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La fundación del Centro de Altos Estudios Militares (CAEM). La labor destacada del general José del Carmen Marín

autoridades políticas y policiales facultades de juez, se recortaba el derecho de defensa, se proscribía la libertad condicional, y, como síntesis de tanta trasgresión jurídica, se desconocía el derecho de habeas corpus. Por último, el Ministerio de Gobierno quedaba facultado para adoptar las “disposiciones” que crea necesario para garantizar la tranquilidad política y social, no pudiendo intervenir la autoridad judicial sino cuando los delincuentes hayan sido puestos a su disposición”. La policía se ubicaba por encima de los jueces y el ministro de Gobierno se convertía en la máxima autoridad de la nación. Era el perfecto “Estado gendarme”. Este dispositivo, convertido en ley en el Congreso se instaló en 1950, modificado en 1955 y derogado en julio del año siguiente es –a juicio de los constitucionalistas– una de las mayores aberraciones jurídicas que se han producido en la zigzagueante vida política de nuestro país. En un estudio comparativo que efectuó la Conferencia Latinoamericana por las Libertades en 1955, en Santiago de Chile, no se encontró otra ley parecida en toda la legislación represiva del continente, incluida la de Venezuela, de Pérez Jiménez, y la de Cuba, de Fulgencio Batista.

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LA fuNdACiÓN dEL CENTro dE ALTos EsTudios MiLiTArEs (CAEM). LA LABor dEsTACAdA dEL gENErAL JosÉ dEL CArMEN MArÍN.- En el ámbito

estrictamente castrense e institucional, sin duda alguna, uno de los hechos más relevantes de este período (por su alto significado histórico, político, estratégico, doctrinario e ideológico) fue la creación del Centro de Altos Estudios Militares, en virtud de la Ley Orgánica del Ejército (14 de julio de 1950). Originalmente –apunta Alberto Tauro en su Enciclopedia Ilustrada del Perú– se denominó Centro de Altos Estudios del Ejército, para luego, en 1954, cambiar al de Centro de Altos Estudios Militares (CAEM) y finalmente, en mayo de 1997), al de Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN). De acuerdo con su ley de creación, sus fines eran: a) difundir el conocimiento fundamental de la doctrina de guerra y contribuir a su perfeccionamiento y mantenimiento al día; b) dirigir y conducir, dentro del mercado de dicha doctrina, la preparación para el Alto Mando del Ejército; c) estudiar las cuestiones fundamentales de la Defensa Nacional y sus relaciones con los problemas nacionales; d) estudiar objetivamente y proponer sistemas racionales de educación e instrucción en el Ejército; y e) participar en la culturización en materia de Defensa Nacional del elemento directriz del país. Según señala Víctor Villanueva en su libro El CAEM y la revolución de la Fuerza Armada, publicado en 1972, los orígenes de la institución se remontan a la necesidad de crear un centro académico para que los oficiales superiores peruanos fueran instruidos en las responsabilidades del alto mando. Su modelo fue similar al de un CAEM creado en Francia por el mariscal Joseph Joffre en 1911, que funcionó hasta 1939 (antes de la Segunda Guerra Mundial) y fue reabierto 12 años después, en 1951. Su antecedente nacional fue un curso teórico-práctico de altos estudios militares ofrecido en la Escuela Superior de Guerra en 1913, durante el régimen populista de Guillermo E. Billinghurst. Fue con motivo del conflicto peruano colombiano de 1933 que la enseñanza francesa hasta ese entonces impartida mostró sus deficiencias en el combate en el terreno de montaña. Esto llevó a reforzar la necesidad de crear una concepción táctica y estratégica de la guerra adaptada a nuestra realidad, dando impulso a la doctrina e instrucción originales, modernizando los planes de estudios y organizando cursos especiales para oficiales superiores. Posteriormente, consideró la necesidad de proporcionar un alto nivel de capacitación en tareas de diagnóstico de la realidad nacional y dio cabida en sus cursos a los más destacados pensadores e investigadores civiles. En sus años iniciales, la dirección del CAEM (1951-1956) estuvo en manos de un brillante e inquieto jefe del Ejército, el general José del Carmen Marín Arista, nacido en 1899 en el departamento de Amazonas. Vinculado a la docencia tanto en la Escuela Militar (de la que egresó con espada de honor) como en

José del Carmen Marín Arista (1899 – 1989), brillante jefe del

Ejército, propuso la creación del Colegio Militar Leoncio Prado y fue su primer director. Asimismo, fundó el Centro de Altos Estudios Militares en 1954.

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