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Los acuerdos de Breton Woods de 1944 y la participación del Perú

además de las naciones del continente sumergidas en la misma situación que la nuestra. Esa circunstancia era forzosa no solamente por la solidaridad en los principios democráticos, sino por la ventajas de la proximidad geográfica. Los convenios celebrados (Ley 9593) entre el secretario de Estado, Cordell Hull, y el ministro de Hacienda, David Dasso, fueron los siguientes:

a) Convenio comercial con Estados Unidos. b) Convenio sobre el algodón con la Commodity Credit Co. (22 de abril de 1942). c) Convenio con la misma corporación sobre lino y estopa. d) Convenio sobre el caucho con la Rubber Reserve Co. para la compra del caucho (mencionado líneas antes). e) Convenio con la misma entidad para la compra de rotenona (barbasco). f) Convenio entre el Banco Central de Reserva y el Eximbank sobre un préstamo de diez millones de dólares. g) Acuerdo con Estados Unidos sobre pesquería (Ley 9102) y la explotación de los cauchales de la región amazónica. h) Convenio para la colocación de la producción minera con la Metal Reserve Co. Estos convenios, ciertamente, permitieron el más intenso desarrollo de nuestros productos naturales y su colocación a los precios más remunerativos posibles, dentro de las circunstancias del conflicto. Esos convenios fueron, además, muy favorables comparando los valores monetarios y los índices estadísticos del comercio en general, con los de otros países del continente; así como con las estadísticas económicas y fiscales de períodos anteriores. A pesar de todo, es verdad también que el gobierno de Prado (y con él el Perú en su conjunto) se tiró a los brazos de la administración norteamericana, ávida de control y expansión hegemónica. El resultado fue la consolidación del capitalismo estadounidense en la dinámica interna del país. Finalmente, hay que señalar que el régimen siguiente, el de Bustamante y Rivero (1945-1948) enfrentó sin éxito la incertidumbre mundial producto de la conflagración internacional.

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Los ACuErdos dE BrEToN Woods dE 1944 y LA

PArTiCiPACiÓN dEL PErú.- Retrospectivamente, las líneas generales del flamante sistema económico financiero mundial que surgió de la posguerra se fraguaron en el contexto mismo de la contienda. El corazón de este sistema acordado en la localidad de Breton Woods, centro turístico de New Hampshire (Estados Unidos), entre el 1 y el 22 de julio de 1944, fue el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con él, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), más conocido como el Banco Mundial. En efecto, en esa fecha la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas se reunió en aquella ciudad con el propósito de debatir la creación de un ente de carácter supranacional que regulase la acción económica y financiera de los países participantes. Dada la trascendencia del evento, la atención mundial se centró no solo en los resultados del mismo, sino que se dieron cita en él, los más connotados exponentes del pensamiento económico de esos días. Sin duda, la figura central fue el británico John Maynard Keynes, economista, docente universitario y experto en problemas monetarios nacido en Cambridge en 1883. Recuérdese que Keynes, director de Economic Journal y secretario de la Royal Economic Society, había asistido en 1919 como observador de la conferencia de paz de Versalles, cuyos resultados comentó luego en el libro Las

 John Maynard

Keynes haciendo uso de la palabra durante una de sus prolongadas y aplaudidas intervenciones en la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, en Breton Woods. Su plan, en el que preconizaba el abandono del patrón oro, la estabilización monetaria internacional y la creación de un fondo monetario , fue aceptado.

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