16 minute read

Aprehendiendo el pasado. Cuatro propuestas plásticas: Luis Fernando Lasprilla, César Augusto Araque, Pilar Vargas Pinzón, Gustavo Armando García Galvis

Por Guiller mo Linero Montes

Luis Fernando Lasprilla, de la serie «Espacios vitales», tierra y carboncillo sobre papel, 150 × 180 cm, 2013.

Advertisement

Igual como sucedió al finalizar el Oscurantismo, cuando algunos iluminados vieron necesario volver al pasado clásico grecoromano; hoy, en el siglo xxi, los artistas creadores están mirando hacia el siglo pasado, como lo evidencian sus obras y los recursos plásticos del siglo xx que perviven en ellas.

En efecto, las numerosas tendencias o movimientos del siglo anterior se convirtieron, de pronto, para estos nuevos artistas, en un efectivo surtidor de opciones creativas dispuestas al uso y al abuso. De hecho, pese al poco tiempo trascurrido entre un movimiento y otro, sus diferencias estéticas no sólo fueron distintas, sino en algunos casos totalmente contrarias. Recordemos, por ejemplo, la más tajante de esas oposiciones: la existente entre el expresionismo figurativo y el expresionismo abstracto.

No obstante, debemos reconocer cómo las propuestas formales de estos movimientos efímeros dejaron muchas más cosas sugeridas que las realizadas, y hasta podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que de su herencia es más lo usable que lo usado. De Picasso, por ejemplo, es vano y anti funcional imitar sus fórmulas cubistas –lo usado–, por cuanto tal ejercicio nos convertiría en picassianos, en creadores de segunda; pero si replicáramos el solo concepto del cubismo –lo usable–, entonces ello nos haría auténticos cubistas.

Así, de ser nuestra opción expresiva el surrealismo –lo usable–, no tendríamos por qué estar adscritos a la línea de Salvador Dalí –lo usado–, a quien se le reconoce perfectamente por su imaginería fantástica; ni tampoco a la de Wilfredo Lam, a quien se le reconoce perfectamente

por su imaginería tribal; sino, por el contrario, si eligiéramos como opción creativa al surrealismo tendríamos que hacerlo con fidelidad a la línea unipersonal de nuestro espíritu y talante.

Desde tal entendimiento, los artistas de hoy, para construir ocurrencias imaginativas propias, han echado mano de los logros formales del siglo xx: del futurismo, del conceptualismo, de la abstracción, del pop art, del arte cinético, del arte de la tierra, del suprematismo, del formalismo, del arte social, del hiperrealismo, y de la idea como arte, entre tantos caminos esbozados por sus genios fundadores.

Esto, sumados también los dos recursos de expresión plástica más relevantes de la posmodernidad: me refiero a la instalación y al performance que, en definitiva, constituyeron un drástico viraje en el concepto de la composición pictórica tradicional, en cuanto trascendieron el encerrado formato del espacio de dos dimensiones y nutrieron de imaginación discursiva el tema de las obras, antes al servicio de la presencia del objeto (Manzana con botellas).

Al tiempo, estos dos recursos novísimos dieron paso también a la idea como arte, adelantada ya por René Magritte (Esto no es una pipa), que trascendería las fronteras impuestas por el objeto; así como por cuenta del performance se trocó el concepto de la vigencia temporal de las obras de arte, al someterlas a la inmediatez comunicativa, más afín a la puesta en escena del género teatral. De esto se desprendería la idea del valor de lo efímero como una nueva condición de la pieza artística, opuesta al concepto materialista de la ahistoricidad del arte.

Esta introducción, o repaso somero, la hago a propósito de las obras de los artistas plásticos colombianos Luis Fernando Lasprilla, César Augusto Araque, Pilar Vargas Pinzón, y Gustavo Armando García Galvis, porque, en efecto, sus obras –las aquí

exhibidas– son un ejemplo claro de este fenómeno propio de la creación posmodernista, que consiste en tomar partido de las visualizaciones de otros artistas para construir las propias.

Cabe advertir, obviamente, que esas conexiones, con formas y maneras de la plástica ya receptadas por la crítica y por la historia, no infieren la ausencia de originalidad, o mejor, de verdad, que es lo mínimo esperado de un artista a quien por la calidad de su trabajo ha de otorgársele el calificativo de creador. Precisamente, en el caso de los aquí mencionados, salta a la vista eso: la propuesta de creación unipersonal, imaginativa y conceptual, sobre los presupuestos heredados del siglo xx y a partir de los cuales soportan, técnica y compositivamente, sus originales ideas y maneras.

César Augusto Araque, «El resultado de nuestra dulzura», instalación, (dulces, madera), variables, 2004.

Pilar Vargas Pinzón, «Usme», polvo sobre cartón, 35 × 50 cm, 2014.

Así, por ejemplo, en el caso de Luis Fernando Lasprilla, es reconocible o pareja su obra (acrílicos sobre papel e instalaciones) con las de los pintores del realismo figurativo de la segunda mitad del siglo xx, y en especial –aunque no podemos aseverar aquí que dicho nexo fuera previsto por el artista– con la obra del pintor español Cristóbal Toral, y con sus «maletas», y «paquetes atados» para un viajero incierto. Del mismo modo, hay en él búsquedas en la semiabstracción, como en su serie «paisaje social», cuyas composiciones son de un minimalismo ejemplar. Casas humiles, adornadas con los penachos de humo del hogar; en fin, cuadros de crudo realismo social que invitan a una reflexión solidaria y elemental acerca de los espacios cotidianos, «los espacios vitales» como los llama él, pero que en su expresión personalísima trasmiten una carga emotiva de misteriosa desazón, tal y como si en el segundo siguiente fuera a resquebrajarse las casa de cartón del mundo, como si fueran «espacios de muerte».

Del mismo modo, las obras de César Augusto Araque –instalaciones, dibujos y fotografías digitales– están encaminadas

hacia el norte que el arte conceptual ha determinado y que implica el despojo de la representación tangible para dar cabida a un nuevo formalismo, dentro del cual el objeto pierde su importancia en favor de otras valoraciones, bien sean de abstracción formalista o de propuestas intelectuales. De ello dan cuenta sus fotografías –haces de luces resplandecientes, o la simple llama de una vela–, que visualmente descuentan su presencia como objetos determinados para constituirse en impredecibles formas subjetivas. También, y esto no es una crítica negativa, llama la atención que cada una de sus instalaciones constituye una búsqueda tan distinta, en unas y otras, que parecieran ejercicios de estudiantes de una escuela de artes; por su pluralidad, no por su condición de neófitos.

Los paisajes de Pilar Vargas Pinzón pueden rememorarnos dos hechos plásticos singulares: los óleos del pintor bogotano Antonio Barrera y los cuadritos de arena movediza que hacen los artesanos de Bogotá en cajas de vidrio. En efecto, de esta simbiosis, parecieran aflorar los personalísimos paisajes, diurnos y nocturnos, borrosos o determinados, arenosos

y contaminados, de nieblas y montañas, en fin, paisajes característicos de su serie «Periferia, polución y sedimento», y de los cuales vale resaltar la placidez de su composición puntual y sosegada, cómo sólo lo representa la delicadeza del polvo que desciende en reposo. Una experiencia de sensibilidad sutil, en la cual, de seguro, reside la singularidad de esta artista. No en vano, buscan también ese reposo, sus equilibradas pinturas reunidas bajo el título «Bosque para pensamiento interior», que en oposición a sus paisajes arenosos, sepias y ensombrecidos, son de brillante coloratura y expresión.

Por su parte, las obras de Gustavo Armando García Galvis contienen los presupuestos más significativos de las tendencias de la pintura del siglo xx. Sus cuadros son una especie de collage de técnicas fundamentales para la concreción del arte moderno. Con recursos pictóricos (textura y coloratura) propios del impresionismo; con deformaciones plásticas, sin duda reminiscentes del primer expresionismo; y con la distribución del espacio geométrico de los cubistas, García Galvis, en una suerte de realidad simbiótica, nos describe, de un lado, el humanismo emotivo, digámoslo así, el característico de los espacios y personajes de Van Gogh; y de otro, nos devela las inquietudes de sus imaginaciones, inserta igual entre dos opuestos hemisferios: la fantasía, que ennoblece sus ocurrencias de imaginación «infantil», y la realidad, de percepciones «adultas», que las inquieta y las desasosiega.

Tienen en común, estos cuatro artistas, la conciencia de habitar un contexto social específico que, insalvablemente, les condiciona no sólo los temas –que son sus pensamientos y preocupaciones–, sino también los materiales empleados para la materialización de sus propuestas plásticas. En fin, una comunión de objetividades que nos demuestran la verdad de sus experiencias humanísimas y nos advierten, en términos de exigencias técnicas, de un momento singular en la producción de las artes visuales. 

Gustavo García Galvis, óleo.

Índice de autores

CÉSAR AUGUSTO ARAQUE

Artista plástico, con formacion en procesos de creación bi y tridimensional, fotografía y nuevos medios, con énfasis en producción visual gráfica; trabaja en montajes y propuestas de curaduríam al igual que en fortalecimiento cultural local.

JOTAMARIO ARBELÁEZ (Cali, 1940) Poeta, publicista y cronista. Representante del nadaísmo colombiano. Libros de poemas: El profeta en su casa (1966), Mi reino por este mundo (1981), La casa de la memoria (1985), El espíritu erótico (1990) y El cuerpo de ella (1999).

Sebasti à Alza mora (Lluchmayor, Mallorca, 1972) Poeta y narrador. Se dio a conocer con el poemario Rafel (1994; Premio Salvador Espriu). También en poesía ha publicado Apoteosi del cercle (1997), Mula morta (2001) y El benestar (2003). Como narrador ha publicado L’extinció (1999) y Sara i Jeremies (2002).

Héctor J. Freire (Buenos Aires, 1953) Poeta, profesor en letras (UBA), crítico literario y de cine. En poesía, ha publicado: Quipus (1981), Des-Nudos (1984), Voces en el sueño de la piedra (1991), Poética del tiempo (1997), Motivos en color de perecer (2003) y Satori (2010).

Gustavo García Galvis

Maestro en artes plásticas de de la Academia Superior de Artes de Bogotá, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, con un diplomado en gestión social integral de la Universidad Nacional de Colombia.

Juan Gel man (Argentina, 1930-México, 2014) Poeta, además de periodista y traductor. Entre su extensa obra poética señalamos: Violín y otras cuestiones (1956), Gotán (1962), Si dulcemente (1980), Anunciaciones (1988), País que fue será (2004), Bajo la lluvia ajena (2009) y Hoy (2013).

Víctor Gaviria (Medellín, Colombia, 1955) Director de cine, guionista, poeta. Obra poética: Con los que viajo, sueño (1978), La luna y la ducha fría (1979), El pulso del cartógrafo (1986), Lo que digo se refleja en el agua (1987), El rey de los espantos (1992), Los días del olvidadizo (1998) y La mañana del tiempo (2003).

Luis Fernando Lasprilla Maestro en artes plásticas de la Academia Superior de Artes de Bogotá, miembro de la comunidad de artistas e investigadores en el campo de las artes plásticas, con experiencia en procesos de formación e investigación creación.

Guiller mo Linero Montes (Santa Marta, 1962) Artista plástico, poeta, narrador, crítico literario y de arte, y abogado. Entre sus libros se destacan: Aventuras en la calle (relato, 1996), Cuadros de una exposición (poemas, 2000) y La última carta (poemas, 2008). Publica su obra crítica en varias revistas especializadas.

Rubén Darío Lotero (Medellín, Colombia, 1955) Poeta, cronista, cineasta, docente. Ha publicado: Poemas para leer en el bus (Premio Nal. de Poesía U. de Antioquia, 1991), Historias de la calle (1991), Camino a casa (2003), Papel de globo (2004), Poemas del Metro de Medellín. Les poèmes du métro de Medellin (2011).

Ulrika

Revista de Poesía

¿Preguntas, sugerencias, reclamos? escribanos@poesiabogota.org

Edwin Madrid (Quito, Ecuador, 1961) Poeta, ensayista y editor. Algunos libros de poesía: Mordiendo el frío y otros poemas (2010), La búsqueda incesante (2006) Lactitud cero° (2005), Puertas abiertas (2002), Tentación del otro (1995), Caballos e iguanas (1993), Celebriedad (1990).

Guiller mo Molina Morales (Zaragoza, España, 1983) Poeta, docente e investigador. Obras publicada: Estado de emergencia (2013) y Epilírica (2008), con los que ganó, respectivamente, el IX Premio internacional de poesía «Claudio Rodríguez» y el XI Premio internacional de poesía joven «Antonio Carvajal».

Maria Merc è Mar çal (Barcelona, 1952-1998) Poetisa, catedrática, narradora y traductora española. Libros: Cau de llunes (1977), Bruixa de dol (1977-1979), Terra de mai (1982), Sal oberta (1982), La germana, l’estrangera (1981-1984), Contraclaror (1985) y Desglaç (1984-1988).

Pablo Molinet (Ciudad de México, 1975) Autor de Cautiverio (2013) y Poemas del jardín y del baldío (2002). Obtuvo el Premio nacional de poesía Ramón López Velarde en 1998. Ha preparado varias antologías sobre poesía, y trabaja además como traductor y editor

Jau me Pont (Lleida, 1947) Poeta y profesor de literatura al Estudi General de Lleida. Es muy reconocida su antología La nova poesia catalana, escrita con Joaquím Marco. Ha publicado varios libros de poemas entre 1976 y 1990, reunidos en su obra completa Raó d’atzar. Poesia 1974-1989.

Robinson Quintero Ossa (Caramanta, Antioquia, 1959) Poeta y ensayista. Libros de poemas: De viaje (1994), Hay que cantar (1998), La poesía es un viaje (2004), El poeta es quien más tiene que hacer al levantarse (2008). Ha publicado además textos de investigació, periodismo y didáctica literaria.

Ar mando Romero (Cali, 1944) Poeta, narrador, ensayista, traductor y profesor universitario. Entre su extensa obra destacan: Los móviles del sueño (1976), El poeta de vidrio (1976), Las palabras están en situación (1985), Gente de pluma (1989), Cuatro líneas (2002) y El árbol digital y otros poemas (2009).

Eduard Sanahuja (Barcelona, 1953) Poeta. Libros de poemas: El gos del galito (1981), Mirador (1983), Doble joc (1987), En defensa pròpia (1994, Compàs d’espera (2006) y El llançador d’espases (2013). Es profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Barcelona.

Andreu Vidal (Palma, 1959-1998) Poeta y dibujante. Libros de poemas: Xicraini, nit de portes cremades, Aixall híctic, Necròpsia (1984), premio Ciutat de Palma 1983, L’animal que no existeix (1993), premio Carles Riba 1992 o Ad Vivum, publicado póstumamente en el 1999.

Jordi Virallon ga (Barcelona, Catalunya, 1955) Poeta, ensayista, crítico, y traductor. Catedrático de Filología Española de la Universidad de Barcelona. De su extensa obra poética, mencionamos: Crónicas de usura (1996), Todo parece indicar (2003), Los poemas de Turín (2004) y Hace triste (2010).

Pilar Var gas Pinz ón

Maestra en artes plásticas y visuales de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Facultad ASAB. Además de en su obra, ha trabajado como formadora en artes audiovisuales y plásticas

Raúl Vallejo (Manta, Ecuador, 1959) Poeta, narrador y diplomático.Ha publicado libros de cuento, ensayo, novela y poesía. De estos últmos mencionamos Cánticos para Oriana (2003), Crónica del mestizo (2007) y Missa solemnis (2008). Actualmente se desempeña como embajador del Ecuador en Colombia.

PRIMER CLAUSTRO UNIVERSITARIO DE COLOMBIA

DEPARTAMENTO DE PROMOCIÓN Y BIENESTAR UNIVERSITARIO

USTA CULTURA ARTE EN MOVIMIENTO QUE LOGRA FORMACIÓN INTEGRAL

Durante este segundo semestre de 2015 la Universidad Santo Tomás celebra los Cincuenta Años de sus facultades de Economía, Derecho, Ingeniería Civil, Filosofía, Sociología, Departamento de Humanidades e Instituto de Lenguas. Entre sus actividades de fomento a las prácticas y expresiones artísticas se realiza el café literario en la sede Aquinate una vez al mes. De forma especial el 24 de septiembre acoge los poetas internacionales de España, México, Ecuador y Colombia que participan en las Jornadas Universitarias de Poesía. Igualmente durante los meses de agosto y septiembre se cumple con el Festival Internacional de Cuenteros Pura Palabra. Todo lo anterior es aporte cultural a la celebración del primer claustro universitario de Colombia que cumple 435 años de educación humanista. Como parte de los proyectos de promoción y bienestar universitario del área de cultura, se invita a la comunidad tomasina para que se haga participe de los más de 15 talleres de formación y grupos de representación artística en Teatro, Danza, Música, Escritura Creativa, Diseño y Fotografía.

Facebook: ustacultura

ultura Área Gestión cultural que constituye identidad tomasina

SÁBADO 26 DE SEPTIEMBRE DE 2015 - 7:00 P.M. Lectura de poemas, en el marco de las VII Jornadas Universitarias de Poesía “Ciudad de Bogotá”: Guillermo Molina Morales (España), Edwin Madrid (Ecuador), Pablo Molinet (México), Robinson Quintero Ossa y Darío Sánchez Carballo (Colombia). Entrada libre

BIENESTAR UNADISTA

El Bienestar en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia –UNAD– responde a un proceso dinámico y complementario a su desarrollo misional, coherente con su naturaleza y la modalidad de educación abierta y a distancia. Se ha desarrollado y concebido como un espacio para la construcción colectiva e integral del Ser Unadista, desde la perspectiva de la cultura y de los procesos de interacción social que apoyan la dimensión formativa, académica y comunitaria del ser humano.

La apuesta Unadista es constituir el bienestar en un ámbito de participación e interacción formativa y creativa, priorizando programas proyectos, servicios y actividades que desarrollen no solo en la modalidad de educación abierta y a distancia, sino, en cada una de las seis (6) líneas de acción: Línea de Arte y cultura. Línea de Crecimiento personal. Línea de deporte y recreación. Línea de Emprendimiento solidario y productividad innovadora. Línea de Medio ambiente. Línea de Promoción de la salud y gestión del riesgo en salud. El modelo del Bienestar virtual significa para la UNAD, un programa misional que desarrolla dispositivos con manifestaciones en la vida cotidiana de sus grupos de interés, no solo creando un espacio virtual, abierto y mediado por el espacio-tiempo, sino también, afectando los espacios físicos o reales en los cuales vivimos, aprendemos, trabajamos y compartimos con los otros. En ese sentido la UNAD, brinda en gran porcentaje a la comunidad académica, acceso a repositorios de contenidos didácticos, objetos virtuales de aprendizaje propios para el Bienestar Institucional a “Nodos Virtuales”, que le permite llegar con nuevos estilos de aprendizaje y de esparcimiento a zonas apartadas y de frontera. Asumir el Bienestar desde la virtualidad, es abrir el pensamiento hacía nuevos paradigmas de comprensión frente a la existencia compartida, interconectada, reticular y consistente en coherencia con los desafíos que impone la sociedad del conocimiento. Es brindar al estudiante actual, la posibilidad de captar y aprovechar las oportunidades que le proporcionan los recursos tecnológicos para transformar la realidad, mediante la aplicación del conocimiento tecnológico, los procedimientos técnicos, la intuición y la imaginación creadora. Hacia dónde vamos con el bienestar Unadista. Al fomento entre los miembros de la comunidad universitaria, de los valores de convivencia, respeto, solidaridad y vínculos de pertenencia con la vida institucional para mejorar la calidad de vida personal y colectiva; a través del desarrollo de sólidos procesos de integración y de un trabajo conjunto entre los individuos que forman parte de la comunidad universitaria y en este propósito, la UNAD se propone: Contribuir con la formación integral de la comunidad Unadista. Desarrollar el Bienestar Institucional, en la modalidad de educación a distancia y en ambientes virtuales de aprendizaje. Generar alianzas estratégicas de carácter interinstitucional. Articular el Bienestar Institucional con las responsabilidades misionales institucionales. Incentivar la conformación de grupos y representaciones a nivel institucional en arte y cultura, en deportes, recreación y emprendimiento.

Martha Lucía Duque Ramírez Vicerrectoría de servicios a los aspirantes, estudiantes y egresados

Edwin Gonzalo Vargas Castro Líder Nacional Bienestar Institucional

TÍTULOS DISPONIBLES

ULRIKA editores

Calle 41 No. 24-28 (101), Bogotá Teléfonos: 604 4000 – 301 743 03 79 direccion@poesiabogota.org publicaciones@poesiabogota.org

This article is from: