Farmacoterapia neonatal F
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Hernando Baquero L., MD Pediatra neonatólogo Coordinador Posgrado Neonatología Universidad del Norte Barranquilla (Colombia) hbaquero@uninorte.edu.co
Así como los niños no pueden ser considerados adultos en miniatura, el recién nacido no puede ser considerado un escolar o adolescente pequeño; las características propias de cada fase del desarrollo de los seres humanos y las condiciones de salud especiales que afectan a los neonatos influyen significativamente en la eficacia, disponibilidad y seguridad de las drogas usadas en el período neonatal. Un gran número de las condiciones patológicas del recién nacido solo afecta a este grupo etario; algunas de estas enfermedades varían en su severidad y frecuencia dependiendo de la edad gestacional o posnatal del paciente, por lo que el diseño de los estudios clínicos longitudinales para evaluar intervenciones terapéuticas en ellas deben incluir distintos subgrupos de edades. A pesar de conocer este hecho, durante muchos años se ha usado en forma masiva un gran número de medicamentos que nunca han sido evaluados de modo riguroso en los recién nacidos, y mucho menos en los diferentes grupos de ellos. Poco sabemos aún acerca de las características farmacológicas específicas para cada edad gestacional y cómo ellas influyen en la eficacia y seguridad de los medicamentos utilizados.
Historia Muchos de los medicamentos que empleamos los seres humanos tienen en sus etiquetas advertencias acerca de que su seguridad y eficacia no ha sido establecida en la población pediátrica, lo cual es especialmente cierto para los recién nacidos. A consecuencia de ello, casi el 90% de la medicación usada en las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) se emplea off-label (prescripción de un medicamento para una indicación o en un grupo de edad, o en una dosis, o en una forma de administración no aprobada). La historia de la neonatología está llena de ejemplos de drogas que se han incluido en el arsenal terapéutico neonatal sin tener suficiente evidencia sobre su efectividad y/o seguridad. En 1965, una carta al editor publicada en Pediatrics reportaba el uso de priscoline (tolazolina®) en cinco recién nacidos con enfermedad de membranas hialinas (EMH). El autor expresaba tajantemente que no había observado en los pacientes tratados ningún efecto severo gastrointestinal como los reportados en adultos. A partir de esta publicación y durante aproximadamente los siguientes 20 años, este vasodilatador fue ampliamente utilizado en el manejo de la EMH, hasta que el número y severidad de las complicaciones (las cuales incluían hasta sangrado gastrointestinal masivo) asociadas a su uso se hizo evidente. CCAP Volumen 11 Número 3 O
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