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CARACTERIZACIÓN DE LAS HACIENDAS NOVOHISPANAS
15. Más adelante aparece la cita completa en la que se inserta esta frase. 16. Véase el capítulo titulado "La cuestión del trigo: una vieja polémica", en: Flores Galindo, 1984:21-29. 17. Se denomina así a los valles que quedan exactamente al norte de la ciudad de Lima, hasta
Huaura y Pativilca. De igual modo, el "sur chico" va de la capital hasta la zona de Ica. 18. De manera significativa Susan Ramírez titula el capítulo en que trabaja esta etapa "El boom del azúcar y el atrincheramiento de la élite hacendada, 1650-1719" (Ramírez, 1991). Para
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Keith, el crecimiento de la agricultura comercial desde la última etapa del siglo XVI estuvo sustentado en trigo, vino y azúcar; estos dos productos fueron los que caracterizaron la producción agrícola costeña del Virreinato e inclusive de la República del Perú (cfr. Keith, 1976). 19. Véase la nota anterior. 20. Esto era, en realidad, bastante común. Una adecuada teorización aparece en Langue, 1992-93. 21. Esta situación es bastante conocida para el caso del Perú. Véase al respecto Rodríguez
Vicente, 1960 y Melzer, 1978. 22. Sobre este punto, consultar: Ramos, 1967. 23. Brevemente he trabajado esta jerarquización, nítidamente establecida para el tardío período colonial merced a la importancia de la comercialización de productos agropecuarios en el siglo XVIII (cfr. Aldana Rivera, 1992a). 24. Ramírez muestra una estabilidad a la baja de los precios del azúcar en la década 1720 (Ramírez, 1991:104). Esta situación hizo crisis por causa de otro fenómeno natural, la gran inundación de 1728, que arrasó con Lambayeque y determinó que los lambayecanos diversificaran su producción, retomando la actividad ganadera (cfr. Peralta, 1987). 25. Esta actividad obrajera fue quizás la más importante en Cajamarca; sin embargo, Silva
Santisteban nos señala la presencia nada menos que de 350 mil cabezas de ganado para la época. No cuenta con cálculos semejantes para el siglo XVIII, probablemente porque su trabajo enumera y caracteriza, de manera general, los obrajes del Perú colonial (Silva
Santisteban, 1964:118). 26. La caída del azúcar y las inundaciones de 1728, con la consecuente diversificación de la producción lambayecana y, poco después, de la trujillana, le significaron a esta región perder la producción casi exclusiva de ganado y jabón en particular (cfr. Aldana Rivera, 1989). 27. Véase, por ejemplo, el informe económico que realizara el Diputado de Comercio de Piura
Joaquín de Helguero en 1804, en el que señala las cantidades que se producen de trigo en esta zona de Huancabamba y también Ayabaca (Helguero y Carnero eds., 1984). 28. La reflexión en torno a este punto, nació de una fructífera conversación con el Sr. Alfredo
Tapia, historiador del derecho, especializado en censos y capellanías (cfr. Tapia Franco, 1991). 29. La frase es tomada de la Memoria de Manso de Velasco (cfr. Vargas Ugarte, 1966).
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30. Tómese en cuenta que a poco más de un siglo y luego de la expansión demográfica-urbana de la segunda mitad del siglo XVIII, había 356 cuadras en Lima (Manuel A. Fuentes, Lima: apuntes históricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres, Banco Industrial del Perú,
Lima, 1985 [1867]:436-438, en: Llano y Zapata, 1904). 31. El terremoto parece haberse sentido desde Huarmey al norte, hasta Mala y Cañete al sur, y también en Moquegua (Llano Zapata, 1904:441). 32. Cfr. la edición clásica de Fuentes, 1859b:113. 33. Fuentes, 1859b:114. 34. Llano y Zapata, 1904:442. 35. Por decreto real del 25 de septiembre de 1747, se le concedió el título de Conde de
Superunda, nombre que él mismo eligiera (cfr. el estudio introductorio de Moreno Cebrián a la edición de la Memoria de este virrey: Moreno Cebrián, ed., 1983). 36. Fuentes, 1859b:115. 37. Sobre el tema ver los estudios publicados por Bauer (1983) y Wobeser (1988), así como el trabajo en preparación de Tapia (en prep.), un resumen del cual fue presentado en el Instituto
Riva-Agüero en noviembre de 1994. 38. Partida 5ª, título 8, ley XXII: "de los frutos que se pierden o se destruyen por alguna ocasión que no es tenudo aquello que los arrienda de dar la renta que prometió por ellos" (Boletín
Oficial, 1985, foja 46). 39. Por este motivo, don Pedro José Bravo de Lagunas y Castilla emitiría su "Voto consultivo" (1755). Documento publicado en: Puente Candamo, 1962. 40. Vargas Ugarte, 1966:319-323. 41. Este documento es tardío, 1819, y está vinculado a un "censo perpetuo e irredimible" (cfr. "Venta y traspaso de casa: don Alexandro Esteban Martínez a don Juan José de Aranda",
Archivo General de la Nación (AGN), Notario Pedro Cardenal, Protocolo 131, 84 fs., 1819). 42. Una interesante reflexión en la línea de los desastres, aunque quizás idealizando un poco la relación hombre-naturaleza de la sociedad inca y satanizando otro poco la sociedad colonial (en cambio menos la contemporánea republicana), se encuentra en: Oliver-Smith, 1994. 43. Archivo Departamental de Trujillo (ADT), Real Hacienda, Administración de Alcabalas, leg.136, exp.311, 1815. Hago referencia a "mediana agricultura", debido a que los grandes cultivos de azúcar se ubicaron en los valles del sur, Lambayeque y Trujillo en particular (cfr.
Ramírez, 1991). 44. Sobre los mercaderes piuranos y las afirmaciones que se hacen sobre ellos mismos, véase
Aldana Rivera, 1992b. 45. El puente se construyó con 1,200 pesos, tomados de la Caja de comunidad de indios de
Lambayeque, agregando una cantidad semejante proporcionada por los hacendados de Piura y
Lambayeque. Desafortunadamente para los de la época, los puentes no solían durar mucho;
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hay referencias a varios intentos de establecer puentes en algunos de los ríos de la costa norte (cfr. Fuentes, 1859c). 46. Archivo Departamental de Piura (ADP), Corregimiento, Causas Ordinarias, leg.24, exp.475, 1719, 77 fs. 47. ADP, Corregimiento, Causas Ordinarias, leg.24, exp.475, 1719. 48. Para una somera caracterización geográfica de la región de Piura-Tumbes, véase Aldana
Rivera y Diez Hurtado, 1994). 49. El alquiler era de 60 pesos al año (ADP, Notario S. Ximénez Zarco, 33(1), 1724-28, f.15-16). 50. El ramo de propios se ocupaba de administrar los bienes y las rentas de la ciudad; estas últimas provenían del alquiler de propiedades como los ejidos (para pastoreo), tierras de humedad (para el pequeño cultivo) y el remate de oficios de servicio público (como la balsa). 51. Información fidedigna, puesto que con ella se tratan de señalar las ventajas de la hacienda y su casa tina para una imposición de censo (ADP, Notario B. Ruiz Martínez, leg.152, 1779-9798, f.19). 52. El problema enfrentó a Thomás Fernández de Paredes, marqués de Salinas y dueño de
Tangarará, y al regidor Miguel Serafín del Castillo, dueño de Somate (ADP, Intendencia, leg.8, exp.146, 1792). 53. Cronologías de este fenómeno se encuentran en: Quinn, Neals y Antúnez, 1986;
Hocquenghem y Ortlieb, 1992; Huertas, 1993. 54. No queremos hacer aquí un excurso sobre el tributo en el Virreinato del Perú; al respecto véase el capítulo 7 de Trelles, 1983. 55. Archivo Departamental de Trujillo (ADT), Asuntos de Gobierno, I, L.409 (2361): 1796. 56. ADT, Real Hacienda, Administración de Alcabalas, L.136 (311): 1815.
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