan la pintura de las cosas genuinamente limeñas) al teatro. Entre los más recientes merece mención el significado por la obra de Alejandro Ayarza Música peruana en que el autor ha reunido varios cuadros movidos y ligeros, copiados con bastante precisión. Faltan en ellos a la verdad, cierta ilación o cohesión imprescindibles con que se habría logrado dar a la obra unidad y carácter y quitarle todo aspecto de amontonamiento forzado e inconexo de tipos y costumbres. Esto no quita que, rindiendo justicia al autor, digamos de Música peruana que ha sido un atinado ensayo digno de los aplausos que ha merecido".

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la danZa FÚneBRe de ROUSKaYa. en 1917 llegó a nuestro país la violinista y bailarina clásica norka Rouskaya. en noviembre de ese año desató un escándalo de proporciones al bailar la Marcha fúnebre del compositor Federico chopin frente al mausoleo de Ramón castilla, en el cementerio General de lima. Junto a ella se encontraban los jóvenes intelectuales José carlos Mariátegui y césar Falcón, entre otros. el grupo fue detenido por la policía y conducido a la cárcel. aquí se aprecia una imagen de la artista poco después de su liberación (1), y otra captada en la hacienda chiclín, a donde había sido invitada para realizar una presentación, disfrazada de musa (2).

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