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La entrevista: Rosendo de Simona, el cartógrafo del Valle de Boí

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entrevista rosendo de simona, el cartógrafo del valle de boí

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Tras un invierno de nevadas y temperaturas suaves, excepto una semana de intensas heladas y viento, el Valle de Boí ha empezado a vivir la primavera. Es tiempo de continuar caminando, ahora sin nieve, por los caminos que unen nuestros pueblos, por las faldas aún nevadas de las montañas. Pero lo que posiblemente no sabéis es que en casa Simona de Boí se han dibujado, por primera vez, muchos de estos caminos que hoy todos conocemos gracias a las explicaciones de nuestros abuelos pero también a los mapas, guías, folletos informativos, señalizaciones existentes. Rosendo Vila Blanch es uno de los responsables. En un tiempo donde los mapas se hacían y se continúan haciendo en las ciudades, he aquí que el maestro de las ceremonias cartográficas vivía en los Pirineos o muy cerca de ellos.

¿Tengo entendido Rosendo que no naciste en Boí?

Nací en Toulouse el 21 de Noviembre de 1927 ya que mis padres trabajaban en Francia. Mi madre era de Boí y mi padre de Savallà del Comtat, un pueblo de Tarragona. Nos fuimos hacia Francia a hacer lo que hacen los inmigrantes: buscar tiempos mejores. Él era paleta y trabajaba mucho más en Francia que aquí. En invierno también estaban los abuelos de casa -los padres de mi madre- que volvían al Valle de Boí cuando llegaba la primavera.

¿Quién se quedaba aquí en Boí?

En invierno casa Simona quedaba cerrada. No quedaba nadie. ¡Cerrada!

¿Cuándo vuelves?

Cada año volvía a Boí. De pequeño me dejaron con una anemia y para vencerla me enviaban hacia aquí todos los veranos hasta que la curé. El clima atlántico de T oulouse no me beneficiaba, ¡demasiada humedad!. En Boí, en cambio, el oxígeno era muy bueno.

¿La ruta de Toulouse a Boí por dónde iba?

Recuerdo que pasábamos desde la frontera hacia el puerto de la Bonaigua, que era la única vía que había. Un año vine con tosferina y llegando al puerto se me curó. Se ve que el cambio de altura de T oulouse a la Bonaigua, a dos mil y pico, fue la causa. Del puerto bajábamos hacia la Pobla, por Perves al Pont de Suert y hacia Boí.

¿Cuándo dejáis Francia?

En el 41 los alemanes ocuparon Francia. No había trabajo para los extranjeros y entonces mi padre decidió que volviéramos todos para aquí. Estuvimos una temporada en Boí pero tampoco había vida y mis padres se fueron entonces a Barcelona y yo me quedé con mi abuela que era muy mayor . Del 1936 al 1941 vivo y estudio en Francia, y obtengo el certificado de primeros estudios, estudiando francés… ¡¡Encore sent rapelle!!

¿Había más gente de Boí en Toulouse?

¡Sí, sí, había gente! Que yo conociera había una hermana de Enriquetde casa Rossa.

¿Qué hace un niño como tú en los años cuarenta del siglo pasado en Boí?

Con catorce años, estuve un par de meses en el Colegio de Boí con el sacerdote Josep Camarasa, donde antes estaba la Casa del Parque, que nos enseñaba las primeras letras, ¡poca cosa! Era un hombre muy espabilado y recogió mucha información acerca del valle. Hizo muchas fotografías de paisajes y había editado incluso una colección. T engo una de 1890 del pueblo de Boí, y de Caldes, hechas por excursionistas de aquella época.

¿Casa Simona era una buena casa?

No, ¡pobre! Yo trabajé las fincas justas para vivir. Recoger cuatro o cinco sacos de trigo y centeno, patatas para el gasto de todo el año, unas cuantas verduras, lechugas, todo lo que hay de hortalizas. ¡Y nada más que esto! Animales no teníamos ninguno. Un cochinillo para todo el año, unos cuantos conejos y gallinas para los huevos. La vida rudimentaria de entonces.

¿Cuándo empieza a cambiar tu vida, con la llegada de las hidroeléctricas?

Primero empezamos a medir los bosques de Aigüestortes,

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Refugio de Dellui (Años 70)

rossendo de simona, el cartógrafo del valle de boí

por debajo de Caldes, el Llano de la Sallent que pertenecía a Ventosa i Calvell. Era el propietario de todas estas montañas y bosques. Se ve que lo compró al condado de Erill, al conde de Delamarre. Lo compró bastante barato, por pocas pesetas, quizá 100.000 pesetas de entonces. En 1907 este conde colocó una cruz en la cima del Comaloforno ¡que parece que aún está! Nosotros hacíamos brigadas y medíamos el grosor de los árboles con una especie de bastón con números. Unos medían, otros apuntaban en una libreta y otros, con un pincel de pintura roja, marcaban el árbol medido. Cuando los querían cortar les hacían una saneada y les ponían un número. Los leñadores los cortaban, los tiradores estiraban y los sacaban del bosque, y finalmente los almadieros los transportaban río abajo. De los primeros leñadores que vinieron al Valle de Boí me habían explicado que eran portugueses y estaban de hacía muchos años, de finales del siglo diecinueve y principios del veinte.

¿Hubo almadieros en el Valle de Boí?

Según dicen, en el lago Llebreta había una presa. Le llaman la Restanca y aún están las rocas y la madera. Había una buena presa, la cerrábamos, llenaban de madera el lago y tiraban el agua hacia abajo. Pero se ve que hacían mucho daño porque arrasaban fincas al Plano y todo eso de allí y entonces lo prohibieron. Viendo que no podían quitar la madera urdieron cogerla y llevarla hacia el Portarró, por un tiradero que tenían hecho, con unas mulas y machos, pero se mataban muchas. En el barranco de Peixerani hay un lugar donde todo son piedrecillas y piedras, y según dicen, tiraban una piedra por cada tronco que subía, y según dicen otros, las tiraban por cada animal que moría.

¿Había alguien más que pudiese talar los bosques?

¡Sí! Unos cuantos de Boí hicimos una sociedad e íbamos a cortar madera. Éramos dos emprendedores, por ejemplo, Pepito de Guasch y yo, hicimos una empresa para cortar madera. No tenía ni nombre pero nos entendimos con un señor que se llamaba Baralla. Se cortaba y la estampábamos hasta los pies de los cargadores de los camiones. Esto lo hicimos durante un año, también habíamos trabajado para la Matorsa (Maderas Tor, S.A), una empresa del Pallars.

¿Como era Ventosa i Calvell?

La gente de Boí no tenía un buen concepto de él. Siempre habíamos tenido problemas con la madera, porque no nos dejaba cortarla y cuando se tenían que pedir permisos, malo. Además la montaña la tenías que arrendar para subir los animales a pastar . Se pagaba un tanto con medidas de trigo y otras cosas en especies. Cuando entró la Generalitat todo esto cambió.

Ventosa no obstante fue el pionero en este valle en construir refugios en la montaña. En la ribera de Caldes, en el lago Llong…

¡Y en Dellui! Lo hizo mi padre Rosendo, hacia el año 45 o 46, pero el encargo lo recibió de la empresa que hacía las primeras prospecciones hidroeléctricas por la zona ¡que hacía estos trabajos para justificar la concesión que tenían! Lo pusieron en una sierra pero cada vez que hacía viento le levantaba toda la cubierta. Subían el cemento desde Boí con la caballería, la arena la encontraban allí y V entura Lloan y otro de casa de la Donsa hacían las tejas. Estaba bien programado, aún guardo por casa algunos planos del refugio. También hicieron el camino tan bueno que va desde el lago Llong a Dellui. En la pleta del Pi, subiendo hacía el llano de la Sallent, también estaba previsto poner otro refugio pero finalmente no se hizo porque entró ENHER.

¿Una época de muchos proyectos por el valle, no?

Había muchos proyectos que después no se hicieron, como la presa en el lago Negre; la central del pletiu del Orri, en la cola de Cavallers; otra presa en la roca de los Esguarcs de Erill –por encima de ésta habría pasado la carretera que subiría hacia Boí y Taüll. Una empresa conocida como Riegos y Fuerzas de Levante, la Aluminio, había propuesto hacer una única central hidroeléctrica. Cogerían el agua del río de Sant Martí, la llevarían hacia Aigüestortes, de allí a Cavallers donde cerrarían, y después por la vertiente de Caldes y Erill harían llegar el agua hasta la sierra de Picolano, debajo de la qual se construiría esta única central ya en el término de Barruera.

¿Es verdad que el lago Llong estuvo a punto de ser convertido en una presa?

¡Sí! y Llebreta también pero cuando hicieron las primeras prospecciones vieron que todo era un canchal. No encontraron terreno duro, había demasiadas filtraciones. T odo era una morrena del tiempo de las glaciaciones y nada de peña. Así que abandonaron el proyecto.

Finalmente la empresa escogida fue la ENHER que inició a finales de los años cuarenta los primeros trabajos para la explotación hidroeléctrica de la cabecera del V alle de Boí.

Durante el invierno nosotros estábamos por el pueblo y

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En la cima de Subenuix, con Joan Coromines

rossendo de simona, el cartógrafo del valle de boí

cuando llegaba el verano tenías que trabajar. Y claro, venían ellos, y pagaban de 20 a 25 pesetas por día, que era mucho. Trabajabas con ellos, te llevabas la comida, te ibas a estar por las montañas, hacíamos la triangulación de toda la zona y aquí empieza mi interés por la cartografía y por los nombres de los lugares. Iba con un ingeniero italiano que se llamaba Claudio Ammirato. Dibujábamos las montañas y el perímetro de los lagos. Con una especie de barquilla de lona, nos metíamos en el lago para medir las profundidades. Me tenía como un hijo adoptivo y me llegó a decir que si iba a Roma con él me pagaba la carrera de ingeniero. ¡Él ya vio que tenía ilusión por los mapas y por dibujar!

¿Qué lagos son los más profundos?

En el lago Contraix nos pasó una cosa muy curiosa. Cogimos una cuerda y en la punta pusimos una piedra; empezó a hundirse, hundirse y resultó que cuando llegó al fondo empecé a tirar para arriba y no subía, y cuanto más tiraba más se hundía la barca. La presión a 60 metros de profundidad era de 6Kg así que cambiamos la piedra por un objeto redondo para que fuese más fácil medir la profundidad. Y finalmente llegamos a 72 metros de profundidad, un poco más allá de donde habíamos hecho la primera medición, en medio del lago. El Bergús también era muy profundo, me parece que 47 metros, el Nere y los Monges cuarenta y pico, el T ravessani, el Gémena de arriba, el Negre, el Pessó y el lago Gelat de Dalt(o Tumeneia), más de treinta.

¿Y los menos profundos?

En Llebreta encontramos 7 metros. En Sarradé y Llong, 16; en el Redó, 17. T odas estas profundidades las podéis encontrar en el mapa de la Alpina del Valle de Boíde la edición del año 1980. El primer mapa del Valle de Boí salió mucho antes, a principios de los años sesenta.

El primer trabajo que haces con ENHER es…

¡Cargar con las miras! Seguir la montaña con los ingenieros, triangular , poniendo vértices por aquí y por allá. Hicimos unos mapas no muy bonitos pero muy efectivos. En la web del Instituto Cartográfico de Catalunya (www.icc.cat) se pueden consultar estos primeros mapas del valle.

¿Cuándo empiezas a interesarte por la cartografía?

Mi ilusión por la cartografía empieza en el año 1943. Mucho o poco siempre había sido aficionado a los mapas. En el valle de Boí había unos equipos de FECSA y en verano acompañaba a los ingenieros para hacer los primeros mapas de la montaña. Llevaba la mira, los puntos de referencia, subíamos a los picos para triangular . ¡Era el único sueldo que entraba en casa! Después vino ENHER y ayudábamos también en todo el asunto de los saltos de agua. Ahora bien, era un hobby y siempre lo fue.

¿El contacto con la Editorial Alpina como se produce?

Una vez hablé con el Dr. Salvador Llobet, un gran geógrafo, y me pidió hacer un mapa de esta región. Le hice un cro

rossendo de simona, el cartógrafo del valle de boí

quis y lo aceptó. Entonces me envió un mapa con curvas de desnivel y empecé a hacerlo de nuevo. Este mapa se llamaría Montarto, ¡el primero que hice! Lo hacía sobre papel vegetal con una pluma pequeña y tinta china ya que aún no había papel de poliéster ni rotrings. Para cambiar la escala utilizaba cuadrículas. Después salió el mapa titulado Ribagorça, Pont de Suert, Montsenyy así hasta 16 mapas que son los que he hecho con la Alpina. ¡Un mapa de aquí, un mapa de allá! Hacía fotografías y estereoscópicamente identificaba el terreno. Con las fotografías se pueden saber las alturas muy bien a partir de las distancias, los ángulos de los desniveles, las sombras.

¿Cómo se hacía un mapa?

Primero teníamos los mapas del Instituto Geográfico Nacional con unos errores fenomenales. Corregíamos lo que podíamos. Después miramos los mapas del vuelo americano y eran un poco más precisos pero estaban llenos de errores. Por ejemplo, el pico de Peguera marcaba 2.942 metros y la altura verdadera era 2.982. ¡Había cuarenta metros de diferencia, se tenía que corregir! ¡Las fotografías aéreas también me ayudaron mucho!

¿Pero el proceso de elaboración como iba?

Necesitaba cinco planchas de poliéster de 60X70. En la primera ponía las curvas de nivel que era lo que más costaba; en la segunda, los lagos, los ríos, las fuentes; en la tercera los pueblos, las carreteras; en la otra, los límites municipales, comarcales, provinciales; y la última para la toponimia. Cinco hojas superpuestas nos daban el mapa completo. Cuando lo comparábamos con el mapa del ejército salían, como he dicho antes, muchos errores. Una vez, por un mapa del T urbón, me peleé con los de la Alpina porque no habían corregido los errores que había encontrado. Yo seguía el terreno y encontraba las equivocaciones. ¡Se tiene que poner tal como es! No obstante, hoy en día todo esto de hacerlo a mano, a lo arcaico, se ha terminado.¡Todo se hace digitalmente!

¿Cómo recogías la toponimia?

Ir recorriendo el terreno y preguntando nombres a la gente. Entrábamos en un pueblo y esta montaña como se llama, el barranco, la sierra…A veces me decían dos nombres diferentes para un mismo lugar y entonces lo tenía que preguntar a otros. Me habían llegado a preguntar si era de Hacienda. ¡No se fiaban mucho! Una vez hecho el mapa con los topónimos esenciales se tenían que redactar las excursiones, el grado de dificultad, como estaban las pistas y las carreteras. Mi hijo Joan ha colaborado mucho conmigo. ¡Por estas montañas uno solo no puede ir!

Este topónimo del Pla de la Cabanadicen que es moderno, que antes no se llamaba así sino Llubriqueto.

Pues mi padre lo decía. También mi abuelo y a los lagos Gémena les llamaba Sant Gémena. Sallent le llamaba a la cascada que hay encima de Caldes y cascada de Llebriqueto a la que cae del lago hacia el Pla la Cabana.

¿Conociste a Joan Coromines i Vigneaux, el famoso lingüista autor de muchos estudios sobre la toponimia catalana y del valle de Boí así como del Onomasticon Cataloniae , un recopilatorio exhaustivo de más de 400.000 topónimos catalanes?

¡Sí, ya lo creo! Se quedaba en casa Cília y era delgaducho pero muy pesado, no sabía caminar bien. Lo acompañaba por los pueblos. Un año nos fuimos a quedar al lago Llong, también estaba el Dr . Pere Gabarró, ¡cenamos truchas y todos contentos! Al día siguiente al despuntar el día nos fuimos a Subenuix, que está a 2.949 metros y subiendo aún iba haciendo pero bajar se le tenía que bajar con una cuerda. ¡Tenía vértigo! No obstante le pudimos hacer llegar al pico y fue el más alto que había hecho. Él preguntaba por los nombres del país y de cada nombre sacaba una raíz, la etimología. Le dije, a este pico de Avellaners por qué le ponéis Abellers. ¡Abellers es una comarca del otro lado, de Senet! No tiene nada que ver. A mi parecer creo que el topónimo Avellaner viene de que el pico tiene la misma forma que el dent avellaner(diente canino). Habló mucho con los abuelos de Escudé de Boí y Sobirada de Taüll. En cada pueblo encontraba alguien que sabía los nombres. Vino siete u ocho años. Ahora que hablamos de personajes famosos, mi abuelo me decía que se acordaba de un sacerdote que le gustaban mucho las montañas; ¡yo creo que era mosén

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rossendo de simona, el cartógrafo del valle de boí

Cinto Verdaguer! También vino otro, mosén, Jaume Oliveras, que subió al Aneto. Yo lo he hecho tres veces. Ese es un territorio muy diferente; llegando arriba notas que el aire está más enrarecido. ¡Es 400 metros más alto que el Comaloforno! Por cierto, en una libreta tengo todos los picos a los que he ascendido.

Con el camino de Comaloforno tienes una anécdota...

Sí, para subir al pico había un camino por los lagos Gémena y otro por Riumalo. Pero desde la presa de Cavallers había otro por el que recortabas 2 horas pero por un paso un poco malo y que la gente no sabía encontrar . Un día bajaron unos señores y se perdieron. Hicieron una queja a la Editorial Alpina donde decía que este paso no existía pero ahora hace años que está señalizado y todo el mundo lo conoce. ¡Es el paso del Osso!

¿Cómo es tu relación con la montaña?

Me gustaba mucho. Había subido a casi todos los picos de la zona. En verano haciendo de guía turístico acompañaba a mucha gente. Me iba perfeccionando haciendo mapas, fotografías y observando el terreno.

¡Cuando no trabajabas, que hacías?

Los días de fiesta íbamos a pescar. Las mejores truchas, quiero decir , las más sabrosas, eran las de Aigüestortes, Dellui, Pla de la Cabana, Llebriqueto. Yo creo además, que las truchas del Pessó y Dellui las trajeron de Cabdella. Había un tal Còfia de Espui y yo recuerdo que a estos dos lagos ellos venían a pescar con una barca de madera que tenían escondida, pero nosotros subíamos y les deshacíamos los troncos. Nosotros no íbamos a vender las truchas a Francia; eran para consumo del valle de Boí, para vender en Pont, y en verano, en Caldes. En cambio los de Cabdella saltaban por el collado de Gavatxos, hacia el puerto de Colomès y hacia Francia. Las llevaban con unos canastos 25-30 Kg., llenos de ortigas para que así se conservaran mejor durante el viaje.

¿Tú has repoblado algún lago?

¡Sí, con Agustí de Pedro! Las lagunas de Dellui, Cometes d’Amitges . A este último subimos 7 truchas del Llong. Las pescamos con cañas y con un cubo las subimos para arriba. También pescábamos truchas vivas por la Farga, donde tenían una pecera muy grande para recreación del turista. En Cometes d’Amitges una vez pescamos una que pesaba 1Kg, la llevamos viva y la pusieron en la pecera. Y cuando iban a mirar las truchas veían que iban disminuyendo. ¡Era la grande que se las comía todas!

¿Qué otros peces recuerdas?

Vinieron desde Francia peces pequeños. Con un poco de semilla lo repoblaron todo. ¡T odos los lagos están llenos! En Sarradé, en cambio, se hacían esas truchas de la cabeza grande, ya que es un lago muy prolífico. Si hay muchas truchas no hay suficiente comida, van creciendo y como no comen suficiente se quedan con la cabeza muy grande y el cuerpo pequeño. ¡Pero tienen un gusto raro! Cada lago tiene su gusto y color propio. La trucha más bonita era la del lago Xicque está debajo de Travessani. Hay una trucha muy bonita con unas manchitas rojas, blancas y azules. ¡Muy bonita! En Contraix, en cambio, no pueden vivir debido a que hay mucha presión.

¿Aún vas a pescar?

Desde 1995 no he cogido ninguna trucha más. He pescado toda la vida, cazar no. Si quieres te puedo decir todas las truchas que he pescado. Y o he sido un depredador, ahora bien, siempre con caña. Des del año 1945 hasta el 1994 había contabilizado 41.366 truchas que pesaban 3.108 quilos. El mejor año fue el 1948; fue el primer año de la cucharilla y me compré una caña de carrete con la que pesqué 6.885 truchas que pesaron 424 quilos. La más grande que he pescado pesaba 3 quilos en el lago Gémena y en un día he llegado a pescar 142 truchas con caña. Todo lo tengo apuntado en este dietario.

Hablando de otros bichos, he escuchado hablar de un encuentro cara a cara de un familiar tuyo con un oso…

¡Mi abuelo, Josep Blanch! ¡Él encontró un oso! Dicen que tuvo que subir a un árbol con un osezno en las manos pero lo encuentro muy raro. Dicen que la osa no se marchó hasta que le devolvió la cría. No acabo de estar convencido. Lo que yo se es que estaba haciendo de vaquero en Espot y mientras bebía en una fuente le pasó un oso por encima y se fue. ¡Esto lo explicaba él! Un par de hijos de mi abuelo nacieron en Espot en la casa donde estaban de alquiler .

¿De lobos sabes alguna?

Antes también había lobos por aquí. La juventud de Boí cogía un cuerno y se iban encima de un montículo y aullaban porque así conseguían que se acercaran los lobos. La gente se escondía en las casas y los veían pasar por las calles. ¡Qué gran cosa! El peligro de estos animales estaba en la montaña donde había cercados para evitar que atacasen a los animales. Me acuerdo que iban donde había yeguas, éstas se ponían a sus potros en medio, ellas de culo y ¡venga a cocear! T ambién había escuchado decir que, cuando iban a Pont, para protegerse de los lobos, cogían una faja, se la desataban y la dejaban arrastrar y esto detenía a los lobos. ¡Eso decían! Excepto el lobo y el oso los otros animales no daban miedo

¿Y de las víboras?

Las víboras tenían la misma fama que ahora; cuando se veía una, a matarla enseguida. Y si era una serpiente y la podían coger era buena para hacer remedios, para las gripes y todo eso. Hacían un caldo y lo ponían en la comida. Por

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rossendo de simona, el cartógrafo del valle de boí

ejemplo, para proteger a una persona recogían un poco de piel seca de víbora y la guardaban en la cartera

¿Cuál es el animal que más te sorprende de tu territorio?

El sarrio. Así como ahora hay corzos y ciervos antes tan solo había sarrios. T e explicaré una historia que me pasó. Nos juntamos unos cuantos y fuimos a pescar pero uno de ellos tenía un mosquetón del ejército. Llegamos a Llebreta y en las piedras donde daban sal al ganado había muchísimos sarrios. ¡Cargamos el mosquetón y pam!, Agustí de Pedro mata uno. Al ruido del tiro el resto se escaparon y al lado de la cascadita que hay llegando al barranco de Copiello, aún nos dio tiempo de sacar el cartucho vacío con una baqueta, meter otro y ¡ bum! Cae otro. Lo fuimos a buscar y los llevamos hasta Llebreta, donde aún no estaba la pista. En el momento de destriparlo, ese sarrio que pensábamos que estaba muerto, resucita y saltando se mete en el lago. Yo rápido me puse al otro lado del río, cara a cara con el sarrio, y al verme allí vuelve hacia el medio. Estuvo un rato nadando dando vueltas al lago y cuando vio que no podía salir, metió la cabeza en el agua y se ahogó. El trabajo fue entonces sacarlo del fondo del lago. Ahí mismo estaba la cabaña del Magre, cerca de donde hoy está el paso canadiense. Cogimos las cuatro vigas que había y recogimos al sarrio. Y de paso aprovechamos para pescar des del medio del lago y venga a tirar la caña y venga a sacar truchas. ¡Eran otros tiempos!

¿Hablando de Llebreta, cuándo se construyó el famoso chalet que hay?

Aún no había llegado la ENHER ni era Parque Nacional. Los del Magre se vendieron la finca y se hicieron el chalet los andorranos. Pero tengo entendido que hace poco lo vendieron a otro. ¡Es raro que no lo compre el Parque Nacional!

¿Qué sabes de la ermita de Sant Nicolau, se subía en romería?

Antes, antes se hizo y se perdió hasta que llegó un sacerdote muy emprendedor , mosén Llorens, que más tarde se marchó a Puigcerdà, este empezó a movilizarlo todo de nuevo. Entonces cada año, cada año se hacía la romería. La ermita no estaba en ruinas, se aguantaba bastante bien. Se rehabilitó un poco el tejado y ahora no hace mucho el Parque la arregló. ¡Se va conservando! Mosén Llorens hizo también la fuente del Treio, siempre quería hacer cosas.

¿Quién abrió la pista que sube a Aigüestortes?

La ENHER con trabajadores contratados por la empresa, gente de Boí, del valle y de fuera. No es verdad que vinieran presos de guerra. Estaba programado hacerla tan solo hasta Aigüestortes, pero a un tal señor Pedregosa se le ocurrió ir a pié hasta el Portarró para conocer el territorio y cuando llegaron vieron que la pista que venía de Espot llegaba hasta arriba. V uelven a bajar al galope e hicieron venir a muchísimos obreros, mil y pico, y en pocos días hicieron la pista de Aigüestortes hasta el Portarró. Se ve que los del otro lado ya sabían de la famosa visita en la que Franco finalmente cruzó el Portarró, pero los de Hidroeléctrica de Catalunya no dijeron nada a los de ENHER. ¡Suerte que lo descubrieron!

¿Conociste a Franco?

Recuerdo que por esos años subía de vez en cuando y yo le había acompañado un par de veces a pescar . Una vez le preguntaron al señor Victoriano Muñoz, el ingeniero de la Empresa, como podían hacer para que Franco pescase. Una vez con Manuel Díaz de la Cabana lo acompañamos a pescar al lago Llong y no pescaba nada. Llamó a uno de nosotros y con esa vocecilla un tanto extraña que tenía nos preguntó porque no picaban. Es que hoy está el día muy claro, su excelencia, y con tanto sol no pican; al atardecer con mosquito seria mejor , le contestamos. Y el dice… ¿no será que aquí hay muchos pescadores? Y contestamos... Sí, ¡eso también lo hace!! Todos reímos. Lo probó otra vez en Llebreta, con su acompañante, con todas las montañas llenas de civiles, y cogió una y pequeña. Todos acabaron comiendo en el llano de Aigüestortes. Aún estaba la capilla de Sant Esperit. Todo aquello estaba

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lleno de mesas suyas, había capitanes, generales, autoridades y todo eso, y se pusieron a comer y nosotros mirando. Finalmente pasó un brigada de su guardia por donde estábamos y le dijimos… ¡bueno, nosotros hemos llegado hasta aquí pero nadie nos da de comer! Un momentito, nos contestó y se va detrás de la capilla. Nos llama y nos hace pasar a todos hacia allí. ¡Comimos como reyes! Acabó la visita, Franco se fue y la señora Paquita de la Farga mandó recoger la vajilla a una brigada de avileños que había. Empezaron a coger copitas y más copitas, y venga a beber lo que había sobrado y cogieron una borrachera que toda la vajilla quedó destrozada

¿Los nidos de ametralladora que hay en la Ribera de Sant Nicolau , subiendo hacia Aigüestortes, de donde salen?

Lo hizo el ejército de Franco. Todo el Pirineo está lleno de esto. Ellos pensaban que una vez que los americanos ganarán la segunda guerra mundial invadirían España y fortificaron todo el Pirineo. Hay aquí, en T oirigo, en Sarrado; ¡por la vertiente de Senet está lleno! Tan pronto como los acabaron se fueron de nuevo. No recuerdo ver nunca ninguna actividad militar. Estaban muy mal montados. Miran a una dirección pero no tienen protección ya que pueden ser atacados por arriba y matar a los que hay dentro. Los de encima de Toirigo de Cília estaban mejor. Siempre van de dos en dos, para protegerse entre ellos. En Sarrado, donde solo hay uno, querían construir otro, en la Peguera, pero no se hizo. Eso debía ser por el año 1943-44. En el lago Llong y pasado el barranco de Peixerani dicen que se construyeron también refugios para los carabineros; aún se ven los cimientos.

¿Y la cabaña del Portarró?

La cabaña la hizo ICONA un poco más arriba del Llong, por encima de Peixerani, por donde pasa el viejo camino hacia Espot.

¿Cuáles son las montañas y los lagos más bonitos del Valle de Boí?

El valle más bonito y salvaje es la zona de Caldes. Todo aquello del lago Negre, T ravessani es muy salvaje porque no hay pinos. La zona del Llong también es muy bonita, lago Redó y los lagos de Dellui. Picos los he subido casi todos pero el que más me hizo sufrir fue la Punta Harlé o la cabecera de la Pala de Riumalo, todo eso de allí arriba, ya que tiene una cresta un tanto dificultosa. El Pa de Sucre y el Besiberri norte también me hicieron sufrir un poquito. Tienen pasos un poco malos. Una vez, haciendo de guía, bajábamos de Comaloforno - lo he subido unas siete u ocho veces- y nos enganchó una tormenta. Llegamos a un nevero por encima del lago Gelat de Comaloforno. Por cierto aquí había un nevero grande. Recuerdo que en el 44-45 pasamos por unas grietas en el glaciar que tenían casi un par de metros de profundidad. ¡Y todo esto ha desaparecido, ha cambiado! Por la zona del lago Gémena, en la canal, también había un pequeño glaciar. Volviendo al día de la tormenta y al nevero de Comaloforno, decidimos que nos estaríamos quietos encima de la nieve ya que es aislante mientras dejábamos pasar la tormenta y, por precaución, los piolets los tiramos un poco a lo lejos. ¡Si te pones en la roca es muy peligroso!

Además de ser guía de montaña también fuiste guarda de refugio…

Sí, hacia finales de los sesenta me encargaba del mantenimiento del refugio de Besiberri. Lo construyeron los de la Federación Excursionista Española, aún no existía la catalana. Ellos se empecinaron en hacerlo allí arriba en la collada, eso que nosotros les decíamos que se debería hacer aquí abajo, donde está el laguito pequeño de Malavesina porque así tendrían agua. ¡Y que no, que allí arriba será el refugio más alto de todo el Pirineo! Con un helicóptero

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hicieron la base y trajeron el material; se construyó enseguida porque todo era chapa. Dentro había una especie de armario con reservas de comida y dos bombonas de gas y cada año subía para cambiarlas y dejaba chocolate, leche en polvo y otras cosas. Después ya pasó a manos de la Federación Excursionista de Cataluña, había poco dinero y se fue perdiendo todo. Una vez les pedí que a la entrada del refugio pusieran una chapa de aluminio en el suelo para evitar que los zapatos con hierro echaran a perder la madera y el día que subí a ponerla expresamente tronaba. Estaba trabajando, trabajando, trabajando y se escucha un trueno… ¡ bum! Pasó el rayo por encima de mí y cayó 50 metros abajo matando a 5 o 6 ovejas. Cerré la puerta y me quedé dentro. ¡Volví a nacer! Es mal terreno, los días que hay truenos escuchas que las piedras, como aquel que dice, crujen. ¡No es un buen sitio para estar un día de tormenta!

¿Por dónde llega el mal tiempo al Valle de Boí?

Aquí siempre dicen... ¡ agua de Catalunya, agua segura! Si viene de Rus, el viento siempre es mediterráneo y si viene del puerto, de norte, ¡mal asunto! ¡ Si viene de Aragón, agua no ! Si viene de abajo, agua segura también.

¿Conoces otros dichos?

¡Claro! En Boí dicen “¡ dels feixants en fan lo vi!”; en Taüll, “ de la merda en fan el bull! En Boí nos llaman cremarucs –quemaburros– y yo creo que es porque antes todas las casas tenían un burrito o una burrita. Eran animales muy valientes para llevar el estiércol y otras cargas. Las casas adineradas tenían machos pero las casas pobres tenían burro.

¿Conoces muy bien los Pirineos?

Todo no pero he andado mucho por los valles de la provincia de Lleida, Huesca y Navarra. Por Roncesvalles estuve una semana recogiendo nombres con Coromines, mirando los caminos, las pistas. En la vertiente francesa no tengo nada conocido y eso que nací allí. Cuando iba a la escuela a T oulouse si que nos llevaban de excursión a Montpelier, Tarbes, Banhères de Luishon. El sistema de enseñaza francés era muy bueno. Una y primera, era obligatorio para todo el mundo ir a la escuela; si te encontraban en la calle te cogían y te llevaban a la policía, iban a buscar a los padres y ¡ multa que te crío! Te pagaban la escuela, la ropa, los zapatos y, si no podías pagártelo, también la comida.

Entre 1958 y 1974 trabajó como operador en la central de Caldes e iba primero a pie, después en bicicleta, más tarde en moto y por último en coche. Se fue a Barcelona a trabajar hasta el 1986. Se jubiló con 59 años y volvió a Boí. Ahora tiene 83 y si no fuese porque hace más de cuarenta le cayó una caja de tornillos, rompiéndole la tibia y el peroné, saldría más a caminar y a practicar su gran pasión: ¡pescar truchas! ¿Qué piensa hoy en día del Parque?

Suerte hemos tenido del Parque porque pienso que la electricidad nos ha fallado en el valle. Esto del automatismo ha hecho mucho daño al territorio. Muchas casas vivían de la Empresa. En la central de Caldes éramos dieciséis familias, en la de Boí trece o catorce, en Llesp doce. ¡ No puede ser que sea automatizado ! Decían entonces ¡mira ya lo es! Hoy en día aquí tenemos cuatro cosas muy buenas: las pistas de esquí, el románico, las aguas termales y el Parque. ¡Cuando vas a Aigüestortes es un continuo ver gente arriba y abajo! Siempre he visto gente pasear por arriba. Primero se subía caminando y con caballerías por los caminos que había. Más tarde ENHER hizo la pista pero después estuvo mucho tiempo abandonado.

¿Para acabar, como definirías el Valle de Boí en pocas palabras?

Un valle tranquilo que ha revivido gracias al Parque y un lugar agradable para vivir .

Por muchos años, Rosendo!

Josepmaria Rispa Pifarré

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