Dermatomicosis en pediatría Juan Pablo Malagón Caicedo1 Juan Pablo Rojas Hernández, MD2
Introducción La dermatomicosis es una infección cutánea producida por hongos, que afecta las capas superficiales de la piel y los anexos (piel y uñas). Presenta una alta prevalencia en la población infantil, debido a que poseen una facilidad de diseminación y en muchos países su tratamiento es problemático. En un estudio publicado en el 2016 sobre dermatomicosis en la población de Manizales, Colombia, se evidenció la influencia de ciertos factores sociodemográficos, que eran más prevalentes que otros (figura 1), lo que predisponía a la población infantil a cursar con la infección cutánea o a tener mayor probabilidad de episodios recurrentes de esta. Se ha observado que, en la actualidad, otros factores tales como la temperatura y la humedad que se presentan en las zonas tropicales vuelven a la dermatomicosis más prevalente, porque es un ambiente que favorece el crecimiento y la propagación de los hongos. Según la OMS, la dermatomicosis en la población pediátrica tiene una incidencia aproximada del 10%, con una frecuencia estimada del 5% en las consultas dermatológicas. Aunque la verdadera incidencia
de esta infección, se puede ver afectada por las variedades climáticas, estrato socioeconómico, la cultura o las medidas no farmacológicas que se toman en casa. La severidad de la infección depende del diagnóstico clínico que se realice, en muchas ocasiones el desconocimiento del antimicótico apropiado empeora el estado del paciente o resulta en no tener mejoría; a pesar de ser una infección que no amenaza la vida del paciente, estéticamente representa baja en la autoestima y dificultades para desarrollar su vida social cotidiana, por lo que es importante entender el papel del personal de salud en esta patología. El conocimiento de la etiología por parte del médico proporcionará un mejor entendimiento de la historia natural de la enfermedad y le permitirá reconocer los puntos de intervención que son más adecuados.
Etiología La etiología depende principalmente de las zonas demográficas, sus características climáticas y los
1. Estudiante de Medicina. Universidad Libre, Seccional Cali, Colombia. ORCID: 0000-0003-3978-0596 2. P ediatra infectólogo. Fundación Clínica Infantil Club Noel. Docente Universidad, Libre Seccional Cali, Colombia. Cali, Colombia. ORCID: 0000-0003-4704-2171
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Figura 1. Factores asociados en dermatomicosis según el porcentaje. 100
Factores asociados
90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Baño compartido
Hacinamiento
Elementos de manicure
Utensilios compartidos
Toallas compartidas
Modificada de: Estrada-Salazar GI, Chacón-Cardona JA. Frecuencia de dermatomicosis y factores asociados en población vulnerable. Manizales, Colombia. Rev Salud Pública. 2016,(18):953-62.
factores asociados anteriormente. Sin embargo, podemos clasificarlos en dos grupos: los dermatofitos y los no dermatofitos (tabla 1).
Tabla 1. Etiología por género de la dermatomicosis Dermatofitos Trichophyton
No dermatofitos Candida spp. (levadura)
-- rubrum -- mentagrophytes -- tonsurans Microsporum
Malassezia furfur (moho)
-- canis -- gypseum Epidermophyton -- floccosum Modificada de: Segovia Cabezas AL. Características clínico-epidemiológicas de la dermatomicosis en pacientes pediátricos del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión, 2013-2014 [tesis]. [Lima, Perú]: Universidad de San Martín de Porres; 2015. 50 p.
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Los dermatofitos son hongos filamentosos, con una gran afinidad por los tejidos ricos en queratina, debido a que de ahí obtienen sus nutrientes. También tienen una excelente habilidad para adaptarse al medio que invaden. Estos pueden ser geofílicos, zoofílicos o antropofílicos. Los últimos son los que afectan principalmente al ser humano, y lo hacen debido a que son organismos eucariotas que necesitan obtener su energía a través de material orgánico muerto o desecho de otros seres vivos, en este caso, de la piel y los anexos del humano. Aquella población infantil que se encuentra en un estado inmunocomprometido o inmunosuprimido son susceptibles a este tipo de infecciones, por la afectación de su primera barrera de defensa, la piel. La distribución de los dermatofitos es mundial. En un estudio publicado en Perú en el 2015, encontraron que el 98% de los niños presentaron tiña del cuero cabelludo y predominaba en infantes que vivían en estrato socioeconómico bajo; resultados similares al estudio publicado en Brasil en el 2014, en donde el 63,6% de los niños incluidos menores de 10 años presentaron
Juan Pablo Malagón Caicedo, Juan Pablo Rojas Hernández
tiña del cuero cabelludo. En los mayores de 10 años hasta los 18 años, la tiña más encontrada fue la tiña del pie, que representó el 40% de los casos estudiados. Por otro lado, encontraron que los no dermatofitos, específicamente la Candida sp., es responsable del 25% de las micosis superficiales causadas por este género, excluyendo las condiciones económicas. La transmisión de la infección puede darse de un animal a un humano, por contacto con fómites infectados o entre humanos. En muchos casos, los humanos constituyen un reservorio óptimo; la incubación de los dermatofitos es aproximadamente de 1 a 3 semanas por lo que durante este tiempo la infección se presentará de manera asintomática. Otro estudio realizado en 2017, en Ecuador, encontró que más de la mitad (60,9%) de los escolares que asistían a una institución primaria tenía compromiso por micosis superficial. Del valor mencionado, encontraron que un 58,2% de los casos eran causados por hongos dermatofitos que afectaban en mayor proporción a la piel, seguida del cuero cabelludo. En Colombia, una publicación del año 2016 encontró que el agente etiológico más frecuente fue la Candida spp. (53,3%), seguida de Trichosporon (12%) (T. mentagrophytes [56,8%] y T. rubrum [32,4%]). Sin embargo, aclaran que la etiología de la infección depende específicamente de los factores asociados o de riesgo, a los cuales la población infantil se encuentra expuesta.
Fisiopatología La piel es la barrera innata que se encuentra expuesta a todo el ambiente que nos rodea. Cuando la piel se lesiona, se crea un mecanismo de entrada y los microorganismos que hacen parte de la microbiota normal se vuelven patógenos o los que se encuentran en el ambiente causan infecciones.
Algunos de los factores de riesgo son: •• •• •• •• ••
Traumatismos Ablandamiento de la piel (maceración) Oclusión de los folículos pilosos Humedad Zonas demográficas con altas temperaturas
Actualmente existen otros mecanismos que favorecen la infección por hongos, como lo son el uso de antibióticos de manera inadecuada y prolongada o los productos que alteran el pH normal de la piel o del cabello con alto contenido de químicos. Todos estos compuestos son capaces de alterar los ácidos grasos con efectos fungistáticos. Se ha evidenciado que en la población infantil esta cantidad de ácidos grasos se encuentra disminuida en condiciones normales, lo que reduce su capacidad para responder adecuadamente frente a estos agentes. Con respecto a las micosis superficiales, es importante mencionar la existencia de predisposición genética y la virulencia dada de la cepa dermatofítica o no dermatofítica, junto con un ambiente favorable que propicie su crecimiento. Dependiendo de la etiología, así mismo será el crecimiento fúngico en la capa superficial de la piel y los anexos. Para el caso de Trichophyton spp. y Microsporum spp., se encontró que estas especies fúngicas crecen a lo largo del folículo piloso y distribuyen sus esporas en el tallo del pelo; algunos agentes lo hacen alrededor del tallo, pero otros pueden invadir el tallo como tal. Por otra parte, la Candida spp. es un hongo que afecta más a los niños inmunosuprimidos y a los infantes obesos. Tal es el caso de los recién nacidos con bajo peso o recién nacidos prematuros, que presentan una piel inmadura por defectos inmunitarios y no cumplen los requisitos para defenderse del medio donde nacen. M. furfur es un moho que se encuentra más comúnmente en climas donde hay sudoración excesiva, elevada humedad o temperatura, embarazo, malnutrición o inmunodeficiencia. Estas condiciones hacen que la cepa se vuelva
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patógena y que, por medio de un mecanismo de entrada, invada la epidermis produciendo la micosis superficial. En condiciones normales, hace parte de la microbiota normal, pero sin actividad queratinolítica utiliza los desechos como fuente de energía para su sobrevivencia y su desarrollo.
Manifestaciones clínicas Los síntomas y signos clínicos varían dependiendo de la zona del cuerpo donde ocurra la infección y del agente etiológico. El gran común denominador de estas infecciones es el prurito, por la reacción del sistema inmunológico; sin embargo, en algunos casos, estas micosis superficiales pueden cursar de manera asintomática. En caso de tener una lesión en la piel, esta presentará claros signos de inflamación, rubor y, en algunos casos, eritema; ocasionalmente se puede ver la formación de vesículas. En los neonatos, el mecanismo de entrada no parece ser una lesión en la piel; es por el sistema inmune inmaduro, que permite que estos agentes se reproduzcan y entren por los folículos pilosos e invadan la epidermis.
Dermatofitosis En estas infecciones producidas por estos agentes es frecuente el uso de la palabra tiña para referirse a la infección superficial de la piel, usualmente acompañada por otra palabra que indicará la zona del cuerpo donde está la infección. Los hongos que producen esta enfermedad se caracterizan porque infectan la piel con queratina. Algunas de las formas clínicas en la población infantil son: 1. Tiña del cuero cabelludo o capitis: Es la más frecuente en la población infantil. Afecta especialmente a los prepúberes, por los géneros Microsporum spp. y Trichophyton spp. Es una lesión que forma placas alopécicas, circulares, con descamación y cabello
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roto; característicamente tiene tendencia a curarse en la pubertad, cuando cambia la composición del sebo. Algunos autores han descrito una triada para identificar esta tiña, pues eleva el valor predictivo positivo. Esta consta de: -- Adenopatía retroauricular -- Prurito -- Descamación o alopecia. Se identifican dos formas de esta tiña: -- Tiñas microspóricas: usualmente está implicado el M. canis. Forma placas grandes y escasas con el cabello corto. Se encuentra como parches grises; también se conoce como tiña tonsurante. -- Tiñas tricofíticas: está producida en mayor proporción por T. mentagrophytes, T. tonsurans o T. rubrum. Se caracterizan porque forman artroconidias dentro del pelo. Clínicamente forman placas más pequeñas, numerosas y con bordes irregulares. El cabello se parte en el orificio folicular y forma una imagen de “puntos negros”. 2. Querión de Celso: M. canis, T. mentagrophytes y el dermatofito geofílico M. gypseum son los más comunes. Es una tiña inflamatoria del cuero cabelludo, que se produce por una reacción de hipersensibilidad al hongo. Se forma una placa elevada, con múltiples pústulas que provocan supuración, edema y dolor. El cabello se cae fácilmente y si no se trata, forma alopecia cicatricial, fiebre o linfoadenopatías. 3. Tiña del cuerpo o corporis (herpes circinado): Es aquella que afecta a la piel sin vello, especialmente a la cara y a las manos. Son lesiones redondeadas, eritematosas, descamativas, con bordes definidos y levemente elevados. En algunos casos pueden ser vesiculosas y se caracterizan porque en el centro de la lesión hay tendencia a la curación (de ahí el nombre de herpes circinado) (figura 2). 4. Tiña inguinal o cruris (eccema marginado de hebra): T. mentagrophytes, T. rubrum y E. floccosum son los agentes más comunes. Es de baja
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Figura 2. Tiña del cuerpo.
Tomada de: Tratado de Pediatría. Nelson. Parte XXXI: La piel. 20.a edición. Barcelona, España: Editorial Elsevier; 2016. p. 3350.
incidencia en niños y se ha evidenciado en adolescentes varones en una relación de 4:1 con respecto a las adolescentes mujeres. Afecta la parte de los pliegues inguinales, formando una placa semicircular, eritematosa, con bordes delimitados; se debe destacar que son lesiones bilaterales, pero no necesariamente iguales. El pene, el escroto y los labios mayores se respetan, a diferencia de la cándida. Epidemiológicamente se presenta en climas tropicales, donde el calor y la humedad predominan. 5. Tiña del pie o pie de atleta: Poco frecuente en la población infantil, pero se ha encontrado que afecta a niños que acuden frecuentemente a piscinas o usan calzado con los pies húmedos. Afecta los pliegues interdigitales y se presenta con aspecto macerado y descamativo. Hay tres formas clínicas: -- Interdigital: es la más frecuente en la población infantil. -- Vesiculosa: se presentan múltiples vesículas muy pruriginosas en el arco plantar, que curan dejando áreas descamativas. -- Crónica hiperqueratósica: es una evolución de las anteriores, que afecta a toda la planta del pie y aumenta especialmente en los pliegues cutáneos. 6. Tiña de la uña o ungium: Existen tres formas clínicas:
-- Onicomicosis subungueal proximal: es la más frecuente y afecta especialmente las uñas de los pies. Inicialmente afecta al hiponiquio (capa gruesa de queratina ubicada debajo del borde libre de la uña, entre el lecho y la piel acral) y los bordes laterales. Cuando llega a la matriz, puede desprender la uña. -- Onicomicosis blanco superficial: su agente etiológico más común es el T. mentagrophytes y se caracteriza porque invade el estrato superficial de la lámina ungueal en cualquier sector, como manchas blancas opacas de área delimitada. Las uñas se tornan quebradizas, blandas y ásperas. -- Leuconiquia proximal profunda: es de aparición infrecuente en infantes y está causada por T. rubrum. Compromete la matriz ungueal provocando una hiperqueratosis subungueal, onicólisis (separación de la uña del lecho ungueal) proximal, leuconiquia (manchas blancas en las uñas) y destrucción de la lámina ungueal.
No dermatofitos 1. Candidiasis: La cándida es considerada un agente oportunista, pues hace parte de la microbiota normal, y se localiza especialmente en la mucosa oral, el tubo digestivo y la vagina. Algunos de los factores que la predisponen a volverse patógena son la humedad, que produce maceración repetida en la piel, la obesidad, la diabetes o la inmunosupresión. En los niños, la especie de cándida más frecuente es la C. albicans, pero en niños inmunosuprimidos puede presentarse C. glabrata. Se pueden ver dos formas clínicas: -- Candidiasis orofaríngea o muguet: afecta entre el 2% y el 5% de los recién nacidos sanos. Es infrecuente en mayores de 12 meses, a menos que se esté usando terapia antibiótica o corticosteroides tópicos. Es la forma más común en el lactante menor, ya que este presenta un pH bajo en la mucosa de la cavidad oral. La vía de transmisión
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más frecuente es el canal del parto. Es una seudomenbrana gruesa, de color blanca-amarilla con aspecto lechoso, que confluye, pero no se encuentra adherida. La mucosa oral se torna irritativa, eritematosa y congestiva, por lo que los niños pueden referir dolor en la boca o garganta o rechazo a la alimentación. En niños mayores pueden aparecer quelitis angular, que es la irritación de la comisura labial por la caída de saliva y la sobreinfección con cándida. -- Candidiasis cutáneas: la más incidente es la candidiasis del área del pañal. Aparece una placa difusa, eritematosa, con borde geográfico y vesículas o pústulas satélites. En algunos casos puede verse la aparición de fisuras sin tratamiento oportuno. En niñas con inmunosupresión, ya sea por alguna enfermedad autoinmune, diabetes o el uso de terapia antibiótica prolongada, se puede encontrar vulvovaginitis candidiásica, que se caracteriza por un eritema intenso, doloroso o pruriginoso. Se pueden encontrar pápulas o pústulas satélites, que se asocian con una secreción vaginal blanca-amarilla (figura 3). 2. Pitiriasis versicolor: Producida por M. furfur, son lesiones maculares múltiples, pequeñas, ovaladas
Figura 3. Vulvovaginitis candidiásica.
Tomada de: Tratado de Pediatría. Nelson. Parte XXXI: La piel. 20.a edición. Barcelona, España: Editorial Elsevier; 2016. p. 3354.
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e irregulares, que pueden ser hipo/hiperpigmentadas o ligeramente eritematosas; la ptiriasis vesicolor es completamente asintomática. Esta micosis no es contagiosa, pues el agente es necesario, pero no suficiente para producir la infección. Las zonas afectadas no son sensibles a la exposición solar y suelen ser zonas ricas en glándulas sebáceas. Las zonas más comunes son la parte superior del tórax y la espalda y la zona proximal de brazos y cuello. En los niños, la zona más frecuente es la afectación facial; en muchos casos se asocia con prurito.
Diagnóstico En la mayoría de las ocasiones, el diagnóstico es netamente clínico; sin embargo, es necesario realizar un examen que detecte el agente patógeno para lograr una terapia dirigida y evitar un tratamiento que sea innecesario y termine empeorando la infección. El estudio de laboratorio adicional que se deberá realizar depende de la sospecha clínica. Los pasos para un correcto diagnóstico que nos llevan a una terapia antimicótica adecuada son: •• Examen clínico con luz de Wood: en primera instancia, se debe realizar un examen clínico para confirmar la existencia de las lesiones cutáneas, observar si hay pústulas, vesículas y las características inflamatorias de la lesión o las zonas de alopecia en el cuero cabelludo. La luz de Wood es haz de luz ultravioleta emitido por una lámpara de mercurio, que penetra hasta la dermis y emite fluorescencia roja o verde a las áreas afectadas. •• Examen directo con hidróxido de potasio (KOH): se toma una muestra de la lesión, la cual se colocará en un portaobjetos y se le agregará KOH. Ulteriormente, se observará si el microscopio muestra la presencia de hifas, pseudohifas, levaduras, mohos, entre otros. •• Cultivo: es necesario realizarlo; sin embargo, en ocasiones puede durar largo tiempo sin
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verse resultados. Se debe realizar en medios de cultivo apropiados, como el glucosado de sabouraud o agar de urea (tabla 2).
A continuación, se presenta un cuadro de diagnóstico etiológico, basado en la clínica y la confirmación por laboratorio (tabla 3).
Tabla 2. Métodos de diagnóstico de laboratorio Tipo de micosis
Examen directo con KOH
Tinción
Cultivo
Identificación
Tiñas
Sí
No
Sí
Sí
Candidiasis
No
Sí
Sí
Sí
Pitiriasis versicolor
Sí
Depende
No
No
Modificada de: Cabezas AL. Características clínico-epidemiológicas de la dermatomicosis en pacientes pediátricos del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión, 2013-2014 [tesis]. [Lima, Perú]: Universidad de San Martín de Porres; 2015. 50 p.
Tabla 3. Diagnóstico etiológico basado en la clínica y la confirmación por laboratorio Dermatofitosis Concepto diagnóstico
Candidiasis
Pitiriasis versicolor
Clínico:
Clínico:
Clínico:
Dependerá del tipo de tiña y el lugar que está afectando. Si hay confirmación microbiológica:
Busque formas extensas, mala respuesta, vulvovaginitis o sospecha de inmunodeficiencia
Confirmación microbiológica ante:
-- Necesidad de tratamiento prolongado
-- Diagnóstico incierto
-- Sospecha de tiña incógnita
-- Considere en las foliculitis
-- Afectación ungueal Microscopia Raspado epidérmico + KOH → Esporas e hifas tabicadas ramificadas
-- Mala respuesta al tratamiento
Raspado de la lesión + KOH o coloración de Gram → Levaduras en gemación con hifas y pseudohifas
Lámpara de -- Microsporum spp. → Wood Fluorescencia azul verdosa o verde brillante
Raspado de lesión + KOH o tinción de azul de metileno → Blastoconidias e hifas anguladas cortas y gruesas Fluorescencia amarilladorada o amarilla-verdosa
-- T. schoenleinii → Fluorescencia azul o verde pálida -- Epidermophyton → Sin fluorescencia Cultivo
Solo en casos dudosos o ante falta de respuesta al tratamiento
Ante mala respuesta, recaídas o sospecha de una inmunodeficiencia
Requiere ácidos grasos de cadena larga, pero no suele ser necesario
Modificada de: Hernández Rupérez MB, Campos Domínguez M, Saavedra-Lozano J. Infecciones fúngicas superficiales. An Pediatr Contin. 2013;11(5):254-66.
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Tratamiento farmacológico La terapia antimicótica dirigida dependerá exclusivamente de la identificación del agente patógeno, para evitar un empeoramiento de la infección. Sin embargo, no es la única medida que se debe tomar. Dependiendo de los factores asociados con la infección, se deberá realizar una intervención en estos. En la tabla 4 se muestra la terapia antimicótica más adecuada según la micosis superficial. El uso de terapia tópica no ha demostrado ser más eficaz que la terapia oral; sin embargo, en lactantes, preescolares y escolares, la terapia oral puede representar dificultades a la hora de su
administración, por lo que se prefiere la terapia tópica. Se le debe indicar a la madre o al cuidador que se debe aplicar sobre el área afectada y hasta 2 cm más lejos del borde de la lesión. En las micosis superficiales por dermatofitos, se debe evitar la aplicación de corticosteroides tópicos, debido a que se ha evidenciado que, en muchos casos, empeora el problema y puede complicar el diagnóstico.
Prevención Es de importancia intervenir los factores asociados o predisponentes que facilitan las micosis cutáneas superficiales. La prevención
Tabla 4. Terapia antimicótica de las micosis superficiales Dermatofitosis
Primera línea: -- Griseofulvina oral 10-25 mg/kg/día, durante 1 mes. Las dosis más altas se utilizan en la tiña capitis Alternativa: -- Terbinafina oral, 250 mg/día -- Terbinafina tópica -- Antifúngico azólico tópico (ketoconazol, clotrimazol)
Candidiasis orofaríngea
-- En el recién nacido y el lactante se reduce a nistatina, miconazol o fluconazol
Candidiasis cutánea
Candidiasis del área del pañal:
-- En el caso de los lactantes que están siendo amamantados, es necesario tratar a la madre, debido al contacto con la boca infectada del niño, la cual colonizará la piel del pezón y servirá como fuente de un nuevo contagio. El tratamiento de la madre se realiza con antimicóticos tópicos, clotrimazol, nistatina o fluconazol
-- Nistatina tópica, durante 2 semanas -- Antifúngico azólico, durante 2 semanas Vulvovaginitis candidiásica: -- Borato sódico al 2% más antifúngico azólico tópico -- Si es recurrente: antifúngico azólico oral
Pitiriasis versicolor
Primera línea: -- Antifúngico azólico tópico durante 15 días -- Alternativa (acción más rápida): -- Itraconazol en dosis de 3-5 mg/kg/día, durante 6 días
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de estos factores puede disminuir notablemente la incidencia de la enfermedad. Algunas de las recomendaciones son: •• •• •• •• ••
Aseo personal adecuado y rutinario. Uso de calzado transpirable. Secarse los pies antes de colocarse calzado. Asear rigurosamente el baño compartido. Evitar el uso de toallas compartidas.
•• •• •• ••
Desinfectar elementos de manicure. Evitar baños con agua caliente. Evitar lugares públicos con zonas húmedas. En caso de candidiasis en el área de pañal, cambiarlo frecuentemente y mantener la zona seca. •• Evitar el uso de aceites y otras cremas o ungüentos.
Lecturas recomendadas 1. Cabezas AL. Características clínico-epidemiológicas de la dermatomicosis en pacientes pediátricos del Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión, 20132014 [tesis]. [Lima, Perú]: Universidad de San Martín de Porres; 2015. 50 p. 2. Chiacchio N, Madeira C, Silva C, et al. Superficial mycoses at the Hospital do Servidor Publico Municipal de São Paulo between 2005 and 2011. An Bras Dermatol. 2014;89(1):67-71. 3. Estrada-Salazar GI, Chacón-Cardona JA. Frecuencia de dermatomicosis y factores asociados en población vulnerable. Manizales, Colombia. Rev Salud Pública. 2016,(18):953-62. 4. Hawkins D, Smidt A. Superficial Fungal Infections in Children. Departamento de Dermatología, Universidad Nueva de México. Pediatr Clin N Am. 2014;61:443-55. 5. Hernández Rupérez MB, Campos Domínguez M, Saavedra-Lozano J. Infecciones fúngicas superficiales. An Pediatr Contin. 2013;11(5):254-66. 6. Kayman T, Sanguzel F, Koc A, et al. Etiological agents of superficial mycoses in Kayseri, Turkey. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2013;27:842-5.
parroquia rural de Cuenca, Ecuador. Rev Med HJCA. 2017;9(3):249-54. 8. Moro M, Málaga S, Madero L. Tratado de Pediatría. 11.ª edición. Madrid, España: Editorial Médica Panamericana; 2014. 9. Nenoff P, Kruger C, Jurgen H, et al. Mycology – an update. Part 1: Dermatomycoses: Causative agents, epidemiology and pathogenesis. J German Soc Dermatol. 2014;12(3):188-210. 10. Rojas Hernández JP, Medina Ramos DC, Restrepo Moreno A, et al. Candidiasis oral en el recién nacido y el lactante. Rev Col Salud Libre. 2015;10(1):32-9. 11. Lawrence S, Ronald C, Bernice K, et al. Pediatric Dermatology. 4.ª edición. España: Editorial Mosby Elsevier; 2011. p. 1470-94. 12. Silva W, Lemos V, Milan E, et al. Species distribution and phospholipase activity of fungi isolated from children with dermatomycosis from child day care units in Natal, Brazil. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2013;27(10):1317-24. 13. Tratado de Pediatría. Nelson. Parte XXXI: La piel. 20.a edición. Barcelona, España: Editorial Elsevier; 2016.
7. López C, Morillo D, Plaza P. Estudio Trasversal: Micosis superficiales en niños escolares de una
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9. ¿Cuáles son los dos grupos de agentes etiológicos de la dermatomicosis en la población infantil? a. Trichophyton spp. y Microsporum spp. b. Epidermophyton ssp. y Microsporum spp. c. Candida spp. y dermatofitos d. Dermatofitos y no dermatofitos
Examen consultado
e. Candida spp. y Malassesia spp.
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10. Uno de los siguientes no es un factor predisponente para dermatomicosis: a. Laceración b. Uso de antibióticos c. Uso de analgésicos d. Zonas tropicales húmedas e. Maceración
11. El gran común denominador en las micosis superficiales es: a. Prurito b. Dolor c. Rubor d. Calor e. Absceso
12. ¿Cuál es la tiña más frecuente producida por los dermatofitos en la población infantil? a. Tiña corporis b. Querión de Celso c. Candidiasis cutánea d. Tiña cruris e. Tiña capitis
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13. Paciente de 4 meses de edad, con un cuadro clínico de 5 días consistente con la aparición de una placa difusa eritematosa, con vesículas y de borde geográfico en miembro inferior derecho. Se le realiza un raspado directo con KOH y se observan levaduras en gemación con hifas. El diagnóstico más adecuado sería: a. Tiña corporis b. Candidiasis orofaríngea c. Pitiriasis versicolor d. Candidiasis cutánea
14. Con respecto al paciente anterior, usted iniciaría manejo antimicótico de primera línea con: a. Griseofulvina oral en 10-25 mg/kg/día, durante 1 mes b. Terbinafina tópica, 2 veces al día, durante 3 meses c. Itraconazol en dosis de 3-5 mg/kg/día, durante 6 días d. Nistatina tópica, durante 2 semanas e. Terbinafina oral, durante 4 semanas
15. ¿Cuál de los siguientes es un factor de prevención para las micosis superficiales? a. Uso de calzado con pies húmedos b. Uso de zonas húmedas en lugares públicos c. Compartir toallas d. Adecuado aseo personal e. Uso de cremas o ungüentos que alteran el pH de la piel
Examen consultado
e. Tiña capitis
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